I
El reino del Cacao y el reino Vanilla, disfrutaban de una inmensa paz.
Ambos reinos tenían una alianza como ninguna, no había molestia entre ambos.
Tanto era su alianza que incluso las familias imperiales disfrutaban sus convivencia.
Un día cualquier el joven príncipe del reino del cacao, visito por primera vez el reino de Vanilla. Viendo por primera vez al futuro heredero del reino aliado.
El príncipe miraba en silencio, el heredero del trono de Vanilla jugaba con los pequeños animales de dulce, que había en aquella zona, Cacao observa, no sabe como que decir y a pesar que su padre se encuentra a su costado, es dejado en aquel lugar para que formalice con aquel niño rubio.
Mira desde lejos el rostro de ese joven heredero, la poca expresión de miedo o estrés no es notoria, comparado con él que ya comenzaba a tener ciertas tareas para futuro gobernante. Por mucho tiempo había creído que ese joven heredero, era una niña, sin embargo sus padres le confirmaron y ahora el mismo confirma que aquel joven es un niño, un niño de finos rasgos y grandes pestañas blancas.
La mirada de ese joven de cabellos rubios se dirige hacia el príncipe. La suave sonrisa se hace presente, sus ojos bicolores llaman la atención del príncipe que no se atrevió a hablar y de manera disimulada alejo su mirada.
— Hola.
Un saludo amable nació, mientras se acercaba al príncipe de manera divertida mientras sostenía la mano de ese moreno.
— Tu eres el príncipe Dark Cacao ¿Cierto?
Cacao dirigió su vista, la sonrisa de Pure era tan pura que era difícil de encontrar malicia en aquel joven de hebras doradas. Y de manera tímida logro mover su cabeza en afirmativo, haciendo que el rubio se alegrara, puesto demostró una sonrisa y prosiguió a hablar.
— Es un placer conocerte, mi nombre es Pure Vanilla, próximo gobernante del reino Vanilla.
Vuelve a sonreír, mientras hace una leve reverencia, el joven Cacao hace lo mismo y antes de que pudiera hablar o decirle algo es jalado por el rubio, acercándolo al estanque, en dónde comenzó a jugar con el agua, el reflejo del moreno se hace presente en el agua, aun estando de pie.
— Vamos Dark Cacao, no te haré daño, hay que divertirnos.
La sonrisa del rubio fue encantadora, haciendo que el moreno terminará aceptando, tomando asiento, comenzó a escuchar todas las cosas que el rubio decía, las costumbres, las vestimentas, el clima, los gustos del mismo heredero del trono de Vanilla, todo. Para Cacao aquello era algo nuevo y de vez en cuando el respondía diciéndole sus gustos.
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Durante los fines de semana, que pasaban, los jóvenes seguían disfrutando de la presencia de cada uno, a tal punto de andar siempre junto y enviando una serie de carta a sus naciones para seguir conversando.
Un día tranquilo el moreno regreso al reino de Vanilla, llego a los jardines en donde miro a Pure, quien estaba sentando y algo decaído, mientras unos pequeños animales de dulce se encontraba entre las manos de ese joven heredero. Al sentir la presencia de alguien mas, el joven Pure trato de ocultar su tristeza sonriendo con suma calma. Sin embargo no había sido posible ocultarlo, puesto el moreno ya se encontraba a su costado y de manera tranquila habla.
— ¿Qué sucede? ¿Te hicieron daño?
La pregunta nació, buscando una respuesta que fuera capaz de ser resulta, a menos el moreno buscaría una manera de resolverla. Y aunque el rubio demostró una sonrisa, logro responder, borrando esa sonrisa.
— Tengo miedo, el reino que mis padres han fundado, termine en la destrucción, la oscuridad, los ejércitos del mal, hacen de la suya, nuestro reino no es apto para una guerra.
— ¿De qué hablas? Aquí es demasiado tranquilo, no entiendo porque te preocupas, tus padres deben de tener métodos de protección.
— Nuestro reino no es guerrero como el de ustedes, Cacao. Tengo miedo de que todo lo que hemos logrado, un día la oscuridad lo borré del mapa.
— No digas eso. Yo... Yo... Yo voy a protegerte sin importar que. Yo seré tu caballero, voy a entrenar tan duro para ser el que te protegerá siempre.
Puré mira con asombro, aquello le pareció tierno, aunque ¿estaba bien pedirle a un príncipe de otra región ayuda? Sobre todo, esta bien, ¿Qué un príncipe lo hiciera? Él era un heredero al trono, no debía dejar que otros dieran su vida ¿Cierto? A pesar de que el moreno le brindo todo el apoyo, dudo por breves momentos, pero termino aceptando, aunque realmente el lucharía por si solo, para tener su pueblo seguro.
Pure Vanilla sintió el fuerte agarre de sus manos, el moreno parecía brindarle el apoyo que necesita, haciendo que las esperanzas naciera.
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Durante mucho tiempo Cacao logra entrenar, su cuerpo recibía los duros golpes y heridas de sus entrenamientos, los únicos días en que su cuerpo se relajaba demasiado, eran esos hermosos fines de semanas en donde se encontraría con Pure Vanilla. Los jardines de aquel reino de luz, eran realmente hermosas, las flores crecían con abundancia, comparado con el reino del Cacao.
Ese día, durante su estadía, Pure demoro una sonrisa, mientras tomaba asiendo a espaldas del moreno, alejo aquel cabello oscuro, de manera lenta y sin lastimar a su amigo, bajo la parte superior de su traje, finalmente revelando las heridas y marcas de los entrenamientos.
— Ahora que serás mi guardián, seré yo, quien te cuide cuando estés herido, voy a curarte todas esas heridas.
— No es necesario, seré fuerte, aparte pronto van a sanar, así que no...
— Hehe~ Eres gracioso. -interrumpió - Estoy aprendiendo magia curativa solo por ti, he visto que vienes lastimado, por eso, me gustaría intentar sanarte, he aprendido un poco y quiero que tu veas mi esfuerzo.
El moreno termina por guardar silencio, mientras siente esa suave y delgada mano sobre su espalda, esto hace que sienta una sensación incomoda que hace que sus mejillas se ruboricen a pesar de no ver el rostro de ese joven rubio, agradeció internamente puesto se sentiría avergonzado.
— Espero y no te duela, tratare de que nos sea tan doloroso y te guste.
La energía fluye a principio Cacao se sobresalta, haciendo reír un poco al rubio, sin embargo termina por acomodarse de nuevo dejando que ese joven rubio, prosiga su trabajo. Después de que Pure termino, Cacao acomoda su traje, solo para girarse y mirar con cuidado solo para agradecerle, pero el joven rubio termina decayendo un poco, sus ojos se entrecierra, mientras el moreno lo sujeta en un suave abrazo, lo acomoda un poco en su regazo, cosa que el menor parece disfrutar.
— ¿Lo hice bien?
— Lo hiciste perfecto.
Respondió, mientras Puré sonríe débilmente, sus ojos se cierran y decide descansar un poco, esto es notado por Cacao, que lo deja descansar.
Cacao miraba las lindas facciones de ese joven príncipe, iba atesorar ese momento, de manera sutil y suave acaricia como amor la mejilla de este, siente la suave piel de este, aleja su mano, mientras su rostro demuestra un leve sonrojo. Sus ojos lo se alejaban de ese joven, siente la necesidad de proteger a ese joven, por ende entrenaría tanto, no importaría si sufría grandes daños en su cuerpo. Solo quería que ese joven estuviera cuidado, protegido y sin ningún rasguño, poco a poco comenzó a verlo como algo mas valioso, como si se tratara de una gema.
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Han pasado alrededor de 8 años, ocho años de duros entrenamientos de ir conociendo a Pure que ha crecido, que cada vez piensa mas en la paz, mientras que Cacao sigue el camino duro de un caballero, sin detener sus deberes como el siguiente emperador del reino.
Y una mañana, Cacao camino hasta la sala de sus padres, la intención era saber si irían a ver el reino aliado, tenia esa necesidad de ir a verlo, a pesar que sus padres no parecían sospechar de aquello. Sin embargo algo de sentimiento estaba naciendo en ese joven príncipe.
Cuando llego a la sala del trono, en donde se encontraba los padres de Cacao, el joven príncipe hizo reverencia y de manera elegante hablo.
— Padre ¿No iremos al reino aliado?
El hombre mayor miro con calma, se puso de pie y camino hacia el joven chico, colocando su mano sobre el hombro de este.
— Me temo que no hay ningún reino aliado. El reino de Vanilla a sido destruido por completo, lo más seguro es de que la familia real haya muerto.
La noticia fue dura, haciendo que el moreno quedará paralizado de la sorpresa, su mente le hizo recordar a ese jovencito, quien se imagino como alguien había sido capaz de asesinarlo.
— No... No puede ser cierto. Ustedes... -fue interrumpido.
— Nosotros hicimos todo lo que estuvo en nuestras manos hijo, eran demasiados enemigos, los pocos guerreros que regresaron informaron que la poca gente era perteneciente a los ciudadanos.
— Incluso se dio orden de buscar a la familia real, el joven príncipe murió bajo un derrumbe del palacio. Fue escrito en los informes.
Esas duras palabras dichas por los padres dejo a Cacao más que preocupado, su rostro detonó un sufrimiento, sus padres notaron aquello, el padre dio un suspiro, no quería ver a su hijo sufrir por otro reino.
— Lo lamento hijo, hemos hecho todo lo posible.
— Quiero ir... Quiero comprobarlo, tengo esperanzas que el príncipe Puré Vanilla sigue con vida.
— Es una solicitud que voy a negarte, nadie puede ir ahí. Se encuentra bajo decreto de una reina Dark Enchantress. Es una reina despiadada, es mejor que te quedes aquí, hasta que todo pase.
Cacao iba a replicar, aunque no lo hizo, solamente bajo su vista en derrota y salió de aquella habitación saliendo a los jardines, se arrodillo enfrente del estanque que adornaba el hermoso jardín, que estaba cubiertas por la blanca nieve, mientras la poca vegetación que crecía demostraba la fuerza y belleza de ese paisaje.
Sus lagrimas salió, resbalan por sus mejillas mientras se arrodilla enfrente de ese lago semi congelado, notando el leve reflejo, su espada que siempre la sostenía en su estuche la dejo sobre la blanca nieve, suplico mentalmente a las brujas, aquellas diosas que daban la vida, que aquel joven príncipe estuviera con vida. Sus cabellos oscuros cayeron a sus costados de su rostro, mientras daba pequeños golpes al suelo tratando de calmar su frustración.
— No puedes a ver muerto, se bien que estás con vida, prometimos estar siempre juntos... Prometimos que estaría protegiéndote.
La oscuridad, había sido tan cruel, no había sido capaz de protegerlo, ahora lo había perdido para siempre, sintió un enorme hueco en su corazón.
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Tras años de a ver entrenado, tras sufrir demasiado, finalmente Dark Cacao logro su cometido, su padre termino dándole su lugar, antes de morir, puesto sabía que su hijo ya era apto para ser gobernante. Tras todo aquello y nuevas alianzas con otros reinos, Dark Cacao, dio orden de cerrar su nación.
Antes de cerrar su nación, el dio orden de un grupo de soldados de reconocimientos acompañarlo, tenia el gran interés de ir a ese antiguo reino. Cuando llego ese reino lleno de vida se encontraba desolado, el lugar no había plantas como recordaba, en los cielos se encontraba el dichoso pueblo junto al palacio, sin embargo su mirada dirigida hacia enfrente en donde cierta mujer de cabellos oscuros se encontraba de pie. Cacao siente esa mirada de odio, sin embargo no se inmuta ante aquello.
Sus guerreros habían sido tirados por esos guerreros de ese pequeño pueblo que se encontraba cerca.
— Deben irse, ustedes no son bienvenidos aquí.
Ordeno la mujer, quien demostró una suma seriedad en sus palabras. El emperador quien miro al grupo quedo en silencio y antes de que pudiera sacar su espada, una voz suave y alegre se escucho entre los guerreros enemigos. Entre esos guerreros salió un joven de hebras cenizas, sus ojos cubiertos por vendas y una capa de color café, viaje y sucia, usaba un bastón vendando, ese joven demostró un aura de calma, seguridad para todos aquellos aliados, una vez que quedo enfrente Black Raisin quien parecía protegerlo, Cacao miraba con cautela, sin decir ninguna palabra.
— Debería quedarse atrás, podría ser peligroso.
— No te preocupes, estaré bien. Estamos todos bien, puedo sentirlo.
La suave voz y sonrisa fue una calma para los habitantes quien solo intentaban ocultarse y solo los guerreros del pueblo se encontraban enfrente. Black Raisin miraba con recelo de como ese joven curandero camino hasta quedar lo suficientemente cerca de aquel emperador que montaba a caballo.
— Usted va al reino de Vanilla, ¿Cierto?
Cacao miro al sujeto, sin embargo cambio su vista hacia dicho lugar, solo para regresar la vista hacia aquel joven curandero.
— Ese no es el reino de Vanilla.
Joven quedó en silencio, aunque pronto volvió a sonreír.
— ¿Por qué dice eso? Todos los habitantes llegan ahí, bueno, aquellos que son invitados, nosotros somos los olvidados.
— No tengo interés en llegar ahí, ya no...
Digo lo último, giro su caballo, listo para marcharse, mientras sus soldados, aquellos que había caído en combate se ponen de pie algo heridos. Su regreso sería rápido y seguro, pero Cacao no tomo en cuenta esos extraños artefactos, haciendo que los guerreros del pueblo atacarán dichos dispositivos, el joven curandero se preocupa y tratando de ayudar a sus guerreros, Cacao miraba aquello y de la misma manera da orden a sus soldados de dar apoyo ante aquellas adversidades.
Eran demasiado y aquel joven curandero se acercaba a socorrer a sus guerreros, no había tomado en cuenta los enemigos de no ser por Cacao que defendió enormemente, logrando alejar a esas máquinas de ese sitio, pero a base de eso, ayudo a proteger a ese curandero de un ataque, recibiendo el duro golpe en su espalda. Mientras se aferraba al cuerpo de ese joven, esté quedó sorprendido, la reacción y acción de aquel sujeto lo había dejado estático.
Cacao quedó inconsciente, mientras la victoria estaba segura, el curandero que aún lo sostenía en brazo logro mirar la herida, las largas hebras oscuras las había alejado, solo para mirar a detalle la herida, colocó su mano sobre está he intento todo lo posible. Las maquinarias que habían sido aniquiladas, solo quedaba la opción de ayudar a ese emperador.
— ¡Emperador!
Exclamó, un soldados Caramel Arrow. Una joven guerrera que apenas se enlistaba en la tropas de reconocimiento, mirando como ese curandero lo sostenía, el curandero hacia su trabajo de como la magia brillante y dorada salía de su mano, sanando poco a poco al gobernante.
— Necesita reposo. Es una herida muy grave, puedes quedarse aquí si ustedes gustan.
— No diga tonterías, nos iremos, los médicos imperiales curarán al emperador.
— Si él se mueve podría ser fatal, por favor.
El curandero finalmente termina, la guerrera mira con miedo, podía notar como su emperador seguía inconsciente, así que de manera tranquila y dando un suspiro acepto. Los guerreros del reino del Cacao, terminaron por quedarse ayudaban a la gente a menos a esos guerreros a quitar esas extrañas maquinarias, que Black Raisin quitaba algunos artefactos, solo para colocarlos en algunas casas como apoyo.
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Hola gente hermosa.
Regrese de nuevo con este capitulo.
Lo volví a rediseñar, colocando algunos detalles mejores y sin que se vieran tan estúpidos, porque lo volví a leer. xD Encontré algunos párrafos que especificaban la misma acción en diferentes oraciones xD pero a base de eso, nació mas contenido, escribí alrededor de 2,500 palabras, ya que el anterior solo era de 2,100 palabras, así que espero y si les haya entretenido la primera versión, ahora se supone que quedo mejor y bien escrito, en caso de que haya un error, quiero disculparme, usualmente mi móvil no corrige a menudo y se supone que no suelo equivocarme, aun así escribí lo esencial. ^^
Espero que les haya gustado, si les ha gustado, seguiré con este pequeño proyecto. Por el momento me doy un leve descanso, pero seguiré planeando la historia escribiendo en pequeños borradores para no perder la idea principal.
Muchas gracias por leer, por comprender y por todo.
Hasta la próxima actualización.
<3
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