Yunjin cree que su nueva inspiración es la basquetbolista que conoce.

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shinez
h. yunjin x n. kazuha
zuha; top, jin; bottom

Habían pasado cinco días desde que Yunjin había conocido a Kazuha en la fiesta de graduación de su mejor amiga Chaewon quién se había recibido de fisioterapeuta deportivo.

Por lo que supo la chica fue una de las pacientes de Chaewon. Era basquetbolista callejera y debido a una lesión que ocurrió en uno de los partidos donde una de las adversarias había jugado sucio tumbandola al piso y provocando que se facturara el brazo, fue que dio con Chaewon. Que aunque era cierto que aún no era una profesional- al menos en ese momento- se desempeñaba muy bien en su trabajo.

Habían pasado cinco días en los que no podía sacarse de la cabeza a la mujer alta y pelinegra. En donde su bloqueo había desaparecido para dar paso a un sinfín de ideas para la canción que tenía pendiente en componer.

Ella era letrista, trabajaba bajo su propio sello discográfico y estaba encargada de escribir lo que sería uno de los EP de el artista más famoso que tenían de momento. Pero tenía este bloqueo que no le permitía volar su imaginación. Hasta ahora que había conocido a la mujer que estaba todo el tiempo en su cabeza de a gratis.

Aunque no había pasado gran cosa ese día, de hecho sólo habían hablado mientras compartían algunos tragos. Yunjin había sentido una conexión con ella y sabía que Kazuha quería llegar más allá, se notaba la intención de la mujer. Pero ella, por alguna razón que no había logrado entender y aún desconocía, simplemente la rechazó con amabilidad.

Y ahora mismo, sentada en frente de su mejor amiga quién no paraba de hablar y gesticular, se hallaba mirando fijamente hacía el par de mujeres que estaban más cerca de lo habitual conversando.

Su ceño se frunció y torció la boca cuando vió a la más baja sentarse sobre el regazo de la mujer pelinegra y darle un abrazo cariñoso.

—¡Oye! —escuchó la queja de Chaewon.

Sacudió la cabeza y miró apenada a su mejor amiga. Quién sabe hace cuánto estuvo ignorandola.

—Yunjin, hablo en serio. Si deseas tanto hablar con Zuha llámale, por algo te dio su número —tomó su botella y le dio un sorbo— créeme que no te rechazará, ella está esperando por ti porque no es de rogar —rió.

Yunjin suspiró.— ¿y si dice que no?

La mujer frente a ella pudo percibir fácilmente el tono de preocupación de su mejor amiga. De cierta forma sabía lo que le podía costar a Yunjin salir con alguien por temor a encapricharse con esa persona. Era algo- muy- enamoradiza y cuando una persona se le metía en la cabeza tardaba mucho tiempo en olvidarla.

Chaewon sonrió con empatía y tomó sus manos sobre la mesa.— vale, hagamos un trato. Si noto que tú te estás obsesionado con Kazuha —la menor la miró con reproche— eh, no me mires así porque bien sabes que es verdad —la mujer alta rodó los ojos— vale, si llego a notar eso. Zas, de una vez te alzo en mi hombro y te alejo de ella, ¿trato?

Yunjin suspiró.

— Trato. Pero no puedo simplemente ir hasta allá y quitarle a la chica de encima.

La mujer frente a ella agarró su celular y colocó la cámara frontal para poder mirar a la parejita disimuladamente. Volvió a dejar el aparato sobre la mesa y soltó con gracia.

—Ganas no te faltan, estoy segura. Pero no lo haremos así. Fíjate, Kazuha me invitó a una reunión con los de su equipo que tendrán. Algo así de que ganaron no sé qué callejero. Bueno, el punto es que me dijo que podía llevar a quien yo quisiera y acá es donde entras tú.

Su vista viajó nuevamente hacía el par de mujeres que se hallaba a unos metros de ellas.  Kazuha estaba dándole la espalda, supuso que no las había visto aún. Se fijó en ella de más.

Le gustaba muchísimo. Demasiado.

¿Y cómo no? si era muy atractiva, desde su altura que alcazaba casi los 1.78 hasta su estilo y el carisma que desbordaba.

Se mordió el labio viendo sus brazos descubierto debido a la camisa blanca de los Lakers que llevaba. Siguió recurriendo su cuerpo topandose con el short y sus converse de bota.

—Está bien, iré. Sólo porque deseo tocarla — dijo decidida.

Chaewon sonrió y asintió feliz.

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Kazuha se separó del cuello que besaba con ansias cuando escuchó nuevamente el timbre de la puerta de la chica que ahora mismo estaba sobre ella.

—Linda, ¿no sería bueno ir a ver qué quiere tu vecina?

Yunjin suspiró y se alejó del cuerpo de la pelinegra. Abrió los ojos y se encontró con los de la otra chica, los más lindos que había visto.

—Va a querer lo mismo, que dejemos de hacer mucho ruido.

Kazuha rió y respondió con sorna: —Acá la única ruidosa eres tú.

Yunjin negó riéndose despacio y la tomó de la cara para volver a besarla.

Aún se preguntaba cómo fue que acabaron ahí. Otra vez y otra y otra y otra. Cuando había quedado en que sería una cosa de una sola vez. O eso creía por lo que sabía. Pero realmente no le importaba, lo único que le interesaba era la mujer que pasaba las noches con ella. ¿Y días? no lo sabía, el tiempo era relativo cuando estaba debajo del cuerpo de Kazuha.

Ese día que fue a la fiesta junto a Chaewon lo único que logró fue enojarse porque Kazuha estaba prácticamente ignorandola.

¿Realmente le había dolido el rechazo? seguramente porque no estaba acostumbrada a ello. O sea que era su venganza, ¿no?

Lo único que recuerda es que, cuando estaba decidida a irse, sintió como una persona la tomaba del brazo, fijándose que se trataba de una de las compañeras de Kazuha: Yoo Jimin.

La chica se había mostrado interesada en ella y Yunjin no lo iba a desaprovechar. La cuestión era que Kazuha se había dado cuenta y cambió su comportamiento.

Como una idiota, así se estaba comportando.

Estaba con ella en todo momento, no la soltaba por nada el el mundo. Su compañera estaba casi igual, Kazuha únicamente la miraba con desprecio y le hablaba de manera grosera respondiendo las preguntas que le hacía a ella. Llegó a un punto donde Yunjin se hartó tanto del comportamiento infantil de las dos que decidió alejarse de ellas.

La única que la siguió al final fue la pelinegra ya que aunque ella no lo quisiera, había sido bastante obvia en su decisión aún no tomada y Yoo no pensaba perder más el tiempo con ella.

Y bueno, terminó "ganando" Kazuha. Siendo así como acabaron en su apartamento cogiendo sobre el sofá de su sala. No sin antes haber discutido todo el camino y luego recibiendo unas disculpas por parte de la pelinegra.

Creía que sólo sería cosa de ese día porque Lisa le había comentado que la chica no solía repetir pero ahí estuvo yendo a los dos días a buscarla y al tercero y el cuarto. Y hoy pasó lo mismo.

Había acabo de salir de la ducha cuando escuchó el timbre. Al abrir se topó con la mujer alta al otro lado de la puerta y ni un hola salió de su boca cuando ya había entrado y la había agarrado de la cintura para alzarla y que envolviera sus piernas al rededor de la suya.

Obviamente no iba a reclamarle al respecto, el saludo estaba sobrevalorado. Ella únicamente quería volver a sentir el suave toque de sus manos y labios por todo el cuerpo.

Se sentía como el terciopelo, estaba tan segura de eso. La mujer alta era suave como él.

Volviendo a lo que estaba haciendo, hizo oídos sordos a molesto sonido de la puerta y se dedicó a seguir besando a la mujer debajo de ella.

Kazuha se separó para volver a hablar pero se vio interrumpida por Yunjin.

—Ignorala, igual me mudaré. Dentro de una semana estará en paz. Estaremos...

Kazuha asintió con la cabeza y con un suave "me llamas y te ayudo" siguió en su labor.

La mujer sobre ella estaba con el torso desnudo debido a la toalla que se resvaló al momento de haberla alzado provocando que cayera un poco y se posara sobre su regazo dejando el par de pechos que tanto le gustaba al aire.

Sus manos abandonaron la estrecha cintura de Yunjin y subieron hasta sus pechos, tomándolos con sus manos y apretandolos a su antojo.

Al sentir el toque, Yunjin se separó de su boca y entreabrió la suya, mudando sus manos del rostro de la peli negra hacía los hombros de ésta. Sintió la boca de Kazuha besarle el pecho mientras que los pulgares acariciaban sus pezones duros. Inconcientemente el moviendo que hacía lo imitó con sus caderas.

Estaba terriblemente mojada.

Siguió recorriendo con su boca el torso de la mujer sobre ella hasta que se detuvo en el centro de su pecho. Lamió y mordió. Y se rio al sentir como Yunjin le agarraba la cabeza y trataba de moverla hacia alguno de sus pezones.

¡La necesitaba!

Iba a protestar cuando sintió sus suaves labios donde tanto los deseaba y su mano abandonar uno de sus pechos para colarse por debajo de la toalla y pasar sus dedos por el húmedo y caliente centro.

—Dios, Kazuha — gimió alto.

—Te mojas tantísimo, me encantas— su voz ronca le erizó el cuerpo y provocó que volviera a mover sus caderas buscando más contacto.

Sintió el seco golpe de una mano en su culo y luego un apretón fuerte.

Volvió a gemir.

—Dame de esas hermosas tetas— le ordenó.

Yunjin quitó las manos de sus hombros y agarró sus pechos para juntarlos y ofrecercelos a Kazuha.

Otro gemido abandonó su garganta al sentirla comiendoselos con ganas mientras sus dedos entraron en ella.

Sentía que en cualquier momento se caería pero la mano en sus caderas hizo que este pensamiento abandonara su cabeza y se concentrara plenamente en el placer que le estaba concediendo Kazuha.

—Más fuerte— dijo entre gemidos sonoros.

Sintió a la peli negra tomarle ambas manos con la suya y hacerla rodear su cuello. Luego, sin salirse de ella, con el brazo libre rodeó su cintura y se puso de pies para colocarla sobre el sofá. Estaba casi acostada sobre él, su espalda baja tocaba el asiento y sus piernas estaban totalmente abiertas.

Kazuha agarró la toalla y la desenvolvió de su cuerpo para tirarla a quién sabe dónde y que al fin estuviese totalmente desnuda.

Apoyó su mano en el espalda del sofá y empezó a penetrarla con fuerza.

El chillido que soltó Yunjin debido al repentino moviendo la sorprendió hasta a ella misma, había sonado tan alto y agudo que estaba segura de que su vecina iría a reclamarle nuevamente.

Abrió los ojos para encontrarse el rostro de la menor mirándola con deseo, su boca estaba entreabierta y su respiración pesada. Su cuello estaba tensado al igual que su brazo, dejando que sus músculos se marcaran de más debido al esfuerzo que estaba empleando en él.

Yunjin se acercó a su boca apretándose más al cuello de la chica y le mordió levemente el labio inferior.

Iba a seguir besandola hasta que escuchó nuevamente el timbre de la puerta y el gruñido salir de la garganta de la mujer que se la estaba cogiendo como nunca nadie lo había hecho.

Esto sólo hizo que Kazuha la cargara nuevamente y caminara con ella para pegarla a la puerta principal.

—Acá te escuchará gemiendo más de cerca.

Y ella que solía decirle las cosas en voz baja, esta vez harta de la vecina de la mujer, decidió hacer todo lo contrario.

—Eres una puta delicia —gruñó con fuerza. Yunjin gimiendo igual en el proceso— escucha como te tengo de mojado el coño —la embistió rápido y con fuerza sólo para poder escuchar la humedad sobre su mano.

El insistente ruido del timbre paró. No estando segura de si seguía ahí o no, decidió seguir.

—¿De quién eres? —el movimiento de su mano nunca cesó— dime de quién eres.

Yunjin casi gritó: —tuya, tuya. Soy toda tuya, Kazuha. Sigue cogiéndome por favor, qué delicioso lo haces. Soy tan puta contigo.

El sonido del timbre nunca más volvió a sonar ese día.

Y en la cabeza de Yunjin, mientras seguía apoyada en la puerta esta vez con Kazuha arrodilla frente a ella, con una de sus piernas sobre su hombro y ambas manos apoyadas en el cabello negro queriendo conseguir soporte, sólo podía pensar en el toque aterciopelado de sus manos sobre su cuerpo acariciandola con tanto deseo.

Creo que el siguiente es la continuación del petalz, en caso de no serlo, que shipp les gustaría (especificar top/bottom) ♡