𝟭𝟯
La ÚNICA hija de Sakura y Kazuha lanzó su celular con cuidado al sillón frente a ella.
Cruzó ambos brazos frente a su pecho, tenía sentimientos encontrados con eso de hermanos, cosa que nunca, lean bien, NUNCA pensó. Por que si, quería que sus mamis volvieran a estar juntas y según ella, iban en buen camino.
Ya se había cumplido poco más de una semana desde que Kazuha había llegado y siempre después de terminar su trabajo, iba a visitarlas, le llevaba un regalo a su hija y pasaba horas conversando tranquilamente con Sakura sobre lo que fué su vida como madre soltera.
También las invitaba a comer, las llevaba a lugares bonitos o simplemente pasaba tiempo con ellas en casa.
Habían ido a cenar por primera vez hace ya cinco días, después de que su querida mami Sakura le haya mostrado a Kazuha fotos de ella en pañales y ridículos trajes de osos, dinosaurios y esas cosas que les ponen a los bebés cuando los pobres no pueden ni hablar, así que solo les queda aguantar la humillación y lamentarse de existir cuando son jóvenes y ven las fotos.
Un hermano, si claro, su mamá no estaba en edad para tener un hijo, ¿verdad? Digo, tiene 36 años, a los 40 ya es más complicado tener un bebé, pero no imposible.
Eunchae se golpeó la cabeza con una almohada varias veces, tratando de sacar esos "ridículos" pensamientos de su mente. Ya iba a cumplir 17 años, no podía seguir comportándose así.
Mentira, si podía y lo haría.
Aparte, ¿qué era eso de Taehyun y Sihyeon? Hay nombres mejores y a pensamiento de Eunchae, más lindos que esos. Si llegaba a tener hermanos, que Dios ni Satanás quieran eso, estaba segura de que sus madres ni siquiera le pondrían así.
Dejó de pensar en eso, escuchaba levemente las risas de sus madres desde la cocina, Kazuha estaba ayudando a hacer la cena, claramente, se quedaría a cenar con ellas, una bonita cena en familia para la pequeña Eunchae.
Estaba más que feliz, una gran sonrisa se dibujó en su rostro, una cena con Sakura y Kazuha era más que un sueño realidad y nada echaría a perder su tranquilidad.
Hasta que tocaron la puerta.
Eunchae miró extrañada a su lado, ¿Esperaban a alguien? Lo dudaba.
Curiosa, abrió la puerta y vió a dos ¿pelinegras? ¿En que momento su amiga había dejado de ser rubia? la cosa es que la esperaban con una gran sonrisa en el umbral de la puerta.
— ¡Son mis mamis! No de ustedes —Exclamó la menor de las tres—
— Haremos que nos adopten —Concluyó Chaewon, recibiendo un asentimiento por parte de Yunjin—
que bonita cena en familia se viene JANDBZKNSNDND
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro