Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

XVI

Espresso había llegado al palacio, miro ese gran edificio, cierta zona se encontraba en construcción, el moreno de grandes anteojos camino con calma hasta el interior de este con la intención de hablar con el monarca.

Sin embargo tras la ausencia del monarca, estaba Dark Choco como aquel que daba las órdenes en ese lugar. Para el moreno no fue impedimento y de manera elegante logro llegar hasta el principe, quien fue llevado a los jardines, disfrutando de una cálida cita con aquel albino.

El sirviente se alejo tras dar el aviso, el principe solo miro al erudito, solo para comprender a qué se debía la visita.

— Buen día su majestad, es un honor conocer al descendiente de al trono de la nación.

Los elogios llegaron, pero Dark Choco sabía las intenciones de este erudito, no por nada tenía aquella presencia sobrenatural sobre el, incluso de manera tranquila le pregunto, directamente.

— ¿A qué has venido?

— Perdone, pero solo es simple, salir de la nación.

— ¿Que? ¿Salir?

— Si, el estado de Pure Vanilla no es bueno ¿Verdad? Incluso los cientos de médicos y curanderos de la nación no han podido sanarlo ¿No?

— Cierto, pero ¿Que tiene que ver eso con esto?

— Que saldré de aquí, para buscar la cura fuera, en el propio pueblo de Pure Vanilla.

— Mmm...  No lo sé, se supone que esos tipos de decisiones la toma el emperador, ya que eres uno de los más allegados con alto conocimiento.

— Entiendo, si quieres podrías comentarle, incluso se bien que el podrá aceptar. Ya lo verás.

El principe dudaba de aquello, sentía que eso no sería nada bueno, que solamente traería más problemas, pero a menos debía intentarlo. Dió un suspiro, solo para ver al mencionado erudito y afirmó.

— No es necesario pedirle una duda, puedes ir, yo estaré hablando de esto.

— Muy buena decisión mi príncipe.

— Pero antes de que te vayas, debo decirte que debes de llevar a alguien más, te dejare con Red Velvet.

— ¿Disculpa? No es necesario tener a un soldado.

— No es un soldado, es un guerrero de elite. Prontamente general de las líneas principales, así que no me reproches y aceptarás de lo contrario seguirás estando aquí.

Tras aquellas palabras el erudito se fue, estaba algo irritado por tales palabras, se sentía un molesto al pensar que sería debió, cuando llegó a casa colocó lo necesario en su maleta, sería suficiente.pars poder emprender el viaje sin problemas.

_

El erudito llegó al lugar donde partiría, su maleta estaba encima,  busco con la mirada al mencionado soldado, solo viendo a un joven enano de piel morena con cabellos oscuros y un mechón blanco.

El erudito siguió de pie por unos momentos una seña de que no era responsable y antes de subir a dicho carruaje escucho una voz que reconoció a duras penas.

Cuando se giro lo miro, estaba detrás de él, mientras le ofrecía su mano a ayudarlo a subir, el erudito sintió enojo ante aquello, ya que no era una dama para tales situaciones, sin embargo termino por aceptar al tener la mirada sobre él, aún.

Tras subir y entrar tomo asiento, solo para escuchar la orden de ese hombre y así emprender el largo camino hasta aquel pueblo flotante.

_

El camino había sido largo, pero finalmente habían llegado, sin embargo antes de llegar al dichoso lugar, llegaron a la pequeña aldea, en dónde vive Black Raisin.

El erudito bajo miro con cuidado a la gente, sobre todo a esos guerreros que la misma Black Raisin, los jóvenes guerreros le demostraron una emoción, se acercó a este saludando de manera emocionada.

— Bienvenido, hemos esperado la llegada de Black Raisin y el joven curandero.

— Bueno...

El erudito demostró cierto nerviosismo, a decir verdad la situación era difícil, no podía decir que Pure Vanilla había caído maldecido, mientras que Black Raisin lo protegía mientras el monarca no se encontraba cerca.

— Todo está bien ¿Cierto?

— Claro que está bien todo, solo he venido para hablar con el general.

— ¿El general? Sera complicado que lo veas, el no a bajado, ni siquiera a vigilar.

— Entonces tendré que subir de todas maneras.

Susurró, está vez mirando hacia aquella ciudad sobre el cielo. el joven erudito miro los alrededores viendo cómo la poca vegetación se iba marchitando, dando una seña de que el lugar dependía de la vida del mismo rubio.

— ¿Por qué? Ellos no lo van a recibir.

El joven guerrero hablo, demostrando la realidad y es que el erudito sabía de eso, más si se vieron cuenta del ejército que estaba por atacar. Aún así tomo una decisión debía ayudar al monarca a salvarle la vida a su amado.

— Tranquilo, todo se va a resolver, incluso subiré ahí arriba a explicar algunas cosas.

— ¿Cómo subirás? ¿Usando tu magia?

La voz de Red Velvet le demostró una cierta autoridad, haciendo que el erudito solo negara, su magia no sería suficiente, podría elevarse pero no a tal tira como la que estaba aquella ciudad.

— Llamaremos la atención de los dispositivos que envían aquí, solo somos seis, no será nada dificil.

— Espero y tu mentalidad se suficiente buena, no quiero poner en riesgo a todos ustedes.

— No te preocupes no me equivocaré.

El erudito miro con atención y es que está perdona que tenía enfrente tenía la apariencia de ese general de magia de luz, cosa que en algunas ocasiones sintió cierta pena o vergüenza.

No pasó mucho, cuando un dispositivo bajo de aquel palacio, inpecciono todo el área hasta que logro detectar al pequeño grupo de soldados del reino cacao.

Lanzando una seña de posible ataques internos.

_

El general miro con sorpresa al ver en ese cuadro del televisor la presencia de su amado, ¿Acaso regreso para quedarse con él? ¿Que haría el ministro si lo descubre?

Estaba por salir, de no ser por ver a ese hombre de ojos zafiros que se colocó enfrente del erudito, protegiéndolo de todo aquello que se atreviera a atentar contra ello.

Esto le hizo sentir extraño, ya que nadie más podía hacer tal cosa a menos que fuera él, para cuando se dió la vuelta e ir a buscarlo se detuvo en seco al notar la presencia de ese ministro, quien le dedicó una sonrisa, sin embargo había visto las emociones de ese general ante esos dos, incluso miraba con detalle a la persona de hebras castañas oscuras.

— ¿A dónde va querido general?

— Iba a destruir a esos invasores.

— Pero... ¿Que clase de invasores son aquellos que llevan un erudito? Sería interesante saber que es lo que buscan ¿No crees?

Madeleine quedó en silencio, no le gustaba la idea de que el mismo ministro conociera a ese erudito, sabía que tramaba algo. Sin escuchar alguna queja más, el ministro dió orden de que esos "invasores" fueran llevados a la zona de los jardines, en dónde los esperaría junto a ese general.

Clotted caminaba y una vez en la puerta acomodo su atuendo, se giro hacia el general y ayudo a comodarle aquel atuendo.

— Como mi general debes de verte elegante, no podemos dar mala impresión a la gente de fuera. ¿Verdad?

Madeleine solo afirmó, no le quedaba de otra. De manera suave y tranquila camino hacia afuera, finalmente mirando a ese pequeño grupo, el erudito y el general se miraron por unos segundos, algo andaba mal, podía sentirlo.

— Bienvenidos sean invitados. ¿A qué se debe su visita?

La voz de Clotted fue escuchada, tal parece se había dado cuenta de la esa mirada.

— Hemos venido a ver a la reina. ¿Podemos verla?

— ¿Ver a la reina? ¿Con que tipo de objetivo?

— Hablar acerca del descendiente de la familia real. Pure Vanilla.

Clotted quedó sorprendido, aunque pronto aquella sorpresa le hizo tranquilizar en lo más mínimo.

— No te burles de los personajes más importante de una nación vecina.

— No es una burla, nosotros tenemos a la persona...

— No digas tonterías, la familia real murió en esa guerra.

Una voz nueva hizo acto de presencia, se trataba de la reina, una mujer de cabelleras albinas y unos hermosos ojos color rubí. Sin contar que si vestido eran en tonalidades verdes y su centro era una flor con una bella gema esmeralda.

— Debe de escucharnos alteza, el joven Pure Vanilla necesita su ayuda, está pasando por algo que es incurable por médicos y curanderos.

La voz del erudito sonó sería y es que la chica Black Raisin le había comentando que hace tiempo la familia real se curaba entre ella en caso de que alguno de sus familiares saliera herido o tuviera alguna enfermedad, esto lo sabía porque incluso logro escucharlo entre rumores.

— ¿Estás tratando de mentirle a una nación?

La mujer de nuevo volvió a hablar, comenza a molestarse por eso. El ministro no decía nada en absoluto estaba conciente que algo no andaba bien, por ende guardo silencio.

— Es que usted no entiende, Pure Vanilla está muriendo. Necesitamos que nos ayude, usted es familiar de él ¿No?

— Necesito verlo para creerlo, no dejaré mi reino en absoluto.

— Nosotros hemos estado diciendo la verdad.

Red Velvet se colocó a lado del erudito, cosa que sorprendio a la mujer a Espresso y a Madeleine, quien no espero que fuera ser de apoyo, cosa que la mujer le molestó.

— General, ¿Como osa permitir que alguien inferior me hable de esta manera?

— Mi alteza...

— No me repliques, solo defiende tu reina y tu nación, no seas una burla para la casa Madeleine, ni siquiera tu madre logro hacerlo bien.

Madeleine siguió de pie, no iba atentar contra aquel grupo pequeño, solo quedó frente a estos dos, incluso miro con irritación a Red Velvet que parecía proteger muy bien a Espresso.

Antes de que pudiera hablar y negarse, algo lo indujo a atacarlo, su mente de nueva cuenta fue corrompida, su mirada volvió a ser roja y su gema fue cambiada a roja, seña de que alguien había estado controlando a ese rubio, sin contar que el ministro aún estaba en silencio, deduciendo si eso era real, incluso los consejeros de la corte imperial tendrían que saberlo, los viejos sabio tendrían conocimiento acerca de esto.

— Mi alteza, debe detenerse, debe de saber que si algo le sucede a estos hombres el reino vecino solo vendrá a atacarnos, nuestro ejército no está capacitado para una guerra de una magnitud tan grande, ni siquiera en la antigua guerra que devastó el pueblo en el pasado fueron salvados.

Clotted hablo, mientras a lo lejos se miraba como el general y el ese soldado Red Velvet combatían, la mujer comenzó a dudar ante eso.

— Sería más preferible atraer a ese mencionado "príncipe", sino es así podremos castigarlo por mentirle a la corona Vanilla. Sin tener un ataque de parte del reino vecino.

La mujer finalmente comprendió, así que ordenó a su general parar el combate.

— Bien, supongo que estaría bien, envía una carta, los tendremos como nuestros invitados. Lo envíe una carta al reino y si tiene a nuestro amado príncipe deben de traerlo ante nosotros, queremos ver si es el verdadero.

Tras decir aquello la mujer se fue pero no se fue sola, sino el ministro se había ido, mientras el general le daba una mirada de molesta a ambos.

La reina y el ministro caminaron al interior, no sin antes la reina darle una última orden.

— Después de que haya escrito la carta y la envié, los encierras en las celdas, no podemos dejar que ellos se marchen por gusto.

Dijo de una manera indiferente, dejando solo al ministro, mientras que la mujer realmente temía que fuera real, más si ese príncipe era protegido por ese emperador, de seguro seria algo malo, conocía la antigua relacion de esos dos, sin embargo no pensó que ellos dos lograran encontrarse si eso era cierto. Sabia que ese reino vecino era demasiado poderoso debido a sus gran poder. Incluso los antiguos monarcas demostraban gran potencial y en efecto, un solo gobernante había logrado destruir la mitad del reino Vanilla, por ende temía que ahora fuera peor. 

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro