"¡Joda en la terraza!" Exclamó Carrera con una gran sonrisa.

"¡A huevo!"

"Uy, yo estoy re cansada." Dijo Ari suspirando. "Planeaba subir a ducharme y acostarme."

"Yo igual." Añadió Ama. "Pero vayan ustedes." Sonrió.

"Va, va." Mariana asintió uniéndose a la plática. "Nos vamos todos al bar de la terraza y disfrutamos de lo que queda de tarde."

"Uy, no se va a poder." Dijo Alexis de la nada tomándose el cuello.

"¿Porqué no, joto?" Chistó Juan mirando a su amigo con genuina curiosidad.

"Tengo que volver a la habitación a poner a dormir a los niños y cuidarlos, wey, no puedo dejarlos nomas." Explicó con un poco de pena al tener que rechazarlo. Todos recién habían llegado al hotel luego de un día con tanto movimiento de un lado a otro.

"Puedo cuidar a tus niñitos." Ari sonrió enormemente.

"Eres muy amable, Abril. ¿Estás segura?"

"Merecen salir un rato a pasarla bien, Mary." Sonreía con cariño tomándole el hombro. "¡Tú déjanoslo a mí!"

"¡Y a mí!" Ama saltó. "Vamos a cuidar de nuestros sobrinitos."

"Neta, gracias, ¿eh?" Alexis suspiraba con evidente cansancio de tener que cuidar a sus niños todo el día en el evento.

[...]

Estaban todos en la terraza, había algunos de los que el matrimonio conocían de vista pero no tenían problemas con esto. La estaban pasando bien, era una reunión entre amigos con algunas cervezas y muchas risas. No era un ambiente tóxico ni mucho menos. Estaban pasándola muy bien.

"¿Y sí te cortaste los huevos o cómo?" Preguntó Mariana burlón al de greñas haciéndole reír.

"Chingas a tu madre." Negó riendo. "Me operé, si esa es tu pregunta."

"Ah, ya, ya. Es que no mames, te pasas de verga con tu pinche manada."

"Deja tú, parecen protestantes." Añadió Aldo.

"Chinga tu madre tú también." Reía el pelinegro con su cerveza en la mano y una gran sonrisa.

"Oye, ¿alguna vez has pensado que Thiago tendrá déficit de atención e hinperactivida?" Preguntó Mariana de la nada mirando a su amigo a la vez que tomaba un trago.

Alexis lo miró pensativo al escucharlo. "Nunca lo había pensando, puede ser." Murmuró curioso. Se hizo la nota mental de ir a revisar ese tema cuando volvieran a California.

Entre las risas, charlas y demás se escuchó como al otro lado de la terraza un casi ebrio Juan. "¡Juguemos yo nunca nunca!" Y como si fuera una llamada todos fueron a dónde él.

"¡Yo nunca, nunca he jugado yo nunca, nunca!" Dijo para empezar el juego ya bebidos. Era obvio que todos iban a tomar un trago, incluso Mary, la castaña tenía un cóctel de frutas con alcohol.

"Yo nunca, nunca he terminado en putiza." Dijo Mariana. Eran adultos, podían subirle el tono al juego.

Mary miró a su esposo desde la silla alta donde estaba ella sentada cerca de la barra. Alexis miró a su esposa desde el sofá donde estaba con sus amigos sentados cómodos. Los dos dijeron lo mismo al mismo tiempo. "¡Toma, wey!"

"¡Verga! Problemas en el paraíso." Dijo Aldo.

"No se casen, chavos." Añadía Roier para reír todos juntos.

"Yo nunca, nunca.." Rivers pensó un poco. "¡Yo nunca, nunca he embarazado a mi esposa en vergo de veces!"

"¡¿Pero qué chingados traen contra mí, hijos de la verga?!" Chillaba el de greñas y gorra antes de tomar de su cerveza.

"Si te queda el saco.."

"Sácame esta, puto." Dijo sin pensarlo. Al ver que se lo dijo una chica creadora de contenido, no la conocía tanto pero sí de vista. "Ay, perdón." Rió un poco avergonzado por esto mismo, no la conocía.

"No te preocupes." Sonrió aquella chica de cabello azul. "Al chile—" el sexto sentido de Mary le dijo que algo iba a ir de mal en peor. "—sí te la saco." Rió como si fuera broma pero el pelinegro puso una mueca rara, rápidamente volteó a ver a su esposa que estaba en la barra sentada mirándolos.

"Eh.."

"¿Un trío o qué?" Volvía a bromear.

"Verga, que incómodo." Dijo Juan ya ebrio, de hecho, este mismo estado fue lo que lo hizo decir el comentario. Todos lo pensaron pero nadie lo dijo.

Roier se encontró pensando que estaba agradecido que no fue un hombre diciéndoselo a Marilyn. Ya había visto al pato romperle una botella en la cabeza a un hombre cuando algo sucedió con la castaña en medio.

"Oye, respeta." Dijo Mariana con el ceño levemente fruncido.

"No, no, déjala." Dijo la francesa bajándose de la silla para caminar hasta atrás del sofá donde se encontraba su esposo. "Es buena idea." Todos los presentes hicieron una mueca rara por estas palabras. Incluso Alexis, él estaba más confundido que nadie porque la voz de su mujer sonaba dulce pero las manos de esta que estaba tomándole los hombros lo apretaban diciéndole lo molesta que estaba.

"¿En serio?" Dijo la peli azul sorprendida.

"Claro." Sonrió dulcemente mirándola. "Pero no te quejes cuando ni siquiera se dé cuenta que estás ahí porque me prefiere sobre cualquier mujer." El rostro de la chica se puso rojo de vergüenza.

No tardó mucho para que la chica se levantara y se fuera con toda la vergüenza del mundo. No le dieron importancia a dónde iría, le dieron importancia al zape que le dió la francesa al de greñas quitándole la gorra por el azote. "¡Ay!"

"La próxima vez piensa mejor lo que dices y a quien se lo dices." Lo regañaba colocándose las manos en su propia cadera para mirarlo molesta.

"Perdón." Murmuró Alexis mientras se frotaba la cabeza tomando su gorra.

"Mandi, mandi, mandi."

"¿Qué, wey?"

"¡Mandilón!"

"¡Tu culo!"

"¡Te gobierna tu esposa!" Se burlaba Carre a carcajadas.

"¡Por lo menos yo sí tengo una esposa!"

"¡No mames lo que te dijo wey!"

El coraje se le fue a la castaña por lo que duraba de la reunión. En el camino cuando volvieron a la habitación Alexis trataba de disculparse pero ella seguía con el coraje, no por él, por la chica con sus comentarios. Al entrar a la habitación fueron directo a la cama luego de ducharse, Ari junto a Ama les escribieron diciendo que no se preocuparan por los niños, que estaban durmiendo en la habitación de Ari. Fue realmente agradable dormir sin tener que preocuparse por nada. 

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