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•CAPÍTULO CINCUENTA Y OCHO•

"Todo estará bien"

Sobre que escucho a mi futuro del otro lado tratar de calmar mis llantos, no puedo contenerme más y largo lo que guardo como una inmensa alegría que inunda rebasando todo mi interior.

<Nuestro pequeño> emito entre sollozos al teléfono que trato de contener sin ningún éxito. Pero sobre que nada escucho del otro lado, más que un silencio sepulcral, inmediatamente me preocupo ante lo que pudiera pasar...

<¿C-ca... riño?> consulto con cierto recelo de no percibirlo del otro lado de la línea, conteniendo mis lágrimas nuevamente.

<Dime que está bien...> cuestiona su voz en un susurro quebrado apenas audible para mis oídos pero que logra erizar cada fibra de mi piel.

"Dime que está bien" resuena en mi cabeza como un retórica pregunta y entonces espabilo el por qué de la pseudo pregunta.

<¡Sí mi amor! ¡Nuestro pequeño está en cuna! Ha salido del todo de la incubadora, ni siquiera le están administrando calor porque regula su temperatura corporal por sí solo... ¡Estamos a nada de que esté con nosotros cariño! ¿Te das cuenta?>

Un eterno silencio seguido de un extenso suspiro me acompaña al otro lado, y solo espero algún comentario mientras lloro nuevamente de saberme conocedor de que mi luchador está realmente fuera de peligro y a nada de estar en nuestro hogar.

"Nuestro hogar..." suena tan lindo, tan conmovedor, que todavía no puedo creer que de ser un soltero fornicador pase a ser una gran parte de un todo.

Entonces, consulto nuevamente al no tener respuesta al otro lado <¿Cariño? ¿Estás ahí?>

<S-si... aquí estoy... es s-solo... q-que> se escuchan sus sollozos al otro lado de la línea y caigo de cuenta que quizás me expresé mal por mi ansiedad de compartir lo feliz que me sentí al recibir la noticia de su traslado.

<Lo siento cariño, te juro que todo está más que bien, pero te necesito aquí conmigo ¿Puedes venir?>

Luego de unos instantes recibo su escueta respuesta "Sí, ya paso por ahí" seguido de un "te amo" ahogado entre lamentos.

Si seré atolondrado que logré ponerlo mal ante mi desparpajo, entonces trato de acomodar mis ideas -nuevamente- y tras besar a mi pequeño guerrero me dirijo a la oficina de mi superior para pautar mi regreso.

De camino a la oficina me saludo con varios colegas que me felicitan por ambas noticias, ya dejó de ser la novedad el noviazgo del jefe doctor para ser el boom de los pasillos, el pedido de casamiento y adopción.

Esto me hizo acordar a mi apa que un día me dijo "Cuando algo es para ti, no debes de perder el tiempo" y la verdad que le sigo el pedido al pie de la letra y a toda velocidad.

Pero lo más gracioso de todo esto fue escuchar "Si que atrapó un bien partido doctor Park" de parte de un enfermero del lugar. Ahora, lo que no sé es si solo él tiene la suerte o puedo ser merecedor yo de esa distinción. Porque aunque nos llevemos algunos años, yo no dejo de ser bueno en mi labor. Y pareciera que él, es el gran señor y yo, el que se lleva siempre el premio mayor.

Aunque pensando en su agraciado paquete se podría interpretar que saque el premio mayor o la lotería en su defecto. ¡Dios mío! No puedo meditar sin babear y en automático miro mi reflejo en una ventana por si las dudas salivo sin darme cuenta alguna.

"¡Hijo!" Escucho a lo lejos y al virar me encuentro con mi apa acompañado de ¿Mi madre? Esto debe ser una maldita broma...

Yo la amo a mi madre, pero es asfixiante sin darse cuenta muchas veces (y proponiéndoselo mucho más todavía) Aún así corro a su encuentro para abrazarla fuertemente y esperar paciente por el reproche de mis no llamadas a la hora pactada de su bendita agenda.

—¡Mamá! ¡Que alegría verte! —señalo a mi apa con cara de cuestionamiento mientras la abrazo y él, solo se encoge de hombros sin emitir palabra alguna.

—¿Cómo es eso de qué mi niño se comprometió y yo a miles de kilómetros sin saber nada?

—Es que fue todo muy repentino madre, ni yo sabía que habría un anillo y todo eso —artículo como para tranquilizar y amortiguar lo que se venga.

—¿A ver? —jala de mi brazo mientras acomoda sus lentes observando atónita, brillar el rubí sobre mi dedo —¡Pero ese yerno debe estar forrado en plata para semejante anillo! —comenta mi madre a los gritos y solo quiero que la tierra se parta al medio y me trague expulsándome en los brazos de mi amado.

—¡Mamá! ¡Deja de gritar que estás en un hospital! —le comento tratando de acallar sus comentarios sobre el grueso bolsillo de mi amado.

Comentarios que me enervan porque si hubo algo en lo que nunca me fijé, es en el pasar económico de él. Solo tuve en cuenta mis sentimientos para con él y la manera en que me hace sentir al estar a su lado. Y si hubiera sido un repartidor de comidas al cruzar nuestros destinos, nuestro fin sería el mismo, porque lo único que me importa es su corazón y no su bolsillo...

—¡Ya calla mamá! Deja de referirte a él como la gallina de los huevos de oro —digo ofendido acusando con los ojos a mi apa que se calla ante sus nada desapercibidos alaridos.

—¡Bueno mujer como que ya es mucho! Si actúas así, luego no reproches que nuestro hijo no te haga participe de su vida, a ver si le aflojas a tu emoción. Que lo único importante aquí es que nuestro pequeño se nos casa y que somos flamantes abuelos.

Ella, parece recapacitar un momento de sus actos, ya que sus mejillas se tiñen de un ligero rubor. Entonces, aprovecho para abrazarla nuevamente y pedirle -por favor- que controle su emoción, que lo único que me importa es cómo me siento y que Jeon me hace sentir el hombre más amado por sobre todo el universo.

Luego, escucho un carraspeo a mi costado y al girar me encuentro con mi impoluto removiendo su mano libre con sumo nerviosismo y con cara de entre asombro y enojo emite extendiendo su mano.

—Buenas tardes, soy Jeon Jung Kook, el doctor de los huevos de oro.

La cara de mi madre al escuchar sus palabras, son la primer plana de una revista de chimentos. Y no puedo creer que Jeon se atreva a exponerla y aún más, sin conocerla.

Mi cara de enamorado ante su impronta debe ser tal, que mi padre me codea diciendo que cierre la mandíbula que se me va a desencajar y que perderé todas mis babas.

—¡Jeon querido! Que bueno verte por aquí, te aviso que ésta noche cenaremos en mi casa y te prepararé unas pastas que no podrás creer. Te chuparás hasta la mugre de tus dedos —dice mi apa palmeando su brazo sano y no puedo creer, de alguna u otra manera estos dos se las ingenian para avergonzarme más.

Mi madre se remueve de mi abrazo y toma su mano presentándose formalmente, mientras echa sus cabellos hacia atrás con cierto aire de superioridad, y solo puedo rodar mis ojos porque me esperan unas largas jornadas, si es que no la devuelvo en el primer vuelo a USA el en día de mañana.

—Amor, dijeron los enfermeros que ibas rumbo a la oficina del superior... ¿No pensarás en levantar tu licencia, no? —mi futuro me observa con sus ojos de cachorro que suplican porque no me vaya de su lado. Y en eso, escucho a mi apa que retira a mi madre de mi lado y nos indica que la llevará a ver a nuestro pequeño guerrero mientras mi madre refunfuña entre sus brazos.

—¿Te digo la verdad o te miento cariño? —me acerco despacio a su cuerpo en busca de mi lugar favorito.

—Mejor ni me digas amor, organicemos mejor nuestros días así no extrañas el pabellón ni la bendita guardia donde vivías metido. No queda nada para el casamiento y me gustaría contar con tu observación para ver si voy bien encaminado o le estoy errando en algo.

—Bueno, si es así y me propones organizarnos mejor —alzo mis cejas en provocación —. Puedo olvidar mi regreso, pero debes mantener mi mente ocupada y sobre todo, mi cuerpo.

—Eres un pequeño goloso ¡Mierda! —me abrazas contra tu fornido cuerpo pero, inmediatamente, percibo tu mano acomodar a tu amigo.

—¿Necesitas ayuda cari..?

—Mejor calla que una vez que se aviva, no se baja —buscas mis labios y derrites mi cuerpo con tu toque.

Compartimos en medio de uno de los pasillos del nosocomio, besos repletos de pasión con un toque de anhelo. Yo, entregado a tu aflicción y tú, reclamante de mi calor.

Luego de varios minutos en donde solo existimos tú y yo. Nos separamos sin desearlo del todo y rememoro a mi madre y su aparición.

—Cariño, ¿vamos al buffet por un café? ¿O quieres ver a nuestro pequeño? —le solicito tramando en mi mente como disculparme por el atrevimiento de mi madre al referirse así hacia su persona.

—A nuestro hijo ya lo vi antes de verte. Más hermoso no puede estar ese pequeño. Pero sí, vamos al buffet, que yo me pediré una vianda, no alcance a almorzar y siento que me comería una vaca —dice mi impoluto.

—¡Si..! De más hermoso está nuestro bebé —digo orgulloso de nuestro guerrero —. Y querrás decir una vaca repleta de verdeo —entre risas le comento.

—¿Pero qué dices? Si desde que estás conmigo son más grasas saturadas las que consumo que en toda mi adolescencia de rebelde consumidor.

—¿Y quién te manda a desear lo que consumo? Eso es falta de voluntad mi impoluto —dictamino risueño, tomándonos del brazo para recorrer el camino hacia nuestro destino.

—No es así pequeño, es ganas de vivir todo lo que me muestras. Tú haces que quiera librar esas batallas que postergue por ser inseguro, por no querer fallar a aquellos a los que solo le importaba mi nombre y mi reconocimiento. Y no es que esté insatisfecho, pero desde que llegaste tú, siento que me completas...

Me detengo abruptamente, sobrepasado por tus palabras y queriendo ocultar mi incipiente emoción solo te respondo: Lo mismo digo, amor mío, siempre fui un aguerrido ante la vida. Llevándome el mundo por delante son importar las malditas consecuencias. Hasta que apareciste en aquel bar todo cohibido, mostrando tu pseudo coraza ante todos y aflojando de cero conmigo. Te amo por demostrarme que dos es mejor que uno. Y por velar siempre por mi destino...

Nos besamos, nuevamente, pero con toques que simulan una rítmica melodía acompasada con el latir de nuestros corazones... Corazones que con el pasar de los días más se enredan en ésta sinfonía, gritando a los cuatro vientos que somos la mejor decisión de nuestras vidas.









































POBRE MI JEFECITO DOCTOR, CASI ME LO MATO DE LA ANGUSTIA🤦‍♀️😑🤣

NUESTRO BEBITO ESTÁ A NADA DE SALIR🥺❤, SOLO ESPERAMOS UN POCO MÁS DE PESO Y YA ESTARÍA LISTO PARA EL "HOGAR DE TRES" (RECUERDEN QUE ES UN FIC Y LOS TIEMPOS DE RECUPERACION DE MI PEQUEÑO DEBERÍAN SER MAYORES PERO COMO NO NOS QUEDAN MUCHOS CAP. ADELANTAMOS TODO)  EL PODER DE ESCRIBIR FIC😎🤣🤣

LA MADRE DE NUESTRO SEXI RESIDENTE ME CAE PARA EL CUL...
ODIO LAS PERSONAS MATERIALISTAS😒

POR SUERTE, JEON VE EN SU FUTURO TODO LO CONTRARIO A LO QUE VE LA SUEGRA😉

GRACIAS POR ESTAR🥰

LOS AMITO MUCHO❤

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