Capítulo 1: Incomprensible
—¿Q-qué...? —Se preguntó Jimin, sin llegar a comprender nada de lo que había oído.
El rostro de desconcierto de Jungkook lo alteró. Jamás había visto tal semblante en su amigo, así que, siguiendo lo que dijo el presidente minutos antes, fue en busca de su celular que se encontraba arriba de la mesa, a solo unos pasos de él. De este salía un sonido molesto, un pitido demasiado grave que juraba que lastimaba sus oídos.
Lo tomó y desbloqueó con prisa, apareciendo en la pantalla el mapa de Busán que marcaba el sur, donde se suponía que se encontraba ese refugio. Después, abrió KakaoTalk, viendo cómo el número de mensajes subía a cada segundo que pasaba; se trataba del grupo de la escuela.
Sin embargo, no le dio importancia y se dirigió al chat de su padre.
Papá, ¿estás bien?, ¿dónde te encuentras? Vuelve...
Sin embargo, el mensaje sí fue enviado, pero no llegó. El miedo estaba comenzando a recorrer su cuerpo; temía lo peor. Sin perder tiempo, procedió a tocar el botón con el símbolo de un teléfono, pero apenas lo hizo, pudo escuchar la voz de una mujer diciendo que las líneas estaban saturadas.
—¡Mierda! —Maldijo, apretando el puño con fuerza mientras su entreceja se arrugaba.
—¿No contesta...? —preguntó con voz temblorosa.
Jimin negó, apretando el celular con fuerza, haciendo que este crujiera.
—Ya vendrá, no te asustes, de seguro las líneas están saturadas. Deberíamos armar una o dos mochilas para llevar suministros para el camino, tal y como dijo el presidente. No nos asustemos —dijo, pero su rostro reflejaba eso mismo.
—Está bien, tú quédate con el celular unos segundos y revisa que todo esté bien cerrado. Yo tomaré un par de mochilas y las llenaré de lo que vea necesario.
El menor asintió numerosas veces y se dispuso a hacer lo que le había pedido. Cuando se aseguró de que todo estuviera bien cerrado, volvió a la sala y se sentó en el suelo, viendo cómo su amigo iba y venía para todos lados, metiendo todo tipo de cosas en las mochilas, mientras el celular sonaba a cada segundo; los mensajes eran del grupo, pero no deseaba mirar... Tenía miedo de ver lo que decían.
En un par de minutos, Jimin hizo tres mochilas enteras llenas de provisiones, agua, comida, barras energéticas y demás, dejándolas juntas y listas para cuando las necesitaran.
—Pásame el celular, Jungkook, necesito ver qué está pasando allí fuera —pidió con algo de desespero, abriendo su mano temblorosa para recibirlo.
—¿Estás seguro...?
—Sí, si no quieres ver, no lo hagas, va a ser peor.
Jungkook negó con la cabeza. Deseaba saber qué estaba sucediendo, por más miedo que tuviera.
Ambos se sentaron junto a las mochilas y se dispusieron a ver los múltiples mensajes. La mayoría era de los compañeros asustados, los cuales tampoco llegaban a entender del todo esa situación, pero a los pocos mensajes, éstos comenzaron a enviar vídeos que encontraban en la red, de personas que grababan los extraños ataques.
Uno de ellos se trataba de un hombre con algo de sobrepeso, el cual corría con desesperación ya que era perseguido por cuatro personas, las cuales tenían enormes manchas de sangre en la boca, manos y rostro, además de ser visibles múltiples heridas abiertas en diferentes partes del cuerpo, parecían mordidas, junto con moretones. En la cabeza podía verse el inicio de la calvicie, dejando al descubierto la cabeza, la cual tenía lo que parecían pequeños bultos sobresaliendo. Los ojos se veían lechosos, mientras que en los brazos comenzaba a ser visible lo que parecía el recorrido de las venas, como si desearan salir hacia afuera.
Estos gritaban largando todo el aire de los pulmones en un solo grito que parecía desgarrar sus cuerdas vocales, mientras corrían de forma que parecían más bien un animal salvaje desesperado por intentar alcanzar a su presa, pero no parecían coordinar demasiado bien los movimientos.
El hombre intentó correr, pero fue en vano, siendo así alcanzado por los cuatro. Apenas esto sucedió, comenzaron a morderlo en las partes del cuerpo que tenían más cerca de la boca, arrancando la piel a mordiscos, dejando la carne expuesta mientras que la sangre brotaba y pintaba los dientes de carmesí. El pobre hombre gritaba de dolor sin capacidad alguna de moverse...
Jimin sacó el vídeo; era demasiado... Sin duda, parecía una de las películas de terror que veían, no, ni siquiera era comparable...
Una sensación de mareo vino de pronto; pudo sentir cómo los jugos gástricos comenzaban a subir por su garganta, pero tapó su boca y tragó saliva en un intento por detenerlo.
—¿¡Qué demonios...? —Se preguntó a sí mismo Jimin, llevando su mano a la cabeza, abriendo los ojos como dos platos...
—Estamos en el Apocalipsis —murmuró Jungkook, bajando la mirada, sintiendo un horrible escalofrío al decirlo.
Lágrimas comenzaron a invadir los ojos de ambos; el terror que sentían era algo inexplicable. ¿Acaso ahora debían vivir sabiendo que en cualquier momento podrían cruzarse con esas cosas? Era demasiado horrible el siquiera pensarlo...
Jimin cerró los ojos con fuerza y un par de lágrimas recorrieron su mejilla, pero intentó mantener la calma por el bien de ambos... Inhaló con fuerza, pero esta sonó entrecortada debido a que estaba afectado por todo lo que había visto.
—Él vendrá pronto; solo debemos esperarlo y así nos iremos de aquí —habló abrazando a su mejor amigo; debían mantenerse calmados, por más que les fuera casi imposible, no debían ser presas del pánico.
No obstante, el saber que su padre estaba allí fuera y que podría encontrarse con una de esas cosas le inquietaba, mucho más sabiendo que la extraña infección había comenzado en algún lugar de Busán.
Jungkook abrazó con aún más fuerza a su amigo, ocultando su rostro lagrimoso en el hombro de éste. Jimin solo se limitó a acariciar los cabellos suaves de color azabache en un intento por calmarlo. Más le estaba siendo difícil... Apenas y podía contener las lágrimas.
De pronto, un fuerte sonido pudo sentirse detrás de la puerta. Ambos se sobresaltaron; parecía como si alguien se hubiera caído en la entrada de la casa. Se miraron nuevamente, sintiendo el corazón a mil por segundo.
—Iré a ver por la cámara, tal vez sea mi padre —murmuró lo más despacio posible.
Jimin se reincorporó y comenzó a caminar de forma lenta hacia la puerta; el silencio que había ahora detrás de esta le inquietaba. A cada paso que daba, sentía como su corazón se aceleraba mil veces más, creía que moriría incluso antes de llegar a la puerta.
Jungkook se tapó la boca con ambas manos y lágrimas brotaron de los ojos color café, tal y como gotas de agua en una fuerte tormenta. Cerró los ojos, no quería ver.
Imagen hecha por IA, ¿les gusta?
Actualice seguido, increíble.
Los que vieron la versión vieja recordarán la última parte, más no den spoiler. Aunque puede que eso tal vez no suceda, ¿o sí?
¿Alguna teoría de quién creen que es?
Espero se encuentren bien.
Cuídense.
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