𝖮𝖮5 › 𝗍𝗈𝗋𝗉𝖾𝗓𝖺, 𝗍𝖺𝗋𝖽𝖺𝗇𝗓𝖺 𝗒 𝖺𝖼𝗎𝖾𝗋𝖽𝗈𝗌
O quizás si podía haber algo malo. Era el primer día y ya la estaba cagando. Me había quedado dormida y cuando desperté eran las ocho. A esa hora era que tenia que estar en la empresa hablando con el señor ceo. Kim se va a aprovechar de ello profundamente y va a empezar con su palabrería para no trabajar juntos.
Siendo sincera, no me importaba, no tener que trabajar con Kim era mejor. Tomé un panecillo de los que había preparado mamá y salí corriendo de la casa apenas tratando de comer el panecillo.
El autobús seguro había acabado de pasar pero podía cogerlo en la segunda vuelta. Eran casi las nueve cuando salí de casa y llegué a la parada en el momento exacto en que estaba a punto de irse el bus. Tomé asiento respirando profundamente en un intento de calmar mi respiración que estaba agitada.
¿Quién me había ordenado haberme acostado tan tarde leyendo una novela? Era culpa de TaeYeon por habermela recomendado y de la escritora, por haber logrado engancharme con ella. Así que sí: mi hora para dormir fueron las dos de la mañana.
En Wattpad, leo novelas, caí en sus redes siendo influenciada por mi hermana principalmente cuando me contó sobre historias que escribian con mi hermano. Me entró la curiosidad y creo que quien entra en ese mundo no sale. Las novelas que leo son —principalmente— de ficción y terror. No soy muy romántica como mi hermana.
En el momento en que estuve frente al enorme edificio alejé mis pensamientos y me aseguré de tener la mente en blanco, quien sabe con cuantas presencias indeseadas puedes encontrarte (y si, me refiero a Kim SeokJin).
Saludé a las personas que lo hacían conmigo. Estaba algo seria pero no dejaba de ser educada. No sabia que tenia que hacer primero; buscar al ceo o a Kim, pero claro, me fui a por la primera pero para mi mala suerte el no estaba en la oficina, todavía no había llegado así que sin desearlo, tuve que preguntar por Seok y cuando me dijeron que estaba en las salas de prácticas me encaminé allí.
Entré en la primera puerta, recé porque no hubiera nadie dentro, solo Kim, pero para mi mala suerte Kim no estaba y tuve que seguir abriendo puertas y para la buena, estaban vacías.
Estos eran los escasos momentos en donde deseaba tener el número de Kim para llamarlo y pedirle que salga. Nunca me había tomado la molestia —ninguno, de hecho— de tener su número, ni siquiera pedirlo o aceptarlo cuando Soobin me dijo de que lo tuviera.
¿Que iba a hacer yo con ese número? Llamarlo a las cuatro de la mañana y jugarle una mala pasada.
Justamente lo encontré después de mi intento cinco. Giro su cuello para mirarme rápidamente y quise morirme cuando me dí cuenta de que andaba en una grabación en vivo, el estaba haciendo un vlive y yo andaba en la puerta del estudio con las manos en la puerta, mirándolo fijamente.
Sacudía mi cabeza, avergonzada.
—Lo siento —le dije poco audible y cerré la puerta.
Salí de allí y lo primero que hice fue golpear mi cabeza contra la pared. Segunda cagada del día. Vamos bien.
—Hola.
Por inercia mire hacia donde me habían llamado. Acomodé mi cabello y me puse en posición recta.
—Hola.
—¿Quién eres?
—Minsuk —aclaré con ganas de que se fuera.
–¿Qué haces aquí? —me miró raro. Tal parecía que solo los idols podían venir a estas salas. ¿Qué acaso me mira así por sentirse superior a mí por ser el famoso Taehyung o por sentirse confuso de verme aquí cuando solo ellos son los que frecuentan el lugar?
—Espero a Kim y al ceo.
—Ya esta abajo. Acabo de venir de una reunión con el y vengo a ver a Jin.
—Está haciendo vlive.
—No importa —sonrió. Ahora entraría, saldrían los dos juntos en el vlive, las fans se volverían locas y luego se iría después de dejarlas en un colpaso mental. Astutos son.
—Bueno, iré a ver al ceo.
Bajé y toqué la puerta de la oficina, entré cuando se me fue indicado.
—Pensé que ya te habías arrepentido y no vendrías. Toma asiento.
Lo hice y negué—. Aún no.
—Me alegra oír esto. Aquí está —urgó en una de las gavetas y sacó un fax, me lo entregó y lo tomé. Habia un documento adentro y de inmediato supe de que se trataba. El dichoso acuerdo de confidencialidad—. Tomate tu tiempo leyendolo y si estas de acuerdo lo firmas.
Leí por encima algunas cosas y terminé firmando sabiendo que a partir de ahora estaba atando al menos unos pocos meses de mi vida a esta empresa.
—¿Algo más que quiera hablar conmigo?
—Claro. Cómo sabe una de sus tareas principales es con SeokJin —quise salir corriendo apenas escuche el tema de la conversación—. Estuve pensando y en estos días tiene que viajar a Canadá, tu primera tarea será esa. Irás con él.
Apreté mis dientes juntos sintiendo como castañeaban, el hombre seguía mirando su computadora como si lo que hubiera acabado de decir no era nada de otro mundo.
¡Oh vamos, una cosa es trabajar juntos y otra convivir y viajar!
—Entiendo —alcancé a decir.
—Kim no será una molestia, lo aseguro.
—¿Para qué es el viaje? —me atreví a preguntar—. ¿Por cuanto tiempo?
—Al chico se le metió en la cabeza hacer la grabación de uno de sus mv allí. Tendrá un concierto y pocos programas a los que asistir. Será solo por un corto plan de un mes.
Apreté mis manos en puños encima de mis muslos. ¡Un jodido mes! Iba a ser un milagro si saliamos vivos de esa.
—Así que seré su niñera, parte del staff y tendré que ser guardaespaldas y acompañarlo a donde sea que vaya como perrito —me atreví de nuevo a decir. No podía controlar mis impulsos.
—No lo había visto así —aseguró, dejando de mirar su computadora para hacerlo a mí—. Mi corto objetivo con esto es: que SeokJin deje de ser el inmaduro que es y por fin logre encontrar aquello que le falta para poder convertirse completamente en un idol, que se lleven bien y puedan resolver sus problemas —fruncí mi ceño, pero siguió como si nada—. No va a ser tan difícil como piensas.
—Espero que no.
—Entonces, le prometí a tu hermano que te contraria, el me aseguró que congeniabas con lo que quería hacer y de su odio, me pidió que ayudara en que dejaran de odiarse, hagamos algo. En el plazo de un mes, independientemente de si se extiende o se disminuye el tiempo en Canadá, puedes decidir si te quedas o te vas.
No parecía ser un mal trato. Yo elegia, o me iba o me quedaba.
—Aquí en la empresa tenemos una regla, cada vez que alguien empieza pasa por un periodo de prueba de un mes, haremos como que estas en ese período, cuando pasé, tú serás la responsable de elegir que harás respecto a esto.
—Lo haré.
—Eso quería escuchar —se acomodó los espejuelos—. Más tarde si tengo algo más que hablar contigo te llamaré.
Eso era un claro "vete, ya no te necesito". Me marché y dando unos cuantos pasos fue cuando ví a Kim recostado en la pared hablando con el mismo chico que me había hablado hoy en la mañana. ¿Quién no conocía a Taehyung? Mi hermana, por ejemplo, era demasiado fan suyo, creo que tiene mas obsesión que fanatismo.
¿Quién no caería bajo las redes de la voz de Taehyung? He escuchado sus canciones y son bellas y una de las cosas que más me llamaron la atención fue exactamente su voz.
Cuando dejaron de hablar Kim caminó hacia mi y Taehyung se fue por el camino contrario.
—¿Qué te dijo? —preguntó apenas llegó a mi lado. Hice una mueca—. Antes de eso, casi jodes mi vlive. ¿Que crees que dirían las fans si ven que ando haciendo un vlive donde misteriosamente aparece la hermana de Choi Soobin? —me apuntó con el dedo, presionando el medio de mi pecho, mirandome fijamente.
Con molestia quité su dedo y le di un manotazo—. Amas la atención así que en vez de molestarte por lo que digan los medios amarias estar en las portadas de las revistas y en cada noticias de los sitios web.
—Quizás, sino fuera contigo.
—Te equivocas. Aunque fuera conmigo te daría igual porque eso es lo que quieres, atención.
Alcé un poco mi cabeza para poder verlo a la cara. Kim me llevaba unos buenos centímetros de altura.
—Enana —me dijo, de repente.
—¿Enana? Tengo la estatura normal para ser una mujer, quien sobrepasa la estatura eres tú, poste de luz.
—¿Poste de luz? ¿Me dijiste poste de luz? ¿Me insultaste en la empresa donde todos podrían oírte?
—¿Y eso qué? Me daría igual como si estuviéramos en tu casa y tu madre me quisiera arrastrar, engreído. ¿Estás sordo ahora que ni siquiera oyes bien? Oh, eso debe ser de tanta música, definitivamente.
—¡Esto no se va a quedar así!
—Deberias ir al médico para hacerte una limpieza de oído.
—Escucho perfectamente bien.
—No parecía eso.
—¡Pues si, soy perfecto en todo!
—No lo creas, eso de creerte perfecto ya es una imperfección tuya, egocéntrico.
—Déjame familiarizarme con algo aquí. Debes irte a ensayar o a trabajar, probarte vestuarios, secciones de fotos, grabaciones, no se ¡pero haz algo que no implique tu cerca de mí!
Se quedó estático en su lugar. No podía creer que había aceptado esto de estar un mes con el Canadá. Iba a ser una tortura todo el tiempo que durara y solo eso me tenia alterada y los pelos de punta.
—Si, debería irme, no me hace bien estar con alguien como tú, vuelves mis energías negativas.
—Eso es algo bueno, eres demasiado positivo y odio eso.
Se largó, yo también lo hice, tomamos caminos diferentes y desee que uno de mis amigos que conocía desde pequeña estuviera ahí. Me siento justo como aquel día en el supermercado, perdida sin poder encontrar a mi abuela.
El mismo chico que me había ayudado a buscar al ceo el primer día me dio un recorrido por la empresa y me dijo como eran algunas de mis tareas y ayudé en lo que podía el tiempo que estuve ahí. Agradecí porque Kim no me hubiera venido a molestar en todo el tiempo.
¿Un mes en Canadá? Yo no voy a poder con tanto y SeokJin, apenas se entere se volverá loco.
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