ꦃ ྲྀ🦋◌ᝢ11.
| Capítulo Final |
Narrador Omnisciente.
Yuriko nunca había juzgado a las personas que tenían adicciones, de hecho, las compadecía, el vivir con una adicción pegada a tu vida; sin el valor u oportunidad de poder alejarte de esto le causaba lastima y pena, quizá las personas lo querían dejar, quizá intentaban mejorar en eso...
O quizá si lo necesitaban.
Tal y como ella ahora mismo, requería de aquellas pastillas para dormir, las sentía como algo indispensable en su vida, sin ellas no podía dormir, sin ellas... ya no podría verlo.
Nunca pensó que aquel tan imaginario amor la llevaría a cometer tal locura.
Mucho menos le sorprendió cuando le dejo de importar todo lo demás, de un momento a otro las tan valiosas acciones que su padre había logrado cuidar empezaron a caer, su dinero empezó a perderse, la belleza de su madre desapareció. En un principió pensó en alguna clase de brujería...
Mas cuando aquel grupo de chicas que la había agredido había desaparecido de un día para el otro, y todavía se hallaban buscándolas, cuando aquel hombre del supermercado que la molestaba de un momento al otro decidió que su vida ya no tenia tanto valor como para seguir disfrutandola, pensó que tenia un angel guardián, uno muy sádico...
Pero desechó la idea al segundo, una persona como ella no podía tener un angel guardián, no... no cuando lo único que le salió fue una risa al enterarse de aquel suicidio, no cuando sintió alivio por la desaparición de esas jóvenes... se había quedado sin emociones penosas o lastimeras, y realmente no le importaba.
(...)
Neito sonrió cuando vio a aquella blanca mariposa volar hacía lo alto.
—Es muy tarde... —susurro al ver a aquella azabache sonreír levemente al arrancar una rosa—, el momento esta llegando y no pueden evitarlo...
Fue lo único que pudo decir, para luego desaparecer, pues su amada azabache había caído rendida ante el sueño, luego de tomar una de esas tan valiosas cápsulas.
Minami nunca le presto atención a los efectos secundarios de las pastillas, y se arrepintió, la somnolencia repentina no le favorecía no cuando se encontraba en la escuela...
Sus ojos empezaron a pesar, y su cuerpo empezó a ponerse débil, el timbre de la campana la hizo sonreír levemente, una pequeña siesta no le haría ningún daño, o eso pensó...
Respiró profundamente al sentir sus alas ser liberadas de aquellas tan pesadas cadenas.
Sintió una fuerte calidez rodearlo.
"—Si Monoma Neito hubiera tenido un juicio justo, el todavía seria uno de los seres celestiales mas alavados"
Shinso sintió su piel temblar levemente ante tales recuerdos, quizá ahora si podría obtener ay final feliz con aquella chica.
"—No desperdicies tu oportunidad"
Sonrió para si mismo, y antes de ir a ver a su amada, decidió hacer una visita a aquel rubio que antes fue tratado como su hermano.
Que mala elección...
Yuriko no había sentido tanto dolor nunca, su cuerpo dolia, y aquella sangre que caía; por su nariz y labios eran grandes pruebas de eso.
Deja fluir aquellas lagrimas que sus hinchados ojos dejaban salir.
Solo se descuidó un segundo, se quedo dormida, su profesora descubrió que tomaba pastillas para dormir, y por supuesto sus padres también.
¿Por qué dormir era tan peligroso para ellos?
Solo quería dormir y estar con Neito.
Mientras leía con cautela aquel paquete nuevo de pastillas una cruel y triste decisión cruzo por su cabeza.
—Sabes que siempre eh adorado la vida... —comenzó hablando le rubio—, hice todo lo posible, porque en el pasado, Yuriko tuviera una vida larga y plena... sin embargo ahora tengo su alma colgando de un hilo...
—Monoma...
—¿Sonará muy mal si digo que solo la quiero a mi lado?
—Deja que viva toda su vida... la vida es hermosa —comentó Hitoshi.
—La vida es hermosa, pero algunos piensan que la muerte es mucho mas hermosa... —susurró con melancolía, sus grises ojos pronto se empezaron a cristalizar.
—No importa si muere o vive, ella en todas sus vidas se ha enamorado de ti... —aquello llamo la atención del rubio.
—Soy el ser mas egoísta del mundo, digas lo que digas la quiero a mi lado, sea donde sea.
—Hace treinta años, cuando tu juicio se llevo a cabo, alguien le comento que te habían arrancado las alas... que ya no vivirías en el paraíso. —Monoma lo miró sin entender—, días después se suicido... —aquello dejo en parálisis al rubio—, su alma dejo su cuerpo en un puente a media noche, lo último que dijo; "Prefiero correr hacía la muerte y huir de la vida, pues que clase de vida te obliga a alejarte de lo que amas"
—Que triste sería —se limito a susurrar el ojigris.
—¿Qué?
—Que terminé de la misma forma en todas sus reencarnaciones...
Aquellas palabras dejaron a Hitoshi con el corazón vacio y el alma helada.
—Ve y sálvala, no negaré que anhelo el que ella este a mi lado, pero si tu puedes salvarla no haré nada para detenerte. —susurro mientras empezaba a alejarse de él— vuela y déjala vivir.
Shinso no espero más y como una suave brisa desapareció del lugar...
...
—Angel ingenuo... —Neito río mientras limpiaba suciedad inexistente de su negro traje—, palabras tristes y tontas que nunca lograran convencerme...
Y en ese momento todos los demonios presentes festejaron, pues se hallaban a segundos del final.
Nuevamente detesto la diferencia de tiempo que existía entre el mundo de los inmortales y los mortales... mientras el volaba en un segundo en la tierra pasaban cinco minutos.
Transformado en una blanca mariposa ingreso a aquella habitación.
Como polilla aplastada cayo al suelo luego de ver todo frente a sus ojos.
Aquel pequeño y cálido cuerpo que tanto amaba se hallaba en los brazos de su progenitor, pálido, frío... y sin vida.
Había llegado tarde...
》"Cuando un ser celestial presencia los segundos de muerte de su único amor mortal... se queda sin corazón"
Que irónico podía ser todo en algún momento...
》"Puede elegir entre morir con aquel al que tanto amo, siendo atados por la eternidad, o vivir en soledad eterna"
Pues aquel que en un pasado la quería llevar a la muerte ahora deseaba que viviera.
Y aquel que en el pasado había hecho lo posible por que ella viviera...
—¡Cariño! —gritó Neito mientras se acercaba a abrazarla—, Yuriko, regresaste a mí... —soltó acariciando la fría mejilla de la chica.
... ahora la guiaba a la muerte.
—No quería alejarme de ti. —susurró ella, ignorando por completo el hecho que ahora llevaba un largo y negro vestido.
De un segundo a otro los ojos del rubio y la azabache tomaron un color carmín, mucho menos tomo en cuenta el cuando un pequeño anillo se colo entre sus dedos, uno tan blanco y puro.
—No dejaré que te vuelvas a alejar. —y la besó.
Que hermoso podía ser aquello... un beso que le devolvió toda la energía perdida, aunque ,a decir verdad, se la estaba quitando, un beso de la muerte podía ser la forma mas dulce de morir.
—Te vez hermosa...
───❛❛Sin duda, era realmente hermosa... la muerte era realmente hermosa ❜❜
ஓீ❥Finঔৣ
Aksbxkanxkshjdja
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