•|Omegaverse|•

—No... no quiero, sueltame...— dijo el pecoso con los ojos cristalizados, no quería una marca o por lo menos no la de Hyunjin. No quería un alfa abusivo y posesivo como hyunjin a su lado en resto de su vida. Su idea del amor era muy diferente a la realidad. No estaba listo para ser marcado y ser dominado, tener que criar a niños, si es que algún día podría tener uno. No iba de dejara marcar aunque su lobo le suplicaba que se quedara quieto y obedeciera lo que alfa le pedía. Su lechoso cuello quedo al descubierto. Los colmillos del Hyunjin rozaron su cuello, seguido por su lengua que sólo lamió el lugar donde debía clavar los dientes

—Ven conmigo..— gruño

—E-espera, me lastimas— jadeo y cerro los ojos con fuerza cuando Hyunjin lo penetro con brusquedad. Y apretó su cadera para elevar su espalda baja, teniendo un mejor acceso al interior del menor —a-ah, p-para...—.

Eso dolía, dolía mas que la primera vez pero el enojo de Hyunjin le impedía entrar en razón, los celos se lo estaban comiendo vivo. Félix era suyo, nadie iba a quitárselo ¿no? Claro que no, no si lo marcaba como suyo, aunque eso significaba dejar de ser libre dejar de lado a sus amigos, las discotecas, las putas de una noche y sobre todo su libertad. Pero odiaba tanto ver como otros alfas lo miraban con deseo, como trataban de comérselo con los ojos y con la mente.

Cuando fijo su mirada en el rostro de Félix, que sólo tenia los ojos llenos de lágrimas (no precisamente de placer) si no de dolor. Le estaba haciendo daño, no sólo físico si no mental también. Su cuerpo soportaría lo que fuera, golpes, rasguños y heridas aunque su mente no, probablemente la tristeza o el sufrimiento de su lobo lo matarían cualquier día. Tan solo era cuestión de tiempo par que la vida se le fuera de las manos.

Algo dentro de Hyunjin le decía que estaba haciéndolo mal, no lo había cortejado, tampoco tenían una relación. Solo fue un acostón de una noche o eso creía que sería pero simplemente no podía sacarse de la cabeza que alguien más iba a estar detrás de Félix mientras no tuviera una marca de propiedad.
“celos” no los había sentido nunca pero Félix puso todo su mundo se puso de cabeza.

—.P-por favor, Hyunjin— el pecoso apretó los dientes mientras hacia un gesto de dolor, las bruscas embestidas del mayor hacían que en cuerpo de Félix se sintiera como si fuera a quebrarse en cualquier momento. Estaba lubricado pero dolía, el estiramiento fue muy repentino y doloroso también. Las manos de Hyunjin sujetaron su cadera y la elevó, antes de poner una almohada debajo de esta. —a-ah..

—Lo siento...— beso la frente de Félix y detuvo las embestidas para darle tiempo al pecoso para que se acostumbrara al tamaño de su longitud, Hyunjin siempre tubo una buena relación con su lobo pero últimamente parecía que no quería dejarlo tomar una decisión por si solo, su animal interno era el que las tomaba y hacia que se descontrolarse. Y bien nunca había querido marcar a nadie, nunca pero tanto su lobo como el querían marcar al pequeño y lindo chico debajo de el.

Félix sacudió su cadera y Hyunjin entendió de inmediato el mensaje, estaba listo para el.

Hizo sus caderas para atrás dejando solo la punta en el ano de menor antes de volver a empujar y adentrase hasta la empuñadura, en el apretado interior del menor. Los gemidos de Félix empezaron a dejarle la mente en blanco, sus labios se unieron con los contrarios besándolo mientras los embestía bruscamente, tocando la próstata del menor con cada embestida. Sus labios saborearon los del otro mientras sus lenguas se enredaban y luchaban entre si.

Los pulmones del menor pedían oxigeno pero tampoco quería separarse del beso, su corazón bombeaba cada vez mas rápido en su pecho, sus ojos se nublaron y querían cerrarse tenía te respirar o se desmayaría. A regañadientes alejo los labios de Hyunjin y respiro profundamente, las manos de Félix se aferraron a los brazos de Hyunjin aunque sentía que su cuerpo perdía fuerzas con dada embestida. La excitación recorrió la anatomía de ambos, hasta que el hormigueo en el vientre de Félix le aviso que estaba cerca de tener un orgasmo y Hyunjin no estaba lejos de alcanzar el suyo mismo.

Félix alcanzo su liberación primero, corriéndose en medio de los dos, Hyunjin siguió embistiéndolo hasta que estaba en su pintó limite y tenia que liberarse.

—.A-hm, no lo hagas adentro— gimió mientras sus ojos se fijaban en los de Hyunjin.

Mierda, lo había vuelto a olvidar.

Salio de interior del menor para correrse en si vientre, las tiras de semen salieron disparadas hasta que se sintió satisfecho.

El cuerpo de Hyunjin callo sobre el pecho del menor, hundió su nariz en el cuello del menor. Sus colmillos querían clavarse en la piel del menor pero ¿eso era lo correcto? No, no lo era tenía que marcarlo, reclamarlo como suyo y si iba a hacerlo, porque lo quería solo para el, no quería que nadie mas le pusiera una mano enzima. Su cuerpo debía solo ser tocado por el, solo por Hyunjin.

—Espera...— salio de sus pensamientos y tuvieron contacto visual un momento antes que Félix volviera hablar. —no soy un omega… soy la parte defectuosa de uno. Incluso estoy debajo de ellos—. Suspiro

El cuerpo de Hyunjin se tenso ante la confesión de Félix ¿estaba bromeando, no? Aunque el silencio de Félix decía que no era una broma.

—Eres un gamma...— se levantó de golpe.

Ahora entendía muchas cosas respecto a Félix, ahora entendía porque era tan sumiso cuando usaba su voz de mando con el. El porque su cuerpo era tan delgado porque su olor era diferente al de un omega normal

—Por eso mis hermanos me cubren con su olor, no puedo tener un lazo con un alfa—. Suspiro

—Quiero marcarte—. Gruño y lo miro fijamente —la marca te mantendrá con vida por mas tiempo—.

—No quiero, sabes lo peligroso que seria si el lazo llega a romperse.—

La muerte, y también puede ser la muerte para el alfa.

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