CAPÍTULO 12

Jungkook

El calor que sentía me hizo despertar, un rayo de sol se colaba por la ventana y me pegaba directamente en la cara lo cual era molesto. Había alguien abrazándome, y al abrir los ojos la luz provocó que me palpitara la cabeza al instante.

Me tapé con mis manos un poco la cara para poder situarme porque no sabía nada de mi. Miré debajo de las sábanas y noté que estaba desnudo, también la persona que estaba a mi lado.

¿Con quien diablos terminé acostándome anoche?

Giré mi cabeza al costado donde estaba quien me abrazaba y enmudecí. Ahí estaba, respiraba con tranquilidad, su pecho subía y bajaba lentamente, con una expresión relajada, completamente serenas. Sus mejillas rosando casi sus pómulos, los castaños pelos revueltos.

Kim Taehyun.

Jadeé ante la sorpresa.

¿Es enserio Jungkook?

¿Que no habían suficientes personas anoche?

¡Maldita sea!

Y entonces lo recordé, a medias pero lo hice.

Besos.

Lamidas.

Gemidos.

Toqueteos.

Más besos.

Más gemidos.

Dios, esto no podía estar sucediendo. Con él no.

Quité su brazo de mi abdomen de mala gana y él gruñó por ser despertado tan abruptamente. Se talló los ojos y me miró.

Tuvo la misma reacción, primero me miró, abrió los ojos, pasó la vista por la habitación y después volvió a mi.

— ¿Qué.. —se sentó en la cama dejando expuesta su espalda y el indicio de su trasero, ignoré los deseos que me perturbaban y cambié la vista por la incómoda situación, aunque el no me mirara— Carajo, mi cabeza. —se quejó tocándose la frente.

Me levanté de la cama dispuesto a irme de allí en cuanto fuera posible. con la sábana envuelta en mi cadera busqué mis prendas y comencé por ponerme el bóxer,  después el cargo que traía la noche anterior y así hasta quedar completamente vestido de la cintura para abajo.

— ¿Qué hemos hecho? —preguntó.

— Follar. —respondí con obviedad mientras buscaba mi camiseta.

— Eso está más que claro, idiota.

Solté un resoplido y lo miré mal.

— ¿Entonces para qué haces preguntas estupidas? Ve a ver quien es el verdadero idiota —, bramé mientras sacudía la camisa encontrada para ponérmela.

Él no me respondió pero si me devolvió la mirada enfadada.

— Pásame mi ropa. —demandó.

Yo levanté una ceja y puse una de mis manos en mi cadera.

— ¿Me ves cara de ser tu criado o que?

— Solo.. pásame la ropa.

— Taehyun, puedes levantar el culo de la cama y hacerlo. Y para ser un principio, alguien de clase alta tienes muy malos modales— él castaño me dio una mirada mal.

— No me verás desnudo.

Ante sus palabras me permití carcajearme.

— Eres simplemente.. anoche no te dio vergüenza retorcerte de placer mientras te la entraba hasta el fondo ¿verdad? —sus mejillas se volvieron rojas.

— ¡Tú... — me señaló con su dedo índice—..como sea sal de aquí ya, no me verás!

Me tardé un poco más de lo debido para ponerlo incómodo. Salí de la habitación y cuando llegué a la sala me encontré con la casa entera limpia, Yoongi sentado en el sofá mientras miraba la tele junto a un Namjoon con cara adormilada.

— Buenos días. —saludé y ellos me miraron por unos segundos y volvieron la vista al televisor.

— Jin y Jimin están en la cocina, puedes ir para que te den algo para el dolor de cabeza y después venir aquí a esperar el almuerzo. —comentó en un susurro Nam.

— ¿Almuerzo? —solté con sorpresa.

— Si Jungkook, ya es medio día.—comentó Yoongi.

— Vale, la cabeza me duele horrores.

— Sabes..—Yoongi me miró— De Jimin podría esperarme algo así.. pero de ti.

Sabía que se refería a Taehyun. Pero no yo mismo sabía como habíamos llegado a eso.

— Hyun.. no es así.

— Jungkook, ¿has despertado bien?. —Jimin llegó a mi lado, asentí y se colgó de mi cuello mientras miraba a su novio.

El olor a cerezas del rubio me revolvió un poco el estómago pero supongo que no se despegaría de mi en estos momentos.

— Me da igual, solo no deberías de juntarte con esa gente. Nunca son buena compañía. —asentí.

— Ay, eres un viejo. —se quejó Jimin y yo sonreí.

— Buenos días y adiós. —Taehyun apareció detrás de nosotros con una cara de bulldog.

— Es medio día. —comentó Yoongi y Taehyun apretó los labios.

— ¡Tae! Quédate a comer algo, más tarde iremos a.. —Jimin fue interrumpido.

— Gracias precioso pero debo irme ya. —Yoongi se mordió la lengua y miró mal a Jimin.

Namjoon solo miró adormilado en la dirección por donde Taehyun había salido de la casa y volvió a recostarse en el sofá.

El de ojos felinos se levantó con lentitud, caminó en dirección a nosotros dos y se detuvo cerca de la cara de Jimin. El rubio trago en seco y las mejillas se le volvieron carmesí.

El azabache levantó su mano y le apuntó con el dedo, ah, ya sabía lo que haría hyun. Siempre de posesivo. Jimin apretó el agarre en mi cuello pero no dejó de mirar a su novio.

— Yo tengo mi expediente limpio.. — la calma con la que soltaba sus palabras hacia tronar la sala, si voz era gruesa y lenta.— Pero ese —señaló la puerta por donde se había ido el castaño— te vuelve a llamar cariñosamente a ti delante de mi y se queda sin bolas.

— Pero Min el solo..

— Park Jimin, —advirtió y el nombrado se aferró a mi cuello. —Sabes muy bien que yo no hablo por gusto.  Y no lo quiero en mas ninguna fiesta.

Era en cierto modo tierno ver a estos dos así. Yoongi hyun era muy posesivo, con todos en general, de ahí las palabras que hace un rato me dijo. Pero principalmente con su novio era muy posesivo y no entendía de palabras.

— Ah como sea Min. —se soltó de mi cuello. Se rascó la nunca y caminó en dirección a la cocina rodeando a su pareja.

— Estoy de acuerdo en que no quiero apariciones del principito en nuestro espacio, pero Jimin no es tuyo hyun. —dije.

El levantó una de sus cejas y me miró mal.

— Si es mío. —negué y me senté en el sofá al mismo tiempo que él.

Yoongi era posesivo con todos sus cercanos, y más aún con Jimin.

— También mío. —sonreí y le miré burlón. 

Me pegó juguetonamente en el brazo y yo recosté mi cabeza en su hombro.

— Ah, tengo ganas de unas mandarinas. —comentó.

— ¡Chicos, vengan a comer algo! —gritó Jin desde la cocina.

Caminamos Yoongi, Nam aún medio dormido y yo en dirección a la cocina de la casa del moreno.

La mesa estaba servida y Jimin terminaba te acomodar los cubiertos mientras Jin ponía una porción de arroz en cada pozuelo.

Cada cual tomo un asiento se sirvió de lo que deseó de cada cosa que había en la mesa.

— Jungkook, —llamó Jin.— le miré mientras masticaba un pedazo de lechuga. — Esta noche deberías ir al parque, Yoongi tendrá competencia.

El mencionado gruñó.

— Eres un bocazas Seokjin. —dijo.

— ¿Porqué no querías decirme? —pregunté.

— Por traicionero. —respondió Nam.

— ¡Tú también! —bufó ahora dirigiéndose a Nam.

— ¿Porqué no querías decirme?

— Bueno.. —se rascó la nunca.— En realidad competiré con.. con Chaemin, pero no quería que supieras por la apuesta que tenemos. —me miró a los ojos. —Mi tobillo no está funcionando del todo, aún está adolorido y no puedo montar muy bien la patineta, si pierdo tengo que pagarte la comida que habíamos apostado.

Reí.

— Eres un tacaño. —comenté con diversión mientras le señalaba con los palillos.

Jimin se carcajeó y Nam le siguió. Jin se dedicaba a llenar su barriga.

— ¡No es cierto! Además, no quiero pagarte nada. Traicionero. —susurró con sorna y me miró con una sonrisa burlona.

— No es mi culpa tener que darle tutorías a Taehyun. —me excusé.

— Como sea, si pierdo tendré que cumplir mi palabra.

— Eso no va a quitar el echo de que esos dos follaron anoche. —comentó Nam y escupí el agua.

— ¿Que? —contesté y miré a todos en la mesa.

Jimin arrugó tu entrecejo, Yoongi tenía una expresión neutral, como si no le importara, Jin me miraba con curiosidad y una sutil sonrisa en el rostro y el moreno sonreía con diversión.

— ¿Es cierto? —curioseó Jimin.

— ¿Y a ti que? —gruñó Yoongi.

Metí mi mano en uno de los bolsillos de mi pantalón y fingí mirar un mensaje.

— Tengo.. tengo que ir a casa, mamá me necesita. —dije y me levanté con rapidez.

Mis amigos, suelen ser un poco chismosos, y yo no estaba para explicar en eso momentos lo arrepentido que estaba de haber hecho eso con el castaño, tampoco podía meterle la culpa al alcohol. La cuestión es que me cae bien y no se como explicar lo qué pasó.

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Ay bueno ya si, si lo hicieron. Nam no cierra su bocota, pobre Jungkook.