(Tres meses después) 

Luego de esa salida que tuvimos los cuatro, Grady yo nos habíamos distanciado y una de las razones era por el trabajo, según los informes el proyecto estaba mejorando, así que habíamos contratado a una veterinaria exclusiva para su sector. Mientras que yo, bueno... Me estaba concentrado en la nueva atracción, al final solo faltaba menos de un año para mostrarla al publico. También me ocupaba de estar sumamente preparada para ver a mis sobrinos, me preocupaba mucho de como seria su reacción al verme.

(Presente)

Owen había pensado ingenuamente que se suponía que esta mierda de evaluación tenía que ver con evaluarlo a él y a su capacidad como entrenador de aves rapaces. Como en: el único entrenador de aves rapaces de la isla. Como en: el único entrenador de rapaces conocido en toda Costa Rica y el mundo entero.

Claramente se había equivocado porque desde principios de semana, en lugar de seguirlo y tomar notas en esa costosa tableta suya, la señorita Dearing había estado hablando con la veterinario jefe del paddock, riéndose y tocándose el pelo cada dos segundos mientras su amiga y asistente Zara, que por cierto estaba aterrorizada por los dinosaurios aún en crecimiento y muy mala para ocultarlos, lo siguió a todas partes y le hizo preguntas que se suponía que eran estándar, pero que eran tan aburridas como completamente ridículas. ¿Se sintió bienvenido en la empresa? ¿En realidad? Pasaba los días en el paddock y parte de la noche también. Lo más que había visto de la compañía hasta ahora eran Hoskins y Claire Dearing y aunque no le importaba lo último, con el correr del tiempo se le erizaba la piel.

Y aún así, reflexionó mientras ayudaba a Barry y a los cuidadores a guardar los arneses al final del día, Claire se reía con Randy. Era guapo, supuso Owen, si a una le gustaba el tipo de chico alto, de pelo oscuro y ojos azules.

_Es tan poco profesional - Se burló en voz baja.

_¿Qué fue eso, señor Grady? - Preguntó Zara, levantando la vista de su teléfono.

_Nada - respondió rápidamente.

Barry giró la cabeza para ocultar su diversión. A su amigo nunca le faltaba material nuevo para burlarse de él y Claire Dearing era actualmente su tema favorito.

Oficialmente, Owen estaba disgustado con ella: era demasiado corporativa, demasiado fría, demasiado limpia ; en serio, ¿Quién vivía en una isla tropical y vestía trajes completos con chaquetas todos los días sin sudar? Extraoficialmente, a Owen le gustaba el hecho de que ella siempre tuviera la última palabra, le gustaba el fuego que podía ver ardiendo detrás de sus ojos y, no tenía sentido mentir, era una mujer hermosa y no había forma de ocultarlo debajo de esos trajes.

Randy dijo algo y ella se rió. Fue ruidoso e hizo que varios manejadores voltearan la cabeza y Owen lo llamó. Ya fue suficiente.

_Disculpe, pero algunos de nosotros estamos tratando de trabajar - espetó, con tanta dureza que las cabezas se giraron hacia el otro lado para mirarlo con evidente sorpresa.

Por lo general, no era de mal genio. No podías trabajar con aves rapaces cuando estabas de mal genio. Había algo en el hecho de que Claire se riera de algo que dijo el veterinario, su total atención en el chico, que le molestaba. Quería que esos ojos de ella volvieran a él . 

_¿Sabes? ¿El trabajo por el que me pagas y que has estado interrumpiendo estos últimos días con tu evaluación inútil ni siquiera lo haces tú mismo? ¿El trabajo con animales peligrosos que pueden asustarse con ruidos fuertes por muy divertido que sea el chiste?.

Si quería atención, ciertamente la tenía ahora. Toda la sala lo estaba mirando, principalmente porque los raptores habían regresado al prado diez minutos antes y no había riesgo de que asustaran o lastimaran a alguien. Siguió mirando directamente a Claire pero notó a Barry por el rabillo del ojo, dándoles la espalda a todos con el pretexto de guardar herramientas pero con mucha necesidad de ocultar sus hombros temblorosos.

Muchas emociones aparecieron en el rostro de Claire: molestia, ira y, al final de su pequeño discurso, parecía algo arrepentida.

_Me disculparía, pero siento que fue algo grosero hablarle así a tu superior, así que creo que no vale la pena, Señor Grady - ella siseó - Zara, creo que hemos terminado aquí.

Zara, como buena asistente que era, captó la indirecta y salió corriendo a buscar el coche. Claire la siguió a un ritmo más pausado después de despedirse rápidamente de Randy. El veterinario hizo un movimiento como para seguirlo, pero una mirada de Owen lo congeló donde estaba y el hombre levantó sus dos manos en una obvia oferta de paz. Owen no estaba dispuesto a dejar pasar eso tan fácilmente y siguió a Claire afuera. Zara había llegado al auto y sus alrededores inmediatos estaban desiertos, lo que le sentaba muy bien.

_No puedes seguir distrayendo a mi veterinario jefe - él la llamó.

Ella giró sobre sus talones, claramente indignada por la acusación. 

_No distraje a Randy, Señor Grady.

Él entrecerró los ojos hacia ella. 

_¿Cómo es que sabes que se llama Randy, pero no recuerdas llamarme Owen?.

Ella abrió la boca y la cerró con la misma rapidez, estudiándolo con una intensidad completamente nueva. Sus labios se torcieron como si estuviera luchando contra una sonrisa.

  _¿Está celoso, señor Grady?.

_¿Celoso? ¿Por qué lo estaría? -  farfulló.

_Sí, celoso - repitió con evidente satisfacción - Porque si no los estuvieras, evidentemente no te molestaría que hable con Randy... O ¿Hay alguna otra razón?.

 Fue su turno de abrir y cerrar la boca como un pez dorado, incapaz de encontrar una respuesta a eso. ¿Cómo habían pasado de que él se enojara porque ella distraía poco profesionalmente a su veterinario y ella le exigiera respuesta a su comportamiento?. Esperó unos segundos y luego su rostro adoptó una expresión de decepción y sus mejillas se enrojecieron ligeramente. 

_No importa, el caso es que lo distraes y no es profesional.

_Lo supuse, Grady...

Se giró y se dirigió hacia su coche donde Zara estaba esperando. La alcanzó en dos largas zancadas.

_¡Claire!.

_¿Qué paso?.

_Podemos... ¿el viernes a las siete? - Él dudó.

_¿Salir?.

_Exacto, será como una cita... la primera. 

_No lo sé, voy a pensarlo... En todo caso sería el sábado a las ocho - respondió ella, escribiendo en su teléfono sin siquiera mirarlo - Espero que no me desilusiones, no doy muchas oportunidades.

_Bueno - dijo, completamente estupefacto.

_Oh, y Owen... - Estaba a punto de subir a su auto cuando se detuvo y lo miró con una sonrisa - Está vez, trata de ir presentable.

Me subí al auto y, después nos despedimos desde la distancia. Owen vio su coche salir del paddock con una sonrisa a juego en sus labios.