Los días pasaron, y la semana de exámenes comenzó. Cada día una evaluación diferente, o dos, o tres.

La tensión se sentía en el ambiente. Los maestros eran exigentes, y la presión social obligaba a todos a esforzarse al máximo para no reprobar.

Ciertamente fueron días difíciles, pero extrañamente, Jungwon no estaba preocupado o tenso. Había estudiado muchísimo, y el tener su mente despejada de líos amorosos le permitió concentrarse al máximo y dar lo mejor.

Por ello Jake, a quien también le había ido muy bien, no se extrañó de que su chico fuera el mayor puntaje en matemáticas y coreano. Sabía mejor que nadie lo mucho que se había esforzado. Y quería recompensarlo.

Día sábado. Ambos se encontraban en una cita en el centro comercial. Su primera cita.

—Hoy voy a premiar tu esfuerzo consintiéndote con todo lo que quieras, ¿sí? —sonrió, llevándole de la mano.

—Pero Jakey, los libros ya son demasiado. No puedo aceptar tanto... —rascó su mejilla, un poco sonrojado. Era su primera vez en una cita, y estaba un poco nervioso.

—Claro que puedes. Además, me gusta verte feliz. —apretó ligeramente su mano y el corazón del menor se aceleró. —Dime, ¿qué te gustaría hacer? —le miró con sus profundos ojos gatunos, y Jungwon tragó saliva.

Había evitado mirarlo demasiado, primero, por la vergüenza, y segundo, porque esa chaqueta de cuero hacía lucir al mayor muy atractivo y varonil.

—Uhm... tal vez podríamos ir por un helado primero. Hace mucho que no como uno. —sonrió levemente desviando la vista.

—Vamos entonces. —besó rápidamente su cabeza y fueron a comprar un par de conos dobles cubiertos de salsa y chispas.

Mientras recorrían, se toparon con un grupo de dance cover, que se quedaron a ver por un rato mientras acababan su helado, y por aquel par de minutos,Shim observó al chico junto a él.

Sus ojos brillaban; Jungwon lucía radiante, con esa bella sonrisa adornando su rostro.

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PRIS✨