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Narrador Omnisciente
—____ —la llamo Misaki, inmediatamente la azabache levantó la mirada de su almuerzo y observó a su compañera—, la verdad no he visto mucho avance con el juego, creo que lo único que pasa es que se saludan.
La de mirada chocolate la insultó mentalmente.
"Maldita, ¡¿no vez que es difícil?! ¡es literalmente conocer a una persona nueva!"
Suspiro con frustración y con delicadeza dejo sus palillos a un lado;—Define "progreso" —soltó mirando fijamente a la castaña , las demás jóvenes notaron el ambiente tenso, sin embargo no dijeron nada.
—Quizá si logras que desde ahora él te acompañe a casa... —murmuró mientras revolvía sus fideos— dejaré de molestarte con este tema y será todo lo que tu órdenes.
Raitoru sonrió y asintió, volviendo a comer con tranquilidad su almuerzo, su cerebro empezó a idear miles de estrategias hasta que un nombre le vino a la cabeza.
"Takashi"
Al terminar de comer camino junto a una compañera hacia la salida, ambas sujetadas del brazo.
Su mirada chocolate se cruzó con los orbes dorados de cierto rubio, ella pareció ponerse nerviosa y soltó un leve;— Ho-hola, hola Kenma. —se escucho, luego una suave risa y empujón de su acompañante— Kuro-San
Saludo de igual forma y sin más ambas salieron del comedor.
Kenma quedo estático en su asiento, sus manos temblaron tanto que casi suelta sus cubiertos.
Ante tal escena sus acompañantes se pusieron a cuestionar.
—¡¿Conoces a la chica bonita del curso avanzado, Kenma?! —Yamamoto pregunto con euforia.
—¿Hm? ¿Es alguna otra chica que acosas, Yamamoto? —cuestiono Yaku mirando con el entrecejo fruncido al rubio.
—La verdad... —suspiro mientras intentaba esconder su rostro—, no tengo el valor para saludarla.
Kenma se sintió incómodo ante eso.
—¡Yo! —Lev gritó llamando la atención—muchos de mís compañeros tienen un enamoramiento con ella.
—En fin, que suerte debe tener su novio...
—Si, que suerte debe de tener el chico que le gusta, ¿no Kenma? —pregunto Kuro.
—Hmm, si. —respondió dejando el tema de lado, agradeciendo que no le hicieran más preguntas sobre ella.
(•••)
—Ey, _____ ¿cómo harás que él te acompañe a casa? —cuestionó una de sus compañeras de natación, mientras se colocaba los goggles—, cuando termine este entrenamiento se habrá acabado tu tiempo-...
—Natsuki, el equipo de volleyball terminan sus prácticas en el mismo horario que nosotras, ¿verdad? —pregunto la azabache mientras con cuidado mojaba levemente sus brazos con agua. Ante el asentimiento de su compañera solo sonrió y empezó a caminar rumbo a la pileta en la que se encontraban sus otras compañeras y profesora—, tengo un plan Natsuki, yo siempre tengo un plan.
Mientras que a unos metros Kenma se terminaba de atar las agujetas de sus zapatillas, listo para empezar a practicar.
—¡Kenma-San! ¡Kenma-San! Por favor coloque algunas para mi. —gritaba el de ojos esmeralda con entusiasmo.
El rubio sólo bufo con cansancio y deseo que el tiempo pasara volando, así podría ir a su hogar e intenta pasar el nivel que había dejado pendiente.
Pobre chico, no sabía que estaba siguiendo los pasos del plan bien ejecutado que le preparaba aquella bruja, bruja que él llamaba princesa.
(•••)
—_____, _____, ya se acabo el día, y yo no eh visto ningún avance, creo que deberías abandonar todo este juego y-...
Las palabras de Misaki quedaron el silencio ante la suave risa que soltó la azabache.
—¿Quieres avance, Misaki? —cuestionó mientras se terminaba de arreglar la camisa de su uniforme, tras la respuesta afirmativa de la castaña saco con tranquilidad su gel desinfectante para colocar un poco en sus dedos.
—¿Qué ha-...?
—_____ Raitoru, te buscan.
El cuestionamiento de Misaki quedo al aire con aquel llamado, la de ojos chocolate solo sonrió y colocó aquella poca cantidad de desinfectante como delineado en sus ojos.
—¡Voy!
—Eso hará que tus ojos se irriten.
_____ solo le guiño el ojo en respuesta y con lentitud salió de los vestidores, con el uniforme colocado, a excepción de la chaqueta.
—¿Si? —cuestionó mientras cerraba la puerta con lentitud. Observando con timidez al chico albino, quien sonreía alegremente.
—Hola, ¿cómo estás? —cuestionó con nervios, rascando levemente su nuca—, quería tu número, para que acordemos esa cita.
—La, la verdad, todo eso fue una escusa. —murmuró ella con pena—, lamento molestarte pero esas no eran mis intenciones —se inclinó en modo de disculpa.
Sus orbes chocolate notaron a varios chicos con deportivos rojos pasar por ahí, sonrió internamente.
—Creo que lo malinterpretaste, me retiro —murmuró para dar media vuelta con la intención de ingresar a los vestidores.
"Debes caer, por favor"
Pensó.
—¡Espera! —sintió un fuerte tirón en su muñeca y fue alejada velozmente de la entrada— ¿Qué, qué acabas de decir?
"Bingo"
—Por favor, sultame. —rogo con miedo, ya sabiendo que eran observados por aquel grupo de amigos—, me haces da-...
—No, espera, tu, —balbuceo el albino—, ¿dijiste que fue una escusa? ¿Cómo que una escusa? —observo el rostro cabizbajo de la azabache, notando como pequeñas lágrimas empezaban a caer de su rostro.
"La princesa llora"
Fue lo que pudo pensar Kenma, observando con rabia el como aquel chico sujetaba con fuerza a _____ y parecía no querer soltarla.
—¡Contestame!
—Por... por favor, ya sueltame, Takashi-San... —murmuró ella con la voz cortada—, no quería, no quería rechazarte en... en frente de todos. Yo-...
—Estas... ¿estas diciendo que no te gusto? —cuestiono y sujeto con fuerza el rostro de la chica para que lo mirara a los ojos.
—No, lo siento, —hablo Raitoru, dejando que más lágrimas aceleran por su rostro—, me gusta alguien más.
—Dime la verdad, ¡no te dejaré ir hasta que me digas la verdad! —Takashi exijo con rabia—, parecía que realmente te gustaba...
"Lo siento"
Pensó ella, mientras trataba de soltarse del agarre del chico.
—Dijo que la soltaras —hablo alguien a sus espaldas.
—Sueltala —secundo otra voz.
Ambos voltearon y se encontraron con la dura mirada de Kuro Tetsuro y Kenma Kozume.
—Kenma, Kuro —Solto la azabache en un hilo de voz.
El chico albino solo bufo y suspiro frustrado.
—Nosotros estamos ocupados hablando—respondió Takashi, atrayendo nuevamente a la chica hacia él cuando esta intentó alejarse nuevamente.
—Ella no parece querer hablar contigo. —soltó el rubio de manera seria y fría, todos los presentes se sorprendieron por el tono utilizado.
—Esto no les importa a ustede-...
Y antes de que pudiera seguir hablando el azabache alejo al chico de ella, logrando que este soltara la muñeca de esta, _____ no noto aquella velocidad pero cuando se dio cuenta ya se encontraba detrás de la espalda de Kenma, aprovecho esto y sujeto la chaqueta del chico con sus manos aún temblando.
—Es mi novia, tengo que hablar con ella.
—Uh, según nosotros escuchamos ella te dejo en claro un gran rechazo, amigo mío. —río Tetsuro mientras palmeaba el hombro del albino.
—Escucha _____, esto no terminó, vamos a hablar en algún momento, no puedes jugar de esta forma conmigo —alegó finalmente para marcharse lleno de rabia.
Tras eso la azabache soltó un gran suspiro y casi cae al suelo de no ser porque fue sujetada por Kozume inmediatamente.
—Gra-gracias, gracias a los dos. —agradeció, dejando salir más lágrimas de sus orbes chocolates.
—No hay por qué. —dijo el azabache, observando con ternura a su amigo rubio, el cual no apartaba su mirada de la chica.
—Deben ir a casa, —hablo ella después de que Kenma la ayudara a incorporarse—, no quiero... no quiero quitarles más tiempo con mis problemas. —murmuró intentando abrigarse con sus brazos, tras estar solo en camisa la brisa de la tarde empezó a soplar.
—Dejame llevarte a casa. —hablo Kenma, sorprendiendo a ambos presentes—, es, es decir, él, el podría volver y bu-bueno, no, no es conveniente.
_____ se limpió rápidamente los rastros de lágrimas y miró con emoción al rubio.
—¿Enserio? —cuestionó hacia ambos chicos.
Kuro asintió con una gran sonrisa.
—Después de todo, so-somos vecinos —balbuceo el rubio en respuesta.
—Ve por tus cosas, aquí te esperamos.
La azabache asintió con un poco de pena e ingreso a los vestidores una vez más.
Cerro la puerta con lentitud y sonrió ante la mirada fija que le lanzaban la mayoría de sus compañeras.
Camino con tranquilidad a su casillero y se colocó la chaqueta de su uniforme, se cargo su bolso y le sonrió burlonamente a Misaki, quien la miraba sorprendida.
—Ahí esta tu avance, Misaki. —murmuró antes de volver a adoptar una mirada vergonzosa y salir sin más de aquella habitación.
Un grave error había sido apostar y jugar en contra de la reina de los engaños, en el juego del amor y la seducción.
N/A: De este fic no salen con estabilidad emocional y amor propio.
😾✊❤
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