ꦃ ྲྀ👑◌ᝢ Por siempre | FINAL
Siempre se había considerado una persona con buena resistencia física. Era nadadora, los pulmones nunca le habían fallado, jamás, hasta ahora.
Sabia que era estúpido correr ahora, pues al único lugar al que llegaría a tiempo seria a la estación de trenes. Pero el sentimiento de ahogarse, de no poder respirar correctamente , sabia que era... era miedo... miedo de perderlo a el.
No fue mucho el tiempo que le tomo llegar a tiempo.
Pero entre aquel cúmulo de personas frente a ella, le era imposible divisar alguna cabellera castaña.
¿Desde cuando aquel lugar se llenaba de personas tan a menudo?
—Lo siento. —se disculpo mientras corría entre la multitud.
—¡Ey! —era la voz de Iwaizumi a lo lejos.
—Espera, espera —la detuvo Hanamaki— debes escuchar correctamente —empezó a hablar mientras sostenía a Issei del brazo, este ocultaba una leve risa— no es lo que crees.
—¿Ese no es Oikawa? —hablo Matsukawa, apuntando a un lugar a la distancia.
Minami volteo velozmente.
Ahí estaba, tecleando algo en su teléfono. Sintió que su mundo alrededor se detuvo cuando lo analizó, ignorando por completo las voces de sus amigos.
Y su corazón volvió a latir tan rápido cuando la fila en la que Tooru estaba empezó a avanzar, siendo él ahora la persona que estaba en frente, cruzando unas cuantas palabras con la chica que atendía aquella ventanilla.
—Así que-...
Y corrió, corrió hacia él.
—¡Oikawa Tooru! —dando un salto sobre una maleta que se hallaba en el suelo, continuo con su travesía. Soltando gritos a diestra y siniestra, logrando llamar la atención de su, nuevamente, novio.
—¿Eh? ¡Mina-chaaaan! —fue el grito de Oikawa lo que la detuvo a unos cuantos metros de él.
—¡Alto ahí! —lo detuvo, dejándolo con los brazos extendidos y con una enorme sonrisa— ¿Por qué me haces esto?
—¿El? ¿Qué? —cuestiono el castaño viendo como sus amigos llegaban al lugar, recibiendo señas en forma de cruz por parte de Hanamaki— Oh... Eso.
—¿Eso? ¿Cuándo pensabas decirme que te ibas del país? —murmuro levemente, levantando la mirada— ¿Me lo ibas a decir cuando no te encontrará y me avisarás que llegaste bien a otro país? ¿Cuándo pasarán dos meses o años? ¿Cuando dejaras de contestar mis mensajes?
—Escúchame Minami, yo... —intento hablar Oikawa dando dos pasos hacia ella.
—No. —detuvo ella, tomando aire para poder hablar— No te voy a pedir, ni te iba a pedir que te quedes, estaría muy mal, ese siempre ha sido tu sueño pero... ¿No ibas a dejar que me despidiera de ti? —soltó dejando caer unas pequeñas lágrimas.
—No, No, No —Tooru avanzo hacia ella, sosteniéndola por los hombros, conectando miradas
—Tu idiota. —soltó abrazándolo con fuera, y separándose al momento— perdóname. Fui muy cobarde y te hice mucho daño. —Y antes de él pudiera decir algo ella lo callo, continuando con sus palabras— nunca quise dejarte, te amo, amo que me hables de tus amigos y del Voleyball, amo ir a ver tus entrenamientos, aunque no entiendo muchas cosas amo verte hacer lo que amas. Yo solo...
Observando con felicidad los orbes chocolate del chico, agregó;— Yo solo tuve miedo, empezar a recibir amenazas, me espanto, en un principio me parecieron tontas e infantiles, pero llegaron al punto de golpes físicos. Pero lo que más me dolió, fue el considerar esas asquerosas palabras... Oir que yo no era más que un estorbo y distracción en tu carrera deportiva. No pude soportarlo. Que mi única solución de detener aquellos pensamientos fueron, solo dejarte.
—No solo sufrí yo, si no que te hice sufrir, todo por unas estúpidas palabras sin sentido. Perdóname Tooru. —hablo, dejando caer gruesas lágrimas por sus mejillas— Con esto puedo dejarte ir. Ve y busca tus sueños.
—No, No, mi linda novia —la abrazo fuertemente— perdóname a mi por ser un idiota, no me di cuenta y permití eso, no te cuide como debería.
—Ya vete Oikawa. Se feliz.
*Clap* *clap* *clap*
Y fue en ese momento que el sonido de muchos aplausos los abrumó de un momento a otro.
Siendo varias personas quienes los observaban y aplaudían. Algunos soltando pequeñas lágrimas, mientras que otros reían o los miraban como si fueran un par de locos.
Siendo Iwaizumi y Hanamaki quienes aplaudían e Issei quien grababa la escena mientras reía.
—¿Eh? ¿Mina-chan? ¿Estás bien? —cuestiono Tooru, buscando la mirada de su novia, quien se cubría el rostro, totalmente avergonzada.
—Eh, si. —murmuro cubriendo con rapidez sus mejillas, las cuales se hallaban rojas— A-Ahora puedes irte, n-no te detendré más. Prometo que nos veremos algún día en el futuro. Y-yo, solo vete.
—¿A dónde? —cuestiono el castaño.
—A Argentina.
—Eso.
—¿Eso?
—Veras.
—...
—Me iré en dos meses.
"Con esto puedo dejarte ir. Ve y busca tus sueños."
"Ya vete Oikawa. Se feliz."
Que vergüenza.
—¡Matsukawa Issei! ¡Me mentiste! ¡Tu! —y la pelinegra empezó a jalar del cabello al castaño.
—¡Dije la verdad! ¡Solo la desordene un poco! —se defendió mientras intentaba alejar a la Kuroo de su cabello.
—¡Dijiste que se iría hoy! ¡Me hiciste pasar una vergüenza! ¡Tú! ¡Jamás lo imaginé de ti! —empezó a tirar patadas al aire al ser sujetada por la cintura por Oikawa, alejándola de Issei.
—¡Dije aeropuerto! Aquí no hay un aeropuerto, ahora estamos en la estación de trenes.
"Pasajeros con destino a Tokio, por favor de abordar el espacio número siete, último llamado"
Oh.
Ah.
Que vergüenza.
—Que idiotas. —burlo Hajime, empezando a caminar hacia la salida.
—Fue divertido —se defendió el castaño, caminando detrás de Iwaizumi y Hanamaki, dejando a la pareja detrás.
—Fueron palabras muy bonitas, linda novia —murmuro Oikawa tomando la mano de la chica mientras caminaba lentamente.
—Co-como sea. —soltó, aún con el rostro rojo— tenemos un poco de tiempo más juntos. —hablo empezando a caminar rápido, notando como él se detenía— ¿Tooru?
—Son dos. —soltó mirando fijamente a la chica.
—¿Qué?
—Son dos boletos, linda novia —hablo sacudiendo el sobre que había retirado minutos antes, sacando dos pasajes de avión.
—Eso, ¿Cómo?, ¿Qué?
—Vamos juntos, Vayamos juntos a Argentina. —ofreció finalmente.
(•••)
"—No"
"—¿Qué es lo que dice tu madre?"
"—¡Por supuesto que no! ¡¿Enloqueciste hermana?!"
Bueno, buscaron y rogaron permisos cuánto pudieron, aprovecharon aquellos dos meses tanto como pudieron. Sin embargo las dos respuestas más importantes, las cuales eran de su madre y hermano, eran negativas, en un principio.
—Te voy a extrañar mucho —murmuro Oikawa, abrazando con profundidad a su novia, ambos recostados en la cama de la chica.
—Solo debes esperar un poco. —soltó ella, acariciando con tranquilidad sus cabellos castaños.
—¿Tres meses es mucho?
El que persevera alcanza, dijo un sabio.
Pues luego de informarse correctamente Minami encontró una buena y recomendable universidad en aquel país, y a pesar de que había recibido unas cuentas becas y ofertas en otras universidades en el extranjero, la única que le interesaba estaba en Argentina.
—Debo esperar las notas de la primera etapa —repitió por milésima vez.
—Pero sabes que pasaste, ¿Verdad?
—Estoy segura que conseguiré el mejor puntaje. —soltó Minami con seguridad— soy una persona muy inteligente.
—Entonces vámonos juntos mañana y ya, ambos sabemos que conseguirás entrar a la UNAE. —volvió a quejarse.
—UADE —corrigió ella— podemos estar muy seguros, pero mamá quiere ver los resultados, y quiere que esté aquí un poco más de tiempo. Además, Tetsu, él...
—Ese idiota aún busca maneras de convencerte para que te quedes aquí.
—¿No era tu mejor amigo barra cuñado?
—Dejo de serlo cuando me arrastró por la tierra gritando que te había llenado la cabeza de locuras para abandonarlo a él y a su país.
—¡Yo! —y la puerta se abrió de un gran estruendo— ¡Es momento del hermano! ¡Lárgate de aquí Tontokawa!
—Antes era la luz de tu vida —gruño Tooru.
—¡Antes no ibas a llevarte a mi hermana a otra parte del mundo! ¡Y que brindará su brillante mente deportiva a países que no estuvieran en Asia!
—Ya cállate, Tetsurou.
—¡Vete Tontokawa! ¡Mañana tienes un largo viaje, dame a mi hermana!
—¡Por eso mismo debo estar ahora con ella! ¡Mañana me voy!
—¡Tendrás una vida y años junto a ella! ¡Su hermanito mayor ya no la vera hasta fechas especiales!
Y que rápido cambiaban las cosas, Tetsurou y Tooru hace dos meses parecían darse besos en cada esquina, y ahora parecían escupir veneno.
—¡Déjame en paz!
—¡Qué te vayas!
—¡Ojalá te deje!
Y podrían considerar sus decisiones tontas y estúpidas, pues solo eran dos adolescentes enamorados, pero no les importaba, porque sabían que era eso lo que eran.
—¡Sigue soñando, en unos meses seremos como recién casados!
—¡Te voy a arrancar los cabellos maldita rata!
Les bastaba con tenerse el uno al otro.
Y harían todo por mantener su amor como si fuera el primer día.
—¡Kenma siempre me pareció la opción correcta! ¡Maldito desgraciado!
—¡No te atrevas a insultarme gato con garrapatas!
Se apoyarían entre ellos, si uno decaía el otro estaría para alentarlo a levantarse.
Si el otro lloraba, ahí estarían para regalar un dulce abrazo.
—¡No toques mi cabello maldito gato andrajoso!
—¡¿Cómo te atreves a robarte a mi hermana?! ¡No siquiera fuiste a las nacionales, no eres digno de una Kuroo!
Eran tan idiotas para hacer cosas apresuradas que no les import-...
—¡Eso fue cruel, maldito gato sarnoso!
—¡¿Sarnoso?! ¡Escucha tú-!
—¡Ya cállense maldición! —soltó un fuerte grito, callando a ambos chicos.
En fin. Eran unos idiotas enamorados, que solo deseaban cortan y alejar la distancia.
Y así se quedarían.
Por siempre.
N/A: pid0perd0n
Por cierto tenemos canal de difusión, somos mis poderosos 7 seguidores y yo, únanse que ahí subo cositas, spoilers, o encuestas para ir actualizando. Ahora gano Oikawa. muak muak.
----> link, o bien link en mi bio o muro de anuncios. ;)
;jijiji;
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