Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo único.

En memoria de uno de los personajes más icónicos de Shingeki no Kyojin, Sasha Blouse.

El chico estaba sentado en la terraza mientras veía las estrellas brillantes sobre su cabeza y se ahogaba en los propios pensamientos agobiantes que inevitablemente, viviendo en un mundo apocalíptico, pasaban por su mente

La puerta detrás de él se abrió de repente y haciendo un gran estruendo, ocasionando que Connie se volteara asustado y poniéndose en guardia.

En la oscuridad pudo ver como la castaña que bastante bien conocía, con dos tazas humeantes en sus manos, se acercaba a él y lo hacía tranquilizarse.

— ¡Connie!.— gritó Sasha, feliz de encontrarlo allí.— ¡Toma!.— se paró delante suyo y le ofreció una de las tazas de café que llevaba, sumamente feliz y contenta como solía mostrarse a él.

— ¿Huh?.— Connie ladeo su cabeza un poco confundido y luego sonrió, aceptándole con gusto la bebida calientita que seguramente ella se había tomado el tiempo de hacer y que iba a disfrutar cada gota de ésta.

Los dos se sentaron en el suelo, juntitos. Connie tapó a Sasha con la manta que tenia y ella le sonrió en agradecimiento.

— Está calientito, tómalo lo antes posible.— recomendó con su suave y alegre voz para luego darle un sorbo a su bebida caliente y acurrucarse en su compañero, en busca de la calidez de su cuerpo y agradeciendo que él se lo permitiera.

— Gracias...— sonrió y le dio un pequeño besito en la coronilla de su cabeza, disfrutando de tenerla tan cerca suyo. El tiempo que podían pasar juntos siempre lo aprovechaban y se divertían o desahogaban pero nunca peleaban. Ellos sabían que en cualquier momento la vida les podría ser arrebatada así que su tiempo lo pasaban unidos y felices.

— ¿Qué haces aquí solo?.— preguntó Sasha luego de unos minutos, mirando también hacia el cielo y disfrutando del arte destellante que transmitía paz y tranquilidad.

— Veía las estrellas...— le contestó sencillo, pasando su brazo por encima de sus hombros y apegandola más a él, en un cálido abrazo.— ¿Te gustan?.— preguntó en un susurro que pegó en su piel.

— Claro que si, parecen pequeños dulces brillantes.— comentó Sasha, haciendo que Connie soltara un par de risillas y mientras ella babeaba.

— Pues nunca lo había visto de esa forma.— se burló, amando esa particularidad de ella, y la vio encogerse de hombros. Los dos tomaron su café en silencio, acariciándose, mirando las estrellas y tranquilos de estar en un ambiente familiar y sereno. Las estrellas los acompañaban con su brillo que los deslumbraba y hacía sonreír, disfrutaban cada segundo de estar juntos y eso lo tenían claro los dos.

Porque se complementaban como jamás lo habían hecho con nadie.

Se sentían a gusto de estar al lado de la persona que amaban.

— Oye Sasha.— la llamó él luego de haber terminado su café. Ella se sentó derecha y lo miró a los ojos, curiosa. Connie dejó su taza a un lado y tomó la taza de Sasha, que ya estaba vacia, para también apartarla.

— Dime.— asintió ella para que prosiguiera con lo que decía. Connie entrelazo sus manos con las suyas y Sasha sonrió con un leve rubor en sus mejillas.

— ¿Crees que esto acabe algún día?.— cuestionó con cierta tristeza en su voz. La castaña acariciaba las manos de su amado y mejor amigo, como pequeño consuelo.— ¿Crees que podremos ser felices sin necesidad de estar luchando?

— Acabará.— afirmó completamente convencida de sus propias palabras.— Nosotros nos encargaremos de eso.— dijo feliz y se acercó a él para depositar un pequeño besito en la punta de su nariz. Connie se sonrojó violentamente y sonrió avergonzado.

— Y... si acaba...— murmuró, corriendo su mirada y sintiendo como su estómago comenzaba a cosquillear. Estaba algo nervioso por lo que iba a decir y el hermoso rostro frente a sus ojos no lo ayudaba.

— ¿Mhm?.— Sasha había vuelto a asentir para que siguiera con lo que decía. Apretó un poco su mano en señal de apoyo, él respiró profundamente y volvió a mirarla fijamente.

— ¿T-Te gustaría vivir tu vida a mi lado?.— se atrevió a preguntarle de una vez, luego de tragar grueso, y de repente vio la sonrisa amplía, brillante y hermosa como las estrellas de su chica.

— Me encantaría.— afirmó completamente feliz y tomó sus mejillas para luego pactar su promesa con un beso.

Los sonidos fueron rápidos, inesperados, llenos de adrenalina y dolor. 

La gélida madera de un momento a otro sostenía tu cuerpo tibio que con fuerza había caído de un golpe seco sobre esta y poco a poco tu hermoso rostro perdía el color.

Vi a mis compañeros llorar a nuestro alrededor mientras tú ya habías cerrado los ojos, con la intención de jamás volver a abrirlos.

En ese momento todo era un maldito lío, un desastre y yo seguía sin entenderlo del todo, mi vista era borrosa y mi mente no quería procesarlo.

¿Un disparo? ¿De una niña? ¿Cuándo la misión ya había triunfado?

— Eh... Sasha... n-no puedes dormir aún...— murmuré al ir a tu lado, te moví un poco hacia los lados para poder despertarte, cuando ya Armin y Mikasa se habían hecho a un lado. Me permitieron tomar tu bello rostro en mis manos.—  F-Falta solo un poco para llegar a casa...— te avisé mientras mi voz temblaba.— T-te haré galletas si te despiertas, lo prometo, saldrán bien esta vez...— lo intentaría todo y más por ti.

Y no contestabas.

Mi rostro comenzó a empaparse y humedecerse. Hanji puso una mano sobre mi hombro y lo palmeo intentando consolarme, ¿por qué trataría de consolarme?.

Estas dormida, ¿o no?

No, no puede ser...

No estas dormida pero mi subconsciente simplemente no puede creerlo.

— ¿Imaginas tener hijos?.— preguntó curiosamente la chica mientras comía un pan disfrutándolo tal y como a un manjar.

— Pues... Estaría dispuesto si es junto a ti.— dijo él, intentando permanecer cool y no sonrojarse aunque realmente no lo había conseguido.

— Sasha... dijiste que vivirías conmigo luego de toda esta mierda.— reclamé, acariciando tu cabello con mis manos temblorosas y dejando caer lagrimas en él.— ¡Sasha no se vale! ¡Deja de jugar!.— me sentí furioso, como si toda mi alma ardiera en llamas y a la vez estaba completamente abrumado, como si mi vida se escapara de mis propias manos.

Mi vida se está escapando de mis manos.

— ¡Te amo Sasha! ¡Lo siento pero ya no aguantaba guardarlo!.— se confesó el chico de una buena vez ante aquella mujer castaña y hermosa que solo sonrió sonrojada y corrió un poco su flequillo, avergonzada.

— Yo también te amo Connie...— correspondió de la nada, sorprendiéndolo completamente y haciendo que su rostro se enrojezca por completo.

— ¡Sasha!.— grité sintiendo mi voz quebrantarse y mi garganta ardiendo como el infierno, pero aún esperando ansioso el verte despertar.— Sa...sha...

— ¡Cuando la humanidad triunfe y los titanes se extingan, seré chef!.— Sasha soñó despierta con aquel futuro de oro, completamente orgullosa y decidida.

— Pondremos nuestro propio restaurante.— la apoyó él, también convencido alzando un puño al aire.

— M-mi amor...— mis manos no se controlaban y mis ojos no veían por culpa de las lágrimas. Tu rostro se veía en calma y en cambio yo me sentía en el verdadero inframundo.— Vamos a salir de las murallas, los titanes ya no existirán, te presentaré a mi madre y tendremos hijos, una casa, mucha comida, viviremos felices y seré yo quien muera primero mientras tome tu mano, moriré de vejez y mis ultimas palabras serán que te esperaré donde sea que vaya, te recordaré cuanto te amo a ti y a nuestra familia... me iré en paz y te reencontraré en el otro mundo... Sasha...

— Quiero estar junto a ti hasta el fin de mis días.— susurró en su oído mientras la tenía debajo suyo, confesando todo lo que normalmente le costaría pero que en ese momento podría repetir trescientas millones de veces.

— Estaremos juntos toda la eternidad.— afirmó ella con una sonrisa sincera y alegre, acariciando el cabello crecido de su amado y aferrándose a su fornido cuerpo.

— ¡No me dejes solo!.— te rogué por ultima vez, sabiendo que no podrías cumplirlo. 

No pude evitar abrazar tu cuerpo ya frío e inmóvil contra el mío, anhelando estar en una pesadilla de la que podría despertar. Intentaba calentarte, intentaba lo imposible.

Aún así nadie se atrevía a separarme de ti. ¿Cómo podrían?

Solo escuchaba los sollozos de los demás y como Jean apretaba mi hombro sin saber que decir.

La soledad me inundó cuando no respondiste a mi llamado por tu nombre y supe que era en vano.

Porque Sasha ya no existiría...

Tú, mi amada, te habías ido.

Y lo único que me quedó por hacer fue llamar por tu nombre una y otra vez.

Las bellas obras de artes que pueden ver por acá como el separador y la portada fueron realizados por: Arii_Brief_001 💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro