Mi corazón palpitaba tan acelerado, que sentía que en cualquier momento este iba a salir, solo podía llorar y gritar de miedo. 

ㅡ ¡NO SE QUIENES SON! 

Mi voz salía lastimera, rota, sollozaba mientras estaba encerrado en ese pequeño cubículo, caí crudamente en mis piernas, grité desde lo más profundo de mi ser. Iban a dañarme. De nuevo los sollozos de la gente estaban en mi cabeza, gritando por ayuda, el uniforme de soldados entró dentro de mi mente; llevé mis manos a mis oídos. Solo escuchaba gritos. 

Tenía miedo, en demasía; todo era un infierno vivido en carne propia, sus discusiones eran ajenas a lo que escuchaba. Solo quería estar en casa con mi madre y mi hermana. 

— Lo dejo a su cuidado, mi general.

El ruido parecía cesar, mi cabeza dolía, una debilidad cubrió mi cuerpo ¿debería estar muerto? ¿Por qué no morí en el ataque? Quería llorar nuevamente, la soledad me atacó, la histeria de momentos atrás parecía haber acabado con todas mis defensas, ahora estaba allí, sólo. 

— No pasa nada, ya se fueron… Sólo estoy aquí afuera. Mientras esté yo nadie más se acercará, así que trata de calmarte. 

¿Calmarme? Cuando quieren dañarme de nuevo, mejor matenme, quiero a mi familia, mi hermana, mi madre. Pero por alguna razón no podía hablar. Mi voz no salía. 

— Inhala y exhala. Oye mi voz, concéntrate en ella y olvida lo demás...

Inhala y exhala, eso decía mi madre, un nuevo recuerdo llegó a mi, lágrimas no cesaron, ya no volvería a verla ¿como la olvidaba? ¿Cómo siquiera olvidaba esto que he vivido? 

ㅡ No…es…tan… fácil. 

ㅡ Entiendo, no somos el enemigo. 

ㅡ ¿Como puedo saberlo? 

Mis palabras salían solas, como si de un susurro se trataba, eran tan ajenas a mi propia voz. 

ㅡ Te doy mi palabra, no voy a hacerte daño. 

Una vez mi madre dijo, "los hombres no pueden mentir y menos si son soldados que luchan por nuestra Nación; ellos Jimin si dan su palabra es ley para ellos" ¿me daba su palabra? ¿Realmente podía creer en él? 

Me levanté un poco con mucha dificultad, abrir el cerrojo del sanitario fue más complicado de lo que recordaba; cuando la puerta se abrió el efímero recuerdo del soldado que me encontró cercano a mi hogar. 

¿Fue él quien me trajo? No tenía ningún arma con él, solo me observaba con rigidez y frialdad, no había nadie. Quería seguir analizando al hombre frente mío, pero mis piernas se debilitaron y el soldado solo me atrapó. Llevó su mano a mi frente y revisó. 

ㅡ Estas ardiendo en fiebre. 

Me cargo muy delicadamente y me llevaba de regreso, no quería, no podía evitar tomar su camisa en con mis manos. 

ㅡ Estaré contigo. 

No quería confiar en el hombre que me sostenía, pero era el único rostro conocido en ese lugar. En ese lugar tan frío y el miedo me calaba hasta los huesos. 

Dos capítulos más de actualización a esta historia, creo que quiero hacerle entre 15 o máximo 25 capítulos.

Espero que les guste, gracias por leer.

Los amoo. Meli_Gonz96.