
iii. Fishing Day
Mabel y Dipper peleaban por quien ganaba en una competencia de jarabe mientras yo le escribía a mamá sobre el cómo habíamos estado hasta ahora, claro, sin hablar de los gnomos y eso.
Regrese para sentarme a la mesa cuando Mabel ganó y empezó a ahogarse.
—Gane.
—Wow... increíble. Oigan, Rory, Mabel, vean esto.–Nos mostró su revista. Ambas nos asomamos.
—Bolas para hámster tamaño humano... ¡ah! ¡Yo soy tamaño humano!
—Aunque eso es realmente increíble.–Volví a sentarla en su silla.–Creo que Dipper se refería a este anuncio.–Señale el anuncio de la cacería de monstruos, debías tomar una foto y ganarías mil dólares.
—Hemos visto cosas más extrañas que este monstruo aquí. ¿No tenemos fotos de los gnomos, ¿cierto?
—No. Solo recuerdos. Y este pelo de barba.–Molestó a Dipper con el pelo y yo reí antes de tomar la revista.
—¿Por qué lo conservaste?–Su gemela hizo como si no fuera la gran cosa.
—Buenos días mocosos y Rory. ¿Ya saben que día es hoy?–Entró el tío Stan por la puerta.
—¿Feliz aniversario?–Preguntó Dipper con duda.
—¡No!–Le golpeó la cabeza con su periódico.–Día de diversión familiar genio. Hoy no trabajamos para poder, no se, compartir cosas.
—Tío Stan, ¿Crees que será como el último día de unión familiar?–Claro que lo recordábamos, habíamos estado pintando billetes falsos hasta que la policía llegó.
—Uh...–Mabel se estremeció.–Recuerdo el frío de esa cárcel.
—De acuerdo, no fui el mejor tutor de verano. Pero les digo, hoy vamos a divertirnos mucho en familia.
[...]
El tío Stan había hecho que nos vendáramos los ojos para una sorpresa, y como Dipper ahora era mi sirviente por una semana, lo hice atarme la venda incluso si yo sabía cómo hacerlo por mi misma. Ventajas de siempre ganar en las apuestas.
Llegamos unos minutos después, con el auto chocado por las cataratas de Stan.
—Muy bien chicos, quítense las vendas.–Así lo hicimos.–¡Taran! Es temporada de pesca.–Había hecho un letrero que decía "Día de inicio de la temporada de pesca".
—Pesca...–Dije yo sin entusiasmo.
—¿Qué tramas anciano?–Le preguntó Dipper.
—Les va a fascinar. Todo el pueblo está aquí.–Así era, todos los que conocíamos estaban ahí, pero eso no significaba que fuera divertido.–Eso es tiempo de calidad en familia.
—Tío Stan, ¿por qué el interés en la familia tan de repente?–Dipper cruzó los brazos sobre su pecho.
—Vamos va a ser genial. Jamás tuve amigos de pesca, los chicos del bar no quieren acompañarme "no les agrado ni confían en mi".
—Creo que si quiere pescar con nosotros–Mabel murmuro preocupada.
—Ey, se que puede alegrar esos rostros.–Nos puso gorros iguales que tenían nuestros nombres bordados. Al de Dipper decía "Dippy", el de Mabel tenía la "L" al revés y le mio era "Rori" con i latina.–Los bordeé a mano, ¿ven? Estaremos los cuatro solos en un bote por diez horas.
—¿Diez horas?–Cuestione casi asustada.
—¡Traje el libro de chistes!
—¡Lo vi!–Se escuchó el grito de un hombre.–¡Lo vi otra vez!–Empezó a tirar todo a su alrededor.–¡Es el Gobblewonker de Gravity Falls!–Empezo a hacer un extraño baile.
—Aw, baila de alegría.–Pensó Mabel cuando nos acercamos más.
—¡No! ¡Es la danza del peligro!
—Ey, ey. ¿Oye que te dije sobre asustar a mis clientes?–Salió el cuidador del lago y empezó a rociar de agua al anciano.–¡Es la última vez papá!
—Pero tengo pruebas esta vez, puedo jurarlo–Nos volteamos a ver entre nosotros.–¡Observen!–Nos mostró un barco partido por la mitad.–¡Tenía un cuello largo como de jirafa, y piel arrugada como... como este caballero que está aquí.–Señaló al tío Stan, quien estaba ocupado limpiando su oreja con su dedo.–Mordió mi bote y huyó rápido a la isla hunde-trasero–Señaló la pequeña isla que estaba a pocos metros.
—Atención unidades, hay un sujeto que no está nada bien.–Se burló uno de los oficiales y muchos empezaron a reírse de él.
—¡Son todos unos torpes!–Se fue corriendo.
—Bueno, ya pasó. Ahora a desatar el bote e irnos al lago.–Se subió a su bote que tenía escrito "Stano War".
—Rory, Mabel, ¿escucharon lo que dijo el anciano?
—¡Son todos unos torpes!–Mabel lo imitó.
—No lo otro. Lo del monstruo. Si podemos tomarle una foto, nos dividiremos el premio.–Mostró la revista de antes.–¡Imaginen todo lo que podrían comprar!
Lo imagine. Probablemente compraría ropa, y unos audífonos aprueba de ruido, no sería algo muy fuera de lugar, pero en serio necesitaba unos audífonos de esos.
Notamos cómo Mabel se había quedado dentro de su fantasía y chasquee los dedos para sacarla de ahí.
—Chicos, los apoyó en su travesía un millón por ciento.
—Tío Stan, hay cambio de plan.–Se acercó para abrazar a su tío.–¿Que tal si llevamos este bote a la isla hunde-trasero y tratamos de encontrar a ese Gobblewonker?
—¡Caza monstruos, Caza monstruos, Caza monstruos!–Empezamos a gritar, pero nos detuvimos cuando el anciano se nos acercó. Se fue cuando vio que no le seguimos la corriente. Un silbato de barco se acercó.
—¿Dijeron algo sobre cazar monstruos?–Nos preguntó Soos.
—¡Soos!
—¿Cómo va Jamonsita?–Choco los puños con Mabel.
—¡Pum! ¡Explosión!
—Pueden usar mi bote para la cacería.
—¿En serio?–Interrogue con entusiasmo.
—De acuerdo, de acuerdo, piénsenlo bien. Pueden perder el tiempo en una cacería de monstruos aventurera, o pasar el día aprendiendo a hacer nudos y pinchar lombrices con su tío Stan.–Miramos entre los dos y no fue difícil decidir; nos fuimos con Soos.
[...]
Mabel y yo hacíamos como en la película de Titanic, yo era Jack y ella era Rose.
—Chicas, presten atención.–Miramos a Dipper y ambas bufamos antes de caminar a donde el estaba.–De acuerdo. Para ganar ese concurso, no hay que equivocarnos, piensen, ¿cuál es el principal error en las cacerías de monstruos?
—Si eres un actor secundario mueres al inicio de la película. ¿Soy un personaje secundario? ¿Nunca se preguntaron eso?–Soos parecía asustado.
—No, no, no. Problemas de cámara.
—¿Cómo cuando no tienes una cámara a la mano?
—¡Si! Exactamente Rory.–Me felicito y Mabel me dio un codazo nada discreto en las costillas que me dolió mucho.–Imaginen a pie grande. Soos, eres pie grande. –Actuó de pie grande e incluso posó.–"¡Ahí está! Es pie grande, oh, oh, no tengo cámara. Oh espera... ¡oh no tengo pelicula!" ¿Ven lo que digo chicos?–Asentimos.
—Por eso compré diecisiete cámaras desechables. Dos en el tobillo, tres en la chaqueta, ocho para ustedes, tres más en esta bolsa y una bajo mi gorra. No hay forma de fallar. Escuchen amigos, prueba de cámaras.–Soos disparó su cámara y el flash lo cegó, haciéndolo tirarla hacia el lago.–¿Ven? Por eso necesitamos cámaras de repuesto. Aún hay dieciséis.–Mabel golpeó a un ave con otra.–Quince, repito, chicos, no pierdan sus cámaras.
—Dipper, dos de mis cámaras venían rotas.–Le mostré, ahora solo me quedaba una.
—¿Dijiste pierdan las cámaras?–Preguntó Soos.
—¡No!
—Porque acabo de perder una.
—Trece, esta bien. Todavía nos quedan diez cámaras.–Golpeó la mesa que tenía una cámara y la rompió.–Nueve.
[...]
Habíamos chocado contra la isla, literalmente una parte del barco estaba la arena.
—¡Llegamos!–Aviso Mabel.–Soy una gran vigía. ¡Bola de Hámster ahí voy!
Empezamos a desembarcar y Dipper me tomó de la cintura para ayudarme a bajar. Nos quedamos algo cerca y nos sonreímos.
—Gracias.
—Ahm, no hay de que, digo, sigo siendo tu sirviente, ¿no es así?
—Eso me pareció más de enamorado chico.–Dijo Soos, pero no le hicimos caso y empezamos a caminar. Dipper encendió una lámpara de gas que teníamos.
—Chicos miren.–Soos tapó parte del letrero que tenía el nombre de la isla.–Isla trasero.
—Soos basta, esto es serio.–Le pidió Mabel.–Ey, ¿por qué no te ríes? ¿Estás asustado hermano?
—Si claro, no lo estoy...–Mabel empezó a pincharle la cara.–Basta, basta. Mabel, basta.
—Mabel déjalo.–Intercedí.
—Solo te preocupa porque eres su...–Un rugido interrumpió las palabras de Mabel.
—¿Chicos escucharon eso?–Se acercó Soos.
—¿Qué fue eso?–Preguntó Mabel acercándose a abrazarlo.–¿No fue tu estomago?
—No, mi estómago hace sonidos como de ballena.–Mabel se acercó para escuchar y yo también porque me ganó la curiosidad. Vaya, si sonaba como un montón de ballenas.
—Wow...–Dije.
—Es algo majestuoso.–Admitió Mabel. Una zarigüeya llegó y se llevó nuestro farol.
—No veo nada.–Se quejó Dipper. La niebla empezaba a nublarnos la vista.
—Bueno no se amigos, tal vez no valga la pena.
—Soos, ¿que dices? ¿Imagina que pasará si conseguimos la foto?
Me imaginé a mi misma junto a Dipper siendo entrevistados como cazadores de monstruos. Mis padres ambos estaban en primera fila, ambos abrazados. Aunque claro de repente entro Mabel con su bola de hámster preguntado porque no la habían entrevistado a ella.
—¡Yo voy!
—¡Y yo!–Le seguí el juego a Dipper.
—¡También yo!–Gritó Mabel.
Empezamos a correr hacia dónde provenía el ruido, Soos estaba detrás nuestro tratando de cuidarnos.
Aunque también estaba haciendo música con Mabel. El hacia los beets con su boca mientras ella cantaba.
—Yo soy Mabel, que rima con papel, también rima con clavel, y también rima con Samuel.
—Oye deberíamos escribir eso.–La miró Soos.
—Chicos, chicos, chicos. ¿Oyeron algo?–Un montón de aves salieron volando de un árbol cerca.–¡Si es el! ¡Si es el!–Dipper empezó a acercarse más y yo fui tras de él.
Vimos la figura de la bestia a lo lejos y nos escondimos detrás de un tronco de árbol derrumbado.
—Vamos, tengan las cámaras listas.–Todos obedecimos a Dipper.–¿Listos? Ahora.–Nos acercamos corriendo para tomarle fotos, pero no fue lo que esperábamos.
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