Capítulo 4: Caos
Mis ojos se abrieron de par en par, la escena que se pintaba frente a mi parecía irreal, pero estaba pasando. Parecía que nos encontrabamos en el mismísimo infierno.
La gente corría desesperada en todas direcciónes huyendo de los locos que los perseguían, algunos escapaban, sin embargo la mayoría terminaba en el suelo, luchando contra esos maníacos perdiendo la batalla. Varíos se encontraban ya sin vida, podía verse como la luz había escapado de sus ojos hace tiempo, pero los enfermos esos todavía seguían encima arrancando piel y carne a mordiscos dejando los músculos e incluso huesos al aire.
Varíos coches chocaron debido a la situación, otros arrollaron personas. Uno de esos había sido un niño el cual su cuerpo había terminado cerca mío pudiendo ver ese horror de primera mano; Su cuerpo se encontraba destrozado, uno de sus brazos había sido arrancado hasta el ante brazo, la parte faltante había quedado entre las llantas y el auto, manchando la acera de carmín, sus piernas estaban quebradas dobladas sobre si mismas siendo incluso capaz de moverse. Su rostro estaba aún peor, podía verse los pedazos de piel que había perdido al ser arrastrado, incluso un ojo había sido arrancado de sus cuencas. Sobre su cuerpo podía verse la marca de las llantas mientras que sangre salía de cada uno de sus orificios.
Mis ojos se llenarán de lágrimas y mi cuerpo comenzó a tiritar, pude sentir como la bilis comenzaba a subir e hice el intento de retenerla tragando saliva con fuerza, logrando deternlo.
Una mujer se dirigía hacia el niño con desesperación mientras era perseguida por otra, que tenía varias heridas en el rostro y parte de su ropa rota.
—¡No!, ¡mi niño! —exclamó con desespero dirigiéndose al ahora cadáver, arrodilladose y tomandolo.
La mujer lo rodeó con sus brazos y comenzó a llorar y gritar que pude sentir como su alma y voz se rompían poco q poco.
La otra mujer que la perseguía se le abalanzó haciendo que cayera al suelo comenzando a arañarla y clavando sus dientes en la parte que estuviera más cerca a su boca, destrozando incluso la ropa de la madre.
Esta última soltó un alarido, sin embargo no soltó a su hijo, aún seguía protegiendolo, más era en vano.
Un hombre corría por allí, estaba cojo y lo perseguían tres hombres con ojos lechosos y que gritaban de tal forma que parecía que sus cuerdas vocales estaban a punto de romperse.
—¡No! Alejense. —Dio varíos manotazos al aire en el burdo intento de alejarlos, pero eso pareció haber llamado aún más su atención.
Estaban a punto de alcanzarlo cuando pasó al lado de la mujer que seguía con vida, pese a tener los huesos casi expuestos. Tomó del único brazo que le quedaba al niño y de un fuerte tirón se lo arrebató de las mano a la madre, para acto seguido tirarlo en dirección de sus perseguidores, usándolo como carnada.
Los tres hombres se abalanzaron sin siquiera pensarlo y comenzaron a incar el diente como si de un pedazo de carne lujoso se tratase.
El hombre cojo sonrió al ver eso, no obstante su felicidad se vio interrumpida por un disparo por parte de un policía que se encontraba allí.
Aunque eso no lo mató, este seguía con vida, arrastrándose como un gusano mientras que era pisoteado por el gentío.
El oficial no iba a desperdiciar otra bala en él,sabia que las personas en su desesperación terminarían el trabajo por él.
El oficial vio en varias direcciónes hasta que nos vio q nosotros y clavó su mirada en mí, ví como alzaba su arma y se preparaba para disparar.
Mi respiración se volvió pesada y mi corazón latió mil veces por segundo, quise hablar más las palabras no salieron de mi boca. Pude sentir como Jungkook tomaba mi mano con fuerza a tal punto de sentir que quebraria mis dedos, no obstante no tuve la valentía de dirigir mi mirada hacia él.
Estaba a punto de disparar cuando un coche en descontrol e incendiado casi al completo lo arrolló. Lanzándolo sobre los aires, y cayendo cerca nuestro, pude escuchar como sus costillas se rompieron al momento en que su cuerpo cayó sobre el pavimento, sangre comenzó a brotar de su cabeza y del hueco que se había hecho.
El automóvil terminó chocando contra una florería, esparciendo fragmentos de vidrios por todos lados e incluso uno llegó hasta donde mí, cortando mi piel de forma leve, sentí el ardor y picazón en cuestión de segundos, llevé mi mano a la parte de la mejilla que había herido y la dejé allí, no sabía como reaccionar ni que hacer en tal situación, mi mente no podía procesar lo que estaba ocurriendo.
De repente olor a quemado llegó a mis fosas nasales, acompañado de un gran estruendo que hizo temblar el suelo.
El coche que había chocado contra la florería había explotado y, originándose un fuego a varios pasos de mí. Pétalos naranjas y rosas se esparcieron, estos
danzaban de un lado hacia otro hasta que el fuego lo consumía poco a poco hasta convertirse en nada más que cenizas.
De repente la madre del niño alzó la vista hacia donde nos encontramos, sus ojos azabache estaban lleno de lágrimas. Extendió su mano con la poca fuerza que le quedaba y habló:
—S-salven a mi hij...
No pudo completar la frase, los brazos de la muerte la habían reclamando antes de llegar a hacerlo.
Por alguna razón decidí alzar la vista al cielo, tal vez por el hecho de seguir viendo tal horror. Este estaba pintado de un escarlata profundo, con pequeñas destellos anaranjados...
Sin duda, eso parecía una película de horror dirigida por Alfred Hitchcock. Una en la que deseaba no estar...
Nuevo capítulo, espero les guste ❤💜.
Un poco más corto de lo habitual, pero bueno.
No hay casi nada de diálogos porque quise dar énfasis en lo que estaba pasando y que todo se había ido alv.
Nos vemos pronto.
Cuídense.
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