•2•
Una carta amistosa
⏳⌛️
...
—¿Seguro que estás bien?
—Si hyung ya te dije —le responde Jungkook con enojo.
Esta era la quinta vez que Taehyung le preguntaba si estaba bien. No lo estaba eso era claro, pero no pensaba decírselo a nadie. Ni a su mejor amigo que era él.
—Bien.
Llegan a las habitaciones y cuatro ganadores se encuentran dentro de la habitación que comparten Jimin y Jungkook. Quienes ya se encuentran con sus toallas en mano y en short.
—¿Qué pasó? —pregunta Seokjin burlesco.
—Les ganamos —afirma J hope riéndose.
—Son muy lentos y eso que el elevador se detuvo durante unos diez segundos—dijo Namjoon mirando su teléfono.
—¿En serio, por qué? —pregunta Jimin al mayor, interesado en lo que decía.
—Quien sabe, fue algo raro —responde Yoongi.
Jungkook solo los escuchaba, pero no les ponía atención en realidad. Estaba sumido en sus propios pensamientos donde sólo encontraba oscuridad, sentía los nervios de punta y tenía la piel chinita sintiendo la presencia de alguien más en la habitación aparte de sus amigos. Era extraño y daba miedo a la vez, debía de estarse volviendo loco porque no encontraba ninguna explicación lógica al asunto.
Se estaba volviendo paranoico y eso era lo que más le asustaba. ¿Cómo era posible que la sangre desapareciera tan rápido? Aunque alguien hubiese limpiado, no lo hubiera podido lograr a tiempo y sin dejar rastro a menos que lo hubiera hecho a una velocidad que ningún humano poseía.
—Jungkook iremos abajo —avisa J hope tratando de invitarlo al verlo algo distraído.
—Bajo en un momento —responde sin mucho interés.
Todos salen dejándolo por segunda vez solo en la habitación. Mira a todos lados para confirmar que se ha quedado solo en la habitación, toma asiento en la orilla de la cama y se lleva las manos a la cabeza.
—¿Qué me pasa?
Suena su celular y rápido lo saca de su pantalón, se levanta de la cama y lo arroja donde segundos antes estaba su trasero.
El celular sigue sonando y queriendo y a la vez no, Jungkook se acerca viendo que es un número desconocido y privado.
—Vamos Jk tú no eres así de cobarde —se alienta el mismo y con mucho valor presiona el botón verde y se lleva el aparato al oído—. ¿Si, bueno?
—Dos días Jungkook... te quedan dos días —la voz era siniestra y juguetona, no se podía distinguir si era de hombre o mujer.
—¡¿Quién eres?! —mira a todos lados buscando al culpable sin mucho éxito.
—Dos días y todos te olvidarán...
—¿Qué...?
El desconocido había cortado la llamada dejándolo con las palabras en la boca.
Nada tenía sentido, ni los mensajes, ni sus síntomas, la sangre en la pared y la llamada. Nada lo tenía.
Siente un gran nudo en la garganta y va al baño para lavarse la cara. Una vez más relajado, toma sus cosas y baja a la piscina donde sus amigos estaban esperando una explicación de su comportamiento.
—¿Y bien? —el primero es Namjoon quien está sentado con las piernas dentro del agua.
—¿Y bien, qué?
Jungkook trata de disimular fingiendo que no sabe nada, y de que no tiene nada de qué preocuparse.
—Jungkook-Ssi estás muy raro ¿Qué te pasa? —insiste el pelirosa clavando la mirada en el menor.
—Lo que pasa es que —se muerde los labios nervioso y miente—. Tengo estreñimiento y no quería que supieran, por eso me he quedado en la habitación.
Jin comienza a reírse de lo penoso que debió de haberse sentido esa confesión.
—No te preocupes eso es normal a todos nos ha pasado —le responde Yoongi con calma.
Jungkook ríe con una sonrisa forzada y se va a sentar en un mueble con vista a la piscina, mientras que los chicos compiten entre ellos por llegar a la otra orilla.
—Joven, le envían esto —un empleado del hotel le entrega una carta y Jungkook la toma algo indeciso.
—¿Quién la envió? —observa la carta entre sus manos y el papel es suave con olor a flores.
—No lo sé joven —responde con amabilidad—. Solo dijo que...—se queda pensando, buscando entre su mala memoria—. Solo dos días, si eso dijo; solo dos días.
Jungkook traga saliva y mira la carta asustado, menea la cabeza y deja la carta de lado.
—¿Quién era? ¿Dónde está? ¿Ya se fue? ¿Cómo era? ¿Era mujer u hombre? ¿Por dónde se fue?
Jungkook se pone de pie y mira a todos lados buscando algo o alguien que le diera una pista sobre el remitente de la extraña carta.
—Joven tranquilo —le dice el empleado algo nervioso por el comportamiento de Jungkook—. Era un señor viejo, se fue en cuanto me dio la carta.
—¿Un anciano?
—Así es —le confirma y Jungkook vuelve a sentarse.
—¿Hace cuánto fue?
—Hace alrededor de quince minutos, solo que apenas le entregue la carta porque no lo encontraba.
—No se preocupe, se puede retirar gracias.
El hombre se fue y el pequeño maknae se quedó solo con sus pensamientos abrumadores. La cabeza le da vueltas y no sabe qué hacer, no quiere preocupar a sus compañeros y tampoco a Sejin, pero si no le contaba a alguien lo que le estaba pasando le estallaría la cabeza.
Indeciso toma la carta y la observa detalladamente, a simple vista parece una carta normal y corriente. No tiene dirección de envío ni postal, solo dice "Para Jungkook con mucho amor" en una de las caras de la carta.
Da un suspiro y abre la carta sin tener cuidado, rompe el sobre y saca una hoja color negra con un escrito en blanco.
Traga saliva y comienza a leer en su mente tratando de entender cada palabra.
De la palabra más inocente
Pronunciada sin pensar.
En un caminante te convertirás.
Nadie recordará tu vida ni nombre.
Tu virginidad es tu salvación.
Y en la oscuridad caerás.
Descubre la maldición.
Sin darse cuenta las manos le temblaban y el sudor frío recorrió su frente. Hace bola la carta y la deja sobre la mesa de bebidas, cierra sus manos en puño para calmar el temblor y mira a todos lados. Él sabía que esto ya era demasiado, al principio pensó que era una broma de mal gusto o incluso una equivocación de número, pero se habían pasado de la línea límite de Jeon.
—Eh, ¿estás bien? —le pregunta Taehyung.
—No hyung —le responde con mucho coraje y miedo.
—¿Qué pasa? —vuelve a preguntar ya algo más preocupado por su menor.
—Pasa que alguien ha estado molestándome —le responde tendiéndole la carta arrugada—. No sé qué quiere decir eso que dice la carta, pero ya no me está gustando nada—confiesa frustrado.
Taehyung mira con detenimiento cada esquina de la hoja algo impresionado.
—Jungkookie ve a descansar, lo de ayer te dejo exhausto —le dice Taehyung mirándolo a los ojos—. ¿No has dormido bien?
—¿Qué? ¿De qué hablas? Estoy bien —da un suspiro y mira a su amigo—¿Qué crees que significa?
—Nada —confiesa él como si fuera obvio.
—Algo significa —insiste el castaño.
—Si, basura Jungkook. Eso es solo un pedazo de basura hecha bola —Taehyung se le quedó mirando desconcertado a su amigo que, en definitiva, no estaba bien.
Jungkook frunce las cejas y le arrebata la hoja extendiéndola bien.
—¿Qué? No, no, no...
—Jungkook...
—¡No estoy loco Taehyung! —le contesta nervioso y con la respiración agitada—. Perdón, perdón hyung. Te juro Taehyung que aquí había un escrito.
—Pero yo no lo veo.
—Lo sé, lo sé aquí no hay nada, pero antes de que llegaras tú sí.
—¡Chicos, acérquense!
Todos sin excepción obedecen y van junto a Sejin que los espera muy emocionado.
—Tengo una buena y una mala noticia —Anuncia Sejin y todos se miran entre ellos descifrando la respuesta.
—Primero la buena —dicen todos excepto Jungkook que esperaba la respuesta sin mucho interés.
—Vamos a quedarnos aquí en Japón dos semanas más, aproximadamente.
—¿Y los conciertos? —pregunta J hope sorprendido.
—Si, ¿Qué pasará con la gira? —Pregunta Namjoon también.
—No se preocupen ya se reprogramaron las fechas —responde él con facilidad.
—Y, ¿Por qué?
Sejin se queda pensativo y quiere decir algo, pero no puede y sonríe raro.
—No es nada importante —responde Sejin mirando a los chicos, quienes luego gritan de emoción.
—¡Qué bien!
—¡Ey, hay que ir por comida japonesa!
—¡Si! —apoya Jin—. Ya sé, iremos por sushi... no, no, no mejor por Onigiri.
—¡No! Mejor un Tonkatsu —opina Jimin saboreando la comida.
—Sí, tienes razón vamos —concuerda J hope.
Jungkook se queda pensativo. Era muy raro el comportamiento de Sejin, él nunca estaba tan sonriente, ya que se tomaba su trabajo muy en serio y aunque convive mucho con ellos su manera de actuar era extraña.
—¿Y la mala noticia? —pregunta un pequeño maknae serio, esperando una respuesta convincente.
—Tendrán que cambiar de habitaciones y compartirlas de cuatro y tres. Jin, Namjoon y J hope en una y Jimin, Yoongi, Taehyung y tú en otra.
—¿Por qué tenemos que compartirlas de esa manera?
—Porque no hay cupo y las habitaciones que ya tienen serán ocupadas.
—Pero las reservamos nosotros —responde Jungkook algo molesto de que les hayan quitado sus habitaciones.
—Si, pero solo por el día de hoy entonces los del hotel las tenían ya apartadas para mañana cuando nos fuéramos, pero como nos quedaremos tenemos que cambiar de habitaciones.
—No importa, no está tan mal —dice Taehyung y luego todos toman sus cosas y se van a cambiar.
...
En la hora de la cena todos comen tranquilamente sin preocupaciones porque tendrían unas mini vacaciones. Claro todos estaban felices excepto el más pequeño de los siete, quien no creía que les hubieran dado tantos días.
Ya los habían acomodado en sus respectivas habitaciones y el día había sido largo así que todos se fueron a dormir.
—Pásame aquella almohada.
El obediente menor se la da y luego se lanza al lado de la cama que compartía con Taehyung para descansar. Durante el resto del día después de la piscina no ocurrió nada fuera de lo normal y eso mantuvo relajado a Jungkook. Después de todo fue producto de su imaginación ¿No?
—¿Jungkookie cómo te sientes?
—Bien gracias—respondió seguro de sus palabras.
—¿Y lo de la tarde...?
—Solo estaba... Tenías razón estaba cansado, eso era todo.
—Bueno.
No muy convencido Taehyung se da la vuelta dándole la espalda a Jungkook y se tapa con las sábanas listo para dormir.
—Solo me lo imaginé —susurra Jungkook muy bajo, dando un suspiro y cerrando los ojos.
"No estoy en tu imaginación Jungkook..."
Abre los ojos de golpe y se queda inmóvil como una roca, sintiendo una respiración cálida en su cuello, de alguien contrario al lugar donde descansaba el cuerpo de su hyung.
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