15
Podía sentir la fulminante mirada de MinHo sobre nosotros, SeungMin lo saludó cordialmente y él igual. Inicié una conversación sobre cómo hice mi tarta, algo que no tenía sentido pero que logró por lo menos, distraer a mi compañero de clases unos minutos.
Estábamos terminando de merendar, los tres.
—Deberías ir a mi estudio de grabación, algún día de estos.—mencionó sonriente.
—Oh, por supuesto que lo haré, eh. Necesito ver con mis propios ojos lo que produces.
—Hecho.
SeungMin recibió una llamada de MinJeong, despidiéndose de MinHo, lo guíe hasta la puerta. Él allí se disculpó nuevamente por haber llegado de imprevisto a lo que yo le resté importancia. Dándome un beso en la mejilla, se fue.
Cerrando la puerta, volteé, encontrando a MinHo mirarme con frivolidad. Mi piel se erizó de golpe. Parezco una presa a punto de ser cazada. Ni por más que quise moverme, mi cuerpo no respondía. Me sentí acorralada.
—Uh, ¿c-cómo te fue h-hoy?—pregunté un tanto nerviosa. MinHo no decía nada, era obvio que no diría palabra alguna después de la visita de SeungMin—. É-él sólo vino a dejarme la tarea, Zhuo no pudo y-
MinHo silenciosamente se fue a su habitación sin siquiera escucharme.
¡Si que eres estúpida, Chaeyoung! Acabas de joderlo todo, todos tus esfuerzos se fueron a la basura por un maldito malentendido. Ahora es cuando él regresa con la bruja de MinJu y deja en el olvido lo nuestro.
No debí permitir que SeungMin se quedara, sin embargo, no podía echarlo como si no me importara. Es mi amigo después de todo, si MinHo va a jugársela por mí, deberá aprender a lidiar con ello.
Bufé apenada, esta noche no habrá sexo ni mimos. Supongo que, irme a dormir es lo mejor. Mi peluche de conejo será mi fiel compañero hoy.
Fui a lavar mis dientes, MinHo parecía no querer salir de su habitación, por ende, tomé la decisión de tocar su puerta un par de veces. Quiero solucionar las cosas con él, ahora que sé de sus sentimientos por mí.
—Oye, sé que estás enojado y celoso pero en serio, no pasó absolutamente nada con SeungMin—le menciono desde el pasillo—. Aish, hombre testaduro, es a tí a quién quiero...—dije como última posibilidad de que me abra.
Esperé cinco minutos fuera, él no responde.
Bien, si así lo desea, entonces ya no voy a molestarlo. Tonto MinHo.
Enfurecida, me encaminé a mi cuarto, una vez dentro, quedo boquiabierta.
—Te estabas tardando, casi me duermo.
MinHo está acostado en mi cama, vistiendo un pijama igual al mío. ¿Cuándo lo compró? ¿No me digas que...?
—También me gustó el diseño, asi que lo compré un día después en mi talla—responde leyendo mi pensamiento—. A esto es lo que se llama "ropa de pareja", ¿verdad?.
—¿Hace cuánto estás aquí? Me hiciste hablarle a la nada como una estúpida—reproché cambiando de tema—. ¿Tanto te molestó que SeungMin viniera a ver-
MinHo siendo rápido, me sujetó de la cintura y arrastró a la cama en medio de un fogoso beso que, por obviedades, no rechacé.
—¿De verdad te pusiste celoso?...
—Tanto que ahora te follaré hasta dejarte inconsciente y sin que recuerdes tu propio nombre—susurra en mi oreja, lame el lóbulo de esta y no evito jadear excitada, mis piernas se abren automáticamente y mi cuerpo está a su disposición—. Será tu castigo, Son Chaeyoung.—menciona quitandome mi pantalón en menos de un segundo.
Oh Dios, que MinHo tenga piedad de mi pobre trasero.
—Hoy jugaremos al amo y esclava.—dice dejándome boca abajo, mis manos están esposadas detrás de mi espalda.
¿En qué momento MinHo compró estos juguetes?.
Salgo de mis pensamientos en el instante que recibo una sonora nalgada, la cual, provoca que suelte un gemido de dolor y placer a la vez.
Increíble que, en una semana me haya convertido en su deleite sexual. MinHo parece un ninfómano de primera, sentí sus labios besar mis glúteos, sentir su cálido aliento allí... Estoy húmeda y con muchas ganas de ser partida a la mitad.
¿Qué me has hecho, Lee MinHo?.
De pronto, algo empezó a vibrar en mi entrada.
No me digas que...
Mis mejillas ardieron inevitablemente...
¡MinHo consiguió un vibrador!.
Hombre descarado y pervertido. ¿Acaso piensa follarme por ambos lados?.
—¿Pe-pero q-qué?...
—Sólo te vendrás cuando yo lo diga, ¿entendiste?.
Tragué secamente, ahora sí que Dios se apiade de mí...
.
.
.
Oficialmente quedé inválida, no puedo ni moverme debido a los dolores en mi cuerpo a causa de un animal en celo. Sí, MinHo no tuvo piedad en hacerme suya. Lo único que recuerdo fue que, llegué a mi orgasmo número cuatro y de ahí todo se tornó oscuro.
Es fin de semana, debo hacer mi tarea pero en el estado que me encuentro, no siento ni ganas de levantarme. Mi acechador salió a comprar un poco de comida, aún no ha vuelto, son casi las cinco de la tarde y recién vengo a despertar.
Todo por celos. Maldito Lee, odio que tengas demasiado poder sobre mí y mi cuerpo para dejarlo destrozado.
Me duele el culo como no tienen idea, anoche dejó de ser virgen. En verdad, lo único puro que me queda es mi cabello azabache. De resto, todo fue entregado.
Encendí el televisor, encontré la cenicienta en disney. Intento sentarme con mucho cuidado, pues, si hago algún movimiento mal, chillaré. Aunque lo dudo, quedé afónica de tanto gemir.
Me quedó claro, nunca pero nunca provoques a Lee MinHo o de lo contrario, tu trasero terminará tan roto como el mío.
Lección aprendida.
Hablando del rey de roma...
—Oh, ya despertaste, pequeña—sonríe trayendo consigo, un plato de ramen y un jugo de fresa—. Buenas tardes.
—Nada de buenas, salvaje—le dije frunciendo el ceño—. Por tu culpa no puedo ni moverme.
MinHo soltó una risita, deja de reírte así, sólo causas que me enamore más de tí y te perdone todo.
—Perdón señorita, pero le recuerdo que fue usted quién pidió más duro...
Mis mejillas ardieron escandalosamente y cubrí mi rostro con una almohada. El maldito sabe argumentar a la perfección y eso que no es abogado, eh.
—C-cállate—menciono avergonzada—. Aún así pudiste considerar mi estado físico.
—En cada orgasmo, no dejaste de apretarme. Querías succionarlo todo, ¿por qué debía ser considerado?.
—¡No lo digas de esa manera! Dios, me hace sentir como una maldita pervertida... A-al menos dime que no te dije daddy...
—¿Te digo la verdad o te miento?—preguntó a lo que le di un golpe suave en su pecho—. Bien, si es la mentira primero, no y si es la verdad es que sí. Por ende, eso nos lleva a la conclusión de que ahora soy tu fucking daddy, honey.—rió divertido.
Genial, ahora si procedo a desaparecer para siempre. ¿Tan caliente y desesperada estaba?...
Aish, si que eres todo un personaje, Son Chaeyoung.
Tapé mi carita completamente roja, quise lloriquear. Sin embargo, MinHo apartó mis manos y me dió un suave beso en los labios.
—Oye, estoy bromeando. Si dijiste eso pero no significa que debas repetirlo nuevamente—sonríe—. Ya, mejor come algo. ¿Sí?.
Es increíble la dualidad que se carga este guapo hombre. Hace mis estándares suban cada vez más y que sólo lo desee a él como a nadie.
—MinHo...
—¿Qué sucede, pequeña?.
—T-tú... ¿c-cuándo c-compraste esos juguetes s-sexuales?...—cuestioné haciendo mención a las esposas y el bendito vibrador que me hizo ver estrellas.
MinHo deja de comer su ramen e incluso se levanta y sale unos momentos de mi habitación. Al regresar, trae una caja blanca con él. Sentándose en la orilla de la cama, abrió ésta.
—Oh...—murmuré quedando sin habla con ver el contenido de esa caja.
—Compré un kit completo por línea, ChangBin fue a retirarlo pero, sin saber que había dentro—explica—. Lo guardé en mi ropero unos dos días atrás. Sólo que ayer quise usar algunos con el propósito de castigarte...
—¡¿QUÉ?!—exclamé en voz alta—. Eres un maldito fetichista, Lee MinHo...
—Quizá sea eso o es que me volví un adicto a tu cuerpo—menciona sacando un plug anal con control remoto y otro vibrador más—. Si puedo escoger mi lugar favorito, definitivamente es tu trasero—descarado, no tiene vergüenza alguna, dice todo tan normal...—. Si pudiera hacerle un altar y rezarle, l-
Tapé su boca con mis manitos, mi rostro iba a explotar de tanto sonrojarse. ¿Cómo demonios expresa esas cosas tan a la ligera y con mero entusiasmo?.
—¿Piensas p-probar t-todos esos c-conmigo?...
MinHo asintió aún teniendo su boca cubierta por mí.
—¿Y sabes qué? Lo haremos en la semana. Podemos incluso ir eligiendo uno por día.
Desde ya, les pasaré mi número de cuenta y espero depositen una buena cantidad para comprar esa silla de ruedas...
JAJAJA terrible este lee know 🤣🤣🤣
Nueva actualización<3
Espero les guste mucho el capítulo<3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro