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Happier || Jeon Jungkook

❝Espero que seas feliz, pero no como lo eras conmigo. Soy egoísta, lo sé.
No puedo superarte, así que encuentra alguien genial, pero no encuentres a nadie mejor. 
Espero que seas feliz, pero no seas más feliz❞
―Happier, Olivia Rodrigo

Pasas cerca de la mesa en la que estoy sentado, pero ni siquiera te percatas de mi presencia, y ¿Cómo lo harías? si vas a las grandes risas con aquel chico con el cual comenzaste una relación hace poco tiempo. Toda tu atención está siendo acaparada por Kim Namjoon, ese chico que dijiste sólo era un "nuevo amigo" y, al final, terminaron de esta manera.

Quiero apartar la mirada de ustedes, sin embargo, no consigo hacerlo. Verte tan alegre y más risueña de la inusual al lado de alguien más, me destroza. Es como si quisiera hacerme más daño al ver la interacción que tienen como pareja para conseguir arrancarte de mi corazón, de mis pensamientos. Porque a pesar del tiempo que ha pasado desde que terminamos nuestra relación, no consigo hacerme a la idea de que ya no estás más a mi lado. Es por eso que te observo siendo feliz con él, porque necesito que mi corazón se rompa por completo para entender de una vez que lo nuestro ya no existe más.

Joder. Sólo han pasado cuatro meses, ¿Tan rápido me has olvidado?
Me pregunto ¿Cómo puedo hacer lo mismo? Necesito que me lo digas, de esa forma dejará de doler nuestra separación. Dejará de doler el hecho de saber que alguien más te hace feliz, aunque, si te soy sincero, me alegra que ese tipo te haga sentir bien, te adoré como alguna vez yo te adoré; sin embargo, espero que nunca te sientas tan bien como alguna vez te sentiste conmigo, mucho menos lo quieras tanto como a mí.

―Jungkook ―mi atención se ve atraída por Seokjin.

Él y Jimin se han sentado sin siquiera preguntarme si pueden hacerlo, colocándose delante mío. No puedo verte más debido a que ellos estorban, pero sé que debes estar platicando sin dejar de admirarlo como alguna vez lo hiciste conmigo.
Seguro tus ojos desbordan cariño rebosante mientras lo miras, lo sé porque eso hacías cada vez que me veías a mí. Apuesto a que le estás sonriendo con dulzura mientras escuchas con atención lo que tenga para decirte, porque también lo hacías conmigo.

―Hola ―saludo con los ánimos por el suelo y me pongo a jugar con la comida.

Maldita sea, quiero dejar de sentirme así. Tan lastimado, con el corazón roto y con un nudo en la garganta cada que te recuerdo.

¿Por qué no puedo avanzar justo como tú lo hiciste? ¿Por qué sigo tan lastimado mientras tú te encuentras bien? Y no me mal entiendas, me tranquiliza el hecho de saber que te encuentras perfectamente, que sonríes y ríes como nunca te vi hacerlo, que has conseguido seguir adelante, que las heridas que dejó nuestra relación por fin sanarán y que decidieras darte la oportunidad de iniciar algo con alguien más. Sin embargo, no puedo negar que, muy en el fondo, deseo que estes en mi lugar.

Lo sé, estoy siendo egoísta, lo lamento.

―¿Cómo estás? ―pregunta con interés el más bajo de nosotros.

―Bien, supongo ―murmuró, esperando que crean aquello ―. ¿Cómo está Hyungseo?

Mierda. Te tengo justo frente a mí, te vi pasar y sé que estás bien; pero preguntar por ti, incluso si te tengo enfrente, es algo a lo que me acostumbre a hacer desde que nos separamos. Se ha vuelto una jodida necesidad preguntar por ti a nuestros amigos en común sólo para lastimarme más, además, tengo la maldita esperanza de que en algún momento me digan que tú también preguntas por mí, aunque sé que no será así.

Seokjin niega mirándome con desapruebo, como si me estuviese diciendo con la mirada que no está bien que me haga eso. Con un demonio, yo sé perfectamente que no está bien y que necesito soltarte, pero no puedo. Todavía no puedo, Hyungseo.

―Parece que todo está bien en su vida ―contesta finalmente el mayor al ver que esperaba una respuesta.

Asiento sin dejar de mirarlo, esperando que entienda que quiero que me diga más, porque sé que hay más. Seokjin rueda los ojos con fastidio y tira los palillos con enojo contra la mesa.

―Ya basta, Jeon. Debes parar. ¿Acaso no te has dado cuenta de cómo estás? ―me observa como si esperara una respuesta de mi parte, pero lo único que hago es apartar la mirada del contrario y apretar lo labios, ganándome un suspiro cansado del mayor.

»―¿Por qué te preocupas por ella cuando tú mismo has visto lo genial que esta? Enserio, detente de una buena vez ―me ordena con frustración.

Volteo a verlo para contestarle, sin embargo, toma nuevamente la palabra y evita que pueda llevarle la contraria, diciéndome lo siguiente:

―Preocúpate por ti, por sanar y tratar de seguir adelante. Sé que duele y sé que te cuesta entender que no van a regresar porque ahora está con alguien más, pero dime ¿Qué ganas con preguntar por ella? Si lo que quieres saber es si es feliz, sí, lo es y mucho. ¿Te olvidó? Eso parece. ¿Le importas? No lo creo, porque mientras tú preguntas por su jodido bienestar a diario, Hyungseo ni siquiera te ha mencionado una sola vez en todo este tiempo.

No quiero llorar más. Sé que debo empezar a sanar ¡Maldita sea, lo sé! Pero me aferro como un idiota a todo lo que viví a tu lado, a los buenos recuerdos y a la felicidad que tenía contigo.

―No, no, no ―escucho hablar a Jimin y, posterior a ello, lo veo ponerse en pie para terminar sentándose a mi lado para darme un abrazo.

No dudo en aferrarme al pelinaranja mientras me suelto a llorar en silencio. Porque llorar es algo que nunca me ha avergonzado. Sé que liberar todo este dolor por medio del llanto me hace bien y sé que puedo apoyarme en uno de mis amigos, así que lo hago.

Nadie lo nota. Nadie se ha dado cuenta lo mal que estoy por no tenerte más conmigo. El jodido mundo sigue avanzando, tú sigues avanzando, y yo estoy aquí, maldiciendo a todo lo existente por no poder continuar con mi vida justo como lo has hecho tú.

Miro hacia tu mesa sin querer. No está Kim y estás viendo hacia aquí. Pareces preocupada al verme así. ¿Aun te importo, Hyungseo? ¿Te importa cómo me siento? O ¿Por qué me miras así?

«Ya no quiero sentirme así, por favor, has que se detenga, Hyungseo»

Los días siguen pasando sin importar cuanto intente mantenerme atrapado en las fotos de nosotros juntos, las cuales aún mantengo pegadas en la pared. Sigo viendo desde la distancia lo feliz que eres a su lado, cada vez se hace menos doloroso, pero sigo teniendo muchas ganas de llorar cada vez que caigo en cuenta de que no volverás.
Hoy pasamos uno al lado del otro. Me dolió tanto el hecho de que me ignoraras, como si fuéramos unos malditos desconocidos que nunca tuvieron nada que ver, cuando, en realidad, creamos tantos recuerdos que poco a poco hemos ido dejando atrás, sobre todo tú. Pero, luego de mucho tiempo, volví a escuchar mi nombre ser mencionado en tu voz, no sabes lo feliz que me hizo.

Volteé a verte tratando de que mi felicidad no fuese evidente, aun así, me preguntó si realmente lo conseguí, o si te diste cuenta de ello y preferiste fingir que no. Supongo que jamás podré saberlo, ya que después de aquella plática que tuvimos, he decidido seguir adelante y dejar de aferrarme a algo que no volverá. Porque tienes razón, además, ya he dicho todo lo que quería decirte, y realmente espero que lo tengas en cuenta, justo como yo tendré en cuenta cada una de tus palabras.

"Te acercas de vuelta a mí y quedamos frente a frente. No sabes las inmensas ganas que tengo de poder abrazarte y no soltarte nunca más, pero me resisto porque no quiero asustarte y terminar echando a perder esta oportunidad de volver a hablarnos.

Aprietas los labios y me ves con ¿Nostalgia? y finalmente decides hablar.

―¿Podemos hablar? ―me preguntas con cautela y duda.

Relamo mis labios sin querer y siento un nudo formarse en mi estómago debido a los nervios. Tras unos minutos de silencio en los que me miras expectante, por fin consigo darte respuesta al mover la cabeza de arriba hacia abajo debido a que las palabras no quieren salir de mi boca.

Me pides que te siga, alegando que sera mejor hablar en un lugar más tranquilo para que nadie nos interrumpa, y aunque voy detrás tuyo sin oponerme, sé muy bien que en realidad no quieres que nadie nos vea juntos, tal vez porque no deseas que Namjoon se entere de que hablaste conmigo, tu exnovio; y lo comprendo, por eso mismo no busco llevarte la contraria, porque no quiero ocasionarte problemas.

Mi corazón empieza a doler al ver hacia donde nos dirigimos, aun así, decido no detenerte, ya que me gustaría estar una vez más en ese lugar donde siempre nos sentábamos a desayunar en el descanso, donde hablábamos de los planes a futuro que haríamos juntos cuando fuéramos adultos, donde hicimos tantas promesas que al final no sucederán y sólo quedarán en simples palabras que el viento se ha llevado consigo, donde sólo éramos tú y yo.

Te detienes frente a aquel árbol que marcamos como nuestro sin siquiera tener que decirlo. Me detengo a una distancia considerable de ti e igual me quedo viéndolo. Todos los hermosos recuerdos que tengo aquí, a tu lado, me golpean con fuerza y duelen más al tenerte cerca.

―¿Cómo estás? ―preguntas sin dejar de ver al frente.

―¿Quieres la verdad o prefieres que mienta? ―meto las manos dentro de los bolsillos del pantalón de mi uniforme.

Agachas la cabeza y veo como formas puños con tus manos. Te escucho suspirar y, después de ello, por fin volteas para verme a la cara. Pareces preocupada por mí y eso, por alguna razón, me hace ilusionarme aunque sea un poco, pero no debería y lo sé.

―Lo lamento ―una expresión afligida se apodera de tu rostro, lo cual consigue hacerme sentir culpable.

Si bien he deseado que te sientas igual o peor que yo, la verdad es que no sería agradable para mí, por lo que verte de esa forma sólo consigue que me sienta miserable, haciéndome saber que mil veces prefiero ser yo quien sufra y no tú.

―¿Por qué? ―inquiero con curiosidad, pues realmente no me has hecho nada malo de lo cual debes disculparte, Hyungseo.

―Por lastimarte sin querer ―relames tus labios.

No sabes cuanto deseo poder estampar mis labios contra los tuyos y mandar todo a la mierda con tal de poder hacerlo una vez más, pero sé que no sería correcto.
Me mantengo en silencio al no saber que decirte al respecto, ya que no hay manera de que pueda negarlo debido a que he sido muy evidente, pero tampoco quiero aceptarlo porque sé que eso te haría sentir más culpable de lo que pareces demostrar.

―Sé que fue una ruptura mutua porque se supone que lo nuestro ya no estaba bien y sólo nos estábamos lastimando, y por eso mismo creí que ambos seguiríamos adelante sin problemas ―comienzas a explicarme sin dejar de verme a los ojos con culpa ―. Mi intención nunca fue hacerte sentir mal, pero tampoco planeaba estancarme, y supuse que sería lo mismo para ti.

―¿A qué te refieres? ―me acerco un poco más a tu persona por el temor que tengo de que vayas a irte.

―Comenzaste a ser más unido a Sooyoung después de nuestra ruptura, también parecías estar mucho más animado que cuando estábamos juntos y pensé: ¡Oh wow! Sigo aquí llorando, aferrándome a algo que no va a volver y Jungkook parece estar feliz. Siguió adelante, me alegra mucho. Es hora de que también lo haga ―sonreíste apenas y terminaste por mirar a otro lado.

»―Y entonces dejé de aferrarme a tu recuerdo y empecé a avanzar de nuevo. Me di la oportunidad de estar con aquel que me ayudó a superar nuestra ruptura porque, de una u otra manera, no pude evitar sentir algo por Nam. Soy muy feliz con él ―admites con rebosante alegría, consiguiendo que un nudo en mi garganta se formará y, al mismo tiempo, mis ojos comenzaron a picar ―y me sentía bien. Y digo me sentía, porque saber que mi felicidad te afecta de cierta manera, no me hace feliz ―me miras con tristeza.

»―Te quise mucho y todo lo que viví contigo ha dejado una huella muy profunda en mí. Fuiste mi primer amor, dicen que el primer amor siempre duele y lo comprobé contigo. Fue un amor muy agridulce ―sonríes con nostalgia y no puedo aguantar más las ganas de llorar, así que dejo que las lágrimas comiencen a descender ―. Más dulce que agrio, y prefiero quedarme con la parte más dulce de lo que fuimos. Pero no planeo estancarme en los recuerdos y mucho menos aferrarme a ellos, Jungkook ―te acercas un poco más hacia mí y pones tu mano en mi brazo, ocasionando que esto duela sólo un poco más.

»―Sé que duele, también me sentí así, pero ―sueltas un suspiro tembloroso, tu nariz se pone roja y tus ojos se han llenado de lágrimas.

Saco la mano de mi bolsillo y me atrevo a entrelazarla con la tuya con un intento de darte valor y ánimos para seguir diciendo lo que tengas que decirme.

―Sigue. Quiero escucharlo todo ―te suplico con la voz hecha hilo y sin dejar de llorar en silencio.

―Pero necesitas soltarme ya ―tus lágrimas comienzan a brotar y no sabes lo mucho que duele verte así ―. No te hagas daño. No vale la pena.

―Tú vales la pena ―interfiero y me atrevo a tomarte de las mejillas y acerco mi rostro un poco al tuyo ―. Tú vales completamente la pena. Vales cada maldita lágrima que he derramado, Hyungseo.

―No digas eso. Por favor, sigue adelante. No te hagas esto, no te lastimes más. Lo que fuimos no va a volver a ser ―enrollas tus dedos en mis muñecas y haces que las quitas de tu cara. Maldita sea ―y... y yo no quiero verte sufrir, pero tampoco pienso renunciar a aquello que me hace feliz ahora ―llevas una mano a tus ojos para poder cubrirlos y sé que estás llorando porque tu cuerpo da pequeños espasmos.

También sigo llorando. Aparto la vista de ti para ver hacia el cielo. Jamás creí que algún día tendríamos una plática así; de hecho, me recuerda mucho a la charla que tuvimos cuando terminamos.
Sorbo mi nariz y entonces me atrevo a hacerte una pregunta de la que ya tengo respuesta, pero necesito escucharla una vez más.

―¿Eres feliz con NamJoon?

Apartas la mano de tu cara y entonces puedo ver lo empapada que está por las pequeñas gotas saladas que brotan de tus hermosos ojos.

Asientes ―Me hace muy feliz.

Te miró directamente a los ojos, puedo ver ese brillo de felicidad en ellos de tan sólo hablar de él. Ya entendí. Realmente me has superado por completo y no hay forma en la que pueda recuperarte aunque quiera.

―Lo siento, Hyungseo ―nuevamente entrelazo tu mano con la mía y me siento bien al ver que me dejarás sostener una última vez tu mano ―. Lo admito, no quiero superarte y por eso es que duele verte con ese chico. Pero en el fondo esperaba que encontrarás alguien genial, pero que no fuera mejor que yo. Porque nadie va a quererte tanto como yo lo hago y eso lo sabes. Lo que tuvimos fue algo demasiado especial y no puedes negarlo, pero no planeo lastimarte más ―suspiro cansado. Pego mi frente a la tuya mientras cierro los ojos.

Tenerte tan cerca duele, al igual que tener que verte de lejos, y sé que dolerá un poco más pero, es cierto, lo que fuimos no será otra vez porque estás con alguien más, porque sólo fuimos un momento y porque aferrarme a todo eso que tuve a tu lado no te traeré de vuelta a mi lado, tampoco regresará el tiempo y mucho menos va a detenerlo en este instante. Es hora de rendirme, dejarte por la paz y tratar de sanar.

―Prométeme algo ―abro los ojos y me encuentro con los tuyos viéndome.

No volveré a tener tu mirada puesta sobre mí, así que disfrutaré de esto el poco tiempo que duremos así.

―No puedo hacer eso. No quiero romperte otra promesa.

―Te lo pido ―niego para corregirme ―. Te lo ruego, por favor.

No dices nada más, sólo me miras como si esperaras a que fuera hablar, así que lo hago.

―Quiero que seas feliz con él, pero no como lo fuiste conmigo ¿De acuerdo?

Abres la boca para decir algo, sin embargo, aprovecho para robarte un beso. Está mal, lo sé. Pero es lo último que quiero de ti y entonces te prometo que seguiré adelante, me reconstruiré y volveré a ser ese Jeon Jungkook que disfrutaba, salía de fiesta con sus amigos, se esforzaba y que era feliz sin necesidad de una persona a su lado. Me amaré de vuelta como antes de conocerte.

―Gracias por todo, Hyungseo ―suelto tu mano y veo mi reflejo una vez más en tus ojos, dándome cuenta de que no me miras de forma especial como solías hacer, sólo puedo intentar sonreírte sin dejar de llorar mientras trato de grabar este momento hasta el último detalle, porque sé que es el último que tendremos juntos.

Nuestro último recuerdo.

―Gracias por todo, Jungkook ―me devuelves el gesto mientras te vas alejando de mí de a poco hasta que terminas por darme la espalda ―. Fui muy feliz contigo y siempre serás una persona importante y especial en mi vida. Alguna vez oí que el amor de tu vida no siempre es para tu vida ―volteas a verme con lágrimas en los ojos y una pequeña curva formada con tus labios ―. Creo que eso nos sucedió a nosotros. Aún somos muy jóvenes. Tal vez, en otra vida ―y sin más, comenzaste a caminar, alejándote cada vez más de mí.

―Te estaré buscando en otra vida, An Hyungseo, lo prometo. Por ahora, te dejo ir ―susurré con dolor mientras te veía desaparecer del lugar."

Ese fue nuestro adiós definitivo, desde entonces comencé a soltar cada cosa que me recordara a ti. He guardado todos nuestros recuerdos en una caja de cartón que he dejado en el ático de mi casa. Las fotos que aún tenía en mi celular ya las he borrado y evito preguntar por ti a nuestros amigos. Ya no te busco en los recesos y tampoco culpa a Nam por algo que no era su culpa. Poco a poco he podido ir soltándote. No lo he hecho completamente, porque cuando te veo de pura casualidad entre los pasillos no puedo evitar mirarte momentáneamente, justo como en este instante; sin embargo, ya no me duele de la misma forma en que lo hacía hace unas semanas atrás.

«Espero que seas feliz con él, pero no más feliz de lo que fuiste conmigo, Hyungseo» Pienso al verte abrazar con regocijo a Kim Namjoon por el cuello, y me siento en paz al ver que él te abraza con tanto cariño. Aparto la vista de ustedes y me encuentro con Sooyoung, quien me saluda con una enorme sonrisa y me muestra un par de boletos para ir al cine.

―Yo compro las palomitas ―me ofrezco, dándole así a entender que acepto la salida.

―¿Extragrandes? ―me mira con diversión.

―Como las quieras, tonta ―paso un brazo por encima de sus hombros y nos vamos rumbo a nuestro salón de clases.

Pasamos justo frente a ti. Tú y él se sonríen. Sooyoung y yo también. Hemos tomado rumbos distintos, teniendo presente el recuerdo del otro. Te prometo seguir adelante, pero espero que también cumplas tu promesa.

✧;;│Nota: Sooyoung y Jungkook no están relacionados de forma romántica. Ella solamente es una amiga y un gran apoyo para JK, aunque Hyungseo lo malinterpreto y puede que muchos también lo hayan hecho. Pero nel, aquí no hay nada de romanticismo, sólo es una amiga más que busca distraerlo para que no ande todo tristón.

Este one-shot lo hice pensando en una persona por la cual aún tenía sentimientos, con la que tuve una relación duradera y bonita pero, como todo, llegó a su fin. Éramos unos adolescentes cuando hicimos demasiados planes creyendo que la vida era fácil y que lo nuestro sería para siempre, pero al final cada uno tomó un rumbo distinto. Cuando volví a encontrarme con él sólo descubrí que aún no lo superaba, pero por desgracia él a mí sí y ya estaba con alguien más, entonces fue cuando la letra de Happier tomo completo sentido para mí. Deseaba con mi ser que fuera feliz con alguien más, aunque no tanto como lo fue conmigo.

Sé que muchos pensarán que es ridículo que una ruptura amorosa durante la adolescencia duela demasiado, después de todo, hay toda una vida para conocer más gente; sin embargo, no lo veo de esa forma. No somos quien para minimizar el sentir de otros, y sé muy bien que no todas las personas reaccionan de la misma manera, pero si duele, dejen que duela por un momento y luego continúen. Está bien si duele y está bien si lo superas rápido, cada persona es un mundo, y no tienes que actuar o sentir de determinada manera sólo porque otros lo hacen. Ni Hyungseo es una mala persona por haber dado vuelta a la página y decidir iniciar en una nueva relación, ni Jungkook es ridículo por tardar en superar a una persona que lo hizo feliz y con quien tenía muchos recuerdos.

Espero que les haya gustado y les causará, aunque sea, un poco de tristeza, o se sintieran identicadxs.

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