─ ¿Hay algún problema? ─Se atrevió a preguntar Roseanne, mirando directamente a los ojos llorosos de la bonita castaña que intentaba aferrarse a ella─

─ No te incumbe ─Le respondió uno de los hombres, mientras que el que estaba vestido de payaso barato no paraba de hacerle muecas a la castaña, esta no paraba de llorar─

─ Están molestando a esta pobre chica en el lugar donde me estoy quedando, me parece que en parte si me incumbe.

─ Pierdete o qué, ¿también te quieres unir a nosotros, bonita? Asumo que nos hace falta otra que nos haga- ¡¿Qué haces enferma?!

Roseanne dejó la copa vacía en la barra, todo su ser le gritaba que le rompiera la copa en la cabeza, pero con el líquido debía ser suficiente.

Por su parte, Jennie solo veía a aquel hombre agarrar sus ojos con ambas palmas, el líquido del vodka mezclado con no sé qué cosa habían entrado en sus ojos y no paraba de quejarse e insultar a la rubia, ella simplemente los miraba con el asco calcado en su rostro. De un momento a otro, la coreana se sobresaltó al sentir una mano agarrar la suya y tirar de ella lejos de ambos hombres que eran echados por Wendy a la calle, quien había llegado momentos después.

─ Es peligroso que vengas a estas fiestas sola ─Jennie subió su vista, limpiando sus lágrimas con el dorso de su mano libre─ Cualquiera se puede propasar si no hay nadie que te ayude.

─ No vine sola...

Se atrevió a murmurar bajando la mirada, su mirada se posó en ambos manos unidas y la vergüenza la atacó como un balde de agua fría, se soltó rápidamente cuando llegaron a un lugar más apartado donde el ruido de la música no era excesivamente fuerte. La castaña no pudo evitar pasar su mirada por la rubia, se veía tan elegante y hermosa, mientras que ella seguramente debía tener todo el maquillaje corrido, viéndose como un perro viejo en abandono.

─ Habías dicho que no viniste sola, ¿y tu acompañante?

─ Vine con una amiga, ella se fué con una chica hace un rato ─Recordando a Jisoo, empezando a buscarla con su mirada, la encontró en otra sala besándose con la misma chica con la que parecían criticar sus disfraces, señalo hacia donde estaba─ es ella, la del traje de conejo.

Rosé miró hacia donde estaba señalando, alzando su ceja al ver a su amiga con ambas coletas disparejas por el agarré del conejo tortuga, empujando a una chica más baja contra una pared mientras le succionaba hasta el alma.

─ Vaya... ─Ambas suspiraron─ ¿pero te encuentras bien?

─ Me asusté, lo admito  ─"casi me cagué encima" se atrevió a pensar, aparte de que las lágrimas daban evidencia a cómo lo estaba pasando─ pero estoy mejor, muchas gracias.

Le sonrió dulcemente, Rosé no pudo evitar notar como sus encías se hacían presentes en su acto. Le sonrió de vuelta, parecía una chica bastante educada y tímida en comparación a los idiotas que andaban intimidando señoritas o las desvergonzadas que estaban a nada de coger en ese salón.

─ No es nada.

Un silencio se presentó entre ellas, Rosé no había dejado de mirarla y Jennie solo podía apartar la mirada hacia cualquier otro lado, el hecho de que fuese más alta la hacía sentir como una cucaracha.

─ Yo creo que me iré ─La coreana rompió el silencio en un murmullo─ muchas gracias nuevamente.

─ ¿Irás sola?, ¿No es peligroso?

Jennie le sonrió nuevamente, negando suavemente con la cabeza, aunque, igualmente tenía que sobrevivir a la gente hasta la salida y como la casa era grande y ellas estaban al otro extremo, la tenía difícil.

─ Temporalmente estoy viviendo al lado, aunque realmente no conozco mucho la casa, creo que voy a estar bien.

─ Te acompaño.

─ Oh, no es necesario, no quiero molestar más, aunque lo agradezco...

Jennie cayó cuando Rosé levantó una de sus cejas y con una mano apuntando a otro salón le empezó a guiar

─ Ven, vamos, la gente aquí no es tan dulce al parecer.

Jennie la siguió sin chistar, no era tan malo tener un poco de compañía devuelta a su "casa" cuando su acompañante ni estaba cerca para irse con ella como se supone que debía ser.