Ya habían pasado unos días desde el nacimiento de la menor y ahora tanto Jimin como Jungkook se encargaban de cuidar y alimentar a la menor. Al final habían nombrado a su pequeña como RyuJin a petición del peli-azul y por el cual el pelinegro nunca se negó ya que aquel nombre le parecía totalmente lindo y único.

Ahora ambos se encontraban totalmente dormidos hasta escuchar el llanto de la menor provenientes del otro cuarto frente a ellos, el peli-azul se removió para luego hablarle al pelinegro.

— Kookie nuestra hija esta llorando — Dijo el peli-azul soñoliento.

— Mmm... Déjala, así refuerza sus pulmones — Murmuro el pelinegro.

— Qué déjala ni que nada, ve a ver a tu hija Jeon Jungkook — Lo regaño Jimin molesto.

El nombrado gruño para luego levantarse y caminar hasta la puerta de la habitación.

— No te molestes, tu dijiste que atenderías a tu hija por las noche, demonio irresponsable — Dijo el peli-azul.

— No me recuerdes cosas que yo mismo te digo amor — Dijo Jungkook

— Entonces atiende a la niña — Reprocho el menor.

El pelinegro asintió caminado hasta la habitación donde la pequeña se encontraba llorando, pero que callo al ver al pelinegro frente a ella.

— ¿Qué paso pequeña?, ¿No quieres dormir sola? — Murmuro el pelinegro cargando a la menor.

La menor miraba atento al pelinegro sollozando, el pelinegro suspiro caminando con la menor en brazos de regreso a su habitación en donde el peli-azul dormía tranquilamente, dejo el cuerpo de la menor en medio de ambos cuerpo y recostarse al otro extremo de la cama causando que el peli-azul despertara.

— Pensé que la harías dormir — Dijo el peli-azul viendo a le menor frente a el.

— Creo que no le agrada dormir sola, así que no creo que pase nada si duerme esta noche con nosotros — Dijo el pelinegro. — Mañana traeré su cuna a nuestra habitación para que por lo menos sea menos agotador ir por ella...

— Jungkook la habitación esta frente de nosotros, lo que pasa es que eres un flojo de primera — Dijo el peli-azul riendo.

— Calla y ahora a dormir — Dijo el pelinegro.

El peli-azul río para luego mirar a la menor quien se acurruco en su pecho y comenzar a cerrar sus ojitos, algo que fue sumamente lindo para el pelinegro y el peli-azul.

Una vez los rayos de sol entraron a la habitación el peli-azul se despertó al sentir las pequeñas manitas en su rostro y ver a la pequeña jugar con los mechones de cabello azulados de este, el peli-azul se levanto tomando a la pequeña entre sus brazos y comenzar a mimar.

— ¿Qué haces despierta tan temprano amor? — Pregunto el peli-azul viendo a la menor sonreír.

Giro su rostro notando que el pelinegro no se encontraba a su lado si no una almohada que al parecer había dejado para que RyuJin no se cayera o lastimara, algo que le pareció sumamente extraño no ver al pelinegro.

— Creo que tu padre se levanto antes que nosotros dos — Dijo el peli-azul recibiendo una sonrisa por parte de la pequeña.

Una vez lavo su rostro y se cambio tanto el como a la menor ambos bajaron y ver unos platos sobre la mesa con comida y a lado de este una pequeña nota, el peli-azul tomo la carta y leer lo que decía.

Lamento no haberte hablado pero te veías tranquilamente dormido que no quise hacerlo,  Min me llamo urgentemente pero tratare de volver lo antes posible, mientras cuida a nuestra pequeña por mi, te amo...

El peli-azul sonrió para luego ver a la menor.

— Creo que tu padre salió y ahora estamos los dos solos — Dijo el peli-azul. — Ahora iré a preparar su biberón mientras tu me esperas aquí — Dijo dejando el cuerpo de la menor sobre la carriola.

El peli-azul camino hasta la cocina comenzando a preparar todo, unos cuantos minutos después regreso con la menor para cargarla y sentarse en una de las sillas y comenzar a alimentar a la menor en total tranquilidad, una vez la menor termino coloco a la menor sobre su pecho y dar pequeños golpecitos en su espalda.

Dejo de nuevo a la menor sobre la carriola y comenzar a comer en total tranquilidad lo que el pelinegro le había preparado, unos cuantos minutos después una vez termino de comer dejo los platos en el lavaplatos pero su labor se interrumpió al escuchar la puerta de la entrada ser tocada, el peli-azul ladeo su cabeza confuso para caminar hasta la puerta.

— ¿Jungkook?... ¿Jeon eres tu? — Pregunto el peli-azul.

— Jimin... soy yo tu madre — Escucho la voz.

El peli-azul mordió su labio indeciso para luego abrir la puerta y sorprenderse al ver a la persona frente a el.

— Usted... ¿C-cómo supo donde me encontraba? — Pregunto el peli-azul.

— Como no saber su soy tu madre pequeño — Dijo la mujer sonriendo. — Es hora de volver a casa...

— Usted no es mi madre, y no pienso ir a ningún lado con usted... — Dijo el peli-azul serio.

— Claro que lo soy cariño — Dijo la mujer.

— No, no lo es, ahora lárguese de aquí y déjeme en paz — Dijo el peli-azul serio.

— Bien, no quería llegar a mayores, pero no me dejas otra opción — Dijo la mujer seria. — Sáquenlo de allí y súbanlo a la camioneta...

Jimin trato de cerrar la puerta pero fue impedido por un hombre unos centímetros mas alto que el causando que este callera al suelo y fuera tomado bruscamente por dos hombres mas.

— ¡Suéltenme malditos! — Dijo el peli-azul serio.

La mujer entro al lugar notando lo cálido que era el lugar y posar su mirada en la carriola donde se encontraba la menor llorando ante los gritos y ruido que había causado el peli-azul.

— Vaya ahora entiendo el porque te fuiste sin ni siquiera decir algo en lo mas mínimo — Dijo la mujer mirando a la menor.

— ¡Ni se te ocurra tocar a mi hija maldita! — Grito el peli-azul molesto.

La mujer sonrió cargando a la menor.

— Súbanlo a la camioneta y no lo dejen escapar, ahora ambos me pertenecen — Dijo la mujer.

El peli-azul trato de soltarse pero le era totalmente imposible hacerlo ya que aquellos hombres eran mucho mas fuerte que el, además que no quería que aquella mala mujer lastimara a su hija.

Lo único que necesitaba era que Jungkook lo salvara a el y a su hija de todo este infierno...

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