44|Directo del Dúo LimaLimon
"No, por eso. Estoy de puta madre." Decía el noruego junto a el chico mexicano. Ambos estaban en directo hablando tranquilamente de la vida mientras se tomaban un trago, cada quien en su casa, claro. "Tengo mi casa cómoda, tengo a Irina, tengo a mis gatos, ¿qué más puedo pedir?"
"¿Y no quieres hijos?" Preguntó el menor mientras se tomaba un trago de su cerveza.
"¿Para qué cojones quiero hijos, cabrón? ¿Para qué?" Preguntó frunciendo el ceño. "Tengo a mis gatos. Son suficiente." El comparar a hijos con gatos hizo que el pelinegro riera. "¿Y tú, Quackity?"
"¿Qué cosa?" Preguntó tranquilo mientras tiraba la botella de vidrio a la basura y abría otra.
"Hijos, hijos." Repitió varias veces alzando su vape para darle una calada. Al expulsar el humo habló. "¿No quieres hijos?" La mirada de desconcierto que le dió el mexicano fue tan marcada que lo hizo reír en carcajadas. "¿¡Qué pasa!?" Recalcó la última palabra en exclamaciones como él solía hacer.
"Rubius, tú pregunta es de broma, ¿verdad?"
"¿Pero qué he dicho, cabrón?" Reía confundido. "¡Ah! Es cierto, tienes una hija, ¿no? Una pequeñita." Recordó de golpe.
"Rubius, Rubius." Repetía para alzar su cerveza. "Tengo tres hijos, mamón, tengo tres." Repitió.
La cara del noruego fue de sorpresa y desconcierto. "¡¿Tres?!" Chilló mientras el de gorro reía. "¡¿Me estás vacilando?! ¡Había olvidado que tenías a una hija pero ni puta idea de que tenías tres!"
"¡No, cabrón!" Reía en carcajadas. "¡Tengo tres hijos y la mayor tiene nueve años, ya no es tan pequeñita!"
"¡¿Quééééééééé?!" Gritó al micrófono mientras reían en carcajadas.
En los últimos años Alexis estaba dedicándose más en su mundo de derecho y demás que en internet. Rubius estaba tan ocupado en sus directos y sus proyectos que no hablaban mucho y cuando lo hacían no hablaban de sus vidas personales, solo en sus proyectos. Era algo raro, pero al final del día, eran hombres y cuando se hablaban hablaban de juegos o fiestas.
"¿Cómo chingados no sabías?" Decía el menor riendo.
"No lo sé, soy tonto, me han dao' por culo." Dijo al micrófono ya harto.
El chat estaba muriendo de risa con ellos mientras ponían muchos emotes y demás.
"¿Cuántos años tienen tus hijos, Quackity?" Preguntó sonriendo cuando se les pasó la risa.
"La mayor tiene nueve años, el del medio tiene seis y la más pequeñita tiene cuatro meses." Le dijo haciendo memoria. Era algo difícil para él retener tanta información, era irónico, porque era licenciado en derecho.
"¿Huuuuuuh?" Alargó la expresión el mayor frunciendo el ceño. "¿Cuatro meses?"
"Sí, sí, es la bebé de la casa." Dijo para tomar de su cerveza una vez más.
"¿Cuándo la tuvieron, cabrón?"
"Hace cuatro meses." Dijo sarcástico.
"No— Ósea." Rió. "No sabía que tu señora estaba embarazada."
"Fue algo oculto el embarazo pero se sabía. Bueno, algo." Sonrió.
"¿Cómo se llaman? ¿O no lo dices?" Preguntó curioso mientras le daba vueltas a su vapeador entretenido con lo que le decía.
"La mayor se llama Amely, el niño se llama Thiago y la bebé se llama Alexa." Dijo sonriendo orgulloso de presumir a sus criaturitas. "Son la güera, Toño y la calabacita." Añadió.
"Toño." Carcajeó Rubius. "¿Qué clase de nombre es ese?"
"Es el apodo que le puse, mamón, no te rías." Rió Alex.
"¿Porqué le llamas Toño a alguien que se llama Thiago?" Dijo confuso con la risa boba.
"No, no, no, es por su segundo nombre." Le explicó. "Todos tienen segundo nombre."
"¿Tienen segundo nombre?"
"Así mero." Dijo. "Amely Marie, Thiago Antoine y Alexa Adamaris." Le dijo.
"Ah, curiositos los nombres." Dijo el noruego con una expresión rara.
"Cállese, cuando tengas tus hijos les llamas como quieras." Les defendía riendo.
Al final ambos terminaron riendo por lo bobos que estaban por estar bebiendo. Se la estaban pasando bien riendo como idiotas mientras bebían. Fue en ese mismo directo que se vió Mary después de mucho tiempo, meses, incluso. La castaña entró al estudio a llevarse la basura y esto emocionó mucho a los del chat.
"¿Porqué reaccionan así?" Preguntó Rubius mirando el chat.
"Por la Mary." Sonrió Alexis. "Hace mucho no se veía en directo."
Momentos después se volvió a abrirse la puerta para dejar pasar a la mujer castaña. Mary dejó un plato con guacamole y una bolsa de totopos en la mesa, casi ni se veía en la cámara pero se sabía que estaba allí por segundos.
"Gracias." Le dijo el pelinegro a su mujer con una sonrisa. "¿Puedes llevarte esta taza?" Marilyn asintió tomando la taza con la cuchara y se la iba a llevar pero fue detenida por el de gorro. "¿Quieres saludar al chat y a Rubius?" Le preguntó con suavidad tomándola del brazo con cuidado.
La castaña se asomó en la cámara y saludó con su mano sonriendo. "Hola, chat. Hola, Rubén." El chat se volvió loco colocando un emote que se hizo para cuando Mary aparecía en el directo de Quackity.
"Hola, ¿cómo estás?" Preguntó Rubius sonriendo.
"Bien." Respondió. "Perdón por no saludar. Estoy un poco ocupada." Su voz se escuchaba suave, demasiado suave.
"Vaya a descansar." Le exigió. "Se merece descansar."
Ella asintió con una suave risa y sacudió su mano. "Adiós, pásenla bonito." Y salió de la cámara para darle un beso corto a su esposo marchándose.
"Yo digo que funen a Quackity por no dejar a su señora descansar." Dijo Rubius tan pronto la vió irse.
"¿Porqué todos me quieren funar cuando sale Mary en mis directos?" Preguntó riendo bajo mientras comía de lo que le trajeron.
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Si hay faltas de ortografía o un error,por favor déjenme saber.
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