•CAPÍTULO SIETE•
"Consuelo"
En los años de carrera que tengo como médico y sobre todo como neurocirujano, nunca sufrí el deceso de un paciente en mis manos...
No puedo describir la sensación que me recorrió, al escuchar el pitido llano del detenimiento de su corazón. Estaba tan seguro y confiado de que sería una situación más de tantas por tratar...
Extensas horas de capacitación, extenuantes jornadas de preparación, valorarme confiado y apto como neurocirujano... ¿para qué?
"Se murió entre mis brazos y nada pude hacer..."
Se repite una y otra vez en mi cabeza como sombras al acecho de un posible error o tal vez no... Solo trato de contener el nudo que aprieta mi garganta exigiendo que libere mi tremebunda frustración llorando como un endeble niño.
"¡Maldición Jeon compórtate!" esfumé este pensamiento con el golpe a la pared, cargado de resentimiento consigo mismo, por fallar, por mostrar debilidad.
Y por primera vez en mi vida, me distingo ahogado, tristemente abatido y solitario...
Hasta que lo escucho.
"D-doctor Jeon ¿S-se encuentra bien?"
Y ahí está él, como un ángel custodio de mi vida, un salvador admitido en mi camino para redimirme, para no sentirme en tamaña soledad.
—L-lo p-perdí Jimin— confieso desconsolado a su reflejo en el espejo que me devuelve conmiseración, preocupación, y sobre todo franqueza.
—Ven aquí. —Comenta jalando de mi cuerpo en un abrazo connotado de impresiones que me envuelve de su aroma.
Entonces, me dejo apaciguar. Absorbiendo cada minuto de su tiempo. Transformando mis pesares en efímeras evocaciones carentes de fuerza para otorgarles valor.
Y lo siento...
Percibo su sosegado respirar sobre mi cuello. Sus cálidas manos que se deslizan sin aprieto por mi espalda. Sus suaves arrullos que buscar templar mis ánimos.
Y decido...
Dispongo de mi cuerpo entregado a su condescendencia. Me persuado a seguir mis ocultos instintos y sentencio a mis labios a morir para resurguir en sus fauces.
Así es que atrapo sus belfos. En una danza gloriosa de paciencia, de espera, de tiempo perdido y de anhelos por cumplir...
Mientras él, me devuelve el suave roce de su piel. Me cura, me repone, me restablece.
Y me dejo ser...
Se escuchan unas voces, unos pasos acechando, y lentamente nos separamos.
—¿Mejor? —consulta mi aliciente.
—Gracias a ti— confieso descubriendo un leve sonrojo en sus mejillas y su creciente estado de conmoción.
—M-me r-retiro entonces Doctor — comenta y se dispone veloz a salir del recinto.
—¡Espera! —artículo agarrando, apenas, su muñeca. Pero debo soltarlo cuando la intromisión del médico interino me toma por sorpresa.
—¡Doctor Jeon! Lo estaba buscando, lamento tanto pero tanto lo que sucedió, permítame reconfortar su malestar... —exagerado, ingresa al baño observando de soslayo al doctor Park.
—No es necesario, doctor Kim Tae, pero gracias por sus palabras de igual manera —le comunico. A lo cual hace caso omiso y envuelve mi cuerpo asfixiandome y tomándome, totalmente desprevenido.
Jimin, aprovecha la situación y se aleja velozmente. Y en mi mente quisiera llamarlo y pedirle que se qued....
Pero soy acallado de repente, por los labios del médico interino. Y completamente sorprendido, quedo unos instantes en shock hasta que reacciono alejándolo lo más rápido posible.
—¡¿Pero qué haces?! ¡No vuelvas a acercarte de ésta manera! —refunfuño enfadado —A ver, córrete.
Mientras salgo sin dirección pero buscando a cierto rubio inconscientemente, escucho a lo lejos, las pseudo disculpas del médico interino.
—Doctor Jeon neces... —interrumpo al residente de cirugía que de pasada, me encuentro.
—¿Es urgente? Estoy ocupado, realmente ocupado. —Le comento al residente, entre tanto trato de rastrearlo con mis ojos.
—No realm... —lo interrumpo abruptamente.
—Entonces, luego hablamos. Con permiso. —Finalizo la conversación, saliendo sin dirección pero con un solo objetivo... encontrarlo.
"Piensa Jeon, donde encontrarás..." me ilumino en el pabellón de los niños internados o en neonatología.
Entonces, comienzo a subir las escaleras hacia el segundo piso. Y ahí lo vislumbro, discutiendo un expediente con uno de los internos junto al jefe de pediatría. Me quedo a un costado mientras trato de ocultarme para luego hablar con él.
—¡Doctor Jeon! —comenta mi amigo Min a los gritos en el pasillo.
—¡Shh! Baja la voz Min! —observo como el Doctor Park me clava su mirada, no muy agraciado, para luego direccionarse en sentido contrario al mío.
—¿Pero qué haces? —cuestiona mi amigo.
—Debo irme Min, nos vemos ¡Y dale saludos a la princesa de mi parte!
No se por qué, pero necesito urgentemente hablar con él.
Me acerco rápidamente. Esquivando algunas miradas para luego tomarlo de un codo y empujarlo hacia un cuarto de insumos al costado.
—¡Pero qué demonios! —dice el residente —¡Aléjate de mí! —exige ofuscado.
—Pero... ¿Qué pasa Jimin? ¿Por qué estás tan enojado?— él, se nota ofuscado y entonces me quita bruscamente de su lado.
—Doctor Park, para usted neurocirujano... Y parece que ya se cansó de explorar otras bocas ¿Porqué mejor no regresa por donde vino? Que yo, ya no estoy interesado —declara queriendo escapar del cuarto, y entonces reacciono cubriendo la salida con mi cuerpo.
—¡Yo no sabía que me besaría! Aparte, no debería de darle explicaciones a usted ¿no le parece? —Cuestiono ofendido porque encima que decido seguir mis instintos, todo se complica.
—Claro que no debería ¿Se cree importante para mí? Esta completamente equivocado Doctor Jeon, valla y busquese otra boca— emite furioso, y eso me molesta aún más.
—¡Perfecto!— artículo completamente irritado y con mi respiración acelerada.
—¡Perfecto! —responde él aún más irritado, mirándome fijamente y acercándose hasta casi poder respirar de su oxígeno.
—¿Doctor Park..? —comento en un acelerado susurro.
—Doctor Jeo... —lo silencio juntando nuestros labios en un ansiado roce. Para transformarlo luego, en una enfurecida exigencia de demanda y entrega.
Él, responde con sensuales jadeos sobre mi boca y solo nos separamos para inspirar oxígeno y volver a saciar nuestra sed repentina y pasional.
Entonces, agarro sus cabellos enredándolos entre mis dedos mientras acaricio su espalda. En tanto él, se restriega contra mi torso, asiendo mi nuca para profundizar aún más el codicioso beso.
Lo giro, apoyándolo contra la pared y alzando sus caderas a medida que enrreda sus piernas sobre mí cuerpo... Acaricio su pecho a través de la ropa, besando la nivea piel de su cuello. Sacándole apenas audibles sonidos placenteros.
Él comienza a desprender mi delantal, rápidamente, al igual que mi camisa. Y sin dejar de besarnos, nos terminamos de despojar de nuestras vestimentas.
—N-no... tengo preservativo— susurro excitado y sintiéndome al límite.
—En el bolsillo de mi delantal Doctor— comenta Jimin mientras lo observo sorprendido —¿Qué? No me mires así... lo tomé de uno de los gabinetes en el pasillo, contigo dando vueltas por aquí debía asegurarme —emite todo seductor y mordiéndose el labio inferior.
—¿Sabía que pasaría Doctor Park?— pregunto elevando mi entrecejo y apoyándolo en el suelo para rebuscar el envoltorio.
—Tenía esperanzas de usarlo contigo bonito... no te creas tan importante, ya te he dicho— articula risueño.
—Eso esta por verse residente— colocándome la protección, lo alzo nuevamente empotrado a la pared y le ofrezco un par de dedos para que me deguste y empape con los fluidos de su pecaminosa boquita mientras me observa fijamente.
Preparo rápidamente su deliciosa entrada para recibirme. Y entre ardorosos roces de labios que exigen reclamarse en demasía, me hundo profundamente en él. Sacándonos audibles gemidos de placer, mientras escucho el vibrar repentino de mi celular.
—Fólleme duro y rápido Doctor Jeon, que el deber llama —jadea entre mis brazos. Y me someto a su pedido perdido en nuestro menester...
🙄NADA MEJOR PARA SANAR QUE UN BUEN POLV...😏🤭
HAY TAE💅ESA BOQUITA TIENE DUEÑO😎
GRACIAS POR LEER😍
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