"Te pertenezco"

Ha pasado un día completo desde que ingresamos a la guardia con nuestro pequeño retoño entre mis brazos, completamente desesperado por dentro aunque mi coraza superficial demostrara todo lo contrario.

¡Es que uno de los dos debía ser fuerte por ambos! Porque verlo a mi amado impoluto completamente destrozado y disculpándose de antemano por algo que ni siquiera había acometido, me hizo tomar el toro por las astas hasta encaminarlo.

Así que en un ataque de fortaleza desmesurada y junto al personal de la guardia en ese momento, logramos calmar los espasmos de mi pequeño con las dosis recomendadas. Y por suerte, no fueron tan altas. Así que será más fácil disminuirlas paulatinamente hasta que no quede resto de nada.

Ahora lo cuento con una pizca de liviandad, pero en la realidad del suceso, el trayecto fue todo un tormento. Reviviendo por segundos mis demonios de "no sé si puedo" y esa maldita voz interior que enloquecía mi cabeza por lo bajo, haciéndome sentir una completa mierda.

Pero fui valiente... Valiente como me enseñó mi pequeño. Y me aferré al calor que expedía su frágil cuerpo, rodeado de catéter, cables y gotero... Y aquel pitido de sus latidos, que desgarraron mis oídos en un principio, se transformaron en un genuino mantra regenerador de mi valía para salir adelante.

Él, me enseñó que vale cada maldito segundo de lucha aunque dejemos todo en el intento.

Y que cada avance, por más pequeño que sea, es un gran paso a futuro.

¡Y no puedo estar más que orgulloso de verlo tan aguerrido..! Aunque sea él, tan pequeñito.

¡Es que soportó como un rey todos los malditos pinchazos y maniobras que le hacían a su cuerpecito! Pero en un momento dado, su llanto cesó... y solo quedaron en él, restos de espasmos con una mirada completamente perdida...

Y mi desesperación fue tal, al no poder tocar su debilitado cuerpo, que forcejee con todo mi ser mientras dos enfermeros me corrían a un costado entre empujones. Puesto que yo, no entendía de palabras ni razones.

Así que sufrí... Sufrí en primera plana lo que padecen los padres de mis pequeños pacientes en guardia. ¡Y por Dios! Que no se lo deseo a nadie...

Porque justo ahí, en ese preciso instante, se llevó consigo cada pequeño fragmento resquebrajado de mi alma junto a los retazos de mi estrujado corazón que lo clamaba. ¡Y les juro por mi vida! Que si yo podía, me intercambiaba...

Pero a pesar de todo y para bien, aquí estamos de pie. Con la tormenta sorteada a nuestras espaldas y las energías completamente renovadas.

Y dado que su sistema respondió tan bien, ya le han retirado el gotero por completo. Pero seguirá en constante monitoreo un par de horas más, o quizás hasta mañana. No lo sé y realmente no me interesa. Porque lo único importante es que nuestro retoño está completamente estable. Y eso, se percibe como un hermoso día despejado sin posibilidad de chubascos que te impliquen llevar paraguas...

En eso, el acceso a la habitación de mi pequeño es abierto, e ingresa mi padre con semblante dubitativo.

—¿Todo bien apa? —le cuestiono al observarlo algo nervioso, no vaya a ser que mi madre esté haciendo -nuevamente- de las suyas.

—Sí hijito, solo que no has comido nada. Y si te miras al reflejo del espejo, de seguro que te espantas —suelta con su característica frescura. Y solo puedo incorporarme a darle un cálido abrazo, de esos que estoy recuperando (poco a poco) a causa de la lejanía que hemos experimentado durante estos años.

—Dame cariñitos apa, ha sido una madrugada de locos, así que recibo todos los abrazos que quieras adelantarme como parte de pago.

Enterrado sobre su pecho, me permito aflojar mi tensionado cuerpo mientras inhalo su aroma a "seguro como en casa" y me dejó envolver por su protector calor como lo ha hecho desde que era un niño.

—Hijito, quizás necesitas un baño calentito —desembucha.

—¿Me acabas de llamar mugriento? —le contesto risueño a lo que elevando sus manos anuncia.

—¡No! Eso nunca, solo lo digo para que te sientas mejor mi pequeño, siempre pensando en tu bienestar. A parte, cuando el nieto abra los ojos, sobre que inspire, se atora.

—¡Pero que dices apa! —delicadamente empujo su pecho entre bajos sonidos risueños.

—En serio hijito, tú ve tranquilo que el nono todo calengo se encarga del nietecito —sonrió -nuevamente- ante su nombramiento. Su buen humor permite sobrellevar cada estadio de sus avances, como así también, sus retrocesos.

"Mi gran guerrero, mi ave Fénix mayor, porque la menor, es mi pequeño regalón..."

—¡Pero mira que solo tiene permiso de temblar mi pequeño! No se van a poner de acuerdo los dos a la par... —le digo recibiendo sonrisas de regreso mientras consulto por mi ropa. Es que en el apuro vine medio en pelotas, y aquí me dieron un ambo.

Mi padre me comenta que en la gaveta del baño, tengo la ropa que dejó mi impoluto hace unos momentos, antes de que fuera llamado a no sabe dónde.

Tremenda explicación la de mi padre, pero raro viviendo de mi impoluto, desaparecer por tanto tiempo sin darme siquiera un anuncio.

En fin, dándole las gracias por todo, por amarme, por estar, por salir adelante, por nunca bajar los brazos (aunque tuve que tirarle de las orejas hace poco tiempo atrás) me dirijo a darme mi ansiado baño para refrescar.

Solo espero que mi futuro haya traído ropa decente. Ya me veo desfilando con ajustados atuendos por los pasillos del hospital. Y si es así, espero no cruzarme con el jefe de enfermeros, ya que le vengo esquivando al reto por lo sucedido ayer con su personal.

Salgo en dirección a los vestuarios cuando observo un bisbiseo por parte del personal, pero decido no darle importancia para seguir luego mi andar.

De camino, mientras revuelvo mis enmarañados cabellos, trato de recordar si solo había jabón en mi gaveta. Porque de ser así, lo más parecido a un nido de pájaros me quedarán los pelos. Y elevo la comisura de mis labios al imaginarme con mis cabellos resecos, pero dentro de todo lo que pasé, un par de cabellos secos es lo de menos.

Observo al jefe de enfermeros ingresar en mi campo de visión al salir de una habitación con un florero entre sus brazos, pero cuando voy a reaccionar para escapar del regaño, éste me ve y se mete adentro.

—Eso sí que estuvo cerca... —me susurro. Porque a decir verdad, no tengo ganas de soportar regaños ni reclamos.

Saludo a un par de internos que me encuentro de frente, pero sobre que me ven, inclinan la cabeza y pegan la vuelta -velozmente- hacia la dirección contraria.

¡Ah bueno! Voy a creer con demostración del causal de los hechos, que lo que dijo mi querido apa es totalmente cierto. ¡Para mí que debo apestar a mugriento!

Al llegar a mi gabinete observo un conjunto impecable en tono pastel. Conjunto que no recuerdo haber visto antes. Pero eso no es algo nuevo que me suceda, es que gracias a las altas horas de trabajo en el hospital, a veces a uno se le olvida lo que tiene en el ropero. Eso sí, que no te falte el ambo o el delantal.

Rebuscando la toalla resguardada más adentro, observo unas cremas para el pelo con un cartelito pegado que dictan "Para mi amado" de puño y letra del hombre que me hace suspirar enamorado.

Y sin poder contener mi emoción de saberlo pensar en mi hasta en el último detalle, recojo las prendas y cremas mientras inspiro profundamente, rellenando mi pecho de las famosas mariposas. Aunque de la manera en que aprietan en lo profundo de mi ser, parecen mariposas en celo más que revoloteo.

Remojo mi cuerpo y pensamientos en abundante agua caliente, arrojando mis recientes preocupaciones a un costado a medida que relajo completamente mi ser.

Es que el temor de no estar a la altura de las circunstancias avanza como talante sin miedo, queriendo consumir uno a uno mis renuentes pensamientos.

¡Y aunque yo sé que soy capaz de afrontar cada maldito asunto que se presente! El meollo del problema reside ahí, en el que nunca tuve miedo...

Entonces, esta lozana debilidad que me carcome por dentro, no es ni más ni menos, que ser valiente ante la adversidad.

Esa palabra me trae recuerdos... Recuerdos de la preparación de nuestros votos entre medios de pañales y memas demasiado calientes, hasta que pudimos encontrar el famoso punto medio de: "ni tan poco ni tan tan" como dices tú, mi amado Jung Kook.

Entonces, comienzo a frotar suave mi cuerpo con la mullida toalla, mientras me pierdo entre pensamientos, de lo que pudo ser o será...

—Aquí, lo importante es que nos tenemos mutuamente —dictamino seguro tirando a un lado cualquier sentimiento de anhelo que pueda opacar mi bienestar.

Dijo mi amado impoluto: "Hay más tiempo que vida..."

Así que me dejaré llevar hacia donde me arrime el viento. Siempre juntos y como familia de cuatro, porque a mi fiel amigo lo pienso llevar conmigo aunque me cueste un divorcio a futuro.

Y sobre que me arrimo al espejo del baño, para acomodar mis cabellos como último retoque, escucho el retumbar de los altoparlantes del nosocomio...

•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••
Canción : " I Belong to You" by Jacob Lee. (Traducida al español)
•••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••

🎶 Si pudieras ser honesto aquí en este momento. He estado tan nervioso, de estar aquí contigo 🎶Todos están aquí por nosotros y siento su aura. Pero solo por un momento pretenderé, que eres solo tú🎶

Me dejo llevar por la hermosa melodía que profiere cada sentida palabra que escucho...

🎶Si, pueden oírnos pero no entienden, he dicho todos mis votos detrás de las cortinas🎶🎶Se que nos ven, pero no tienen oportunidad. He besado esos labios mil veces antes de esto🎶

Y no tengo la mínima duda desde lo profundo de mi corazón, que detrás de esta canción, estás tú amado mío. Y envalentono mi ser a la pesquiza de tus brazos encontrándome afuera de los baños, con un camino de rosas blancas en el piso...

🎶Mañana abriré mis ojos y le susurraré a mi esposo... 🎶

🎶 " Te pertenezco " 🎶

🎶Y esperaré a oírte decir, con una lágrima rodando por tu cara... 🎶

🎶" Te pertenezco "🎶

Las lágrimas se adueñan de mi conmocionado rostro. Y respirando entrecortado, comienzo a seguir el camino mientras observo de costado y cada tantos metros, al personal del hospital con velas entre sus manos.

🎶Si pudieras ser honesto, aquí en el altar. Me niego a envejecer, a menos que sea contigo🎶🎶Me enamoré y te hice una promesa, aunque nunca me había dado cuenta de lo mucho que significaba para ti🎶

El final del trecho hacia tus labios desemboca al fondo de la cafetería del hospital, que adornada con flores por todos lados y globos en forma de corazones, enmarcan el más perfecto escenario que pude yo esperar.

Aquel que ha sido testigo de nuestros comienzos, de los histeriqueos, de los primeros sentimientos encontrados. Hasta que, por fin, me pude reconocer en el reflejo de tus ojos.

🎶Si pueden oírnos pero no entienden, hay más detrás de estas palabras que hemos hablado🎶🎶Se que nos ven, pero solo de un vistazo. Solo tú conoces el hombre que soy, más allá de la superficie🎶

Te veo esperarme impecable y con nuestro pequeño retoño entre tus brazos. Rodeado de la gente que amamos, de las personas que nos quieren, de aquellos que nos acompañamos mutuamente en la vorágine de la vocación que profesamos. Y solo puedo llorar enamorado, acortando los pocos metros que me separan del calor de tus brazos.

🎶" Te pertenezco " cuando nos dejen elegir... Yo diré que acepto.🎶

Te enfrento sollozando desnudo en cuerpo y alma... Con mis emociones latentes porque cada fibra de mi ser es tuya... Y como dice la hermosa letra de la canción que elegiste para enamorarme, nuevamente, te confieso :

—Te pertenezco desde siempre, amor mío. Y cuando nos dejen elegir libremente, por mil años te diré que acepto, amarte eternamente como te amo y a través del profuso tiempo...

Abrazo tu cuerpo, no sin antes dar un sentido beso a nuestro pequeño... Pequeño que dormita ajeno al cúmulo de sensaciones que florecen en el ambiente y en cada encuentro de nuestras orbes.

Y cuando mi madre, entre lloros, toma en brazos al pequeño Ángel guerrero que nos eligió como sus padres, te inclinas arrodillado sobre el suelo; sacando un par de anillos como símbolo de nuestro afecto.

—Se que esto no es lo que esperabas porque te mereces el mundo entero. Pero déjame decirte amor mío, aquí y delante de todos como fieles testigos, que para mí... Ya somos uno.

Emites con tu voz quebrada de emociones expuestas mientras me dedico a recrearme en el brillo de tus ojos... Brillo que me observa como si yo fuera el más bello tesoro.

—Te entrego este anillo como compromiso de velar por ti y por nuestro pequeño. Y con la firme promesa de legalizar esta unión y gritar a los cuatro vientos, que estoy felizmente casado con el hombre que puso mi vida de cabeza. La persona más integra y bella que me concedió el honor de amarlo sinceramente.

Me deshago en el calor de tus labios, que abrazan los míos como solo tú sabes amarlos, mientras a nuestro alrededor vitorean de algarabía y gozo entre efusivos aplausos... Sonidos que llegan a nuestros oídos como sinónimo de aceptación entre abrazos.

Entonces, me pierdo en la oscuridad de tus ojos que me aman sin decir vocablos. Y cuando coges mi rostro a escasos centímetros de mis labios susurras:

—Te amo con toda el alma mi sexi residente... Y con papel o sin papel de por medio, eres mi marido, mi esposo, mi amante, mi amigo y el amado padre de nuestro querido y guerrero hijo.

—Te amo mi querido neurocirujano... Te amo con todo lo que soy y lo que tengo...

Te digo entre susurros a causa de mi incipiente llanto mientras, entregados al amor que tanto nos profesamos, nos besamos con el más exquisito toque.

Intercambiando sueños y anhelos de amado a amado.

Y sellando la promesa del inicio, o la continuidad, de una hermosa vida a tu lado...

●FIN●

😭❤️ Hemos llegado al final de ésta hermosa historia de amor🥺

Nos queda el epílogo y un extra😉

Les agradezco infinitamente cada lectura, cada comentario, cada voto. Por vivir, capítulo a capítulo, conmigo. Por sufrir, inquietarte, enamorarte y sentir lo que sea que hayas sentido. 🥰

Que puedas alegrarte con mis escritos, es el mejor regalo que puedes darme😍

Y a vos lector fantasmasmita (que nunca hablaste pero que siempre estuviste) mil gracias. Anímate a decir lo que piensas😍😘

Los amito mucho❤️