Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

007.ʀᴏꜱᴀ ꜱᴀʟᴠᴀᴊᴇ

╔╦══• •✠•❀ - ❀•✠ • •══╦╗

ʀᴏꜱᴀ ꜱᴀʟᴠᴀᴊᴇ 

╚╩══• •✠•❀ - ❀•✠ • •══╩╝

━━━1 de Marzo

EL PRIMER SUEÑO LLEGÓ a mitad de febrero. No tenía ningún sentido para mi comprensión. Era un fragmento, como ver una pelicula vieja en blanco y negro sin sonido.

Me desperté sin recordar exactamente qué soñé, pero sí recordaba a la perfección la sensación angustiante de no poder evitar lo que sea que fuera. Y eso solo empezó a provocarme más estrés.

No importaba cuánto lo intentara

No sabía qué era lo que mis visiones querían avisar, porque tal como dijo Apolo, me tomaron por sorpresa.

Yo sabía que podía evitar que ocurrieran cosas malas o al menos intentar que no fueran la gran tragedia griega, pero también sabía que habían cosas que por más que se intentara, si algo estaba destinado a pasar, pasaría.

Lo único que sabía era que estaba en peligro, porque en mi sueño estaba corriendo de algo que me acechaba.

Y volvió a repetirse noche tras noche sin saber nada más.

Comenzaba a sentirme paranoica, mirando todo a mi alrededor en busca del potenciales peligros. La gente iba a pensar que estaba loca.

Y encima, ahora tenía un dios que siempre me aparecía de sorpresa.

Una cosa era segura cuando se trataba de Apolo, sabía cómo ser impredecible.

Ya me había acostumbrado al hecho de que se estaba volviendo una constante en mi vida.

Ya hasta me era sencillo adivinar cuándo aparecería. Había aprendido a notar ciertas cosas a mi alrededor, como si el aire se volviera más cálido, el sol brillaba más y los colores brillaban con una intensidad que nunca antes había percibido.

Lo difícil, era adivinar cómo y dónde lo haría.

Como ese día.

Estaba en mi clase de teatro, sentada al fondo del salón, quedándome dormida mientras escuchaba la peor interpretación de Romeo y Julieta que hubiera escuchado en mi vida.

—Debería ser ilegal recitar tal otra maestra así —dijo de repente sentándose a mi lado en el sillón.

—Buenos días, Sunshine —salude bostezando.

—Hijo mío, lo que le han hecho a tu maravilloso trabajo.

Encarqué una ceja—. ¿Shakespeare fue tu hijo?

—¿Por qué te sorprendes? —murmuró—. Claramente un escritor de su calibre solo puede ser mi hijo.

Me encogí de hombros.

—Tiene sentido, supongo.

—¿Tú no lo intentas?

—¿Y perderme la oportunidad de una siesta? —dije—. La señora Clemens insiste que en las clases participen los que necesitan mejorar y a mí ya me vio en mi primera semana, dijo que era "digna de un protagónico" así que para mí se traduce a que puedo dormir mientras los demás mejoran.

Apolo se rió, y se acomodó mejor en el sillón mientras seguíamos viendo a mis compañeros destrozar las frases de Shakespeare.

—He estado soñando —murmuré por lo bajo. Apolo me miró por el rabillo con seriedad.

—¿Qué has soñado?

Dudé de contarle. Claramente algo iba atacarme pronto, pero no sabía qué y aunque quería creer que él cumpliría su palabra, Zeus y Poseidón ya habían demostrado que a veces los dioses podían librarse de sus promesas al Estigio.

Nada me aseguraba al 100% que ese ser que me perseguiría no sería Apolo en otro de sus arranques de ira.

El problema era que tampoco podía mentir porque siendo el dios de la verdad se daría cuenta.

Pero como decía papá, omitir información no es mentir.

—No lo sé —respondí—, es confuso.

—Irá mejorando con el tiempo —dijo—, llegará el momento en que puedas ver todo con claridad.

—Si, pero....

—¿Darlene? —La voz de uno de mis compañeros a unos asientos de mi, me tomó por sorpresa. Casi había olvidado que estábamos rodeados de mortales.

—¿Qué ocurre? —susurré.

El chico me pasó su teléfono donde había un mensaje escrito.

"Dile a Darlene que necesito su ayuda. Es una emergencia!!!!!
Estoy en el patio".

Ya me había acostumbrado a estas emergencias. Casi todos en la escuela ya sabían que no tenía un teléfono porque "mi papá no me deja tener uno", así que habían empezado a hacer esto de mandarse mensajes con los que compartía clases y ellos me avisarían si necesitaban algo durante la hora escolar.

A veces, los adolescentes si saben organizarse cuando algo les interesa.

—¿Qué es? —preguntó el metiche olímpico.

No le respondí.

Miré nuevamente al chico, que por lo que sabía, era el mejor amigo del que había enviado el mensaje, y gestículé un "¿me lo prestas?" hablando del teléfono.

Él asintió guiñandome el ojo y volvió su atención a la clase.

Me arrodillé en el suelo hasta desaparecer detrás de los demás asientos. A gatas me desplacé por la sala hasta poder salir disimuladamente.

Caminé por los pasillos de la escuela hasta el patio, y por alguna razón, Apolo venía detrás de mí.

—¿Vas a seguirme a todos lados?

—Tengo curiosidad sobre qué puede ser tan importante como para salirte de una clase de teatro —dijo encogiéndose de hombros—, incluso con actuaciones tan malas como esas.

—Lo que pasa es que eres un chismoso.

—Y tú, una irrespetuosa de las artes.

Rodé los ojos, pero decidí que no me importaba.

Salí al patio y caminé hacia las gradas, buscando una cabellera roja.

—¿De qué se trata todo esto?

—Carter quiere invitar a salir a Riley —dije poniéndome de puntas de pie para poder buscarlo entre los que estaban a esta hora haciendo deporte—, pero no sabe cómo hacerlo.

Apolo me dio una mirada de arriba a abajo y soltó una risita.

—Eres demasiado enana.

—Cierra el pico.

Entonces lo vi.

Carter Millers, un chico de mi clase de matemáticas, me estaba haciendo señas como loco. Me acerqué hacia él, seguida por un dios bien intenso.

—Hola, Dari —dijo con una sonrisa nerviosa. Luego miró a Apolo—. ¿Y hola,...?

—Panaberto Pecopon —me apresuré a decir.

Carter me miró confundido, pero Apolo...él parecía que le había dado un golpe en plena cara.

—¿Panaberto...? —repitió Carter.

—Puedes decirle Berty, es de mi clase de Teatro —expliqué a las prisas—, estudiante de intercambio.

—¿Pero ese nombre no es de...?

—Dime que ocurre, Carter —volví a interrumpirlo—, si la señora Clemens se da cuenta que volví a salir, va a castigarme.

—Claro, lo siento —murmuró sonrojado. Señaló a una chica que estaba jugando voley. Tenía un cabello impresionante de color castaño, tez morena y ojos azules—. ¿Crees que saldrá conmigo?

Apolo y yo nos miramos, él parecía incrédulo.

—No lo hará —dijo mirando al chico. Entendía qué es lo que lo hacía dudar. Carter no era precisamente "atractivo promedio", pero eso no debería ser un impedimento.

—Claro que sí —dije mirándolo con una sonrisa—, pero debes hacerlo de la forma correcta. No puedes simplemente ir con un "oye nena, ¿quieres salir conmigo?"

—Pero...eso es lo que hizo su ex novio —mencionó confundido.

—Y por eso es su ex-novio.

—A mí sí me ha funcionado —dijo Apolo cruzándose de brazos.

Carter miró al dios, y por la expresión en su mirada era claro que el muy tonto lo estaba haciendo sentir inseguro de su apariencia.

—Nadie te preguntó —espeté molesta por su insensibilidad—, y además, es la razón por la que sigues soltero.

—¡Eso no es cierto! —exclamó ofendido—, ¡sigo soltero porque quiero!

—Ajá, seguro —dije rodando los ojos. Miré a Carter y pregunté—. ¿Tienes aquí los auriculares?

—Sí.

—Bien, póntelos. Te llamaré desde el teléfono de Marc y te diré que debes decir.

En ese momento, Riley se sentó en las gradas a acomodarse las zapatillas.

—Está sola —murmuró Carter.

—Bien, adelante —dije empujándolo—, ve.

Él corrió hacia ella y yo conecté la llamada.

—¿Me escuchas?

Sí.

—Ok, guarda el teléfono en el bolsillo y escucha atentamente.

—No lo va a conseguir —dijo Apolo.

—No pedí tu opinión —espeté.

Hola, Riley —dijo Carter. Su voz sonaba temblorosa, y desde donde estábamos nosotros podía ver lo nervioso que estaba.

¡Hola, Carter!

Riley tenía una voz alegre, y por lo que sabía, era una chica sumamente agradable.

—Dile que piensas que sus ojos son como zafiros. —Carter repitió mis palabras y Riley lo miró boquiabierta.

—Ella no creerá eso —dijo Apolo conteniendo la risa—, eso es muy del siglo pasado.

—¡Cállate! —siseé—. Ahora dile que te mueres por besarla porque sus labios te vuelven loco.

Carter volvió a repetir y Riley lo miró comenzando a sonreír de una manera diferente.

—No puede ser —murmuró Apolo.

—Ahora dile: "Me gustaría tener la eternidad para poder disfrutar de tu compañía en cada segundo —murmuré sonriendo al ver que realmente había logrado impresionarla—, porque tu risa es el sonido más bonito que he escuchado.

»Si tuviera que elegir entre respirar y amarte, usaría mi último aliento para decirte lo mucho que te amo."

Eso es...lo más lindo que alguien me ha dicho —dijo ella.

—Ahora sí, invitala al cine —agregué. Carter lo hizo, y Riley le respondió que sí bastante encantada—. De nada, Carter —murmuré cortando la llamada.

Me giré hacia Apolo con suficiencia.

—¿No que no?

Pero él me miraba como orgulloso.

—Eso último sí fue bonito —murmuró.

—Lo sé —dije sonriendo.

Ambos volvimos dentro de la escuela, pero cuando estábamos por entrar al salón de teatro, la puerta se abrió y la señora Clemens me miró con los brazos cruzados.

—Señorita, Backer —dijo—, conoce mi regla número cinco, ¿verdad?

Miré a mi alrededor, dándome cuenta que el muy cobarde de Apolo me había dejado sola.

—Sí, señora Clemens —respondí haciendo una mueca—. "Permanecer en mi asiento toda la hora y en silencio".

—Muy bien. Ahora, vaya a la oficina del director.

━━━━━━━━♪♡♪━━━━━━━━

—Salir de clases no es aceptable —dijo el director. Era un hombre mayor que usaba camisas muy coloridas. No vi por ningún lado a la subdirectora, pero él parecía mucho más agradable.

—Pero...era una emergencia —intenté decir.

—Si era una emergencia, deberías haberle informado a la maestra.

Bajé la vista apenada porque sabía que ellos no considerarían eso una emergencia.

—Voy a llamar a tus padres.

—¡¿Qué?! —cuestioné—. ¡¿Por qué?!

—¿Cuántas veces has estado en mi oficina desde que empezaste las clases en enero?

—¿Cuatro?

—Veinticinco.

Hice una mueca. La verdad sí me había superado esta vez, eran demasiadas veces para llevar menos de tres meses.

El director me hizo salir a la sala de afuera, mientras llamaba a mi mamá.

Ell no tardó en venir y en cuanto me vio, me dio LA mirada.

—Solo estaba...

—Darlene —siseó. Ya sabía que estaba en problemas.

Mamá entró a la oficina, así que me acomodé en mi asiento a esperar mi sentencia.

—Tu mamá parece genial —dijo una voz a mi lado—, no creo que se enoje conociendo tu naturaleza.

Lo miré, irritada.

—¡¿Por qué demonios te fuiste?! —espeté—. Pudiste haberme ayudado con tus poderes de dios.

Apolo se encogió de hombros.

—Yo no te dije que salieras de la clase, al contrario, traté de decirte que no era buena idea.

—No es cierto, fue...

Pero lo que estaba por decir, no llegó a nada, porque alguien sujeto a Apolo por la chaqueta de su abrigo, levantándolo del asiento y estrellándolo contra la pared.

—¡Papá! —chillé asustada.

Era la primera vez que veía a ambos en el mismo espacio.

Eros destilaba odio puro, sus ojos brillaban con ira desatada. El aire en la sala se había cargado de una energía que resultaba agobiante.

—Déjala en paz —siseó con la voz temblando de furia.

—Papá, para —pedí temiendo que alguien viera esto.

—Solo estábamos conversando, Eros —dijo Apolo con voz fría—. Seguro Afrodita te contó que ahora tu hija es una de mis videntes, es mi obligación...

—Ambos sabemos que esa no es la verdadera razón —lo interrumpió.

Yo los miré confundida y preocupada porque si estos dos se ponían a pelear, iban a destruir mi escuela.

—Papá, por favor...

Pero él me ignoró.

—El inframundo se congelará antes de que permita que se cumplan tus caprichos —murmuró Eros—. No lograrás nada con lo que estás haciendo, no mientras...

—¿Eros?

Mi mamá había abierto la puerta de la sala y miraba la escena con horror. Su voz había sido un susurro, pero rompió el ambiente cargado de energía divina.

En ese momento, el director también salió preocupado.

—¿Está todo bien? —indagó.

—Sí —dijo papá soltando a Apolo que lo miró con odio—. Solo...aclaraba algunas cosas con un buitre.

—¿Usted es...?

—Vicktor Valentine —dijo extendiendo la mano para saludar—. El papá de Darlene.

Si aún no estuviera asustada por lo que pasó, me habría reído.

—¡Ah, sí! —exclamó el director—. Usted habló con la sub-directora por teléfono por la inscripción de su hija. No sé qué le dijo pero le causó una buena impresión —bromeó el hombre tratando de aligerar el ambiente.

—Como verá —se apresuró mamá a decir nerviosa—, Vicktor es muy sobreprotector de Dari, ella es su princesa y bueno, a veces exagera un poquito.

—Es solo una conversación, no ha pasado nada —dijo él sonriendo—. ¿Verdad, Panaberto? —cuestionó poniéndole la mano en el hombro a Apolo.

Él solo se apartó bruscamente y lo miraba como si deseara hundirlo tres metros bajo tierra.

—¿Qué haces aquí, Vicktor?

—Darlene me llamó.

«¿Qué yo qué?».

Y la mirada de mamá era una sentencia escrita con letras mayúsculas.

"NO TE VAS A SALVAR DE ESTA LLAMANDO A TU PADRE"

—Entiendo —comentó el director con el ceño frunció. Seguramente pensaba que era una mocosa princesa de papá y que yo lo había llamado para que vinieras a defenderme de un castigo por salirme de clase—. Bueno, entonces adelante.

Hizo una seña para que ingresara a la sala, pero papá negó.

—No, creo que Gillian es más apta para estas conversaciones. Yo me ocupo de que Dari entienda que no está bien saltarse las clases —dijo abrazándome por el hombro.

Los dos adultos lo miraron con preocupación, creo que no se sentían seguros de dejarme con papá y Apolo viendo lo que casi provoca.

—Estaremos bien, mamá —dije tratando de tranquilizarla.

Ella asintió, y ambos volvieron dentro. La verdad es que dudaba que pudieran decirle que no a Eros.

En cuanto nos quedamos solos los tres, papá me arrastró fuera de la oficina sin dirigirle una segunda mirada a Apolo, quién sabiamente, se había mantenido callado pese a la humillación que Eros le hizo frente a dos mortales.

Aunque quizá me confié mucho.

—No vas a poder impedir lo que está destinado a pasar —espetó.

Papá se detuvo, y murmuró—. Ya lo veremos.

Ambos salimos de la oficina, y caminamos por los pasillos en un incómodo silencio.

—Darlene...

—Creo que fuiste demasiado sobreprotector —dije cambiando hacia mi casillero.

—Agradece que aún no te he llevado a mi templo —dijo con el ceño fruncido.

—Papá, estoy bien...

—¿Hace cuánto que ese cabrón te visita?

—Desde que...volví de la misión a la montaña de Atlas —respondí dudando si era buena idea decírselo. Evidentemente no, porque hizo amago de volver tras Apolo—. ¡Estoy bien! Por todos los dioses papá, creo que ya quedó claro que soy capaz de manejar la ira de Apolo.

—Eso lo sé bien —dijo frunciendo el ceño—. No es su ira lo que me preocupa.

—Lo que sea. —Abrí mi casillero—. Puedo manejarlo.

Pero papá tenía la mirada clavada en algo dentro. Miré, confundida, y me encontré un tipo de rosa de un suave rosado pastel.

Y recordé que no le había contado nada a Eros sobre las flores.

—Es.... —Me reí nerviosa—, ¿te conté sobre mi admirador secreto?

No estaba segura, pero creí que estaba listo para arrojarla al suelo y pisarla.

Tenía los ojos rojos y casi que su cuerpo vibraba por la ira.

—¿Cuántas...cuántas has recibido? —preguntó con la voz tensa.

—Tres, pero fueron dos personas distintas —me apresuré a aclarar y la tomé antes de que él la rompiera—. Una creo que es del barrio, las otras dos sí son de aquí de la escuela.

—¡¿Has recibido flores en tu casa?!

«Creo que la jodí más».

—Yo...

Él hizo un gesto para que guardara silencio.

—Si recibes otra, no importa de dónde o quién venga, vas a tirarla a la basura —ordenó.

—Pero...

—Darlene —dijo con voz dura—. Se terminó esto de las flores. No aceptarás más. De nadie.

—Está bien —murmuré sin ganas.

Eros asintió.

—Tú madre está saliendo de la oficina —avisó—. Irás a casa directamente.

—De todas maneras, seguro que estoy castigada.

Mamá giró por el pasillo y nos vio. Estaba enojada, pero parecía insegura de acercarse por la expresión de Eros.

Él le sonrió.

—Hola, Gill —dijo afectuosamente. Fue increíble como pasó de la ira a una sonrisa amorosa con solo verla. Ella asintió en saludo y él suspiró antes de mirarme.

»Cuídate, hija. Y deja de aceptar regalos de extraños y locos.

Me dio un beso en la frente y saludó con la mano a mi mamá, luego se fue por el pasillo.

Ella se me acercó.

—¿De qué se trataba lo que pasó con ese chico?

—Era un dios, uno que papá odia.

—¿Apolo? —preguntó luego de pensarlo unos segundos. Asentí—. Lo que sea que te haya dicho tu padre, yo estoy de acuerdo. No lo quiero cerca.

No le dije que eso era difícil siendo que ahora soy una vidente.

—¿Estoy en problemas?

—Sí, y muchos. Y vas a donar la mitad del dinero que hiciste en San Valentín a la escuela.

—¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!

—Venta ilegal en terreno escolar —dijo cortante—. No pediste autorización y estoy segura de que es porque sabías que todo el dinero recaudado en la feria era para el fondo escolar.

»Bueno, te vieron en más cámaras y si no quieres que te suspendan, vas a tener que donarlo.

—Que mal —murmuré enfurruñada.

—Y vas a limpiar borradores dos semanas por saltarte las clases diez veces esta semana y por pelearte en gimnasia ayer.

—Voy a perderme la novela —me quejé—. ¿Y supongo que estoy castigada en casa también?

—Supones bien, pero lo hablaremos allá. Vamos.

Iba a estar castigada hasta el próximo verano.

Quiero aclarar unas cositas:
1.Originalmente había pensando que Dari sí llamara a Eros por su espejito para pedir auxilio de su madre, pero al final, decidí que fuera una iniciativa de él que justo vio el espejo y se dio cuenta que Apolo andaba ahí.

2.Lo de la venta de regalitos fue en San Valentín y esto es casi tres semanas después, y a Dari sí la vieron por las cámaras de seguridad, pero dejaron pasar tantos días porque, primero, no las vieron inmediatamente y segundo, tenían que averiguar bien quién era antes de decir algo y pues, ya se dieron cuenta y aprovecharon que la mamá venía por las saltadas de clases y metieron el temita en medio.

Ahora, sí, sigamos:
El cártamo significa Tolerancia.
El adonis significa Recuerdo Amoroso.
El tulipan multicolor significa Sueño con un amor loco y extravagante.

¿Adivinaron la rosa salvaje?

Meme time (o intento):

Eros, el padre menos cuida.

En este fandom amamos a Papi Eros.

Con respecto al temita del grupo de Wpp, voy a estar dejando un link en mi muro, pero de no poder ingresar por ahí, pueden mandarme un mensajito por el buzón de wattpad o por mi ig (flor.reinoso1)

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro