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Desde que Beomgyu entró a la universidad, Taehyun se había tenido que acostumbrar a que llegue unos minutos tarde a sus citas.
Lo entendía, porque se imaginaba que las clases no siempre acababan a la hora fijada, que a veces tenía que quedarse cierto tiempo después de la lección para hacerle alguna pregunta al profesor y que andaba más apretado con sus tiempos. Realmente, entendía, y por eso, en vez de quejarse por las tardanzas, se adecuaba a ellas, asumiendo que 15 minutos después de la hora en la que quedaban sería perfecto para no tener que esperar.
Esa tarde, habían quedado en almorzar en un restaurante económico cerca al refugio de animales en el que Beomgyu hacía su voluntariado sabatino, así que Taehyun tomó el bus adecuado para llegar unos minutos tarde. Llegó primero, por supuesto, así que guardó una mesa mientras aguardaba.
A los diez minutos de espera, su celular timbró un par de veces, con notificaciones de mensajes.
Beomie ♥
> puedes venir al parque del frente xfis?
> estoy en una banquita por la fuente
> no puedo entrar al restaurante :(
A veces le gustaría que fuera socialmente aceptado darle de golpecitos a su novio. ¿Lo había hecho esperar para eso?
ok, ¿por qué?
¿qué te pasó?
> te tengo una sorpresa
> pero estoy bien ntp
> no me rompí una pierna jaja
¿no?
aww qué penita :(
> me caes mal sdfghjkljhg
> apúrate 🥺
Con un suspiro, Taehyun guardó sus cosas y llamó a una mesera para disculparse por hacerle perder el tiempo, viéndose obligado a dejarle una propina por las molestias, pese a que no había comprado nada. Así, salió del restaurante, en dirección al parque, el cual realmente no se encontraba tan lejos.
No le tardó ubicar la silueta de la espalda de su novio sentado en una de las bancas del parque, así que se dirigió hacia allá. Estaba preparado para hacer un comentario ácido sobre cómo le había fallado al negarse a entrar al restaurante en el que habían quedado por lo que sea que tenga de "sorpresa", pero quería besarlo de todos modos.
Lo que no esperaba era verlo acompañado.
Se detuvo en seco frente a la banca, procesando la imagen de Beomgyu acariciando la cabeza de una gatita tricolor que descansaba sobre su regazo, ronroneando suavemente.
—¡Llegaste! —saludó apenas alzó la mirada, haciendo un esfuerzo por arrimarse a un borde del banco para dejarle espacio al menor—. Por esta chiquita dormilona no pude ir al café, así que... ¿sorpresa?
Taehyun aún no estaba seguro de lo que podía decir, y ni siquiera se movió para tomar asiento en el espacio que Beomgyu logró hacer para él. No era todos los días que veía algo tan tierno que se quedaba sin palabras, con ganas de desmayarse metafóricamente.
—Me la traje desde el refugio, se me hizo irresistible —le contó, antes de agacharse para dejarle un simulado beso a la gatita—. Es una calicó preciosa de dos añitos que ya está muy sanita y ahora va a vivir conmigo.
Por fin, el menor se sentó a su lado, con cuidado de no rozar la colita de la gata, lo que significaba que no podía pegarse tanto como le hubiese gustado. Sabía que a los gatos dormidos no les gustaba que los molesten, y, honestamente, se sentía identificado con esa idea, así que no la quiso aturdir.
—¿Por qué quisiste adoptarla? —preguntó, curioso.
—Siendo honesto, porque me recordó a ti. —Beomgyu sonrió con diversión al notar la expresión de indignación en Taehyun—. Eh, deja que te cuente. Es que ignoraba a todos los que se le acercaban, e incluso le maulló a un par, con la cola erizada como señal de fastidio —explicó, sin dejar de sonreír al acariciar la cabecita de la pequeña—, pero cuando yo me senté a su lado, me buscó, se puso cómoda en mi regazo y no se molestó cuando le comencé a dar mimos. —Se inclinó hacia su lado, para bajar la voz a un murmullo—. ¿No te suena familiar?
Aunque le hubiese gustado resistirse, Taehyun rió, dándole un suave empujón por la comparación a la forma en la que se habían conocido. Sí, vale, cuando recién se cambió de escuela tenía ese ritual con el que tras una semana terminaba rechazando a todas las chicas con las que salía, y el único en romper el patrón había sido Beomgyu, pero...
—¿Cómo le iba a decir que no a esos ojitos? —El pelinegro suspiró, sin dejarle ver los ojitos de los que hablaba, ya que la gata los tenía cerrados—. Lo mismo dije contigo.
—Ya basta. —Rodó los ojos, optando por reclinarse sobre su hombro de todos modos—. ¿Sabes qué nombre le vas a poner?
—Tyunnie. —La bromita le hizo ganarse un golpecito en el brazo, del cual no se quejó—. No, la verdad que aún no... No soy bueno con los nombres, ya viste que por mi culpa la banda se llamaba The Sheiks.
—Cierto, ni en broma te dejaría escoger el nombre de nuestros hijos.
Aquel comentario acaparó la atención completa de Beomgyu, quien obviamente no esperaba escuchar algo así. Taehyun tampoco, la verdad, no pasó la frase por su usual filtro de "pensar antes de hablar".
—Digo...
—Quisieras... —murmuró el mayor, interrumpiendo, con cierta timidez—. ¿Quisieras cuidar a la gatita entre los dos? Quizás se sentiría como... ya sabes, eso.
De repente, el ambiente había cambiado de uno ligero y juguetón a uno que se avecinaba como mucho más serio. Taehyun sentía que se había metido en una importante responsabilidad adicional sin haberlo pedido, pero, por algún motivo, le emocionaba la idea. Eso sí, no estaba seguro de ser capaz de aguantar lo adorable que sería ver a Beomgyu junto a la gatita de ahora en adelante.
—La puedo tener en mi dormitorio y ser como la mamá que la atiende todo el tiempo, y tú puedes ser como el papá que aporta con la pensión de alimentos y su visita los fines de semana —planteó, en broma, aunque resultaba una metáfora un tanto acertada sobre los roles que tomarían en caso sea una responsabilidad compartida.
Cuidar a una gatita juntos se sentía como dar un paso importante en su relación, considerando que ambos tendrían que poner de su parte para que todo salga bien. Requería de compromiso, no sólo de intimidad y pasión como se habían demostrado hasta el momento.
—A mi mamá sí le gustan los gatos, podría tenerla en casa algunos días —ofreció Taehyun, para no dejar que Beomgyu cargue con todo, considerando que debía estar ausente para sus clases.
—Obvio, si su hijo es un gatito, ¿cómo no?
—Cállate.
Esta vez ambos rieron, terminando por admirarse mutuamente, desde tan cerca que sólo necesitaban que el viento los empuje para darse un beso. Atreviéndose a intentar, Taehyun juntó su frente con la de su novio, inclinándose a un lado para poder saludar a sus labios como lo había querido hacer desde un inicio.
Apenas se distanciaron, bajó la mirada, encontrándose con la calicó ya con los ojos abiertos. Eran de un color entre verde y avellana, grandes y elegantes, que incluso terminaban por convencerlo a él, como hechizándolo.
Al despertar, estiró las patitas del frente, sacando sus garras al apoyarse sobre el muslo de su nuevo dueño, lo que le sacó una expresión exagerada con la que simulaba dolor. Se estiró, bostezó, dio la vuelta y se volvió a hacer una bolita sobre el regazo de Beomgyu, poniéndose cómoda.
—Te ama —resaltó el menor, juntándose ahora que no aplastaría la cola de la gatita.
—¿Viste que es igual que tú? —entonó Beomgyu, dirigiendo una mano hacia el cabello del menor para acariciarlo con gentileza.
Esta vez, Taehyun se dejó mimar, porque no tenía ningún argumento en contra.
Si en algo se parecía a su nueva hija, era en el amor que tenía por Beomgyu.
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bienvenidxs a beomgyu diciéndole gatito a taehyun por un capítulo entero
le iba a poner fiona a la gatita, porque, ya saben, shrek y fiona. pero no, me parecía muy crack idk, y nunca le pondría fiona a una calicó, así que lo pensé y quedé en chita uwu
igual, si tienen otras ideas para un nombre de gatita, pueden dejármelas!! si alguna me gusta más que chita, me la quedo, y le doy créditos al final del cap cuando la pareja decida el nombre ♡ (nota: si es que esto deja de ser un OS chiquito jej)
Y, nada, pensaba publicar esto hace como 4 meses lmaoooo pero nunca lo hice, idk. Ahora sí, lo publico como regalo de navidad y celebración por haber terminado el semestre ¿? Feliz navidad!!! WuuUWU
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