Capitulo 8

El regreso al dormitorio, a pesar de la victoria, trajo consigo una extraña mezcla de emociones. La incomodidad era palpable; algunos jugadores, decepcionados por la alta tasa de supervivencia, murmuraban entre dientes. Otros, sin embargo, dejaban escapar sollozos silenciosos, un torrente de alivio y gratitud por haber escapado de la muerte.  El aire resonaba con la tensión contenida, un silencio fragmentado por suspiros y susurros.

Gyeong-seok se dirigía a su cama, el cansancio pesando en sus hombros, cuando las manos de Hyun-ju lo detuvieron.  Se giró, encontrando su mirada llena de una ternura que disipaba cualquier resto de tensión.  Una sonrisa cálida iluminó su rostro.

—Quédate— susurró ella, su voz apenas audible por encima del murmullo general.  Una mirada rápida a su equipo, que les devolvía sonrisas de complicidad y alivio, confirmó su decisión.

Geum-ji, con una amplia sonrisa y un gesto hacia el grupo reunido cerca de las escaleras, los invitaba a unirse a la celebración improvisada.

Gyeong-seok asintió en agradecimiento, haciendo una breve reverencia antes de sentarse junto a Young-mi, quien le saludó con una inclinación de cabeza.

—Qué amables— murmuró Gyeong-seok, sintiendo la calidez de la camaradería inesperada.

—No le des importancia, casi éramos equipo— bromeó Yong-sik, aliviando la tensión con su comentario jovial.

Su risa, aunque contenida, contagió a algunos de los presentes, creando un pequeño foco de alegría en medio del ambiente aún cargado de emociones encontradas.  La victoria era suya, pero la sombra de la muerte aún se cernía sobre ellos, recordándoles la fragilidad de su supervivencia.  El alivio y la alegría se mezclaban con la incertidumbre del futuro, un futuro que, por ahora, compartían juntos, en ese dormitorio, en medio de la confusión y la calma posterior a la tormenta.

El silencio reinó, una calma inusual tras la tensión del juego.  Pero esta vez, el silencio no era incómodo; tenía una calidez reconfortante, como una suave manta que envolvía a los sobrevivientes en un abrazo silencioso de alivio compartido.  Este silencio, sin embargo, era frágil, a punto de romperse bajo el peso de las emociones reprimidas. Young-mi lo rompió, dirigiéndose a Hyun-ju con una mezcla de timidez y curiosidad.

—Oye...—comenzó Young-mi, su mirada buscando la de Hyun-ju antes de girar su cuerpo suavemente hacia ella.  Un ligero rubor coloreaba sus mejillas. —¿Puedo hacerte una pregunta?

La pregunta, inocente en su superficie, colgaba en el aire, cargada de una tensión sutil que Hyun-ju percibió inmediatamente.

—¿Sí?— respondió Hyun-ju, su voz apenas un susurro.  Sus ojos, brillantes y alertas, recorrieron rápidamente a los demás antes de volver a Young-mi.  Sus manos se apretaron ligeramente, un indicio del nerviosismo que la embargaba.

—¿Cómo sabías que, si volteaba el papel en ddakji, ganaría?—

La pregunta de Young-mi, aunque inocente, resonó en el ambiente cargado.  Para Hyun-ju, era más que una simple pregunta sobre un juego; era una invitación a compartir una parte vulnerable de sí misma.

Hyun-ju sonrió, una sonrisa tensa que no llegaba a sus ojos.  Un hilo de sudor resbaló por su sien, y ella lo limpió disimuladamente con la manga.

—¡Ahh!— remojó sus labios, su voz apenas audible. —Es que jugaba mucho al ddakji con los niños del barrio donde crecí... así que esa es mi estrategia secreta—

Su respuesta, aunque evasiva, era una capa de protección, un escudo contra la posibilidad de una mirada inquisitiva o un juicio.  El silencio que siguió fue pesado, cargado de una incomodidad palpable.  La respuesta de Hyun-ju era una cortina de humo, pero todos sentían la verdad que se ocultaba detrás.

Young-mi sonríe tímidamente, agachando la cabeza.  Geum-ji, después de un momento de duda, su alegría natural ganando la partida, decide intervenir.  Su voz, aunque inquisitiva, lleva un tono amable, casi maternal.

—Oye, ¿yo también puedo preguntar algo personal?—

—Claro— responde Hyun-ju, su voz un poco más firme ahora, aunque la tensión en sus hombros permanece.  Un ligero temblor en sus manos es apenas perceptible.

—Cuando fue tu turno de jugar, ¿por qué nos pediste que nos volteáramos?— Geum-ji se acerca a la orilla de la cama, su curiosidad genuina, pero la pregunta cuelga en el aire, cargada de una potencial incomodidad.

Gyeong-seok se inclina levemente, su interés evidente, pero también una creciente preocupación por Hyun-ju.  Observa cada detalle, la tensión en sus hombros, el ligero temblor de sus manos.  Su valentía me conmueve, piensa, su sinceridad es deslumbrante.

—¡Ah...— Hyun-ju agacha la mirada, sus manos temblando ligeramente.  El peso de la confesión que se avecina la oprime, la sensación de vulnerabilidad amplificada por la presencia de Gyeong-seok, quien la observa con una mezcla de cariño y una profunda admiración que la deja sin aliento.  El silencio que sigue es denso, cargado de una tensión que se hace casi física.

—¿El que te vean te da pena?— cuestiona Geum-ji, con una gran sonrisa, mirándola casi maternalmente.  Su inocencia, sin embargo, solo acentúa la incomodidad del momento.

—No, no es eso—confiesa Hyun-ju, evitando el contacto visual con Gyeong-seok, solo mirándolo de reojo.  Su voz es un susurro, casi inaudible, cargado de una mezcla de timidez y vulnerabilidad. —Aún no he hecho la transición—

—¿Cuál transición?— pregunta Geum-ji, sin comprender, su mirada recorriendo los rostros de los demás, buscando una explicación.  Su confusión es palpable, un contraste con la tensión que envuelve a Hyun-ju.

—Ay, ma. ¡No!— Yong-sik interrumpe, su rostro enrojecido de vergüenza. —Ya deja de preguntar, ¿por qué siempre tan chismosa?— Le da una mirada severa a su madre, intentando detener la línea de interrogación que amenaza con exponer a Hyun-ju aún más.  Mamá, por favor, piensa, esto es muy personal.

Gyeong-seok y Young-mi intercambian una breve mirada, ocultando una sonrisa ante la pelea entre madre e hijo.  La situación, aunque incómoda, tiene un toque de humor que alivia la tensión.  Su fuerza me impresiona, piensa Gyeong-seok, su vulnerabilidad me conmueve profundamente.

—No, está bien— sonríe Hyun-ju, más tranquila ahora que la atención se ha desviado de ella.  Piensa un momento, buscando las palabras correctas para que Geum-ji comprenda. —Es que aún me faltan más cirugías y...— Finalmente, mira a Gyeong-seok, quien la observa con atención, su mirada llena de una calidez que la tranquiliza. —Si me miran, es muy incómodo— Dice, esperando en vano alguna señal de rechazo en su expresión.

—¿Cuáles cirugías?— pregunta Geum-ji de nuevo, su curiosidad sin límites.  Su falta de conocimiento sobre el tema la hace preguntar sin malicia, pero sus preguntas, aunque bienintencionadas, son un tormento para Hyun-ju.

Yong-sik vuelve los ojos al techo, avergonzado por la insistencia de su madre.  Mantiene la vista fija al frente, intentando ignorar la conversación.

—¡Ahh!— exclama Geum-ji, moviendo sus manos frenéticamente. —¡Oh!— Impresionada por haber captado la implicación, señala los pechos de Hyun-ju con sorpresa. —¡Ah! ¡Ah! Ya entendí. Entonces, te las operaste— Con sus manos, imita la forma de los pechos de Hyun-ju. —Con razón, ya decía yo que estaban muy grandes...

—¡Ay, mamá, ya cállate!— interfiere Yong-sik, su vergüenza llegando a su límite. —Perdónala— pide, tomando a su madre de las manos y alejándola suavemente.

—¿Qué, pero qué dije?— cuestiona Geum-ji, mirándolo con confusión, aún sin comprender completamente lo que ha sucedido.  Su inocencia, aunque bienintencionada, ha dejado a Hyun-ju expuesta, y a Gyeong-seok, aún más cautivado por su valentía.

El momento se rompe cual hoja de papel en cuanto las puertas se abren con u intenso sonido y los guardias entran para dar la nueva cantidad del premio.

—Jugadores, los que están aquí han logrado ganar el segundo juego. Muchas, felicidades a todos. —inicia el soldado con mascara de cuadrado —Bien, ahora permítanme anunciarles el resultado del segundo juego —comunica al presionar el botón de su control para darle acceso a la gran alcancía una vez más, las luces se apagan y los murmullos resuenan en el recinto mientras el dinero va cayendo dentro de la alcancía y en la pizarra se va notando el numero de jugadores restantes y la cantidad que ya esta. —Un total de 110 jugadores fueron eliminados y el premio total acumulado asciende a 20 mil 100 millones de wones, para los 255 jugadores restantes el dinero por persona asciende a 79 millones 823 mil 530 wones —

—Espere, ¿qué? —cuestiona un jugador alzando la voz —Ni siquiera son 100 millones, incluso son menos de 80 —resopla molesta

—¿Murieron 110? ¿En serio, solo esos murieron? —cuestiona otra jugadora sorprendida por las pocas personas fallecidas, como si de verdad disfrutaran verlos morir —¿Están seguros de que contaron bien?

—¡No puede ser que los que murieron solo hayan sido 110!

—¡Esta mal!

—¡Hagan bien sus cuentas!

Comienzan las quejas de los inconformes, esos que buscan más dinero sin importar que otros mueran.

—Casi muero dos veces, ¿y es todo lo que voy a ganar? ¡Quiero más! —reprocha el jugador ,el cual esta junto a 456, quien lo ve boquiabierto, sin comprender la poca empatía que tenia —Sobre todo si me golpea un tipo que no he visto en mi vida

—Entendemos por completo su frustración por los resultados en este momento. Sin embargo, siempre van a tener la opción de dejar de jugar cuando ustedes lo decidan. Ahora vamos a comenzar la votación, para determinar si quieren continuar al siguiente juego —responde el soldado, las puertas se vuelven a abrir dejando entrar los botes que los jugadores oprimirán para decidir si van a poder irse o quedarse —Como habíamos acordado si quieren seguir jugando para ganar más dinero o si prefieren detenerse aquí depende completamente de la decisión que ustedes tomen. Por favor, siéntanse libres de ejercer su valioso derecho de elegir de una forma totalmente democrática.

Las personas se comienzan a cuestionar, pero esta mas que claro que nuevamente ganarán los círculos, ya que el juego esta repleto de personas avariciosas que desean irse con todo.

—Yong-sik —habla Geum-ji,

—¡Mhm! —balbucea observando el premio

—Si nos vamos hoy comamos kimchi en casa, ¿sí? —dice animándolo a irse del lugar —Sacaremos el mas añejo

—Kimchi con un montón de cerdo —agrega Yong-sik con evidente animo

Young-mi, Hyun-ju y Gyeong-seok, solo bajaron la cabeza ante esa charla de madre e hijo, pues las dos chicas estaban solas y él, solo quería correr para abrazar a su hija y jamás soltarla.

—Ya me dio mucha hambre —ambos ríen

Geum-ji, gira a ellos y sin borrar su sonrisa llama su atención.

—Oigan, me alegro de haberlos conocido a los tres cuando salgamos, quiero invitarlos a mi casa para que comamos, también cocinaré samgyeopsal —dice de forma coordial y amable, intercambiando su mirada entre ellos

—¿Lo dice enserio? —cuestiona Young-mi, incredula ante la amabilidad de Geum-ji quien solo suelta una risilla

—¡Claro! Quiero que vengan, aunque nuestra casa es un poco pequeña, pero es más que suficiente para que coman cinco personas y pueden quedarse a dormir también —agrega divertida

Hyun-ju, parece ajena a la conversación, mientras que Young-mi y Gyeong-seok, permanecen muy alegres ante tal invitación. Él presiente cual segura la decisión de ella, por lo que baja la mirada, no queriendo contradecirla, pues cada quien tiene un gran motivo para estar ahí.

—Hyun-ju...—inicia Young-mi, haciéndola girar —¿Tu iras? —cuestiona apenada

Hyun-ju, piensa un poco, los observa a todos y su mirada se centra en Gyeong-seok quien parece invitarla con la sola mirada, por lo que emboza una pequeña sonrisa y asiente alegrando a todos los presentes.

—Oigan, ¿ustedes hasta donde viven? Nosotros en Bongcheon-dong

—¿De verdad? —pregunta Young-mi impresionada —Yo vivo en Sillim-dong

—¡Oh! Estamos muy cerca. Casi vecinas —exclama emocionada Geum-ji por tal dato, impresionada de no haberse conocido antes —¿Y tu donde vives Hyun-ju, en Seúl? —cuestiona

—En Gwangmyeong

—¿Enserio? ¡Ay! ¡Pues a 30 minutos en autobús! —la conmoción hace que Geum-ji, no tenga filtros pues su voz sale tan emocionada que parece un niño pequeño yendo a la feria —No puedo creer que vivamos tan cerca, ¿acaso será coincidencia o destino? —suelta una risilla sin siquiera prestar atención a su Yong-sik, que observa el dinero con ojos brillantes, lo cual noto Gyeong-seok, por lo que ni siquiera escucho cuando a el se lo habían preguntado, temiendo que otra vez no saldrían

Y la voz del guardia interrumpe, antes que Hyun-ju, que estaba por tocarle el hombro.

—Esta vez, el jugador 001 va a ser el primero en votar. —todas las miradas se concentraron en el jugador —. Bueno jugador 001, pase a votar

Este camina decidido, confiado y sin pensarlo vota X, lo que aumenta la esperanza de quienes desean irse.

—Jugadora 006, pase —le indican, la mujer dudosa y con las manos temblorosas presiona X, —jugador 007

Geum-ji, le sonríe a su hijo confiando plenamente en él quien avanza entre la multitud.

—Yong-sik, no vamos a cambiar de opinión, si unimos lo que ya hemos juntado tendremos más de 150 millones —lo anima sin soltar su mano —y con eso podemos pagar tu deuda y usar el resto para abrir un pequeño puesto o algo así. ¿De acuerdo? —lo ve a los ojos —¿Sí? —cuestiona buscando su mirada

—¡Eh! ¡Sí! —habla dudoso y cuando llega al panel lo primero que observa es el dinero, sintiendo la emoción subiéndole por el cuerpo y sin más presiona O

Geum-ji, parece temblar ante la decepción que su propio hijo le ha dado, confusa y sin comprender el cambio de decisión, observa a Gyeong-seok, quien la ha sostenido de los hombros, sintiendo compasión por la mujer que fue tan amable con él.

Votación tras votación, la desesperación se cierne sobre todos al tener incierto el resultado o quizá ya lo saben pero aun no quieren aceptarlo y se niegan a dejar la esperanza.

El turno de Hyun-ju, llegó ella avanzo sin mirar atrás, sin darles por lo menos una mirada por lo que Gyeong-seok, busco la mirada de Young-mi, quien nerviosa junto sus manos y al ver que voto por O ambos se vieron tristes.

Y de pronto 456, sale nuevamente tratando de hacerlos comprender, pero 001, toma la iniciativa.

—¡Están locos! —exclama —¿Quieren volver a hacer esto después de lo que vieron? —los ve a todos, buscando comprensión —¿De como mataron a todos? ¿Y si mueren en el siguiente juego? —camina lentamente por la línea que divide los O de las X, —A este paso, ¡todos morirán! —resopla —Solo salgamos de aquí, con es premio —los alienta señalando la pizarra —¡Hay que salir con vida y luego resolvemos lo que viene!

—Dinos —reprocha 100 —¿Qué va cambiar 70 millones? —cuestiona acercándose a él, mirándolo retador —No sabe cuanto debe cada persona, pero para muchos, eso no alcanza para pagar sus deudas, ¿no sabes nada de sus vidas ¿No están de acuerdo? —señala a todos buscando su apoyo —¡No tenemos la opción de salir! ¡Esa cantidad de dinero es una miseria!

—¡Es verdad!

—¡Tiene razón!

Dicen algunos jugadores respaldando al numero 100, quien perece disfrutar del control que logra tener sobre las demás personas.

—¡Es verdad!

—¡Con ese dinero, no me alcanza para absolutamente nada! —reprende 043

—25 millones —agrega 100 —en el primer juego, setenta y ocho en el segundo, el dinero del premio se triplico después del segundo juego. Pero, si jugamos un juego más, ¡el premio será seguro de al menos 200 millones!

Habla como si de un discurso de campaña se tratará.

—No puedo seguir haciendo esto —Young-mi, solloza captando la atención —Por favor...solo déjenme salir de aquí, por favor. quiero —cierra sus ojos, haciendo sentir culpable a Hyun-ju, que la observa desde el otro lado de la línea —Quiero irme a mi casa, no morir. No quiero —sus sollozos se hacen mas ruidosos

—Escucha niña, todavía eres joven —reclama otro jugador —tienes una vida por delante al salir, pero yo ya no —sentencia molesto

—Se los suplico —vuelve a insistir

—Mi familia y yo no tenemos futuro —agrega el mismo jugador —Debo más de 500 millones de wones por mi negocio, necesito salir de aquí, con la mitad de todo este dinero para que mi vida se pueda reiniciar —de igual forma solloza bajamente

—¿Y si mueres? —cuestiona 001 —Si mueres aquí, tu familia ni siquiera se va a enterar y todo va a terminar para ti y los tuyos ¡Así de fácil! —reprende rechinando sus dientes —¿No lo entiendes?

—¡No dejes que te asuste! —da un paso al frente el jugador 226 —Ddakji, gong-gi, trompo, lo único que estamos haciendo es jugar juego de niños —suspira mirando a todos

—¡Es cierto!

—¡Tiene razón!

—Miren —señala la pizarra —si quedamos 255, ¡significa que más de la mitad sobrevivió! —indica —¡Ya llegamos hasta aquí! ¡Sin duda ganaremos¡ ¡Juguemos otro juego!

—Sin duda parece que tienes liderazgo, muchacho —halaga 100 al jugador 226 —¡Si! ¡Todos aquí hicimos un buen trabajo! —asienten —¡Por eso seguimos vivos! Bien, juguemos una vez más, todos vamos a arriesgarnos a jugar solo una vez más —extiende su mano arriba con eufuismo

Todos comienzan a seguirlo como el coro de almas cegadas por el dinero sin pensar en lo que va a ocurrir, solamente pensando en cuanto dinero obtendrán con más personas muertas. Y así continuando con las votaciones, hasta llegar al resultado quizás ya esperado, donde 116 personas votaron por irse y 139, por quedarse, así marcando nuevamente los minutos de vida que les quedan.

Gyeong-seok, aplana sus labios al ver ese resultado, trata de contener su irá pero parece imposible, sus puños se aprietan y la decepción es palpable en su mirada, arrepintiéndose de haber sido tan estúpido por haber ido, el llanto quiere inundarle pero solamente resopla, y al girarse se encuentra con Geum-ji y Young-mi, que permanecen con la cabeza baja, se acerca a ellas y tratando de ser fuerte sonríe.

—Haremos lo posible por sobrevivir el siguiente juego, saldremos vivos y saldremos, nos iremos todos juntos y comeremos ese kimchi —miente buscando sus miradas

—Tengo miedo —confiesa Young-mi, entre lagrimas

—Es natural, pero te aseguro que no morirás —de nuevo mintió

***NOTA DE LA AUTORA; Nuevo cap, espero les haya gustado, ya estamos por llegar al momento doloroso 😖.

Gracias por el apoyo gente, los amo ❤️.

Psd; ¿Alguien sabe usar Ao3 😭? Que me tengo que esperar hasta el 30 de abril para que me acepten la invitación JAJAJA.

Bueno, chao 🙂‍↔️✌️.