
»◦ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 26◦«
╭────────╯ʟᴇᴠɪ╰────────╮
Mi mano pasaba suavemente por su delgado cabello negro, mientras repetía aquel movimiento una y otra vez. La acariciaba con suma delicadeza, esperando a que ya después de muchas horas, por fin abriera los ojos. Yo no podía dejar de mirarla. Se veía tan frágil estando de esa manera. Sus mejillas estaban rojas debido a la fiebre que se mantenía sobre ella.
Las horas pasaban y no despertaba. Mi desesperación estaba en aumento, ya que no había respuesta por parte de Irina.
A mi mente llegó un recuerdo, algo así como pequeños flashes de mi madre postrada en cama cuando yo aún dependía de ella. De esta misma manera estaba: a su lado, acariciando su cabello mientras tomaba sus manos de vez en cuando, esperando a que abriera sus ojos.
En este instante, era ver como nuevamente la mujer más importante de mi vida está convaleciente.
Las yemas de mis dedos acariciaban mi entrecejo, mientras cerraba los ojos esperando que ese horrible recuerdo se apartara de mi mente.
—¿En qué demonios estoy pensando?
La puerta fue abierta, viendo como entraba su padre y Louisa. Ambos se acercaron sigilosamente, llegando a mi lado.
—¿No se ha despertado?—Preguntó Louisa a mi espalda.
—No y... ya me está asustando.—respondí.
—Lo que me preocupa es que la fiebre no haya bajado... eso también afecta en que siga durmiendo, además del medicamento que le administré.—comentó su padre acercándose a Irina, para observarla.
—¿Cuanto tiempo puede estar así?
—Desde que haya iniciado la fiebre, son 72 horas como máximo, pero esperemos que pronto baje. Sería demasiado peligroso que se mantenga con la fiebre tan alta.
La miré aún más preocupado. ¿Si la fiebre no baja? Eso sin duda iba a repercutir negativamente sobre ella. Di un suspiro, bajando la mirada al suelo, apoyando mis brazos en mis rodillas. Después de unos instantes, sentí que alguien tomó mi hombro.
—Levi, ¿podemos hablar?—lo miré al padre de Irina y le respondí inmediatamente.
—Si señor.—me levanté de mi puesto para salir del cuarto, antes de darle una última mirada a Irina.
—Yo me quedaré con ella—Louisa tomó asiento en donde yo me encontraba. Ambos asentimos y salimos de mi habitación.
Llegamos a la sala, estando los dos solos. Los demás fueron a descansar por petición mía. Onyankopon por su parte, decidió quedarse en la biblioteca, por lo que se ofreciera.
Tomamos asiento en el sofá, mientras jugaba con mis dedos un poco nervioso. Antes me había dicho que quería hablar conmigo, pero no creí que querría hablar tan pronto, ya que nuestra charla se había interrumpido por Irina y los malestares presentes.
—¿No estás cansado?—lo miré al ver que había hablado—No has dormido nada.
—N-No. La verdad es que Irina me tiene muy angustiado y es por eso que prefiero quedarme con ella.
—A mi también me tiene bastante preocupado, pero esperemos que su malestar baje lo más pronto posible.—puso una mano sobre mi hombro para intentar calmarme.—Me dijiste que al volver del viaje, Irina ya estaba un poco enferma.
Yo lo observé y asentí rápidamente.
—Comprendo... es bueno saber esto, ya que lo debo registrar como antecedentes...—él se acomodó en su puesto—después de lo de Nate, al sufrir una emoción tan fuerte, además de los otros síntomas, fue lo que detonó la fiebre alta. Tal vez me esté precipitando, pero puede ser que haya contraído una infección.
—¿Una infección? ¿De qué? ¿Como?—consulté preocupado. No sabía a qué se refería exactamente pero esperaba que no fuese algo grave. Me muero si le llega a pasar algo.
—No es un diagnóstico seguro. Puede que simplemente sea un resfriado, sinusitis o algo un poco más grave. Pero no te asustes, no ha presentado síntomas que ameriten más preocupación, pero aún así, aquí no tengo los elementos necesarios para analisis más certeros y es por eso que tendré que llevármela a casa.
¿Llevarla a casa? ¿Es decir que Irina se iría de aquí?
—¿Se la llevará?—dije en voz alta, creyendo que esa pregunta solo la tenía en mi mente.
—Si, eso era lo que quería hablarte.—respondió.
—¿Por cuanto?
—No lo sé, cuando vea mejorías Levi. Todo a su tiempo. No quería mencionar esto, pero... yo veo que no necesitas de los cuidados de mi hija. Veo que caminas sin problemas y puedes valerte por si solo, pero no sé lo demás, en todo caso es ella quien debe darte el "alta" de sus cuidados y atenciones, pero ¿puedes estar sin ella un tiempo? En lo que mejora, por su puesto.
Esas palabras se movían por mi mente, intentando acomodarlas e intentar procesarlas. El alejarla de mi ahora era lo último en lo que pensaba, pero si es por su salud y su bienestar yo prefería que regresara a su hogar y que mejorara con todo lo necesario.
—Creo que ni siquiera debería preguntármelo. Debe hacerlo. Si es para que ella este mejor, debe volver a casa.
—Gracias hijo, pero no te angusties. Estará bien. Hablaré con ustedes para informarles va su progreso...—unos pasos de tacón se sintieron aproximarse rápidamente por el pasillo. Vimos aparecer a Louisa.
—¡Nicholas, Irina despertó!—ambos nos pusimos de pie, viendo que su padre se adentró por el pasillo, quedando su amiga y yo allí.
Una calma me cubrió al escuchar que ya había reaccionado. Boté un suspiro de alivio llevando una de mis manos a mi pecho. Louisa pareció notarlo.
—Disculpa, no quería llegar así tan desesperada por el pasillo.
—No te preocupes. Por favor, toma asiento.
—Gracias...—quedó con la frase a medio terminar, sin saber como llamarme.
—Levi, dime Levi.
—Gracias Levi. Yo soy Louisa... bueno, ya lo sabes, pero lamento habernos presentado en tales circunstancias.—ella tomó asiento.
—No te angusties... no podíamos preocuparnos más que por Irina.
—Tienes razón...—ella se acomodó en su puesto—Levi, tienes que saber que...hablé con Irina cuando despertó y le pregunté qué fue lo que paso y creo que debes saberlo.
—¿Qué fue lo que te dijo?—esperé atento su respuesta.
—Me dijo que Nate estaba con otra mujer. Ya te debes imaginar lo que hacían.
Me imagino el dolor que sintió de haberlos visto. Además de tal vez, dañarla fisicamente. Dañó aquellos sentimientos que le tuvo una vez para con él.
—Ese miserable... ¿y a ella? ¿Qué fue lo que le hizo?
—Me dijo que solo la retuvo, y es por eso los moretones en los brazos, pero nada más.—di un suspiro, un poco más tranquilo.
—No sabes como me tranquiliza saber que no pasó nada más grave.
—Si, pero la vi afectada. Desde hace mucho tiempo le decia que Nate no era de mi agrado... algo tenía que me causaba rechazo.
—Cuando lo vi por primera vez tuve esa misma sensación. No me agradó para nada ese imbécil.
—Me alegra no ser la única que piensa así. Muchas veces se lo decía a Irina y era motivo de discusión algunas veces, pero no me escuchaba o simplemente evitaba el tema para que no peleáramos... muchas veces lo defendía, pero sin duda resultó ser un infeliz. Irina nunca vio lo malo en él.
—Irina es una mujer muy buena. Le cuesta ver la maldad de las demás personas y él se aprovechó de eso. Debí haberlo matado—lo último lo dije entre dientes esperando a que no me haya escuchado.
—Créeme que también tengo muchas ganas de...—dio un suspiro interrumpiendo su habla. Me había escuchado—Te estaré eternamente agradecida por haberlo golpeado y haberlo puesto en su lugar. Sobre todo por defender a Irina... La quieres mucho, ¿cierto?
Yo no quise mirarla por que sabía que me iba a delatar con el sonrojo de mis mejillas. Pero no podía ocultar lo que sentía por ella.
—Si y no sabes cuanto.—ella sonrió.
—Me lo puedo imaginar... me alegra que alguien como tú la quiera de esa manera. Eres quien la merece.
Unos pasos se sintieron hasta llegar donde estábamos. El padre de Irina llegó, poniéndonos de pie inmediatamente.
—Levi, Irina quiere verte.
Mi corazón saltó al escuchar que quería verme. Sin dudarlo mis pies se dirigieron a la habitación donde estaba, dejando en la sala a su padre y a Louisa.
Llegué al cuarto, entrando rápidamente en él.
Y la vi.
Estaba intentando ponerse de pie. Con dificultad se estaba sujetando de la cama, pero se notaban tan débil que lentamente note que sus rodillas se estaban debilitando, mientras estaba cayendo.
Rápidamente me acerqué a Irina, tomándola con suavidad. Ella se sujetó de mis brazos mirándome a los ojos.
—¿Qué haces de pie? Tienes que recostarte—le reclamé al verla intentar levantarse. Quería regañarla, pero no pude hacerlo.
Al momento en que sus ojos se conectaron con los míos, vi como en los suyos se estaban acumulando las lágrimas que después, comenzaron a caer por sus rosadas mejillas.
Comenzó a sollozar, sintiendo dolor al verla así. La acerqué a mi y la abracé con delicadeza, pero lo suficientemente fuerte para hacerle entender que ya estaba con ella y que no la dejaría sola otra vez. Ella, débilmente me rodeo con sus brazos, apoyando su cabeza en mi hombro, dejando que liberara ese dolor.
—Levi, yo...—su voz entró por mis oídos, sabiendo que me daría explicaciones, pero no la dejé hacerlo.
La tomé suavemente y la ayudé a que se sentara sobre la cama, sentándome a su lado.
—No digas nada Irina... no es necesario.
—Si lo es... Todo esto es mi culpa—un sollozo salió de sus labios. Estaba afectada y muy dolida por todo lo que pasó. Solo pude acunar mis manos sobre su rostro para calmarla.
—Irina... ya basta. No es tu culpa y no me tienes que contar nada... Louisa me dijo todo.
—¿Estás molesto conmigo?
—¿Por qué estaría molesto contigo? No hiciste nada malo Irina. Cuando te ví desmayada, mi mundo se vino abajo, al igual cuando supe que habías ido sola a ver a Nate. Yo... no estuve allí para cuidarte. Perdón Irina.
Ella se soltó de mi agarre bajando la mirada con pena.
—Levi, no tienes que disculparte de nada... Aún no puedo creer todo esto. Estaba ciega, fui una tonta y no me di cuenta. Louisa tenía toda la razón y yo simplemente no la escuché.
De sus ojos, las lágrimas seguían cayendo sin detenerse. Iba limpiando con mi pulgar cada lágrima que salían de sus ojos.
—Eres libre de culpa Irina. No te hagas esto.—tomé su mentón para que me viera a los ojos.
—Perdón Levi. Debí haberme dado cuenta antes y tal vez no habríamos pasado por tantas cosas. Sé que peleaste con Nate y... pudo haberte hecho algo... no me lo hubiese perdonado nunca.
—No me hizo nada Irina. Eres tú mi preocupación. ¿Qué hubiese pasado si algo te hubiera hecho? Irina... no sé de qué habría sido capaz...
—Perdón Levi... perdón...—seguía sollozando, mientras aún seguía con mi mano en su rostro.
La fiebre no había bajado y estaba muy delicada. Si seguía así, se pondría peor y era lo que menos quería.
—Te dije que ya no te disculparas... es suficiente.—besé suavemente su mejilla para atraerla a mi y abrazarla. Ella sin esperar, envolvió sus brazos en mi cuerpo, mientras yo acariciaba su cabello, sintiéndome más tranquilo. Ahora estaba aquí, segura a mi lado y no dejaré que algo así vuelva a pasar.—Aún tienes mucha fiebre Irina, debes descansar.
Limpié el resto de lágrimas que quedaban en su rostro y la ayudé a que se recostara para que siguiera descansando.
—Levi, ¿Cuanto dormí?
—Un día completo, tal vez un poco más.
—¿No has descansado desde que me desmayé?
—Me he quedado contigo toda la noche. No iba a dejarte sola así como estas. Además, no estaría tranquilo si no te acompañaba.—ella me observó con sus ojos vidriosos, notando como la preocupación se colaba en ellos.
—Pero, también necesitas descansar.
—¿Cómo puedes anteponer mis necesidades en tu estado?—bufé rendido—Ahora es lo que menos importa. Solo procura descansar y reponerte.—acerqué mi mano y acaricié suavemente su hermoso cabello.
Yo me levanté para acomodar algunas cosas, pero rápidamente la voz de Irina me detuvo.
—Levi, no te vayas... quédate conmigo—dijo con súplica.
—No me moveré de tu lado. Puedes dormir tranquila—tomé su mano, entrelazando nuestros dedos.
Mi mano libre se movió hacia su cabello nuevamente, viendo como Irina cerraba sus ojos ante mis caricias.
Ella se mantuvo así mientras la yema de mis dedos pasaron a su rostro, sintiendo aquel calor de sus mejillas. Su respiración se volvió tranquila, dando a entender que ya estaba entrando en un sueño profundo.
—Yo jamás sería capaz de lastimarte. Nunca te haría daño, Irina. Eres lo más importante que tengo en mi vida.
Fueron las palabras que salieron de mi corazón para ella. Era lo que quería que escuchara de mi y que supiera que yo, en ninguna circunstancia me alejaría de ella.
Me acerqué y deposité un beso sobre su frente, notando que ya estaba profundamente dormida.
Levi me enamora cada vez más😍
Hola a todxs! ¿Cómo están? Espero que hayan tenido una linda semana🌻
Irina se va a tener que ir de esa casa😭 pero a pesar de todo, Levi lo acepta por su bienestar❤️
Ya está casi listo el próximo capítulo y estoy segura que lo amarán!
Espero les haya gustado y nos leemos pronto❤️✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro