Finalmente, el lunes había llegado, tanto el peli-azul como el pelinegro no habían entablado una conversación desde lo ocurrido, y había algo en el que lo entristecía.

No es que estuviera enojado con el pelinegro simplemente que está totalmente confundido, por una extraña razón le había encantado aquel beso, pero ahora estaba totalmente confundido de lo que estaba sintiendo en ese momento, era algo ridículo ya que recién conocía a aquel chico pero que había sido el único que le había hecho sentirse querido por alguien a pesar de ser alguien distraído.

Se levantó para darse una ducha mientras seguía pensado en la manera de volver a hablar con el pelinegro, pero para ello debía aclarar lo que el sentía por Jeon.

Una vez salió del baño, se vistió con algo cómodo pero agradable y salir de su habitación colgando su mochila en su hombro, tomó un yogurt de fresa junto a una manzana para comerla en el camino.

Miro a los alrededores sin ver a Jeon por ningún lado, por una extraña razón no lo había visto desde aquel día y solo podía pensar en lo molesto que estaría ya que no le había dirigido la palabra desde entonces.

Y se sentía culpable y triste por ello.

Salió de su hogar comenzando a caminar hasta la escuela, colocó sus audífonos y comenzar a reproducir la música que tenía en su celular y seguir caminado, aunque tenía miedo de lo que podría hacerle Taemin y sus amigos por lo que había pasado.

Una vez llegó a la escuela sintió las miradas de los estudiantes en él, algo que siempre lo había incómodo por completo, así que ignoro aquellas miradas para caminar lo más rápido posible a su salón y evitar las miradas.

Una vez entro a su salón camino hasta el último asiento y unos cuantos minutos después ver a su profesor entrar y dar inicio a su clase.

Todo era totalmente aburrido, Jimin solo miraba hacia la ventana a un lado de su asiento viendo las pequeñas gotas caer, dejó salir un suspiro total triste.

Nuevamente sintiéndose solo.

(... 🤍 ...)

Las clases pasaron lentamente y totalmente aburridas, Jimin guardo sus cosas una vez su profesor dio las últimas indicaciones y dio por terminada la clase, Jimin salió de su salón comenzando a caminar por los pasillos de la Universidad, no se había encontrado con Taemin en todo el día y lo agradecía demasiado o bueno hasta ese momento.

Unos cuantos pasos sintió unas manos tomar su brazo de manera brusca y aventarlo a uno de los salones de la Universidad viendo a Taemin totalmente molesto y serio.

- Esta vez me las vas a pagar - Dijo el castaño lanzando una patada en el vientre del peli-azul.

El peli-azul jadeo de dolor por aquel golpe sintiendo sus lágrimas salir de sus ojos y sentir varios golpes por parte de Taemin, quería huir de aquel lugar y llegar a su hogar sabiendo que allí estaría seguro.

Vio a Taemin mirarlo serio, el menor se levantó débilmente sintiendo todo su cuerpo adolorido, miro a Taemin quien se acercó a él con intenciones de golpearlo, pero Jimin fue más rápido y tomó un pequeño jarrón que había en el escritorio golpeando la cabeza del castaño de verlo retorcerse del dolor y sin pensarlo más aprovechó aquello para tomar su mochila y salir de aquí lugar lo más pronto posible.

Podía ver y sentir las miradas de sus compañeros que aún estaban en la Universidad, pero muy poco le importó aquello y no dejó de correr.

Su vista estaba borrosa debido a las lágrimas que tenía acumuladas en el rostro que le impedían ver con claridad algo que estuvo apuntó de ocasionar una tragedia.

El peli-azul cruzo la calle sin ni siquiera ver a su alrededor, hasta escuchar el timbre de un auto y girar su rostro viendo un coche dirigirse directamente a él, cerro sus ojos esperando el impacto, pero que este no llegó y solo sentir unos brazos quitándolo del lugar y su cuerpo caer junto al cuerpo ajeno.

-Jimin, ¿Está bien? - Escucha aquella voz que conocía perfectamente.

Levantó su rostro viendo a Jeon a un lado de él, totalmente preocupado.

- J-Jungkook... - Murmuro con voz entrecortada Jimin y pequeñas lágrimas salir de sus ojos.

- Demonios Park, ¿Qué acaso no te enseñaron a ver en ambas direcciones? - Le reclamo el pelinegro viendo al peli-azul y ver los golpes en su delicado rostro y un hilo de sangre salir de sus esponjosos labios. - Diablos, ¿Qué mierda te paso Ángel? - Preguntó el demonio tomando el rostro del peli-azul.

- P-podrías abrázame - Pidió el peli-azul sollozando.

Jungkook sin pensarlo de veces lo abrazo, odiaba verlo así, odiaba no tener que estar a su lado en los momentos que más lo necesitaba, odiaba el hecho de no protegerlo de aquel chico que trataba mal a su lindo Ángel.

- N-no me d-dejes solo otra vez Kookie... - Pidio Jimin en el pecho del pelinegro.

- Jamás volveré a dejarte solo Ángel - Dijo el pelinegro dejando leves caricias en la espalda del menor. - Vamos a casa a curar esas heridas...

El menor asintió levantándose lentamente junto al pelinegro. Jeon se agachó dejando que el más bajo subiera a su espalda y así no caminará más y llevarlo a su hogar y así curar las heridas que tenía.

Debía saber quién había sido el responsable de que su Ángel estuviera así y hacerlo pagar por el mal trato que le hizo pasar a su pequeño.

Mientras que Jimin abrazaba el cuello del mayor y enrollaba sus piernas en la cintura de esta para no caerse del pelinegro a pesar de que Jeon lo sostuviera y caminará lentamente para que el no cayera de su espalda.

Jimin dejó caer su rostro en el cuello del mayor cerrando sus ojitos mientras el pelinegro lo llevaba a su hogar, no tenía fuerzas para mantener sus ojitos abiertos ya que estaba totalmente cansado y adolorido por los golpes que había sufrido. Él sabía perfectamente que Jeon le preguntaría quien había sido el causante de sus heridas y que este por más que se negara el terminaría sabiendo de quien se trataba, así que no tenía alguna otra opción más que decirle la verdad.

Pero que por el momento quería disfrutar ser cargado por el mayor.

- Jungkook... - Murmuro Jimin llamando la atención del pelinegro.

- ¿Si Jimin? - Contestó Jungkook sin detener su camino.

- Te quiero mucho Kookie - Confeso el peli-azul.

El pelinegro abrió sus ojos sorprendido por aquellas palabras por parte del menor, pero que le habían agradado por completo.

- Duerme un poco Ángel, falta un poco para llegar a tu hogar - Le pidió Jungkook al menor.

El peli-azul asintió dejando caer su rostro en el hombro del pelinegro cerrando sus ojitos mientras soltaba un suspiro tranquilo.

- También te quiero Ángel - Escucho al pelinegro decir.

El peli-azul sonrió y finalmente caer en un pequeño sueño hasta llegar a su hogar.

En donde sería curado por su lindo demonio...

(... 🤍 ...)

Amo a esta parejita