ꦃ ྲྀ👑◌ᝢ Para siempre.
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No existía más que él sonido de golpes del balón contra el suelo para sus oídos.
Punto tras punto.
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Punto de diferencia que obtenían.
21 |3| 21
Punto de diferencia que recuperaban.
No le era posible admitir lo nerviosa que se encontraba.
—Vamos Tooru... —murmuro mientras veía al castaño preparándose para sacar.
Cómo una fugaz y potente brisa, tan poderosa y mortal.
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Fue el sonidos de todos festejando lo que la alentó a abrir nuevamente los ojos.
Y el corto periodo de tiempo fuera lo que produjo sus piernas fallaran y terminará sentada sobre el suelo.
—Dios mío... —dijo intentando calmar su pulso— a Tetsu le habría encantado ver este partido...
Y el sonido del silbado fue el anuncio del inicio de los últimos minutos en juego.
La última oportunidad.
Y, quizá, el cierre del último set.
—¡Oikawa! —no pudo evitar gritar cuando vio como el castaño era estampado contra una de las mesas al correr a colocar el balón.
Y sintió el tiempo detenerse cuando el balón caía
"No quiero ver"
Se murmuró tapándose los ojos con las manos, separando los dedos y aún así observando a través de ellos.
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..
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Y fue un gran silencio el que invadió el corazón de ambos.
Y lo conocía tan bien que incluso se atrevía a adivinar cuales eran los pensamientos que invadían al castaño.
—Chicos... Ustedes-...
—¡Estuvieron increíbles! ¡Son muy buenos! —fue un fuerte grito a su lado el que le quitó la atención— ¡Prácticamente ganaron! ¡Ustedes ganaron!
Solo soltó una risa al ver la escena de Yuda abrazando entre lágrimas a Iwaizumi.
Fue que su atención volvió a su burbuja cuando sintió como la sujetaban de la mano, observando aquella brillante mirada chocolate, la miraba con agradecimiento y cansancio.
Minami le devolvió la sonrisa.
Se conocían lo suficiente para saber que estaban bien así, sin hablar, sin decir nada, solo compartiendo una mirada y caminando de la mano hacia la salida.
(•••)
—Buenos, nos vamos —se despedían los alumnos de primero tras haber terminado de comer.
—Si, nos vemos.
—Demonios, demonios —Oikawa insultaba en voz baja mientras avanzaba aún sosteniendo su mano.
—Ya van 53 con esos.
—Al menos es constante.
No sabía cómo había desviado tanto sus planes.
Manteniéndose en silencio mientras observaba a todos su amigos jugar en el gimnasio.
Siguiendo y acompañando en silencio a Oikawa, quien aún no se atrevía a desmoronarse, como bien sabía que pasaría... En algún momento.
—Chicos, ¿Tienen un momento?
Oh, no.
—¡Oye, no lo hagas! ¡Tratamos de terminar bien!
Ahí estaba.
—¡Terminemos en pa-...!
—¡Cállate! —y fue un potente grito el que callo todo— ¡Gracias por estos tres años!
Y las lágrimas inundaron el lugar.
(•••)
—Probablemente no sean felices hasta ser ancianos. —fue Iwaizumi quien rompió el silencio nocturno con el que caminaban los tres.
—¡¿Qué?! ¿Qué clase de maldición es esa? —pregunto Tooru con sorpresa.
—No importa que torneos ganes, nunca estarás satisfecho... —comenzó hablando Hajime— y tú nunca estarás feliz si él no está satisfecho. —dijo refiriéndose a la chica— Serás el tipo molesto que siga el Voleyball y tu serás la chica que siga al chico molesto.
—Pero yo-...
—Siempre mediante insultos, ¿No? —pregunto Oikawa hacia su amigo.
—Pero continúen así. —hablo, deteniendo sus pasos y observando a la pareja— ¡No podría enorgullecerme más de tenerte de compañero y que seas el mejor colocador! Aunque acabemos en equipos diferentes eso no cambiará. —soltó dejando anonadado al castaño— Pero igual lo daré todo para vencerte.
—Así me gusta —respondió con una sonrisa.
—Y me alegrará saber que alguien tan tonta como tú lo estará cuidando —continuo Iwaizumi, está vez mirando a la Kuroo— se que eres un poco, poco más inteligente que él, y que está vez no cometerás más estupideces. —murmuro acariciando los azabaches cabellos de la chica— Mantenlo sano hasta que pueda derrotarlo yo mismo. —encargo finalmente.
Y toda aquella charla se cerró con un choque de puños entre aquellos mejores amigos.
—Te llevaré a casa —dijo Oikawa, empezando a guiar a la chica.
—No, no —detuvo ella— Está vez yo te llevaré a casa —logro convencerlo velozmente, dirigiendo la marcha está vez ella.
—Perdóname —empezó hablando la azabache— hace un tiempo leí un artículo, según dicen en Argentina le llaman "Cábala" a las acciones que hacen como tradición antes de un partido importante... —una vez estuvieron en la acera de la casa del castaño se atrevió a observarlo a los ojos— perdón por no haber estado desde el inicio, como siempre, perdón por no haber cumplido nuestra Cáb-...
Y fue un fuerte abrazo lo que la callo abruptamente.
Sintiendo como su hombro se humedecía con velocidad.
—Prometo que estaré en cada uno de ellos, sin falta, a partir de ahora —soltó acariciando la espalda del chico— no volveré a fallarte, ni volveré a acobardarme.
—¿En cada uno? —se atrevió a preguntar Tooru, separándose de ella y mirándola con los ojos rojos e hinchados.
Minami sonrió y se apresuró a sacar una bufanda celeste de su bolso, colocándosela al chico con tranquilidad;— Para siempre.
Oikawa sonrió, disfrutando de esa cercanía, atreviéndose a acercarse un poco más y rosas su labios con los de la chica.
Anhelando y recordando el pasado.
Y ambos prefirieron quedarse así.
Dejando las aclaraciones y justificaciones de lado, sosteniendo que no necesitaban eso, porque según ellos con aquello bastaba para arreglar sus problemas.
Estaban enamorados.
Por supuesto.
Eran unos adolescentes tontos.
Más que claro.
Y eran unos idiotas.
Si.
(•••)
—¿Oikawa? —cuestiono Hanamaki mirando a la azabache—, pero él...
—Esta en el aeropuerto —interrumpió Matsukawa con una pequeña sonrisa.
—¿En dónde? ¿Qué? —pregunto la Kuroo.
—Basukawa, ¿No te lo dijo? —se pregunto Hajime en voz alta— llevaba volando de alegría porque ustedes habían regresado, pensé que te comento que-...
—Se va a Argentina, ahora mismo está en el aeropuerto, así que debes correr si quieres despedirte —hablo velozmente Issei, empujando a la joven hacia adelante—, ¡Corre!
Y algo en la mente de ella hizo click.
Oh.
—¡Olvidé desbloquear su contacto! —grito mientras salía corriendo hacia ningún lado en específico.
Eran unos idiotas.
Por supuesto que si.
—Por eso el idiota se quejaba de que su teléfono fue restringido por enviar tantos mensajes...
Y serían unos idiotas.
Para siempre.
N/A: JAJDJJAJXJAJA, ay que feo cap.
No soy capaz de narrar la derrota del mi bb Oikawa, no soy fuerte.
Perdón si todo esto da cringe y pena ajena y derrama miel, esq- de eso va.
Pq en todos lados me lo hacen ver a mi bb como una sorra sin correa
Y yo cuando pasa eso soy:
Con este fic me pongo una curita en las heridas que dejaron las historias en las que Oikawa termina llorando y con el corazón roto.
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