Después de ser presentada oficialmente a JungKook, JiSoo no dejó de sentir un extraño calor cada vez que ambos cruzaban miradas o él se acercaba a charlar. En todo momento trató de seguirle el hilo de la conversación, pues, había quedado deslumbrada con esa sonrisa de conejo que sólo resaltaba sus perfectos y blanquecinos dientes. El mayor de los Jeon, sin duda, es demasiado atractivo para cualquier ser humano existente.

—¿Todo bien, linda?.

—Oh sí, bien. Sólo pensaba en algunas cosas de trabajo—dijo fingiendo despreocupación—. Tu hermano es agradable.

Jennie sonríe, estando de acuerdo con su novia, ve a JungKook hablar con HyunJin y JeongIn. El menor de los tres parecía tímido ante ambos hermanos Jeon, cosa que le pareció realmente tierno.

—Sí, es mucho más simpático cuando entran en confianza con él. Le caíste bien.—menciona contenta.

—¿Tú crees?—pregunta mirándolo también—. Espero que sí.

—Asi es, relájate unnie. Disfruta de la reunión. Ya después si te aburres, iremos a tu casa—comentó depositando un leve beso en sus labios—. Ve y únete a la conversación de esos tres, yo iré a la cocina a ayudar a tu suegra.

JiSoo asiente, Jennie se adentra a la casa nuevamente y ella a paso lento se dirige hacía los tres chicos.

—Ya dejen de hostigar a mi bebé pan.—dijo al interponerse entre HyunJin y JungKook, salvando a JeongIn de las garras de esos dos.

—Gracias noona.—habló el menor poniéndose detrás de ella.

—Hey! Noona, no es justo. Dame de nuevo a mi bebé.—se quejó HyunJin, sin embargo, JiSoo como madre protectora le dio unos manotazos para que se alejara.

JungKook desde su lugar, reía debido a la escena que estaba presenciando.

—Hyung, di algo. Ayúdame.—pide el menor de los Jeon.

—De hecho, estoy de acuerdo con JiSoo-ssi.—mencionó ganándose a su lado, protegiendo aún más a JeongIn.

—Innie ya tiene una madre protectora aquí, shu shu.—aludió JiSoo espantando a JungKook.

—Pues, ahora tiene un padre protector también—espetó—. Además queda bien ser la familia 3J. Por nuestros nombres.

Kim quedó de piedra, sin poder refutar nada mientras que HyunJin observaba divertido tal cosa. JeongIn permanecía silencioso aún abrazando a su noona y ahora a su hyung. Sin querer, consiguió padres adoptivos para salvarlo de las garras de su novio meloso.

—Ya sabes Hyunie, ahora cuento con doble protección y deberás pedirle permiso a ambos si quieres atraparme.—sonrió el menor.

—De mis cariñitos y besitos no te salvas, Yang. Cuando menos lo esperes, te secuestro.

JeongIn le sacó la lengua y salió corriendo, HyunJin sonrió malicioso y fue en busca de su pequeño.

JiSoo aclara su voz, sintiéndose un tanto nerviosa por esos ojos que la miraban de pies a cabeza. JungKook de un instante a otro sonríe de lado y le toca el hombro, tacto que causó más nervios en ella.

—Tranquila, sólo lo decía en broma—dijo—. Aunque si puedes considerar lo de la familia 3J.

—Estoy bien siendo madre soltera, agradezco tu propuesta.—sonríe fingiendo relajación.

Volvió a oírlo reírse, JiSoo consideró demasiado que esa risita era preciosa y contagiosa.

—Pienso insistir, que no te quepa la menor duda, cuñada.—dice un tanto divertido pero a la vez seguro.

—Ya lo veremos, mi bebé pan no aceptará y menos yo.

Con una última mirada entre ambos, Jennie llamó a todos para finalmente poder cenar. JungKook le cedió el paso a JiSoo y ésta logró calmarse a medida que iba alejándose del alto muchacho.

Ni siquiera entendía porqué su simple presencia le causaba tanta inquietud. Tal vez porque apenas lo conoce, seguramente era eso. No quería sobrepensar demasiado las cosas.

Dejaría pasar esa extraña sensación por el momento.

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JiSoo llegó agotada a su casa, había pasado aproximadamente un mes desde que conoció a JungKook y en ningún momento, dejó de sentirse extraña. Si bien, pasaba tiempo en el hogar Jeon acompañando a Jennie, y en reiteradas ocasiones su hermano mayor estaba presente.

Ya no sabía que ocurría, la necesidad de verlo seguido se estaba transformando en un martirio para su mente. Y eso no le gustaba en absoluto.

Dejó su bolso en la mesa, su trabajo era simplemente agotante.

—Demonios, necesito una ducha.

Apenas pisó el peldaño del primer escalón, alguien llamó a su puerta. Tocó varias veces el timbre, JiSoo juró que si tocaba una vez más, golpearía a quién estuviese detrás.

—Toc, toc...—sonríe JungKook.

—Eras tú, Dios, casi te doy un golpe.

—Menos mal no pasó.

—¿La razón de tu visita, cuñado?.

Jeon mostró unas bolsas con comida y otras con bebidas.

—Jennie pidió si podía venir un rato, ella está ocupada estudiando.

Kim alza una ceja dudosa, decidió creerle y dejó pasar a JungKook.

—Iré a ducharme, no tardo. Ponte cómodo.

—Gracias.—sonrió.

JiSoo sube rápidamente, otra vez sus nervios empezaron a hacerle efecto.

Entrando al baño, dejó su bata a un lado y estando desnuda completamente, encendió los grifos del agua y se sumergió en ésta.

Abajo, JungKook preparaba los tazones de snacks para luego iniciar con la preparación del bimbibap. Había encargado pollo frito a domicilio, asi que seguramente en unos minutos llegaría.

Oía a JiSoo ducharse, si algo debía admitir era que, le gustaba pasar tiempo con ella. Dentro de todo, era divertida y simpática. Además de hermosa, claro. Jennie tuvo suerte de hallarla primero.

Negó reiterados segundos, ¿qué acababa de imaginar?.

Ella es lesbiana, es obvio que se enamoraría de su hermana. Él no hubiese tenido chance ni antes ni ahora, sumando el hecho de que es pareja de Jennie.

No podía meterse en ese terreno.

Salió de sus pensamientos apenas oyó el timbre sonar, supuso que era el pollo frito y así fue.

Lo recibió y dio propina al delivery. Estando caliente, dejó la comida en el horno para que el calor permaneciera allí.

Continuó su labor de terminar el bimbibap y tener todo servido una vez JiSoo bajara.

Veinte minutos después, Kim ya se encontraba lista. Mirándose en el espejo, verificó que su cabello estuviera seco y alisado. Ni siquiera fue consciente de que sus labios llevaban un notable brillo. Se colocó su mejor perfume y Dios perdone su atrevimiento pero el conjunto pijama no era para nada discreto. Ni con Jennie hacía eso.

—¿Qué crees que haces?.—se dijo para si misma.

—¡JiSoo-ssi! ¡Ya tengo todo listo y recién hecho! ¡Baja antes que se enfríe!.

El grito de Jeon la hizo reaccionar, se vio una última vez y bajó.

—Woah! ¿Esto es una cena común o una cena romántica?.—bromeó observando todo bien preparado.

—¿Cena romántica?.—elevó una ceja curioso.

JiSoo aclara su voz, habló lo que pensó delante de la persona que últimamente invadía su mente.

—Olvidalo, se ve todo muy rico. Oh, ¿eso es pollo frito?.

—Si, no lo hice pero un día prepararé uno para tí. Supe por Jennie que es tu platillo favorito.

Kim quedó sorprendida, pues, no creyó que alguien ajeno a su novia se tomara esa molestia.

—Es cierto, es bueno que de a poco vayas conociendo a tu cuñada.

—Obviamente, como tu cónyuge ficticio y padre adoptivo de JeongIn debo conocer a su madre.

Increíble que su bebé pan haya considerado adoptar a JungKook como su padre protector.

—Ya mejor tomemos asiento.

Jeon alzó ambos brazos en señal de paz. Por supuesto, sus ojos no evitaron mirar el conjunto que llevaba puesto. Mentalmente se preguntó si a Jennie la esperaba con lo mismo.

—Espero te guste, salud.—sonrió elevando su copa de vino.

—Salud.

Chocaron sus copas, bebieron y se dispusieron a degustar los alimentos.

Charlaron de todo un poco, entre esos temas, incluyeron cómo conoció a Jennie o cómo descubrió que le gustan las mujeres o sobre sus trabajos.

A decir verdad, concordaron en muchas cosas.

Era casi medianoche cuando levantaron los platos, encargaron un helado de postre. Lavaron, secaron y guardaron todo en conjunto.

Como si fueran una verdadera pareja.

—Bien, creo que debo irme. De seguro quieres descansar.

—Espera, mañana tengo día libre. ¿Quieres quedarte a ver alguna película? En verdad me agrada tu compañía.

JungKook parpadeó asombrado, no esperaba esa propuesta. Sin embargo, no pudo negarse y aceptó sonriente.

No tenía nada de malo pasar una noche de películas con su cuñado.

Espero les guste musho el capítulo.<3