Sólo a mí se me ocurre rellenar papeleo a estas horas, eres todo un idiota Seo ChangBin. Pero bueno, es un favor que decidí concederle a MinHo-hyung.

Bueno, no falta mucho. Literalmente estoy solo, ya todos se fueron. No importa, siento que nadie me apura y puedo terminar tranquilamente. Igualmente quiero llorar, de saber que eran dos filas de papeleo, ni loco hubiera aceptado.

—¿Necesitas ayuda?.

Veo a Soyeon en la puerta de la oficina. Reviso mi reloj, eran casi las nueve de la noche. Creí que se había ido hace una hora.

—También tuve cosas que hacer—dice como si me hubiese leído la mente—. Recién acabé.

—Uh, no hace falta. Ve a casa, no me falta mucho—respondo—. Necesitas descansar.

—No soy una niña para que estés preocupándote, he hecho esto antes. Unas hojas más no me dejarán ciega—sonríe acercándose a mí—. Anda, luego me invitas un trago.

Toma parte de los documentos y comienza a revisarlos, ni siquiera me dió tiempo de rehusarme. Es testadura, bueno, no puedo quejarme porque también soy así.

Suspiré resignado, está bien, un trago no viene mal al asunto.

—¿Qué opinas de la relación de MinHo y Chaeyoung?.

—No hay nada que opinar, son como hermanos. ¿No?.

—Sabes tanto como yo que no es así—menciona—. Entre ellos existe una conexión más allá de hermanos. Sólo que MinHo se niega a aceptarlo, ni por MinJu hizo algo para disculparse.

—Debo suponer que eso es debido al tiempo que han estado conviviendo, ellos se conocen hace más de seis años. Sus padres eran buenos amigos—argumento—. Es lógico que tenga ese afecto por ella, sólo que Chaeyoung no lo ve de esa manera.

—Tal vez...—susurra—. Bien, continuemos con esto.

Soyeon regresa a su lectura, por mi parte, me detengo a observar lo hermosa que se ha puesto. Siempre ha sido y lo será hasta que sus días en la tierra culminen.

Muerdo levemente mi labio y suelto un suspiro, inquieto, dejo los papeles sobre la mesa. Ella me ve y no evito mirarla.

—Oye, ¿cómo te ha estado yendo en tu vida amorosa?.

—Siendo sincera, del asco—respondió—. No te niego que he tenido citas con otros chicos pero nunca logré concretar nada serio y estable.

Una sonrisa amarga surca sus labios, esos preciosos labios que he extrañado desde nuestra ruptura. Por una parte, me siento culpable y por otra, feliz de que aún permanezca soltera.

—Y... ¿Eso a qué se debe?.

—Es obvio, ¿no?—menciona—. Tú.

No debería sentirme bien, es decir, entiendo a lo que se refiere y aunque haya decidido terminar en buenos términos, tengo un pálpito de que debo solucionar las cosas y aclarar la razón del porqué dejé a un lado nuestra relación.

—Vaya, definitivamente no esperaba que fueras tan directa.

—Me conoces, Seo. Es una de mis tantas cualidades, si es que puedo llamarle así.

—Lo sé, y supongo que sabes lo mucho que me ha costado seguir adelante sin tí...

—Puedo intuirlo, estás peor que yo. O bueno, tal vez ninguna de esas mujeres está a tu nivel.

Otra de sus características que me hacen amarla es su grado de altaneria. Hasta ahora me doy cuenta de lo idiota que fui al dejarla ir.

—Va, creo que tienes la razón. Ninguna ha podido compararse contigo—confieso—. Te diría una y mil veces cuánto lamento haber terminado contigo y tú seguramente vas burlarte pero créeme que no peco al decir que te extraño mucho. Y si en ese momento cometí ese error, fue porque no estaba seguro de lo que sentía por tí—expresé sinceramente—. Ahora que pasaron los años, soy consciente de que no existe otra chica en mi vida. Por ello es que, si me das una nueva oportunidad de remediar las cosas, gustoso me vuelvo tu esclavo.—finalizo despejando los nervios que tenía hace unos minutos.

Entenderé si no quiere, está en su derecho de rechazarme luego de haberle terminado. Sin embargo, seria un reto bastante difícil de superar, el amor no se olvida de un día a otro.

—Supongo que un trago no es lo único que compartiremos esta noche.—contestó.

—Eso quiere decir que...

—Serás mi esclavo nuevamente, Seo ChangBin—sonríe—. Te perdono, tonto.

Felizmente me levanté de mi puesto y cargué a Soyeon en mis brazos. Ella empezó a reírse por mi reacción, no me importa, la extrañé y ahora que la recuperé, no pienso dejarla de nuevo. Esta vez, estoy seguro de que quiero compartirlo todo con mi pequeña rubia.

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Llegamos a nuestro segundo lugar sorpresa, por lo que pude contemplar mediante el viaje un tanto largo, se trataba de mi parque de diversiones favorito. MinHo no deja de sorprenderme.

—Alquilé esta parte porque sé lo mucho que te gusta la rueda de la fortuna. En otras palabras, tenemos todo un recorrido para nosotros dos.

¿Ya he dicho que lo amo cada vez más? ¿No, cierto?. Pues, amo a Lee MinHo cada día que paso a su lado.

—Creí que sólo la cena serían tus disculpas...

—Creiste mal, pequeña—sonríe—. Anda, vamos a divertirnos. Tenemos un par de horas para disfrutar de las atracciones.

Ofrece su mano, aceptandola, le sigo y juntos corremos hacía el primer juego. Esto me trae mucha nostalgia, solíamos hacerlo cuando veníamos con nuestros padres.

Admito que extraño mucho a mamá, cada mes, voy a visitarla. No omito detalle alguno de mi vida, de cuánto he crecido y lo enamorada que estoy de MinHo. Me pregunto si me hubiese alentado a seguir con mi plan de conquistarlo...

—Subiremos a las sillas giratorias.

—Pero si te da pánico estos tipos de juegos, Lee—aludí—. ¿Acaso quieres morir o qué?.

—Digamos que quiero superar mis propios miedos, además estoy contigo, me sentiré seguro y acompañado.

No sé si tomar eso como un halago o una insinuación demasiado tierna, este hombre no ayuda a que me desamore, todo lo contrario.

—Se te olvida que también sufro de pánico a las alturas.

—Lo sé, y aún no entiendo cómo es que te gusta la rueda de la fortuna. Vamos, superemos este miedo juntos, Chae-ssi.—anima cual niño entusiasmado.

No puedo negarme a él. Jamás lo haría.

—Está bien, si nos agarra un infarto, al menos moriremos divirtiendonos.—bromeo.

—No nos sucederá nada, andando.

Tomados de la mano, subimos cada uno a una silla y con ayuda del encargado, empezamos a girar de a poco. Cerré mis ojos cuando nos elevamos en su totalidad. Hubo gritos de ambas partes, incluso puedo jurar que hasta queríamos llorar por la velocidad que el juego emerge. Pataleé y maldije en voz alta, siempre teniendo presente el nombre de la bruja tóxica que MinHo tiene por novia.

Es un clavo en el culo, merece mis insultos. De pura suerte consiguió que MinHo le prestara atención. MinJu es odiosa, detestable y terriblemente insoportable. Por ahora dejaré a un lado mi guerra personal con ella, no es relevante ni nada parecido.

—Mi estómago siente un revoltijo horrible.—comentó MinHo una vez pisamos tierra firme.

—¿Y cómo no? Si comimos antes de venir, de saberlo, no hubiera ingerido ningún alimento.—digo sintiéndome igual que él.

—Busquemos una banca, quizá se nos pasa la descomposición.

Asentí de acuerdo, hallamos una a sólo pasos de distancia.

—¿Pensabas invitarme un helado?.

—Era el plan pero viéndonos completamente pálidos por el mareo, queda descartado—enuncia tocándose el vientre—. Mañana me tomaré el día...

—Yo también, es decir, supongo que una vez que falte a clases, no me perjudica en mi desempeño académico.

—Bien, llamaré a ChangBin en la mañana.

—Y yo a YiZhuo.

Nos quedamos en silencio unos momentos, era de noche y podíamos contemplar el estrellado cielo. Una gigantesca luna llena acompaña a las mismas, iluminando la fría noche.

—¿Por qué no te agrada MinJu?.

Miré a MinHo, preguntándole si hablaba de verdad. Mi desagrado hacía esa chica es tan evidente y fácil de detectar, me sorprende que él sea el único en no darse cuenta.

—La razón es simple, no es la mujer ideal que mereces. Eres mucho para tan poca cosa como ella. Su aura es tan negativo, tan agobiante. Esa carita de niña inocente sólo es una máscara que muestra ante sus fans, MinJu es una arpía manipuladora y bruja tóxica. ¿Acaso piensas que le interesas sentimentalmente?—cuestioné soltando un jadeo incrédulo—. Está contigo por pura imagen, y por los millones que tienes. Sus padres son iguales, siempre quieren atención. No es difícil detectarlo, MinHo. Desconozco que hechizo usó para amarrarte pero no funcionó conmigo. Además porque vas a casarte, sabiendo bien lo enamorada que me tienes. ¿Tanto te costó esperar un poquito más?.

—Chaeyoung, fuera de lo que pienses acerca de MinJu y su familia, mi cariño por tí es únicamente fraternal. Y ni estando con ella, podría siquiera cambiar eso. Eres como mi hermana menor, ¿entiendes?. Independientemente de quién elija en mi vida... Yo, de verdad lo siento. No quiero que sigas sufriendo por mis constantes rechazos, quiero que seas feliz y que te olvides de mí... Muchas veces te lo he dicho pero insistes en algo que no tiene solución. Por favor, deja de pensar que algún día voy a corresponderte. No soy el chico indicado para tí, perdóname.

Bueno gente, acepto nombres de candidatos para nuestra Chae, ¿Felix o SeungMin? 😭💔 👀

Espero les guste mucho el capítulo<3