•CAPÍTULO DOS•
—¡Papá..! ¿Dónde ubicaste mis carpetas?— reviso una y otra vez entre un tumulto de cajas, bolsones, bolsitas, dos gatos, un perro… —¿Qué te he dicho de no tocar mis cosas? Luego no logro dar con su ubicación— comento ofuscado mientras rebusco reiteradas veces por toda la habitación.
Demasiada presión estoy viviendo en este en preciso instante, he decidido realizar mi residencia en pediatría aquí en Corea del sur, pero los continuos trámites del visado han retrasado mi comienzo y eso, me desespera. No quisiera conllevar una mala impresión o ser señalado como irresponsable cuando ni siquiera he podido dar mi impronta.
—Hijo, yo no he tocado nada— comenta mi padre elevando sus brazos en justificación entre tanto mastica un apio —a parte, tu madre ya me había nombrado cada una de tus manías— espeta con semblante risueño tratando de no mostrarme sus burlas.
—No son manías padre, el que me complazca mantener en orden lo que sea referente a mi trab...— me interrumpe de repente mi progenitor.
—Mucho orden de papeleo hijo, pero tus calzones andan desparramados por todo el departamento— emite entre risas que no contiene e inmediatamente reacciono. Mi perro, mi querido “Caracha”, optó por dar un paseo por dentro del departamento con mi pequeña valija de ropa interior a medio cerrar.
—Hijo, ¿no puedes usar bóxer normales como todo el mundo?— cuestiona mi padre.
Y sobre que lo miro, lo observo con un apio en la mano y sobre la punta del mismo, un bóxer de encaje rojo pasión.
—¡Papaaá!— corro a sustraérselo de las manos, o mejor dicho, del apio —¿Cómo puedes seguir comiendo eso como si nada?— emito completamente ruborizado a lo cual él solo me otorga unas cuantas sonrisas para luego darme un cálido abrazo.
—¡Pero Jimin! Mi pequeño… solo te estaba jugando una broma. Lo que gustes vestir, por mí está bien. Tu madre y yo te amamos tal cual eres y nos enorgulleces constantemente doctor Park, futuro pediatra.
Amo inmenso a mis padres, siempre apoyándome en cada una de mis decisiones así como también con mi identidad sexual. Ellos, transitan la vida separados y divorciados, aunque conllevan una gran amistad. Y soy su único hijo, o sea, el mañoso que siempre necesita mimos.
Luego de su separación, regresé con mi madre a su ciudad natal en los EE.UU donde me licencié en la facultad de medicina. Y al tener conocimiento de la incipiente enfermedad degenerativa que cursa mi querido padre, opté por realizar mi especialización aquí, en Busan. Para acompañarlo en este difícil camino que deberá transitar, pero siempre con el completo apoyo de mi madre.
Desde siempre, he vivido con mis padres. Primero, porque la facultad me consumía por completo y segundo, porque simplemente amo estar junto a ellos. Acompañarnos mutuamente, junto a mi fiel amigo “Caracha”. Nombre definido por la situación en que se encontraba cuando lo pude salvar de las calles.
Y en mi vida sentimental, he tenido algún que otro amorío pero nada serio en realidad... ¿Por qué nutrirme solo de una fuente, cuando puedo picotear?
La intensa madrugada transcurrió entre especialistas vorágines y ferviente personal de salud, abocado a las diversas situaciones que demanda, entre otras actividades, el Gran Hospital de Busan. Desarrollándose con un excelente papel durante el servicio de guardias.
La llegada del alba, se admitió como una suave brisa regeneradora de energía. En donde los endebles rayos del sol acompañan nuevamente al despertar de tu pasión.
Arribado el medio día en el Gran Hospital de Busan, varias cambios de guardias se suceden. Algunos personales apenas agitados y otros con un semblante realmente abatido, desesperados por retornar a su hogar para así descansar, o poder disfrutar de un grato momento con sus seres queridos.
En el sector de pediatría, se dará inicio con las rondas de pequeños pacientes internados. Para luego pasar al pesaje en enfermería de aquellos pequeños pacientes que necesiten posterior atención en consultorios externos.
—¡Amigoooo, cambia esa cara!— confiere el doctor y amigo personal del doctor Jeon, doctor Nam Joon. Aposentándose con su bandeja de alimentos frente a la mesa del mismo en el comedor.
—Te debo ese pedido amigo, porque seguramente, tú has descansado entre los brazos de alguna nueva conquista— objeta en su defensa el doctor Jeon, mientras disfruta de su almuerzo.
—Esa misma prescripción, debería de intentar probar en usted doctor Jeon. En una de esas, se le quita lo amargado y mal humorado— comenta risueño el cardiólogo —¡Ah! Se me olvidaba comentarte, mi paciente del sector uno de internación, no da más. Quiere y está apto para el alta. ¿Puedes hablar con el kinesiólogo y transmitirle que mi paciente se compromete a venir a sus sesiones de fisioterapia sin falta?
—¿Y se puede saber por qué no le dices tú al licenciado Ho Seok?—consulta el neurocirujano entre bocados y asombrado por sus dichos —¿No me digas que tú y él..?
—¡Shh! Disminuye tu voz que las paredes escuchan todo aquí... En la última salida grupal, esa que por cierto no contamos con tu agraciada presencia, me embriague un poco y nada… nos manoseamos, solo eso. Pero creo que no me perdona que actúe como si nada hubiera pasado entre nosotros— comenta el cardiólogo al neurocirujano, como al pasar.
—¡Doctor Joon! ¡Qué te he informado de relacionarte así! Luego eso mismo, afecta a las relaciones inter personales dentro de la institución. —Articula el doctor Jeon, muy seguro de sus principios.
—¡Uy, se nos enloqueció el neurocirujano! No fue nada señor impecable… no exageres— Sacudiendo la cabeza en negación, el doctor Jeon, se dedica a finalizar con su almuerzo. Pensando en que realmente no vale la pena hacerlo entrar en razón.
Para qué explicarle el protocolo, si se lo pasa por donde no le da el sol.
Dispuesto a beber de su agua, el doctor Jeon escucha el resonar de los parlantes por todo el comedor.
"Doctor Jeon, urgente se lo solicita en el sector de cirugía."
"Y aquí vamos de nuevo" medita el neurocirujano, a toda velocidad. Con una firme convicción de dar lo mejor de sí, pero con la comida atragantada en el medio de su garganta.
Gracias por leer, comentar y votar♥️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro