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El Elías me quedó mirando por unos largos segundos hasta bajar a mi entrepierna en donde juega con los bordes del pantalón. Pero de alguna forma parecía nervioso por lo que me separe de el y lo tomé en brazos dejándolo sobre mis piernas.
El me mira algo extrañado hasta que escuché su jadeo, el al "acomodarse" había frotado su trasero con mi erección.
– Ma-matías me temo que ya es hora de que me hagas tuyo. Pero...estoy muy nervioso. Yo soy virgen.
Dijo mirándome con vergüenza, le sonreí de forma cariñosa tomando sus manos para besar estas.
– Cariño no estés nervioso. Trataré de ser lo más cuidadoso posible lindo.
Él pareció relajarse y yo suspiré dejandole besos por sus mejillas para luego acomodarlo en la cama quitandole la ropa dejando besos por todo ese lindo cuerpo pálido.
Le enseñé tres dedos mientras yo empezaba a masturbarlo con mi otra mano.
– Lindo, necesito que ocupes tu lengua y los llenes de saliva. O no podré prepararte y te va a doler.
Dije mirandolo, el se me quedó mirando y negó. Lo miré unos segundos en silencio ladeando mi rostro a un costado, estaba confundido. Se acercó a mi oído para susurrar "No quiero que me prepares, solo mételo". Luego vi como suspiraba tapando su roostro con la almohada.
— S-si duele no importa. Suelo acostumbrarme al dolor.
Dijo a lo que me quedé en silencio, por un momento pensé que el era masoquista. Suspire besando su frente.
— si no te preparo... te va a doler mucho. Como es tu primera vez debo hacerlo cariño.
Traté de convencerlo y al final acepto a lo que tomó mi mano para lamer los tres dedos. Se veía algo nervioso, era normal, besé su rostro y luego su cuello llenando la zona de marcas.
Con mi mano disponible acariciaba uno de sus muslos y luego la entrepierna. Aproveche para quitarme el pantalón quedando sólo con la ropa interior. En donde ya se notaba ese bulto.
El miró mi entrepierna terminando con su labor al ya haber dejado los dedos llenos de saliva.
— ¿N-no crees que es muy grande?
Dice el avergonzado. Reí por lo bajo y acerqué mi mano con los dedos ensalivados a su rosada entrada. No era lo mismo que hacer estas cosas con una mujer...por lo que me preguntaba si le dolería mucho, tragué saliva para rodar mis dedos y así meter uno con cuidado.
Escuché su quejido y como apretó la almohada que había tomado para cubrir su rostro. Yo solo me dediqué a prepararlo. Así pasó el rato hasta que ya saqué los tres dedos y me quité el boxer, colocandome el condón. Besé sus labios para calmarlo.
Lo que me sorprendió fue lo siguiente. Él me empujó dejándome acostado en la cama y así el mismo se puso sobre mi erección. Por lo que pude sentir su apretado interior, aunque se sentía cálido a la vez.
Lo miré con una ceja alzada. El se había mordido el labio inferior..
— ¿P-por que hiciste eso si así se mete más?, eres un niño travieso. Daddy te castigará por eso.
Dije con un tono de voz grave e excitado. El Elías se me quedó mirando sonrojado para luego empezar a dar saltitos sobre mi erección que estaba en su interior. Escuché sus gemidos que de a poco eran más placenteros. El como me llamaba por mi nombre y como me ponía apodos como "Cariño" o "Daddy".
Tomé sus caderas para ayudarlo a moverse mejor escuchando ahora como pedía por más y jalaba de mis cabellos. Gruñí moviendolo por lo que lo dejé en la cama sacando mi pene de su interior para luego volver a penetrarlo esta vez con fuerza. Ya me había excitado bastante, tome sus caderas moviendome rápido a lo que él gemía mi nombre tal cual animal en celo. Escuché su grito placentero, bingo, encontré su punto dulce.
Me moví en el mismo lugar que lo hice gritar a lo que el pedía por más abrazandome con fuerza. Sentía los arañazos en mi espalda.
Finalmente terminé por lo que saqué mi pene de su interior, así quitandome el condón lleno de semen. Para luego votar este a la basura. Y el al mismo tiempo que yo había terminado manchandose el abdomen de semen.
El Elías respiraba agitado apretando las sábanas, miré su rostro sumiso mirando como lágrimas salían de sus ojos.
— Ma-mati...me gustó... mucho.
Dice el un tanto excitado pero cansado por lo que me separé de el solo para suspirar haciendo mis cabellos hacia atrás. El Elías se acercó a mí besando mi mejilla — Te ves sexy así – susurró en mi oído.
Yo reí y besé sus labios con sumo amor dejando mis manos en su cintura acariciando esta zona.
— Bebé descansa. Tienes que dormir, ven. Durmamos
Dije de forma dulce y lo abracé para acostarme junto a él pero dejándolo encima apoyado en mi pecho. Nos tapé solo con una manta de la cama, mirando como mi pequeño niño cerraba sus ojos para dormir.
Sonreí de lado besando su frente para así cerrar mis ojos y dormir.
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Lemon vergas, lo se. No sé escribir este tipo de cosas :').
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