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𝖮𝖮4 › 𝗉𝗋𝗂𝗆𝖾𝗋𝖺 𝖼𝗁𝖺𝗋𝗅𝖺

El aura enojada de SeokJin se podía sentir en toda la habitación principalmente por su ceño fruncido y por su mandíbula tensa. No le presté mucha atención y en cambio analicé el lugar en donde estábamos ahora. Era la segunda vez que veía una sala de ensayos y la primera vez ni siquiera la había podido ver bien.

Esperaba a que el comenzara a hablar, parecía tener mucho que decir pero creía que estaba ordenando sus pensamientos.

Era grande y pensé rápidamente que podían llegar a estar un grupo de doce integrantes sin problema. Las paredes eran negras y había, de espaldas a donde Jin estaba, era un gran espejo que cubría toda esa pared. Fruncí mi ceño sin entender porque había la necesidad de eso.

—Es para cuando bailemos podamos vernos y ver los pasos como los hacemos, no deberías estar pensando en eso y deja de fruncir el ceño hacia allí —explicó, como si hubiera podido escuchar mis pensamientos—. Te pones fea —rodó los ojos y dejó caer sus manos en sus pies.

La puerta estaba cerrada así que todo sonido procedente del exterior no se escuchaba, y menos cuando las paredes están insonorizadas.

—Estamos perdiendo tiempo aquí —aclaré—. Deberías comenzar a hablar ahora, estoy perdiendo tiempo.

—No me importa tu tiempo.

—A mi tampoco lo que tengas que decir y aquí ando esperando que hables.

—Te importa porque es sobre los dos.

—En realidad no.

—Debes decirle a Young-nim que vas a renunciar por tu propia decisión —me dijo, después de haber estado pensándolo por un tiempo.

Lo miré, era lo que estaba pensando hace unos minutos atrás, pero ahora que el me lo estaba diciendo no quería hacerlo, amaba llevarle la contraria a Jin y hacerlo enojar.

Estaba diciendo más de lo que imaginé.

—No lo haré —declaré, me odie por unos momentos. ¿Qué me costaba por una sola vez en la vida estar de acuerdo con él?

—Si lo harás porque tanto tú como yo no queremos que esto suceda.

—¿Desaprovecharé la oportunidad de trabajo que tengo? —refunfuñé.

—Puedes conseguir en alguna otra parte. Yo te conseguiré algo, solo dime de que prefieres y te gustar más trabajar y si quieres gasta te busco un puesto de gerenta —hizo una mueca y quise reír. Estaba dispuesto a hacer todo con tal de no trabajar conmigo—. ¿Entonces?

—No.

—¡Eres una inmadura!

—Eso eres. ¿Se te olvida que una de mis tareas es educarte? Piensas que no podremos sobrellevarlo pero va a ser fácil.

—Claro —rodó los ojos y se recostó contra la pared. Cerró los ojos y supe que estaba contando para si mismo para no perder la paciencia conmigo. Era, en cierto punto, bonito verlo así, a punto de perder la paciencia.

El siempre me sacaba de quicio, hoy me tocaba a mí hacerlo.

—Tengo un plan —le dije.

—¿Qué plan?

—Solo actuemos como si nos llevaramos bien frente al ceo y en lugares importantes, luego podemos seguir odiandonos como siempre ha sido.

—Muy ingenioso de tu parte.

—Mira, o lo tomas o lo dejas. Vas a tener que soportarme este tiempo y apenas quieras hacerme la vida imposible créeme que haré que la tuya sea el doble de todo lo que me hagas.

—¿Me estás amenazando?

—Solo te estoy advirtiendo que no es lo mismo. Llevemos la fiesta en paz, Kim.

Algo común en mi era decirle Kim en vez de SeokJin, odiaba decirle su nombre cuando ni no nos llevabamos bien. Así como Jin apenas decía mi nombre y siempre era diciendo Choi y raras veces Minsuk. Es raro como la primera vez que nos vimos me insultó diciendo que le había quemado la carne cuando no era así. Soobin solo reía y decía que siempre había sido así.

Yo podía decir que era todo lo contrario a lo que Kim aspiraba, él era demasiado perfecto para si mismo y siempre se exigía de más por eso. Lo veo tan patético siendo así, ¿que motivos tiene para eso? No todo puede ser como deseamos, siempre vamos a ser imperfectos y es como si Kim no lo supiera.

—Choi, ni siquiera conoces como funciona toda la industria, la empresa, no tienes noción de lo que es ser idol y trabajar para uno. ¿Quieres eso? ¿Y conmigo?

—Puedo aprender —chasquee la lengua—. Con el tiempo la práctica se mejora y créeme que a mí no me vas a despedir o exigirme de más. Y la vida de los idols, no me importa, no seré una de ellos de todos modos.

Soltó una larga carcajada y quise golpearlo. ¿Qué acaso mis intentos de hacer que piense que todo me da igual no funcionan?

—Claro, dices eso tu hermano siendo un idol.

—Lo es mi hermano, yo no.

—Oh vamos, eres famosa aunque no lo creas. Solo que no siempre estas con los chicos y no eres tan activa en redes sociales, incluso tienes tus cuentas privadas.

—¿Cómo sabes eso? Porque nunca te he dado la aceptación como para que me sigas en Instagram o Twitter.

—Tu perfil me salio de casualidad, parece que seguimos gente en común.

Uno vs cero.

—Ah claro, y yo tengo quince —reí. Era la primera vez que teníamos una conversación donde nos reíamos y hablábamos sin lanzarnos tantas ofensas o pelearnos.

Claro, siendo estúpida pienso en eso; Kim y yo hubieramos podido llevarnos bien si el no hubiera empezado esta relación de odio.

El motivo de tanto odio nunca lo supe, pero tampoco era como que me importaba, si tenia sus motivos bien por él, a mi no me interesaban después de todo.

Nos quedamos sumergidos en un incómodo silencio y pensé que nuestra charla había muerto y me podría ir cuando sentí como tarareó en voz alta. Hizo girar su cuello y me miró, con la maldad brillando en sus ojos.

—Tengo curiosidad —comenzó—. ¿Por qué tanto empeño en conseguir trabajo? ¿Por qué trabajas cuando Soobin es un idol?

Bien, eso si llegó a ofenderme.

Siempre han sido preguntas que he tenido que soportar. ¿Por qué trabajas cuando tu hermano es idol? ¿Y eso ahora que tiene? Soobin es idol, no yo.

"Ser idol es fácil" decían todos, pero no, tienes que soportar los chismes de la prensa que en su mayoría sin mentiras, y a veces ni siquiera tienes privacidad. Pero tanto como se que existe lo malo debe existir lo bueno y estoy segura de que se deber sentir bien estar encima de un escenario y sentir todas las vibras y apoyo de los fans.

Kim era uno de los que amaba eso. Ni siquiera le importaban los chismes con tal de estar siempre en las noticias. El amaba la atención y nunca lo voy a entender.

No todos somos iguales, creo.

—Depender de Soobin no va conmigo. El hace un esfuerzo por todo lo que tiene porque ser idol no significa que se lo pongan todo en bandeja de plata.

—No estás muy alejada de la realidad —concluyó—. Young-nim te va a querer mañana aquí en la mañana para explicarte las cosas. Lo conozco como la palma de mi mano así como los métodos aquí. Un mes de prueba y luego serás contratada, pero en cambio parece encantado con nuestro odio.

—¿Tenemos un plan?

—Tenemos un plan. Cuando vea que he cambiado y "nos llevemos bien" dejará de insistir en eso y podremos seguir con nuestra vida, tu podrás seguir aquí formando parte del staff de alguno de los sunbaes y yo cantando. ¿Hecho?

Lo pensé un poco. Era casi lo que le había dicho así que no me costo mucho aceptar—. Acepto.

Nos tomamos las manos y nos miramos, sus ojos oscuros penetraban en mí pero no me deje intimidar. Quité mi mano y dandome la media vuelta le dije adiós con la mano así tal y como el lo había echo cuando me dejo tirada.

—Espero no vernos pronto, dulzura.

Odiaba que el dijera cosas tiernas porque, Kim no era de esas cosas y molestarlo era mi plan uno.

—Recuerda: tenemos que llevarnos bien —le guiñé un ojo y apenas pude alcanzar a oír su grito frustrado.

Dos vs cero.

Una vez fuera todo lo que sentí se fue. De nuevo estaba cayendo en la duda sobre cómo le íbamos a hacer juntos, iba a ser un reto. Odiaba a Kim solo por odiarme el a mí, era como algo mutuo. ¿Tenía que odiar a quien me odiaba no? Él lo ganó después de todo.

Saliendo de allí pude respirar con tranquilidad nuevamente. El aire estaba fresco y la tarde hermosa. Habia estado cuatro horas encerrada en aquel lugar y un segundo más estaba segura de que no iba a poder aguantar y todo mi autocontrol a por la borda.

La tensión en mi cuerpo fue liberada y cuando quise dar mis primeros pasos para ir camino a casa sentí como tomaron mi brazo y confundida me volteo.

Era Beomgyu. No se porque por un milisegundo de tiempo imaginé que era SeokJin para pedirme que pensara todo de nuevo.

—Menos mal eres tú, noona. Creí que me iba a equivocar de persona. ¿Entonces si vino a ver a Young-nim?

—Si. Ya hemos quedado. ¿Qué haces aquí?

—Vamos a almorzar. La empresa tiene a su nombre en la cuadra que viene una cafetería donde podemos almorzar sin miedo a ser vistos —explicó como si yo supiera de eso hacia años—, pero tuve que volver porque había dejado mi teléfono.

Caminé con él y pasé un almuerzo con los chicos. Estuvimos riendo cuando Kai se cayó y el mas afectado por la risa fue Yeonjun, no paraba de reír incluso cuatro minutos después.

Rieron de unas anécdotas que hicieron y yo fingía escucharlos. Mi antiguo trabajo era fácil, pensé viendo a una chica que hacía de camarera en donde estaba con mi hermano, solo tenia que lidiar con un par de clientes, tomarle la orden, ser amable y luego dejarle la comida sobre la mesa. Mi jefe no era exigente y tenia que estar en el trabajo a las nueve porque a la diez abría.

Llegar a casa luego fue todo un reto. Habia perdido el autobús y tuve que ir corriendo a la otra parada para poder coger el metro. Cuando llegue eran como las dos de la tarde y ya tenía hambre de nuevo.

—¡No comas el pastel que compré para mi hermano! —un cojín cayo en mi espalda y refunfuñando guardé el pastel en el refrigerador. TaeYeon me miraba amenazante y con los brazos cruzados.

—Hola —le dí un beso en la mejilla y me senté en él sofá. Me quité los zapatos feliz de sentir mis pies libres de nuevo y los deje tirados en el suelo, acomodandome mejor en el sofá, solo necesitaba cinco horas de descanso.

Si, yo no era precisamente perfección.

—Sabes que mamá odia el desorden y tu donde quiera que llegas lo dejas todo —hizo a un lado mis tenis y mi bolso.

—Lo siento. Tuve que ir a ver sobre la propuesta de Soobin.

—¿Y?

—Debo volver mañana.

—¿Viste a alguien importante? Ya sabes.

—No —mentí.

—¿Ni siquiera a Jin?

—Ni siquiera a él. Lo mejor que pudo haber pasado en el día.

No queria contarle mi mala suerte a mi hermana ahora. Estaba cansada y si, era muy floja.

¿Por qué trabajas cuando Soobin es un idol?, recordé sus palabras.

Yo le iba a demostrar que no tenia que depender de nadie, y Kim iba a odiar este jodido mes de prueba tanto como iba a ser posible. Quería devolverle parte de odio de todos estos tiempos y como me había echo sentir.

Aunque lo mejor era llevar la fiesta en paz, pero solo por eso, no iba a hacer nada, solo era ser paciente y esperar que pase.

¿Qué puede ir peor? Solo es convivir un mínimo de horas con tu amigo (enemigo).

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