Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

💔𝗖𝗮𝗽í𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟱💔

Milán no pudo evitar hacer una mueca al ver el lugar en completo abandono, Bill por su lado parecía el hombre más feliz del mundo mirando todo a su alrededor, especialmente a ella.

Se mordió la lengua para no gritar, sentía su corazón latiendo desbocado dentro de ella por lo vivido minutos atrás, observo a Bill y no hizo más que enfurecer, mientras él se encontraba feliz de recordar algo, ella se encontraba al borde de un colapso.

Estúpido, estúpido, pensó frunciendo el ceño.

¿Por qué tenía que quererlo aún?

No, ella lo odiaba.

Odiaba su maldita sonrisa.

Odiaba sus ojos azules.

Odiaba su voz y su risa.

¡Lo odiaba!

Dio grandes zancadas por toda la estancia deshaciéndose de las sábanas que cubrían los muebles, molesta. No podía echarse para atrás, ella no le temía a nada, Bill no sería la excepción. Él recordaría todo pronto y para ella sería más fácil terminar de odiarlo.

―Entonces... ¿aquí vivíamos?

La voz de Bill la sacó de sus pensamientos, se giró a mirarlo.

El hombre se encontraba cerca de uno de los ventanales que daba a un inmenso patio, mirando al exterior con curiosidad.

―Sí, ya te lo había dicho.

―Esta un poco abandonado.

―Igual que cuando me mandaste al carajo ―soltó sin pensar.

Bill parpadeo varias veces intentando procesar.

―No ―exclamó―. No te abandone ―aseguro.

Milán rio.

―William no te acuerdas de nada, no puedes asegurar algo que sí paso...

―No ―la interrumpió―. Sé que no recuerdo que rayos ocurrió, pero algo dentro de mi me dice que no te abandone. Ese recuerdo que tuve y el sentimiento que me transmitió es... indescriptible. Yo era feliz y me niego a creer...

―Pues créelo ―interrumpió, molesta―. No solo te fuiste, sino que resulta que también había alguien en tu vida.

Con cada palabra que salió de sus labios, sintió su garganta arder. El dolor se fue instalando en cada fibra de su ser, las lágrimas se acumularon de golpe, pero se negó a llorar delante de él.

Bill se llevó las manos a la cabeza frustrado, suspiró y volvió de nuevo su vista al ventanal. Era difícil no recordar nada, no saber si en verdad hizo todo lo que Richie le contó, él quería saber la verdad. Quería entender por qué hizo lo que hizo.

En su recuerdo era feliz y estaba con la persona que amaba, pudo sentirlo, pudo sentir que ese era el lugar donde quería estar y aun lo sentía. No hacia faltar recordar toda su vida para saber que esa mujer de cabello cobrizo era con quien quería estar. Nadie más.

Milán dio un respiro antes de desaparecer por un pasillo, cerró la puerta de la habitación principal y recostó su cuerpo a ella, elevó su mirada encontrándose con la foto de su boda en la pared frente a ella.

¿Por qué la felicidad tenía que ser tan efímera?

Ella solo quería ser feliz, solo quería un matrimonio feliz y formar la familia que nunca pudo tener. Amaba a Daniel y agradecía su amor incondicional, pero dentro de ella anhelaba a su mamá.

Anhelaba sus abrazos en las noches de pesadillas, su voz cantándole para dormir, su risa al robarle sus galletas, incluso sus regaños.

Se sobresaltó al escuchar el ruido de un objeto haciéndose pedazos, abrió la puerta y con el corazón a punto de salirse de su boca corrió a la sala. El alma le regreso al cuerpo al ver a Bill sin ningún rasguño.

―¡Qué rayos fue eso!

―Es un gatito ―la sonrisa en el rostro de Bill no podía ser más grande.

―¿Gatito?

―Sí, se escondió debajo del sofá.

Indecisa, ella se acercó hasta el sofá. Miro a Bill una última vez antes de agacharse y comprobar lo que decía. Sus ojos se abrieron con sorpresa al comprobar que efectivamente debajo del sofá había un hermoso gatito de color naranja.

―¿Está ahí? ―escuchó la voz de Bill, seguido de las ruedas de su silla acercándose.

―Sí, pensé seria más grande.

Estiró su mano para tomarlo, el pequeño animal no huyo como pensó haría, al contrario, se acercó feliz dispuesto a obtener un poco de cariño.

La sonrisa de Bill se ensanchó al ver al pequeño ser en brazos de Milán, ella pareció notar la felicidad en el rostro de su "esposo" porque no dudo en entregarle al pequeño animal.

―¿Podemos quedárnoslo? ―susurró sin dejar de acariciarlo.

Milán elevó una ceja al escucharlo.

―¿Quedárnoslo?

―Sí, es demasiado pequeño para que este solo.

―¿Audra no es alérgica?

―A mi que me interesa que lo sea ―contestó sin dudar―. ¿Tú no eres alérgica?

―No, yo no...

―Genial ―interrumpió―. Será nuestro entonces.

―Bill, puedes tenerlo si quieres, pero no es nuestro ―habló antes de tomar asiento en uno de los sofás―. Cuando recuperes la memoria te irás con Audra, y lo llevaras contigo.

William bufó.

―No sé porque todos están empeñados en que apenas recuerde todo me iré corriendo a los brazos de esa mujer. Estuve un año en coma, no sé cuanto paso antes del accidente que estuvimos separados, pero ¿en serio creen que ella es algo mío? Cielos, yo no lo siento así.

―Tú no sabes lo que dices.

―Claro que lo sé, pero es más fácil creer para ustedes algo que no tiene pruebas. Yo no me quiero ir, no siento ni el deseo, tengo más deseos desde que desperté de estar contigo a verla a ella.

―Cuando recuerdes todo va a cambiar ―susurró con voz ronca.

―No estoy seguro de ello.

―Yo sí.

Él se iría, ella lo sabía.

Se había marchado una vez, una segunda no seria la excepción.

Antes de que alguno pudiera decir algo más el sonido del teléfono los sobresaltó, ella se levantó de prisa para tomarlo. La sonrisa que se formó en sus labios al escuchar la voz de Richie se borró tan rápido que le dolió.

―¿Todo bien? ―preguntó Bill una vez la observó colgar.

―Sí ―susurró pensativa―. Solo llamó a avisar que no podrá venir a cenar.

―Qué mal.

―Ajam.

El mal sabor de boca la hizo querer escupir, sabía que algo había sucedido con Richie, lo conocía tan bien, conocía su alocada forma de ser como si de ella misma se tratará.

Necesitaba verlo cuanto antes, abrazarlo y desearle que su corazón sanará pronto. No había peor dolor que un corazón roto.

―¿Cómo crees que deberíamos llamarlo, cariño? ―soltó de pronto Bill haciendo referencia al pequeño gato que seguía en su regazo, el aire abandonó los pulmones de Milán al escuchar como la llamó.

¿Por qué el destino se estaba encargando de restregarle en la cara lo que jamás volvería?

Espero les guste el nuevo capítulo, recuerden que entre más apoyo vea en la historia más rápido serán las actualizaciones.

¿Sugerencias de nombre para  el pequeño gatito?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro