Aquella guerra finalmente había acabado. Corrin logró ponerle fin y unir a ambas familias de manera pacifica y llegar a un acuerdo para acabar la rivalidad entre ambos reinos. Este se sentía más que feliz por lo logrado, algo que para todos sería algo simplemente imposible, el ahora nuevo rey logró llevarlo a cabo. 

Como príncipe este nunca se imaginó que un día podía ser rey. Cuando la guerra inició solo tenía dos opciones, defender a Hoshido o luchar al lado de Nohr, sin embargo este decidió crear su propia opción, negarse a elegir un bando, rehusándose a apoyar y luchar junto a ambas familias. Así fue como la princesa Azura, él y mas tarde Felicia, su torpe vasalla, se unieron para luchar en su causa sin importar ser considerados como "traidores" por ambos reinos.

Durante la guerra aprendió muchas cosas, como la importancia de tener una excelente estrategia durante la batalla, un pequeño error en el planeamiento de la batalla y puede acabar con la vida de bastantes soldados. Cada vida en su ejercito es tan valiosa como la suya. 

Por supuesto que hubieron cosas muy malas, perdidas importantes, lagrimas, sangre y sobretodo importantes revelaciones que salieron a la luz. Al final siempre vivió mentido, ninguna de las familias a las que "pertenecía" compartían su sangre, sus únicos familiares en el ejercito eran Azura, quien realmente era su prima y Lilith, otra de sus vasallas que en realidad era su medio hermana. Tanto Azura como Corrin tuvieron que ver morir a sus madres frente a ellos durante la guerra.

Después de acabar con el reinado de Anankos, se suponía que Azura debía ocupar el trono como reina de Valla, pero esta se negó a aceptarlo por lo que se lo cedió a Corrin, pues, según ella, este tenía muchos mas principios para gobernar y estaba segura de que sería un gran rey.

El reino de Valla de por sí ya estaba hecho ruinas y con la guerra quedó muchísimo peor, por lo que Corrin ahora como rey se tomaría un tiempo para reconstruir el reino. 

Valla contaba con pocos habitantes y durante la guerra varios fueron manipulados por Anankos, por lo que hablando en general, eran muy pocos los sobrevivientes. Aún existían varios inhumanos rondando por las llanuras de Valla tratando de cobrar venganza por la muerte de su rey.

Debido a ello, sus hermanos con miedo de que ellos atacaran a los pocos sobrevivientes, decidieron ordenar a algunos de sus vasallo y soldados a que ayudasen a Corrin en todo lo que este les dijera. La alegre e infantil princesa nohria, Elise, mandó a Effie, su mejor amiga y fiel vasalla. Su contraparte, la tímida princesa Sakura envió a Subaki, la "encarnación" de la perfección. El ahora nuevo rey, Xander ordenó a su pueril vasalla Peri, que acabara con cuanto inhumano apareciese. Lo mismo hizo el nuevo rey de Hoshido, le dio la orden a su talentoso vasallo Saizo que ayudara a Corrin en la restauración de Valla y lo protegiese de cualquier ataque enemigo.

Excelente, contaba con una mujer extremadamente fuerte, un joven solidario y de buen corazón, una chica tanto malcriada como vengativa y un frío y sigiloso ninja, todos estos en posesión suya por al menos un tiempo.

En el éste del reino, en una de las islas flotantes había un pequeño pueblo abandonado. En la misma isla en donde estaba el castillo, en la parte del sur hay un lugar perfecto para construir otro pueblo, este desde cero. El reino innombrable era muy diferente a los otros dos en muchos aspectos, pero el que mas destacaba era su forma, su topografía era muy rara y estaba dividido en islas flotantes, la única forma de llegar de una a otra era en los pequeños y antiguos portales que estaban distribuidos en cada isla.

Ya había planeado todo, los grupos, cuántos soldados y obreros irían, varios caballos para el transporte de materiales y por supuesto la cantidad de habitantes que habían logrado encontrar. El primer grupo iría dirigido por Peri y Saizo, estos serían los encargados de la construcción del pueblo ubicado al éste. El segundo grupo estaba dirigido por Subaki y Effie que se encargarían de hacer lo mismo, pero, con el que estaría en el sur. Mientras que él, se encargaría de la restauración del deteriorado castillo y comenzar a dar sus primeros pasos como rey.

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— Estás muy tenso... ¿te encuentras bien Corrin? — Preguntó la princesa vallés, al lado del joven peliblanco.

— Para serte sincero, la verdad es que no. Estoy algo nervioso, me preocupa que... ¡no lo sé! ¿Qué tal que haya un ataque en el camino? — Respondió a la contraria bastante preocupado. Llevaba sus manos a su cabello, jalándolo con algo de fuerza.

— Tranquilo, no debes preocuparte del todo, recuerda que ambos grupos van dirigidos por los vasallos de tus hermanos, los mismos que junto a ti fueron capaces de acabar con una guerra. Dudo mucho que una emboscada de inhumanos o soldados invisibles sea peligroso para ellos. — Acariciaba el hombro de su familiar esperando una respuesta por parte de este. Pero él no dijo nada, solo soltó un pesado suspiro.

— Jakob detesta que haga esto pero, pasaba a decirte que ya está listo el té, ven y lo bebemos juntos. — Corrin asintió y se levantó del trono, siendo acompañado por Azura.

saliendo de la habitación del trono se encontraron al vasallo de este en camino para llamarlo, pero al ver que la princesa ya lo había hecho, se limitó a crear una falsa sonrisa y decirle de manera amable lo de siempre. — Mi señora, es mi trabajo hacer eso, la próxima vez no se moleste en ir a buscar a mi señor. — Azura soltó una pequeña risa en voz baja, no le importaba la advertencia del vasallo, de igual manera lo haría.

Al cabo de pocos minutos ya habían llegado al lugar, era una pequeña pérgola de la cual estaban trepadas varias vid, al interior de esta una pequeña mesita con mantel y dos sillas. Felicia y Jakob tiraron de las sillas hacia atrás para que ambos miembros de la realeza tomaran asiento. Mientras que Flora servía el té, ambos sacaron un pequeño rollo de canela y lo pusieron en un plato. La vasalla peliazul sirvió ambas tasas y procedió a quedarse en una esquina de la pérgola igual que los otros dos vasallos, observándolos comer en silencio.  

— Bien y... ¿qué piensas hacer Corrin? — Preguntó la princesa dándole un pequeño sorbo a su té.

— ¿A qué te refieres, Azura? — 

— Bueno pues ahora eres rey, no han pasado más de diez días desde tu coronación y bueno... tanto Xander como Ryoma ya han demostrado varios cambios en sus reinos después de la guerra y tú aún no has hecho nada, no quiero sonar grosera pero, ya es hora de que comiences con tus responsabilidades como rey. — De manera seria y sincera se lo dijo.

— ... la verdad es que tienes razón, Azura... ¿cómo debería empezar? —

— Podrías comenzar dictando las primeras leyes después de lo ocurrido en la guerra. — Sonrió y dejó la tasa en un pequeño plato de porcelana, su pariente le devolvió la sonrisa como respuesta.

Y así concluyó el resto de la tarde del joven rey, tomando notas mentales de algunos de los concejos de la cantante.