"I don't like your little games
Don't like your tilted stage

The role you made me play of the fool

No, I don't like you
I don't like your perfect crime

How you laugh when you lie"

"I don't like your kingdom keys
They once belonged to me
You asked me for a place to sleep
Locked me out and threw a feast"

"I don't trust nobody and nobody trusts me
I'll be the actress starring in your bad dreams"

Look what you made me do de Taylor Swift.

Al llegar a mi casa, sentí un aura de terror. Mi corazón se detuvo por un segundo, y me sentí aterrada. Recorrí toda la casa con la mirada, y recordé completamente todo lo que había pasada sintiéndome tan absurda.

Había tanto en mi mente, tantas creencias y pistas, que me hacían reaccionar que todo desde un comienzo estaba planeado.

Siempre fui su títere.

Todo estaba allí, todo había estado planeado desde hace años...

Sesenta grados que vienen de a tres.

Hablaba de la forma de Bill.

Observa desde el interior de los abedules.

Vio arder su propia dimensión.

Extraña su casa y no puede regresar.

Sigue hablando de Bill.

Dice que está feliz. Él es un mentiroso.

Culpa al incendio provocado.

Bill...

Si quiere eludir la culpa,

tendrá que invocar mi nombre.

Él lo hizo.

Una forma de absolver su crimen.

Una forma diferente, un tiempo diferente.

Él murió en la mente de Stan. Stan es un mentiroso, tiene su pasado oscuro familiar, él nació en un tiempo diferente a cuando sucedió el raromagedeon y, además, él es una forma diferente. Él encontró el diario. Él hizo que viniera en mis manos, pero, ¿por qué? ¿Qué pasó con el pájaro? ¿Y el hombre rubio?

Aún había mucho que resolver, pero lo importante era, que Bill... ya sabía todo. Caí en sus trucos, caí como si tuviera la corbata de posesión, caí como Dipper y Mabel con la criatura del océano que resultó ser un robot, caí como el bebé de tiempo, como el falso presidente... caí...

─¡Bill! —grité con todas mis fuerzas, molesta, mientras buscaba por cada rincón—. ¡Bill! —busqué y busqué mientras gritaba, hasta dirigirme a mi habitación y hacer lo mismo—. ¡Bill Cipher!

Quedé quieta en mi cuarto, mirando mi tabla de investigación de los misterios de Gravity Falls, siendo un desastre. Había rayas rojas que parecían haber sido hechas con sangre. Estaba todo roto y partes quemadas: era un caos, y no sabía por qué. Y ante la duda, me tiré en mi cama y me hice bolita, acobijada y con miedo. Me sentía arrepentida, sin saber que hacer y por lo mismo caí dormida, metiéndome en un sueño, en donde una risa invadía el lugar.

"─¡Bill, aparece!

Y él lo hizo, y pese a que él no lo había hecho con esa intención, me asusté.

─¡Oh, vamos! Eres tan asustadiza, eh —bromeó con dulzura, pero aquello no provocó los encantos de siempre, pues ahora sabía la bestia que era.

─Y tú muy escurridizo —comenté enojada—. ¿Qué has hecho?

─¿De qué hablas? —preguntó con inocencia que hizo helar mi sangre.

─¿Por qué los Pines me culpan? ¿Dónde están todos? —cuestioné, sin embargo, ya sabía la respuesta.

─Trabajando. Son mis esclavos, los que preparan mi nuevo mundo.

─¿Tú qué? —pregunté, sorprendida ante esa respuesta.

─No te preocupes, tendrás tu parte —comentó en un tono muy relajado y amable—. Podrás ser la reina como en tus sueños, o te doy tu galaxia para que domines a otros seres, no lo sé, como tú veas —siguió hablando con diversión, mofándose de mí.

─¿De qué hablas ahora? —solté, aún perdida en todo lo que él decía.

─¡Tú me ayudaste a construir este mundo, mi imperio! —explotó, haciendo que el escenario completamente negro se volviera en el espacio, flotábamos en el lugar con total calma, que incluso olvidé que respiraba en el espacio, pues todo era una cruel fantasía.

─Yo no haría eso...

─Me prestaste tu cuerpo. ¿No lo recuerdas? —cuestionó, riéndose de mí.

─¿Qué? —solté, sorprendida. Recordaba aquello, pero quería saber que había hecho con mi cuerpo exactamente.

─Sí. Yo te salve de los policías, controlando tu cuerpo, usando el 100 por ciento de tú cerebro y tú me pagaste.

Silencio. No sabía que decir ante eso.

Y antes de que algo más pasara, mi cerebro hizo click, abriéndome más la mente a que otra cosa también fue planeada... sintiéndome atemorizada ante tanto daño que me hizo él que creí que era mi único amigo de Gravity Falls.

─Los policías no eran reales, ¿verdad?

Y él rio, confirmando todo.

─¡Los policías son unos tontos! Ellos no saben nada de esto.

─¡Me mentiste!

─Te mintió un demonio —soltó, como si fuera algo muy obvio—. Chica, en Gravity Falls no hay nadie en que confiar.

─¿Qué le hiciste a mi cuerpo? —pregunté con las lágrimas derramándose de mis mejillas, ignorando el hermoso paisaje que tenía.

─Manipule ─contesto, sin importancia, molestándome porque yo no quería esa respuesta. Yo quería algo más.

─Oh, Bill... dime que hiciste conmigo.

Y ante tanta insistencia, él accedió.

─Le mostré al pueblo sus más grandes sueños si trabajan para mí. Hubo unos cuantos listos que me reconocieron al instante, para ellos hubo... pesadillas que los obligaron a obedecerme. No pude con todos, pero con los que pude, mientras ellos están en un mundo de diversión o tortura, yo uso su cuerpo como títeres que ayudan a que la maquina funcionen. ¿Sabes lo difícil que es hacer que mi imperio vuelva cuando un seis dedos hizo lo posible para deshacerse de todo lo que me ayudaba a seguir? Por eso tengo varios monstruos.

Y aquella explicación era la fuente suficiente para que explotara.

─Eres un monstruo. Usaste mi cuerpo, mi imagen...

─Sí. Y cuando los Pines perdieron el tiempo, raptándote, yo aumente mi poder.

Y rio, fuerte y escandaloso, luciendo su maldad y haciéndome pequeña en el proceso.

─Pero no soy un malagradecido. Como a Ford en un pasado le dije, a ti también te diré: puedes unirte a mí, salvarte, sólo porque me ayudaste a estar en donde estoy.

Y lloré, ignorando la invitación de Bill manteniendo mis ojos ocultos en mis manos por vergüenza.

─Oye cariño, no es tan malo. Te verás fenomenal junto a mis inestables compañeros.

─¡Eres mi peor error, Bill! –soltó en un grito sin sincronía, haciendo suspirar al demonio.

─Deja de lamentarte. Disfruta.

Pero yo no paraba de llorar, pues esto no era lo que yo quería.

─Vamos, chica... Sólo porque me agradas, dejaré que lo pienses, eh. Además, después me servirás para más cosas, así que no me sirve hacerte daño. Tengo cosas más importantes. Disfruta de tus... pesadillas."

Desperté de golpe, perdida y desorientada, sin saber que hacer. Pero de repente, mi brazo ardió. Aquel brazo empezó a quemarme, aquel donde tenía la piedra de Bill, entonces la arranqué y la tiré. Aún sorprendida por todo.

UXUROXJHGHRP.

En un verano de misterios, Mad-ClepGirl (Dianessa)🐧