
Capítulo 8. Náuseas y mareos
-[NOTA: Hay narración de un personaje a la mitad del capítulo]
Largos minutos pasaron en la espera de la pizza y Sprig. Durante este tiempo, Sasha se dedicaba a detallar cada facción de Marcy, ya que a pesar de los días aún no lograba converse a sí mismo de que frente a ella tenía a su ex pareja de nuevo, luego de su muerte. Marcy sabía sobre esto, por supuesto, no era nada tonto al momento de decifrar los pensamientos de la rubia. Y claro, no le sorprendía en lo absoluto que le tomara tanto tiempo en procesarlo. Si papeles se cambiaran, también le costaría digerirlo.
Más allá de eso, le parecía extremadamente tierna la acción del rubio, quien se encontraba trazando lentamente una de sus manos. Pasando uno de sus dedos por todo el contorno de la palma. Fruncía el ceño de vez en cuando, completamente concentrada en éste. Cuando su mano fue lo suficientemente convincente, subió sus caricias al rostro del pelinegro. Pasó su dedo índice lentamente sobre su mejilla, teniendo la paciencia suficiente de detallar cada parte de piel en ésta. Llevó la yema de su dedo sobre su nariz dejándola un par de segundos en la punta.
Sasha levantó la vista directo a los ojos del contrario, el cual hizo lo mismo. La de cabello dorado dejó salir un ligero suspiro, seguido de este, una pequeña sonrisa. A causa de esto, Marcy también sonrió.
-Por más que intente negar que esto es real, no cabe duda que se trata de Marcy. Mi Marcy, la única y original.- Susurró, perdiéndose un segundo en sus ojos.
Ambas sumergidas en la vista del otro, sonriendo como completas enamoradas, a pesar de no querer aceptarlo. Seguían conservando ese amor que siempre tuvieron hacia la otra.
Anne sabía de esto, y estaba cansada de verles derramar miel sin aceptar la clara atracción que aún tenían. Se encontraba en un pequeño sillón, frente al par de tortolitos. La espera de solo minutos parecían como un millón de horas, se sentía algo mareada y era una situación extraña. Nunca en su vida había sentido un mareo repentino, y este la estaba destruyendo.
A sus ojos todo daba vueltas a pesar de mantenerse lo más quieta posible. Soltó un ligero gruñido que logró captar la atención de las otras chicas. Quienes al mirarla se preocuparon de inmediato.
-¿Pasa algo, Anne? ¿Te sientes bien?- Preguntó Marcy. Anne no respondió, cerró sus ojos un momento intentando no concentrarse en el mareo, ya que empezaba a sentir náuseas a causa de éste.
-Solo es un mareo, nada grave..- Respondió luego de unos segundos. Abrió los ojos lentamente. Y juró que fue lo peor que pudo haber echo en todo el día.
Lo primero que sus ojos captaron, fue el color verde en la vista de Marcy. Frunció el entrecejo y el mareo aumentó aún más. En ese momento, un recuerdo abundó su mente.
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-¡Marcy! Ya estoy aquí, abre la puerta, idiota.- Toqué la puerta por milésima vez. Conociendo a la pelinegra, seguramente se encontraba escuchando música a un volumen cuestionable. No me sorprendía en lo absoluto que durase tanto para abrir.
-¡Escucha! Voy a entrar, así que si estás haciendo algo que no debo ni quiero ver, ¡te detienes y ya!- Avisé tomando la perilla de la puerta. Giré ésta lentamente y cubrí mis ojos por si acaso. No hubo saludo, ni un mínimo ruido.
Cerré la puerta tras de mí y descubrí mis ojos. Fruncí ligeramente el entrecejo al notar la habitación vacía. Todo era un desorden, lo cual era muy poco usual en Marcy. Si algo conocía de ella, era el estrés que le ocasionaba tener su habitación echa un desorden. Siempre se esforzaba en mantenerlo todo perfectamente ordenado.
Un poco desconcertada miré el escritorio junto a su cama. Había un plato de comida que no había sido tocada en ningún momento, un par de moscas la rodeaban aunque parecía casi recién echa.
La señora Wu me había mencionado que desde esta mañana Marcy no había salido de su habitación, y como la conocíamos perfectamente, sabíamos que necesitaba su espacio, por lo que me comentó que no la había molestado en todo el día.
Inspeccione la habitación sin mucho detalle. Probablemente se había ido por la ventana o algo por el estilo.
-¿Marcy?- Insistí.
Antes de poder rendirme y retirarme, miré la puerta del baño, la cual estaba ligeramente abierta. Nuevamente cubrí mis ojos y me dí la libertad de entrar en éste. No obtuve reclamos por lo que descubrí mis ojos de inmediato.
Por alguna razón, mi vista cayó al suelo. Observé el piso junto a la bañera. Y sentí unas náuseas inmensas al notar un par de gotas de lo que parecía ser sangre.
-¿Marcy?- Susurré tragando saliva. Caminé hasta quedar frente a frente con la cortina que cubría la bañera.
Suspiré armandome de valor, deseando que no fuese lo que mi mente se estaba imaginando. Tomé la orilla de la cortina cerrando los ojos ligeramente. Solté el aire que mis pulmones habían estado sosteniendo y deslicé la cortina con rapidez.
Los ojos verdes de Marcy fue lo primero que mi vista captó. El brillo de éstos había desaparecido, estaban apagados y ahora solo formaban parte de una expresión completamente tétrica, llena de dolor y transmitiendo lo que fue una muerte intranquila. Las náuseas solo aumentaron al notar su cuerpo bañado en sangre. Con cortes en sus brazos y si mi vista no me fallaba, había un gran corte alrededor de su cuello.
Ni una sola palabra salía de mis labios, necesitaba gritar, pero no tenía fuerzas para hacerlo. Mi cuerpo no reaccionaba y sentía como el aire abandonaba a mis pulmones. Di un par de pasos hacia atrás y me sostuve del lavabo lo más fuerte que pude. Podía desolomarme en cualquier momento.
Necesitaba decirle a la señora Wu, debía moverme y hacer algo respecto. Pero por más que deseaba hacerlo, no daba para más.
¿Por qué tenía que ser yo quien la viera?
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-¿Anne?- La castaña parpadeo un par de veces sonando su frente. Y justo antes de poder decir algo, el timbre sonó.
-Debe ser la pizza.- Susurró la mencionada. -¿Puedes ir tú?- Miró a Sasha, evitando a toda costa a la pelinegra.
-Está bien, puedes ir a recostarte si quieres..- No dijo nada y simplemente accedió.
Marcy sintió un pequeño cosquilleo alrededor de su cuello, pasó su mano por éste sobandolo lentamente.
Por último, miró hacia la puerta, donde se encontraba el repartidor de pizzas. Dió último suspiro y se levantó del sofá.
<Hagamos esto..> guió sus pasos hacia la puerta y sonrió. Estaba a tan solo un par de pasos de descubrir más sobre sus habilidades. Lo cual era un punto a favor. O quizás no. Quién sabe, el universo puede ser tan caótico hasta en los momentos más inesperados.
Una lástima para las tres chicas tener que enterarse por las malas.
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Hey!
Feliz navidad atrasada xD
He tenido muchos problemas con Wattpad, a la hora de querer actualizar una historia me marca error y me dice que la historia no existe(? Ha estado terrible conmigo:(
Esperemos que pronto solucione sus problemas. De momento me encuentro orando para que me deje publicar este capítulo xD
En fin, espero que les esté gustando la historia;)
CHAO!
Sasharcy canon.
By:Muffinisaurus_Rex8
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