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Hoseok no encontraba todavía sus zapatos negros, esos que le encantaban porque eran de un diseño particular; sabía muy bien que esto lo hacía lucir mucho más maduro. Se frustro al no poder hallarlo por ningún lugar. Llevaba prácticamente quince minutos buscándolo por todos lados, hasta en lo más rincón de esta pequeña, pero acogedora casa.

―Amor ―canturreó. Al no recibir la respuesta del otro volvió a llamarlo― Amorcito... ―tal vez tenía que ser más delicado porque de nuevo había ese vacío de respuesta de su esposo― Taehyungie ― ¿Más meloso o no? No podía creerlo, lo estaba evitando por completo ¡Esto es el colmo! Ya era tarde por así decirlo, a estas reuniones importantes jamás de los jamases se ausentaría. Finalmente, perdió los estribos― Taehyung si no vienes ahora te juro que... ―no se imaginó que le iba hacer al respecto, ¿Sexo duro? ¿No más besos y tocamientos atrevidos por más de 24 horas? ¿Limpiar el inodoro? ¡Increíble! No sabía que castigo le pondría a Taehyung. Ama a su hermoso esposo, sin embargo, no puede hacerle tales semejanzas de castigos, porque de alguna u otra manera caería en sus encantos natos y su corazón se derretiría al ser el primer testigo en presenciar aquella inocencia "falsa" en ese rostro arrepentido.

Oh, pero como "buena" persona que es Hoseok lo perdonaba y Taehyung otra vez se salía con la suya.

Poco después al romper el hilo de sus pensamientos, escucho que alguien entro y obvio que es Taehyung. Con una sonrisa cómplice fue directo hacia él. No se espero que clase de criatura sería capaz de traer a su casa.

―Mi amooor, mira lo que traje ―exclamó entusiasmado con cierta dulzura―. Era un perrito de la calle, ha tenido que pasar por frío y hambre hasta llegar aquí y refugiarse en nuestra casa. ¿Me lo puedo quedar, Hobi? ―abulto su labio inferior, transmitiendo pena. El animalito yacía en los brazos reconfortantes de su esposo. La mirada de su esposo expresaba dulzura y alegría al ver a ese pequeñito animal―. Acuérdate que tu querías un perrito desde niño.

―Taehyung ―fijo en sus ojos avellanas―. Creo que esto es complicado.

― ¡Hoseok! Evita hablar formalmente, cariño ―dejo un lado al perrito de raza pequeña con la finalidad que ande libremente. Rodeó sus brazos abalanzándose en el cuello de Hoseok―. Estás conmigo y puedes decirme de todo hasta lo más sucio ―susurró estas palabras en su oreja. Amaba esa voz tan tierna y seductora.

―Cuando te propones ser atrevido, siempre debe ser en un momento inoportuno, pero no importa la reunión puede esperar. Vas hacer mío ―Taehyung soltó una risa floja. Seguidamente, juntaron sus labios, el beso fue tan necesitado que Taehyung se limitó a desabotonar gradualmente la camisa roja de Hoseok, se mantenían en esa vehemente batalla, saboreando sus labios y moviéndose al compás. El mayor mordió y jalo su labio inferior del castaño saliendo de éste un gemido agudo ahogado entre sus bocas.

Todo bonito y ardiente hasta que el bendito perrito ladro fuerte llamando la atención de estos dos amantes, tal vez en idioma perruno quiso decir algo como esto: <<Hey suelta a mi dueño. Te lo estás comiendo por completo. >> Sí, exactamente quiso decir eso.

En fracciones de segundos ambos se separaron debido al ladrido.

―Oh, bebé ―se conmovió Taehyung―. Se ha puesto celoso, Hoseok ―imposto una voz aguda―, quizás si lo cargas con mucho amor le estarías brindando más confianza ―el mayor asintió a lo que propuso su esposo. Acató lo que dijo, cargo el pequeño cuerpo de ese peludo animal, sacaba su lengua y con esos ojos grandes y negros lo miraba atentamente.

Si tenía razón, el perro entre sus manos se tranquilizó. El perro es adorable, causa ternura al verlo esponjosito, acto seguido, lamio desprevenidamente su cara hasta llegar a sus labios.

― ¡Increíble! Ni tú me haces esto, Taehyung. Este enano me causará mucha diabetes ―rio.

―No soy un perro. Soy tu esposo, idiota.

―Amor, ¿me das un beso? ―estiro sus labios esperando el ansiado beso.

―No, mejor es que te laves la cara, cariño ―Taehyung lo rechazó, poniendo sus manos hacia su pecho expresando desagrado―. Estas lleno de baba y eso es infeccioso, no querrás que tu esposo se enferme, ¿verdad?

―Pero dijiste que estarías en las buenas y en las malas conmigo, a pesar de todo hay que demostrar afecto entre nosotros ¡Con baba de perro o no! ―sugerio Hoseok mofandose, saliendo carcajadas.

― ¿En dónde firme yo que deba besarte con baba de perro? ―se situo en el espejo, peinando su cabello, lo miraba extraño desde el reflejo.

―No lo sé, pero desde que supe que eres el ideal seríamos la mejor pareja.

― ¡Ay que lindo! Pero lamentablemente no te voy a besar, espera un momento ―se fue corriendo, desapareciendo por completo su cuerpo. Al rato vino con una caja, sacó una toalla húmeda―. De todas formas, yo puedo limpiar tu rostro, Hoseok ―paso la toalla por su rostro, esparciendo por los lados de sus cachetes, la nariz y final por sus labios.

No pudo resistirse, entonces Taehyung aprovecho al instante en estampar sus labios sobre Hoseok. Fue un beso efímero.

―Pensé que después de limpiarme ya no me ibas a besar y te dedicarías a buscar tu ropa. La hora nos está ganando.

―Lo sé, pero no pude resistirme, tus labios son muy adictivos, nunca me cansaré de besarte ¡Jamás!

―Es increíble que siendo una pareja de esposos jóvenes nos estemos dando mucho amor. Bueno ―penso―, no es que estemos viejos o algo parecido.

―Aún sigo con esa fobia de que me propusiste matrimonio cuando tenía dieciocho años y tu veinte años, aunque no me arrepiento pero si he visto que nos mira muy raros.

― ¿Te refieres a ese restaurante italiano?

―Esa camarera atrevida te dejo su número de celular y dirección de un hotel solo para que pasen una noche ―gritó histérico Taehyung.

―Recuérdamelo, ¿qué día fue cuando dejó su número y la dirección de ese hotel?

― ¿Te acuerdas cuando nos dijo que era el aniversario de nuestras parejas que en este caso serían mujeres? Pensó que era una cita doble ¡Nos confundieron! En ningún momento pensó que éramos gays.

―Ahora que lo recuerdo, tú le gritaste horrible diciéndole que disfrutabas que yo te la me... ―quiso completar la frase, sin embargo, es silenciado por su esposo.

―Quizás... ―se incomodó frunciendo sus labios― eso estuvo de más por explicarlo tan fuerte ―musito tímido.

―Sabes que ahí fue la causa de mirarnos mal, porque nosotros somos homosexuales.

―Pensaba antes que nos envidiaban por ser una pareja de hombres visualmente hermosos ―sentencio Taehyung un tanto apenado.

Solo Hoseok negó con la cabeza. A veces su esposo puede tener cierto carácter impulsivo si se lo propone.

―Amor, ya es hora de alistarnos ―acarició su hombro derecho―. Ponte precioso para mí ―poso sus manos peinando con sus dedos en ese sedoso y lacio cabello de su adorado esposo, con la finalidad grata de besar su frente durante un buen tiempo.

―Lo haré, por ti.

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𖥨⸙ Os deseo un bonito día.