5|•Omegaverse
Escenas +18 más adelante, no es tan explícito como esperan.
Disfruten uwu
━━━━━━━༺۵༻━━━━━━━
—Izuku, ya llegué.
Al inicio no escucha nada, pero luego pasos lentos resuenan en el piso de madera mientras se cambia los zapatos y deja las cosas a un lado.
La puerta corrediza se abre y se puede ver como un chico pecoso sale de este con una gran sonrisa lo recibió.
—Bienvenido, Shou-chan.
Como ya tenía puestas las pantuflas ingresó de lleno en el recibidor para abrazar a su esposo, con quien vivía felizmente desde hace tres años cuando cumplieron su quinto aniversario de noviazgo, para besarlo por toda su cara hasta sus labios.
—¿Estás bien? ¿No estás cansado? —preguntó preocupado al ver al pecoso levantado.
—Estoy bien —sonrió para tratar de quitarle las bolsas que había vuelto a recoger el bicolor—. Es más, te voy a ayudar.
—Ni lo sueñes —dejando a su esposo atrás ingresó hasta la cocina con las bolsas para apoyarlas en la isla en medio de esta. Al ver al pecoso acercarse a paso lento con una mirada de leve regaño Shouto suspiró—. Ya lo sabes, la doctora dijo que no debes cargar nada de peso —aclaró empezando a sacar las cosas.
—Estoy esperando cachorros no estoy inválido.
Claro, solo eran cachorros, pero no era solo uno.
—Nada de sobreesfuerzo, puedes lastimarlos y lastimarte tú.
Ya cansado de ellos Izuku bufó para volver a su sitio en el sofá con forma de ele en la sala donde estaba viendo una novela. Desde que había pedido su permiso por maternidad no sabía qué otra cosa hacer. Su esposo no lo dejaba moverse mucho más que cuando salía a correr en las mañanas, esa era toda su actividad física y a veces se cansaba tanto que lo dejaba por días.
Esa tarde pensaba pasarla "molesto" con Shouto, pero cuando sus sentidos olieron katsudon hizo caso omiso a su berrinche para disfrutar de su platillo favorito que por suerte sus pequeños sí le dejaban comer, aunque el deseo de soba frío y emparedados de carne con gelatina como cena eran más constantes que nada.
━━━━━━━༺۵༻━━━━━━━
Hace mucho tiempo Todoroki Shouto había sido nombrado por su padre como su hijo perfecto. El alfa perfecto.
Cuando de niño escuchó eso pensó que sería algo positivo y que si cumplía con lo que su padre le pedía podría ver a su madre feliz y sin heridas o moretones en su pálido y delgado cuerpo. Pero su pobre mente infantil no notó las intenciones maliciosas del hombre que lo alejó de sus hermanos porque estos eran un beta, una omega y un alfa débil, y si bien aún no se presentaba como tal recibió la educación de un alfa que le asignaron soportando mucho dolor.
Luego del accidente con el agua hirviendo y su madre tuvo miedo de qué pasaría con ella si él no se presentaba como un alfa. En varias circunstancias sufrió ataque de ansiedad por pensar en eso, mas nadie se enteró.
Cuando se presentó como alfa se sintió aliviado, aunque su calma fue momentánea ya que le explicaron junto a su padre que era defectuoso.
Al parecer no emitía feromonas ni tampoco las percibía, se podría decir que no tenía ni siquiera un celo. Esto al parecer era símbolo de que lo más probable es que tuviera bajos niveles de esperma al momento de eyacular. A sus trece años aprendió que era estéril. Un alfa estéril.
No es necesario decir que Enji estaba enfurecido y de no haberse dejado golpear probablemente sus otros dos hermanos mayores habrían sido parte de esto. Si podía usar su fuerza para proteger a su familia de su padre lo haría.
Con ese pensamiento se desarrolló un odio inmenso hacia su padre y un complejo con que nunca podría tener una familia ni con una omega o una beta.
━━━━━━━༺۵༻━━━━━━━
Casi siempre ocultaba las palizas que le daba su padre bajo la ropa, pero hubo una vez que no pudo esconderlo. Con una gasa en la mejilla y un vendaje de su codo hasta la palma de su mano izquierda apareció en su salón de clases en su primer año en Yuuei.
Nadie preguntó por las heridas que llevaba, y de alguna forma agradecía aquello. Las clases fueron normales, sin ningún problema a decir verdad, aunque una punzada en su cabeza estaba presente desde un buen rato atrás. Ninguna persona lo había citado para alguna absurda confesión que era obvio rechazaría. No quería amigos y mucho una pareja que lo abandonaría por ser un defectuoso.
Al terminar el horario escolar no tardó en irse, y aunque Aizawa le cuestionara luego de una mentira sobre que se cayó de las escaleras en casa se pudo retirar. No sin antes pasar un rato por la enfermería para ver si podían darle una pastilla para el dolor de cabeza que tenía desde hace unas horas. Todo estaba bien cuando llegó, claro, de no ser porque vio a uno de sus compañeros en el lugar acomodando algunos medicamentos en un estante.
Este, al escuchar que la puerta fue abierta, se giró sobre sus talones.
—Oh, Todoroki-kun, ¿qué haces aquí? —preguntó el chico dejando lo que hacía para acercarse.
—No, nada, busco a Shuzenji-sensei —dijo refiriéndose a la enfermera. No entendía qué hacía allí el chico tampoco—. ¿Qué haces aquí, Midoriya?
Un omega el cual era representado por el verde, desde sus ojos hasta sus cabellos, uno de los más codiciados de toda la escuela por su extraña y peculiar belleza y olor. Decían que él siempre tenía un olor distinto según el alfa y se rumoraba que por eso no encontraba al indicado. Claro que nunca siquiera se acercó a su compañero de esa forma, aunque de ninguna realmente.
—Ayudo a Shuzenji-sensei. He venido tantas veces por mis heridas que deseo pagárselo de alguna forma, así que vengo algunos días en la mañana o en la tarde —el chico retomó lo que hacía y entre lo que guardó un cajón abajo sacó un pequeño pedazo de gasa y alcohol—. ¿Puedo ayudarte en algo en lo que sensei viene? —le sonrió.
Le explicó que solo quería una pastilla para el dolor de cabeza y Midoriya entendió, pero le ofreció acomodar correctamente su vendaje y cambiarle la gasa. Trató de negarse sin éxito, el pecoso era demasiado obstinado como para hacerlo. Así que luego de que le diera una pastilla y un vaso con agua estuvieron unos minutos en lo que Midoriya se hacía cargo de él y sus heridas. De cierta forma agradecía aquello, ya que no era bueno con nada respecto a la enfermería o el cuidado de daño físico.
El pecoso se hallaba envolviendo una nueva venda alrededor de su brazo con cuidado y concentración, él solo lo observaba hasta que se percató de que tenía curitas en todo su brazo izquierdo y un vendaje en su mano derecha aunque más abajo podía apreciar pequeñas cicatrices.
—¿Cómo te hiciste esas heridas? —preguntó.
Sintió como Midoriya se crispaba aún con la mirada en el cuidado que le estaba brindando.
—Ah, hace poco, en la calle, cuando intenté ayudar a un niño que había corrido por la pista casi fue atropellado —finalizó con los vendajes mientras Todoroki pensaba en si había notado eso en la semana, pero estaba seguro que había visto aquello recién ese mismo día.
—¿Cuando te las hiciste?
—Jeje, hoy en la mañana.
Se sorprendió, cabe aclarar, pero casi no lo demostró.
—¿Y las cicatrices?
—De mi escuela media, me solían atacar mucho por ser omega ya sea para fastidiar o para intentar... —sus ojos verdes se desviaron hacia el frasco de alcohol y tomó un algodón—. Acerca tu rostro, por favor.
Lo entendió, había escuchado que el pecoso recibía y recibe constantes ataques y que siempre era defendido por el beta rubio de carácter explosivo de la clase. Al parecer eran "buenos amigos" desde su infancia.
Pasaron un rato en silencio mientras desinfectaba la herida de su rostro con cuidado y delicadeza. Repentinamente el pecoso habló.
—Todoroki-kun.
—Dime.
—Sé que estas pasando por algo difícil —dejó de desinfectar para luego buscar cinta para la gasa—. Esas heridas son de maltrato, lo más probable es que venga de tu casa ¿no es así? —quiso decir algo, negarlo, afirmarlo, lo que sea; simplemente no pudo—. Esas son cosas que es mejor hablarlas con otros. No quiero inmiscuirme mucho, así que, si deseas, yo puedo ser tu apoyo; estoy aquí para escucharte cuando quieras.
Todoroki no quiso decir nada ahora. Se sentía incómodo, no quería que alguien lo supiera y pensó que lo estaba ocultando bien. Vaya tonto fue.
Su instinto de alfa intentó salir para alejar al omega.
—No es buena idea —dijo tomando la muñeca de Midoriya para alejarla de su rostro—. No sabes si voy a atacarte cuando hablemos, es mejor que no suceda, por tu bien.
Midoriya no se inmutó, solo agachó la cabeza recogiendo el frasco de alcohol entre sus lastimadas manos con una leve sonrisa.
—No creo que me hagas nada malo —se levantó de la camilla donde ambos estaban sentados—. Siento de ti un aroma dulce y amable, sé que no me harías daño.
Sus ojos dispares mostraron su sorpresa.
—¿Qué acabas de decir?
El peliverde soltó una risilla nerviosa a la par que guardaba el pequeño frasco en los estantes de puertas de vidrio.
—Sé que no es posible que los betas como tú tengan un olor, pero es lo que siento proviniendo de ti —porque sí, él se hacía llamar beta por la falta de su olor para ahorrarse las preguntas de sus compañeros sobre eso y nadie lo había notado. Entonces, ¿qué estaba diciendo Midoriya de repente?—. ¿No usarás algún perfume? Es algo fuerte pero tranquilizante.
Solo hizo falta un segundo para que Todoroki acorralara a Midoriya contra los estantes.
—¿Qué olor... Sientes de mí? —cuestionó en un susurro sin creer lo que le decía su compañero.
—E-Eh... Pues, es algo dulce, pero más me recuerda a rosas recién cortadas o... Algo así.
Izuku se veía confundido, en serio no entendía qué pasaba y ver a su compañero con un rostro afligido le hacía sentirse mal.
Sin decir nada abrazó a Todoroki. Pensó que lo necesitaría sin importar la razón de aquellos ojos tristes y perdidos.
━━━━━━━༺۵༻━━━━━━━
Luego de eso se volvieron, poco a poco, más cercanos. Midoriya lo integró a su grupo de mejores amigos y ahora Todoroki no se la pasaba todo el tiempo solo.
Congenió bien con Iida, Uraraka, Asui y Shinso; al final les tomó cierto cariño a todos.
Pero la razón por la que aceptó acercarse a Midoriya repentinamente se debía a que intentaba saber qué tenía de especial el único omega en toda su vida que había logrado captar un olor proveniente de él, y es que ni su hermana o madre habían podido. La curiosidad fue el detonante para su interés en el pecoso de la clase 1-A.
Todos notaron su cercanía, de un momento a otro empezaban a hablar en secreto, lejos de todos. La mayoría pensó que tendrían una relación amorosa, pero el bicolor estaba compartiendo los abusos en su hogar con su nuevo amigo quien no lo juzgaba para nada, él también había sufrido abuso en casa por haber nacido omega. Su padre nunca lo aceptó y los abandonó un año después de presentarse como tal.
Se podría decir que se habían vuelto mejores amigos en esos años que llevaban en Yuuei.
—Hueles a omega —le dijo su padre cuando llegó una noche a su casa luego de ir a la de Midoriya—. No sé porqué lo intentas, ellos no pueden sentir un olor en ti, defectuoso.
Tuvo las ganas de decirle al bastardo de su padre que ese omega lo hacía, pero decidió callar ante la horrible persona que estaba delante de él y el apodo que le había puesto.
Todo fue bien hasta que a mitades de su tercer año en la academia que todo para él y Midoriya cambió.
Una tarde, cuando todos se estaban yendo a sus casas estuvo buscando a su mejor amigo para irse a la estación de trenes juntos. Los demás se habían adelantado hacia allá, así que solo quedaban ellos.
Lo buscó por toda la escuela hasta que por alguna razón su nariz captó un olor muy fuerte, muy fresco y dulce a la vez que, si no mal se equivocaba, provenía de la enfermería.
Sin poder controlarse avanzó hacia donde lo sentía a paso veloz por el pasillo hasta allí para abrir la puerta con una fuerza impresionante. Al llegar vio a Midoriya en el piso sin moverse.
—¡Midoriya!
Se acercó corriendo hacia él, lo sujetó entre sus brazos tratando de despertarlo. El olor entraba por sus fosas nasales hasta lo más profundo de su ser, vio que el pecoso estaba con la cara roja, la respiración agitada y a unos metros, debajo de la camilla de la enfermería había una jeringa.
Un inhibidor.
Midoriya estaba en celo.
Y él podía percibir aquel olor que tanto buscaba sentir para confirmar sus sospechas. Un olor a té de menta lo seducía a unirse con el omega entre sus brazos. Este se empezó a retorcer para abrir levemente sus oscurecidos ojos verdes a causa del deseo.
—Rosas... Alfa.
El chico de pecas empezó a restregarse cerca del cuello de Todoroki delicadamente tratando de seducirlo mientras este se mantenía recio tratando de evitar sucumbir ante el desconocido olor de un celo de omega. Sus ojos fueron a parar al inhibidor para tratar de tomarlo e inyectarlo a Midoriya antes de que hicieran algo de lo que se arrepintieran.
—Alfa~
Las palabras endulzadas casi como un gemido hacían que le costara cada vez más acercarse a la jeringa, pero aguantó la respiración y la tomó para inyectarla en su compañero.
Sabía que no habría una acción inmediata así que no le quedaba de otra que entretener a Midoriya en lo que el inhibidor hacía efectos en su cuerpo y pudiera tener plena consciencia.
Alejó un poco el pequeño cuerpo de Izuku para sentarlo en sus piernas dándole la espalda. Este se dejaba hacer al sentir el olor del alfa envolverlo, sus instintos de omega le decía que todo estaría bien.
Todoroki se encargó de bajar los pantalones y el bóxer del omega para empezar a masturbarlo con delicadeza y cuidado escuchando los jadeos de este. Inició con movimientos lentos y firmes para aumentar la velocidad escuchando los jadeos y gemidos del chico que suplicaba que lo monte y lo embarace entre la calentura que experimentaba gracias a los toques sensuales que se le brindaba a su cuerpo.
Cuando se corrió en su mano Midoriya se desmayó luego del extasis.
Cuando el bicolor limpió, arregló las ropas y dejó al omega en la camilla tuvo que hacerse cargo de su propio problema entre sus pantalones. Le apenaba pensar en su compañero para desahogarse, pero el que sintiera el olor del contrario atormentarlo con un lazo esta era su única opción.
Su interés amoroso en Midoriya no era escusa para esto.
Pasó alrededor de media hora al momento de que el pecoso despertó asustado pensando que tal vez habría sido atacado por algún alfa, por el olor suponía que esa era su horrible realidad. Pero al no sentir un dolor en sus caderas no tenía idea de qué estaba pasando. Volteó hacia la fuente de olor donde sentía que estaba el alfa.
Se sorprendió a ver a Todoroki sentado frente a él con la mirada hacia abajo, casi durmiendo en la silla.
—Todororki-kun... —susurró, aún así despertó la atención de este—. Tú...
—Escúchame, Midoriya, tenemos que hablar.
Sin moverse mucho el pecoso escuchó lo que el bicolor le contó. Si bien supo de los problemas familiares que tenía Todoroki, la versión que le había contado era que Enji lo aborrecía por haber nacido como beta y no como alfa. Ahora no sabía bien qué pensar. Un alfa defectuoso, estéril y sin la capacidad de sentir o emitir olor.
Y aquello le sorprendió. Porque siempre sintió el olor a rosas que le comentó años atrás. Luego entendió porqué se lo contaba.
—Midoriya, seriamente, creo que somos destinados.
—Pero... Todoroki-kun, no puedes saber eso si nunca has sentido mi olor.
—Lo he sentido.
—Los alfas siempre me dicen eso.
—Sé que dicen que es un olor dulce, pero realmente es a té de menta. No es tan empalagoso como piensan.
—¿Cómo lo-...?
—Sabes que es así. Y si no crees que seamos destinados, me encargaré de demostrártelo, porque me gustas.
Las mejillas de Midoriya se pintaron en rojo ante la sorpresa de que a quien consideraba uno de sus mejores amigos se le confesara.
Es cierto que los alfas, por alguna razón, siempre decían que su olor era tan dulce como la miel o como un chocolate. Nunca entendió porqué sucedía eso, aunque no le importaba realmente. Y ahora que Todoroki le decía esto le costaba no pensar que eran destinados.
Luego de explicarle esto de vuelta al bicolor con una mirada llena de convicción y el rostro rojo dijo:
—Todoroki-kun, creo que también me gustas. Por favor sal conmigo.
━━━━━━━༺۵༻━━━━━━━
El tiempo pasó para ambos y la relación que desarrollaron se volvió realmente fuerte hasta que llegó el momento donde se casaron. Claro que al inicio muchos decían que un beta y un omega no podrían ser felices porque seguro Midoriya tendría un destinado. En algún momento se reveló la naturaleza Todoroki, sin importar que fuera defectuoso, el estar finalmente con el pecoso que le daba tanta paz y tranquilidad lo hacía olvidarse de ello.
Un par de años pasaron para que se la pareja se enterara de que estaban en espera de su primer cachorro.
Al inicio casi nadie se lo creía, decían que tal vez Midoriya le habría sido infiel a su alfa, pero el que mantuvieran un lazo decía que aquello no era factible. La pareja se hallaba igualmente sorprendida.
Solo esperaban que los cachorros crecieran sanos y fuertes, porque Shouto estaba seguro que eran suyos al igual que Izuku.
Oh, claro. Un detalle, esperaban trillizos. Dos niñas y un niño, al parecer.
Nadie creyó la noticia hasta que vieron el gran y redondo vientre que Izuku llevaba en su octavo mes. Ahora nadie dudaba de la noticia.
━━━━━━━༺۵༻━━━━━━━
Al nacer los niños todos supieron de inmediato que eran hijos de Shouto. Los cabellos rojizos y albinos y la heterocromía que presentaban lo confirmaban sin opción a refutar.
La pareja fue curiosa en esto, no entendían ¿no se suponía que no podían tener hijos?
Pues no, hubo un error cuando le dijeron aquella noticia a los Todoroki. No era estéril, simplemente tenía bajo recuento de esperma debido a un pequeño problema con sus hormonas, que justamente se encargaban de dar su respectivo olor; sin embargo, el haber encontrado a su destinado había hecho que sus hormonas despertaran y que su "defecto" poco a poco desapareciera. A veces pasaba, según dijo el doctor.
De no ser porque Izuku controló a su esposo, este habría demandado con todos los abogados posibles al médico que casi arruinó su vida.
—Eso ya quedó en el pasado, Shou-chan. Ahora tenemos a los niños y somos una familia —vio el ceño fruncido de su pareja mientras acunaba a su pequeño bebé varón—. Sé que estás molesto por como definió muchos aspectos de tu vida, pero el pasado en el pasado quedó, mira el hoy y el futuro.
Soltó un suspiro para abrazar a su esposo.
—No sé qué hubiera hecho si tú no estuvieras conmigo.
—Probablemente hubieras matado al doctor y a tu padre.
—No lo dudes —sonrió para besar a Izuku.
━━━━━━━༺۵༻━━━━━━━
Hey! :D
Soy pendeja y no termino de publicar esta madre en su momento xd
Intentaré publicar este día con los siguientes 3 o 4 :v
Ya veré qué hago.
Espero que lo hallan disfrutado uwu
Siguiente parte: Yandere.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro