EPÍLOGO.
─ ¡Te dije que me arrepiento!
Grito con todas sus fuerzas levantándose de su cama espantado. Acabar de lograr de salir de esa terrible pesadilla. La desesperación estaba tallada en su rostro con la respiración agitada, su pecho subía y baja frenéticamente.
Examinó el panorama alrededor suyo. La ventana del cuarto se hallaba un poco abierta y pasaba algo de viento fresco levantando las cortinas blancas, a simple vista comprobó que era de día. Desapareció ese lugar de antes, el futuro ya no existe aquí; cualquier rastro se desvaneció. La habitación permanecía intacta, estaba sano y salvo, dejó escapar una bocanada de aire que lo retuvo en su pecho.
¿Estuvo de sueño a pesadillas durante este tiempo?
─ ¿Regrese? ─con sus manos recorrió su cuerpo, tocándose para comprobar si es real. Cuando lo confirmó pudo sentirse aliviado─. Si desperté ─se relajó.
En cuestión de minutos cayó en cuenta de un detalle importante iluminando su mente a tal punto de gritar eufórico.
─ ¡Hoy es veinticuatro de diciembre!
Con todos los ánimos y la rapidez del mundo salto de su cama entusiasmado, camino hacia al baño para lavarse la cara, al terminar se arregló en el espejo peinándose y echarse un poco de perfume, de su ropero saco ropa nueva para vestirse, acto seguido, respiro profundamente agarrando la manecilla de la puerta y decidió en abrir la puerta.
Avanzo unos cuantos pasos al centro de la sala y con una campanita en la mano agito lo suficiente para que sea ruidosa y escuchado por sus asistentes.
─ ¡Levántense todos! ¡Todos a levantarse, ya es de día! ─elevo la voz Taehyung.
En fracción de segundos, las puertas de las habitaciones se abrieron, los chicos salieron somnolientos de sus alcobas, estuvieron frotándose los ojos para verificar que es lo que estaba sucediendo en estos momentos. ¿Qué hacia Taehyung en el centro a estas horas de la mañana?
─ ¿Nos hemos levantado tarde? ─supuso Beomgyu después de bostezar, aún tenía sueño.
─Buenos días, Señor Kim ─saludo Jungkook, pudiendo recobrar la noción─ ¿Que se le ofrece? ¿Para qué nos está convocando?
Con una sonrisa de oreja a oreja, comenzó hablar:
─Todos retomen sus planes, no quiero ver por esta temporada caras tristes y gente insatisfecha. Ustedes tendrán sus vacaciones de navidad, tómense un largo tiempo para descansar y disfrutar en familia, dentro de un mes retomemos nuestras labores a la ciudad que los voy a asignar más adelante ─ dijo animoso, nadie podía quitarle esa sonrisa─. Felices vísperas de Navidad, chicos, les dejo lo mejor. Gracias por trabajar conmigo.
¿Que fue eso lo que acaban de presenciar en estos precisos instantes? Quedaron pasmados, incrédulos de tal escena que acaba de montar su jefe. ¿Acaso es un milagro de Navidad? Por primera vez han visto esa genuina acción bondadosa.
─ ¿Señor Kim, se encuentra bien? ─dijo un tanto preocupada Mina.
Tal vez tenga fiebre, pensó.
─ ¡Por supuesto que sí! ─avanzo hacia ella, agarrándola de los hombros mientras ella tenía sus ojos abiertos debido a la cercanía─ Si hoy es Navidad, ¿No creen que debe ser un motivo de alegría? ─hablo en general.
Permanecieron como estatuas sin mover sus extremidades de yeso. Eso es un cambio radical de personalidad, es casi irreal verlo animado por un motivo inesperado; se hallaba feliz porque falta pocas horas de Navidad, algo que hace un día atrás lo estaba repudiando con toda su alma.
¿Es una buena señal buena o mala?
─Recibirán el triple de su sueldo, discúlpenme si no puedo entregarles un regalo a tiempo. Enviaré un recado a cada uno en sus direcciones respectivas, yo pago todo.
Las expresiones de los asistentes era todo un poema silencioso, no tardaron en soltar ese sonido de impresión.
En cualquier momento iban a desmayarse.
─Señor Kim, ¿No se habrá caído o algo parecido? ¿Realmente es usted? ─dijo Jungkook parpadeando varias veces.
¿Cómo sucedió eso?
─No me caído nada. Realmente soy yo, ¿Por qué se sorprenden? Además, ¿Que andan esperando? ─cuestiono efusivo─ de las ropas que empacaron en la madrugada pueden tomar la primera línea del tren. Vayan, anímense, antes de que los pasajes suban.
La sonrisa grande de Taehyung era bonita, parecía transmitir esa gentileza en él. Han sido atrapados y cautivados.
─Muchísimas gracias ─realizó una reverencia Beomgyu, sin ocultar su grande sonrisa, por fin es libre.
─También yo, muchas gracias. Gracias por considerarnos ─inclino su cabeza Jungkook.
Las dos damas de igual forma hicieron reverencia. Las palabras quedaron cortas para ellas. Enseguida no dudaron en volver a sus habitaciones y cambiarse de ropa para salir lo más pronto posible.
El único objetivo principal de Taehyung era revocar el contrato, en definitiva. Decidido y firme salió de la casa temporal, aún queda tiempo para hablar con el gobernador y aclarar los asuntos pendientes de ese negocio.
(🎄)
Llego de vuelta a la casa, avanzo unos cuantos pasos y se llevó con la sorpresa la presencia de alguien. Era Hoseok, lo estuvo esperándolo hasta que regresara.
─Taehyung ─llamo desde lejos, caminando hacia él─. Necesitamos hablar seriamente ─no manifestaba alguna molestia, sabía perfectamente controlar sus emociones.
─Ya sé que me vas a decir ─se anticipó─. Hoseok, seré yo quien va a donar una suma de dinero al orfanato donde estas ayudando, voy a cubrir todos los fondos y recursos, pagaré los impuestos que estuvieron acumulando. El contrato ya no existe, no hay nada que peligre. Tu esfuerzo nunca será en vano, los niños podrán vivir felices. Yo... no sabía en absoluto sobre esto, tampoco estaba enterado ─jugo con sus manos de nerviosismo─. Lo siento tanto, he sido un tonto ─lo atrajo a sí mismo, tomo la iniciativa de abrazarlo─. Te quiero conmigo, si gustas puedo estar con los niños en el agasajo que planeaste ─retrocedió sin dejar de abrazarlo, paso sus brazos enredándolo en el cuello del contrario, acercó su nariz a la de él, de hito a hito─. Te quiero, Hoseok, te quiero a mi lado por siempre. Soy consciente de que te hice daño, te hice esperar mucho por mí actitud nefasta, pero te juro que soy otra persona. No soy el mismo de antes. He cambiado de parecer, incluso los chicos ahora pueden ir esta Navidad a sus hogares. Cambie por mí y también por ti.
La voz serena y relajada de Taehyung aceleró el corazón de Hoseok, jamás se esperó que él tuviera la necesidad de mantener cierto contacto físico. Usualmente era de rechazarla, sin embargo, ahora le impresionó que le explicará con detalles lo que acaba de hacer en tan solo pocas horas, ha remediado todos sus errores anteriores, todavía asimilaba tal hecho.
─Taehyung ─reposo su mejilla en la mano derecha, sonrió levemente─, ¿Realmente lo dices en serio? ¿Cómo fue que cambiaste de opinión? ─cuestiono confuso.
De repente, los flashbacks re surgieron en su mente producto de los acontecimientos que ha visto a través del pasado, presente y futuro. Sea cual sea que haya ocurrido no pudo darle un nombre exacto, estaba eternamente agradecido con esas tres personas; Irene, Dahyun y Jieun. Han logrado su objetivo de abrirle los ojos, salvaron su vida, le salvaron de él mismo para evitar caer en ese abismo.
─Quizás la vida me dio una segunda oportunidad en iniciar de nuevo para hacer el bien ─fue honesto.
─Me alegro que hayas reflexionado de tus actos ─lo envolvió en sus brazos─. Es lo que tanto había anhelado.
─Hoseok ─susurro.
─Dime, Taehyung.
─He pensado mucho sobre esto y de la propuesta que me declaraste ese día ─levanto su rostro─. Yo si quiero ser tu pareja. He sido tan estúpido en no comprender las buenas intenciones que querías conmigo, tampoco era ciego al no ver que estuviste enamorado por mucho tiempo. Siempre has sido amable y atento, pero yo nunca te pague de la misma forma. A pesar de que mi madre me llevo a la capital alejándome de ti durante dos años, tú nunca me dejaste de amarme y demostrarme cada día más que te importo.
─Ya no digas más ─puso un dedo en su boca─. Quiero demostrarte cuanto te amo ─estampó contra sus labios en un movimiento gentil callándolo por completo, se envolvió en ese beso necesitado; debajo de su estómago parecía surgir como una rosa, ese calor de sensación agradable.
Besar sus labios es como tocar las nubes del cielo.
Besar nuevamente a Hoseok es sentirse en la misma gloria. En especial porque aclararon sus sentimientos y formalmente son pareja, pudo completar esa parte de su felicidad.
─Quisiera pasar contigo esta Navidad ─se alejó y escondió su rostro en su cuello.
─Y la pasaremos los dos. ¿Qué te parece si vamos a comprar los regalos y cantemos los villancicos para los niños? Hay muchos motivos para celebrarlo.
─Me parece bien, si quiero.
Juntaron sus narices mientras sonreían, se encontraban en su propio mundo; deseaban estar así por un buen tiempo hasta que escucharon algo pesado caerse, a causa de ello se alarmaron y pusieron atención volteándose.
─Discúlpenme, señores ─trato de pararse Chaeyoung con dificultad.
¿Qué hacía ella escondida detrás de la puerta? La vergüenza le consumió a Taehyung.
─Sino fuera por ti nunca nos descubriría, Chae. Te pasaste ─dijo indignado Beomgyu.
Lo tomo como una ofensa Chaeyoung al escucharlo el causante de esto.
─Pero si tú te apoyabas mucho en mí, tu provocaste mi caída ─acusó, defendiéndose.
─ ¡Eso es mentira!
Los demás dieron la cara, avergonzados salieron de la habitación uno por uno con la cabeza gacha. ¿Cuánto tiempo estuvieron ahí adentro sin hacer algún tipo de ruido? Se mantuvieron tan silenciosos.
─Descuiden chicos ─hablo Taehyung─. Capaz querían salir antes y no supieron como decirnos sin arruinar el momento, ¿Verdad?
─Exacto, eso mismo, Señor Kim ─le dio toda la razón Jungkook.
─Se veían tan bien los dos ─contuvo su emoción Chaeyoung, tapando su boca─. Desde un principio tuve fe que algún día estuvieran juntos.
Chaeyoung era esa clase de persona bastante expresiva y transparente en cuanto sus cosas emociones. Por cuestiones de respeto no chillo por esta ocasión.
─Me alegro que pudieron corresponderse y aclarar sus sentimientos. Les deseo la prosperidad y felicidad en su relación ─la voz elegante de Mina dió ese toque preciso para ablandar más el corazón.
─Gracias, Mina ─Hoseok se sintió emocionado y conmovido─. Hemos llegado a un punto dónde si pude coincidir con Taehyung.
─ ¡Felicidades! ─dijeron los cuatro emocionados.
Ellos habían sido testigos de ese romance recóndito que trataban de disimular ellos. Ahora que, salió a la luz la verdad estaban más que satisfechos.
Dentro de unos minutos, Jungkook aclaro su garganta y hablo lo siguiente.
─Señor Jung, Señor Kim ─miro a ambos─. Sin querer hemos nosotros hemos escuchado de su conversación acerca que van a repartir juguetes a los niños pequeños.
Mina completo: ─ Nosotros queremos asistir al agasajo de Navidad del Orfanato de Foundling, queremos ayudar en lo que falta, seremos voluntarios.
─ ¿Si tenemos su permiso? ─inquirió Chaeyoung, mostrándose curiosa.
─Claro, sin ningún problema pueden asistir. Lo vamos a realizar en esta mañana fría, después cuando terminemos cada uno se irá a su destino.
Asintieron con efusión, les agradaba la idea. Dicho y hecho, compraron todos los regalos necesarios en las tiendas en el centro. Agarraban uno tras uno los juguetes, formando en pilas.
Las chicas se encargaron en comprar los ingredientes de la comida y algunos accesorios para decorar el lugar.
Al final de cuentas, todo el bulto y resto de cosas se lo dieron a Beomgyu, pero Hoseok y Jungkook le ayudaron en cierta parte llevándolo a su auto.
Se dirigieron al orfanato e hicieron realidad la esperanza de muchos niños. Allí estaban todos reunidos afuera del Orfanato con varias sillas y mesas. Pero lo que no se esperaban era la venida de Taehyung, pensaban que no iba a venir, sin embargo, Hoseok cumplió su palabra, si lo trajo aquí con ellos para cantar los villancicos navideños. Finalmente, en un lapso de una hora, disfrutaron de un buen chocolate caliente, mucha carne en buena cantidad en sus platos, distintas ensaladas, panecillos y bocaditos preparados por los asistentes de Taehyung. E hicieron el gran intento de convivir todos juntos. No tardaron en sumergirse en la alegría de cantar.
A los minutos, el resto de los pequeños no tardaron en abrir sus regalos, la emoción les ganó.
─ ¡Muchísimas por los regalos, Señor Kim y Jung! ─gritaron al mismo tiempo como si tuvieran en un coro.
Son angelicales, a Taehyung les causó ternura, se enterneció porque pudo ver a gran cantidad de caritas felices mezclándose entre ellos y presumir de sus regalos.
─Ellos te quieren mucho. Gracias por ayudar este hogar, Taehyung ─se asomó a su oído escuchándolo─. Hiciste un gran trabajo. Ya que los niños andan felices y hemos podido asistir. Ven conmigo a celebrar esta Navidad con mi familia.
Nuevamente estaría en la casa de los Jung, le fascinó aquella idea.
─Si, pasaré la Navidad contigo ─asintió─. Tengo mucho de qué hablarles a tu familia.
─Taehyung, estoy seguro que van a comprender tu situación, todavía te guardan cariño y estima.
Con eso bastaba, la preocupación de Taehyung disminuyó. Los dos avisaron de que tenían que irse pronto, se despidieron de los demás, deseándose una feliz Navidad. Incluso los asistentes también hicieron de la misma forma, debían de tomar el segundo tren de la mañana y viajar a sus ciudades natales.
─ ¡Felices vísperas de Navidad!
Agitaron su mano los niños.
No lo quería tomar como una despedida Taehyung, sino más bien deseaba darle un significado, un hasta luego dónde futuramente puedan frecuentarse. Salieron del lugar y se encontraban en la calle.
─Taehyung, me esperas un momento aquí. Quisiera darte algo especial, está en el auto, pero no quisiera que lo veas por ahora.
─ ¿Es una sorpresa?
─Sí ─afirmó Hoseok─. Me ocuparé unos segundos y vendré a ti. Espérame.
Entonces observo a Hoseok como dio la vuelta. Se limitó en esperar, de repente, Taehyung de casualidad observo frente suyo a tres mujeres vestidas de rojo paseando por la verdad; ellas caminaban como si fueran unas transeúntes común y corriente.
¡Son ellas!
Era un metro de distancia de diferencia. Irene, Dahyun y Jieun le regalaron una sonrisa amistosa hacia él.
─Hasta pronto, Taehyung ─agitó su mano Jieun.
Los dos restantes imitaron su gesto, en unos segundos pasaron de largo sin detener su camino.
Inconscientemente Taehyung se despidió como ellas quedando absorto y desconcertado lo que acaba de ocurrir.
Ellas si son reales, todo lo que sucedió es real.
─ ¿Las conoces? ─la voz de Hoseok rompió el hilo de sus pensamientos.
Brinco en su sitio.
─Yo... creo que sí ─dudo un poco─. Ellas se me hacen familiares.
─Seguramente son espectadoras regulares de las presentaciones que haces. A propósito, ya lo encontré.
─ ¿Qué encontraste? ─levanto una ceja al mirar la caja roja en las manos de Hoseok.
─Es tuyo, ábrelo.
Destapó la tapa de caja, luego de percatarse de lo que hay dentro de su contenido había sentido esa sensación de aquellos años en su adolescencia.
─Es la esfera de Navidad ─levanto su mirada─ ¿Todo este tiempo lo tenías guardado? ─estaba absorto de la sorpresa, lo tomaron desprevenido.
─Si, pensaba darte en una ocasión donde pudieras estar tranquilo. Yo presentí que era el momento indicado para...
─Gracias, Hoseok, gracias ─tapo de vuelta la caja y con sus brazos lo envolvió abrazándolo, apegando más a su cuerpo─. Me hiciste feliz este día, soy feliz contigo. En serio, gracias ─estar en sus brazos hacía sentirse seguro.
Hoseok beso la cabellera de Taehyung, se distanciaron mirándose fijamente, con sus manos acuno el rostro de éste.
─Regresemos a casa. Alejémonos de todo y volvamos a ser felices, los mismo de antes.
─Regresare a casa, contigo.
Una fuga clandestina en vísperas de Navidad. Ambos subieron al auto y emprendieron camino rumbo a su ciudad natal donde crecieron juntos y probablemente vivan durante un buen tiempo disfrutando y consumando su amor. Siempre.
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