Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 8: Estancia en Durmstrang.

En tercero hice una prueba para entrar al equipo de quidditch de mi casa. Nuestro colegio es famoso por nutrir de grandes jugadores a las ligas profesionales, y en ese momento este era uno de mis sueños.

Disfrutaba muchísimo jugando a mi deporte favorito junto a mis compañeros.

Mi posición era de cazador, pero recuerdo que jugué un par de partidos seguidos de golpeador por la lesión de un compañero.

También tuve mi primer beso, con Elsa, como ya comenté. Fue tras un partido que ganamos a Galkin por mucha diferencia de puntos. Qué partidazo fue ese.

Mi cuarto año en Durmstrang fue un poco difícil, pues podría decirse que me granjeé a mi primer enemigo en el colegio. Todo comenzó cuando defendí a una chica a la que un chico de mi casa estaba molestando.

En esa época estaba más delgado y menos fuerte que ahora.

Era un adolescente, por lo que Alf, que así se llama el idiota, que además era de séptimo curso, se abalanzó rápidamente hacia mí y me soltó un certero puñetazo que me tuvo el ojo derecho morado durante un tiempo. Solo por empujarle un poco para que dejase en paz a la chica.

Y lo peor fue que él se marchó de rositas porque su padre es un mandamás de la política mágica de Suecia.

Me molestó todo lo que restó de ese curso. Menos mal que solo quedaba un trimestre, se graduó ese año y no supe nada más de él en el colegio, porque era insoportable.

Cuando estaba en quinto curso, tuvimos una asignatura nueva que solo se da en pocos colegios mágicos pero que es tradición en Durmstrang: Esgrima Medieval. Esta interesante y emocionante materia consiste en aprender el noble arte bélico de la época medieval con arma blanca.

Durante ese año también aprendimos a manejar distintos tipos de espadas, como por ejemplo sables, alfanjes, espadas bastardas o katanas japonesas, además de los floretes característicos del esgrima, cosa que me encantó desde el primer minuto.

Hacíamos duelos muy interesantes.

En uno de esos duelos salí mal parado, pues mi rival me hirió.

Años más tarde tuve la suerte de poder tener espada propia, Rättvisa la llamé. Sí, por si no se ha notado, me gusta ponerle nombre a todo. Algún día contaré la historia de Rättvisa y el significado de su nombre.

Estaba en mi sexto año en Durmstrang cuando, tras pensarlo detenidamente e investigar, decidí que quería ser animago.

Era un sueño que llevaba un tiempo pensando en cumplir. Lo conseguí, no sin esfuerzo y constancia, pero es una historia muy larga que en otro momento contaré.

Lo cierto es que aunque el director en aquella época, Igor Karkarov, me echó la bronca y me puso un duro castigo cuando se enteró, valió totalmente la pena y volvería a hacerlo una y mil veces. Sin dudarlo un instante. Pues fue una experiencia que no olvidaré en la vida. Jamás.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro