ᴬᵇˢᵉⁿᶜᵉ
── No logro entender... ── pasaste saliva mientras mirabas atentamente al chico que ahora estaba frente a ti con una posición defensiva, que solo te dejaba en la imaginación su severidad hacia algo ilógico. ── ¿Cómo que no podré irme?
Heimerdinger se había marchado por petición de Ekko, ahora mismo, te sentías atrapada, acorradala en la misma habitación de la de tu depredador.
Él te escrudiño con la mirada, la cual no se había apartado de ti en ningún momento.
── No vas a irte. No está a discusión.
── No entiendo, ¿Por qué no puedo irme?
Intentaste guardar la calma, intentar sonar serena ante la situación, situación la cual no parecía favorecerte en absolutamente nada.
Te pusiste de pie y él suspiró muy pesadamente, como si tú fueras la raíz de su desgracia y todos los problemas existentes en su mundo.
── Me iré, te guste o no te guste.
── ¿Qué es lo que no entiendes? ¿Tu cerebro de Piltilla no te deja entender?
La sangre subió a tus mejillas y sin pensarlo más de dos veces la palma de tu mano terminó en su mejilla, haciendo un sonido sordo que dejó la habitación en silencio absoluto.
Él suspiró con pesadez, con mucha fuerza que sentiste su inhalación en tu rostro, tal vez fue la cercanía, tal vez fue el desespero que estaba saliendo de él con fuerza, pero entendiste que él no iba a perder los estribos.
── No me voy a quedar aquí, yo no pertenezco aquí.
Él rodó sus ojos.
── ¿Que te hace creer que quiero que te quedes?
Se cruzó de brazos, sintiendo como parecías querer tomarlo del cuello de una vez por todas y ahocarlo para dejarlo en el suelo y celebrar a tu manera de niña rica.
Obviamente sentía tu odio salir por tus poros, no le sorprendía. Así reaccionaban todos los de arriba por alguno de abajo.
── te lo voy a explicar en palabras simples para que tu cerebro de niña rica lo pueda procesar ── señaló tu cabeza, siendo cada vez más severo con sus palabras.
Jurabas que tenías tus cejas tan fruncidas que te iba a quedar una prominente arruga en tu frente.
── te vas a quedar aquí, porque muchos de nosotros sospechamos que eres una de las que trabaja para Silco o con los vigilantes corruptos de arriba.
Te miró de arriba a abajo.
── pero no creo que tú inteligencia llegue a tanto.
Antes de poder darle otra cachetada tu mano fue detenida por la suya, sujetándola con firmeza.
── Dos ya son abuso, niña.
── No me llames niña.
Te acercaste a él, con tu notable ira saliendo de tu respiración agitada completamente. Estabas tan en desacuerdo, pero entendiste que por más que lo intentarás él, él jamás iba a creerte alguna palabra que saliera de tu boca.
── Yo no me atrevería a meterme con ustedes, no me compares con los tuyos, no recurro a la violencia como solución.
Él también se acercó a ti, haciendo que peligrara la poca distancia entre ustedes.
── Comparar a mi gente contigo sería insultarlos.
Se fue, cerrando la puerta con fuerza para dejarte sola en aquella habitación vacía.
Pateaste la nada. Sintiendo la frustración corriendo por tu sangre hirviendo.
No podías creer que por ser buena persona terminarás en un lugar desconocido y con personas que te habían tratado como una amenaza. Como la peor de todas.
──────
Ekko se sentó sin cuidado mientras pasaba sus manos por su rostro repetidas veces, sintiendo como su ojo izquierdo tenía un tic persistente y muy molesto.
Suspiró pesadamente y abrió una de sus libretas para empezar a garabatear algo y así poder desestresarse un poco, porque de verdad, lo estaba necesitando.
Tal vez planear un nuevo ataque a los cargamentos de Brillo o tal vez un nuevo artefacto para los Firelights, algo, lo que fuera.
De verdad se sentía desesperado por una solución a su dolor de cabeza.
── La señorita ___ va a ser de gran ayuda, estoy muy seguro de que hará grandes aportes para su comunidad, joven Ekko.
Ekko negó completamente, girandose hacia la dirección del profesor, quien acababa de entrar.
── Profesor, estoy seguro de que lo único que nos traerá son problemas.
Él negó sonriendo.
── tiempo al tiempo, joven Ekko.
"Tiempo al tiempo"
Uffff, segundo cap, para ser sincera
Me gusta mucho hacerlos los peores enemigos del mundo jsksks
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro