✖Capítulo 25✖
Hoseok sintió que picaban la punta de su nariz, escuchando seguido de ello una risita tan linda y risueña. Abrió sus ojos lentamente encontrándose con la hermosa sonrisa del menor que lo miraba con cariño. Instintivamente sonrió para él, ese efecto tenía en él, podía hacerlo feliz con solo mirar su preciosa sonrisa cuadrada. Taehyung dejó un besito en su pecho, subiendo sus besos hasta que sus bocas se encontraron. Hoseok aceptó el beso sin protestar, él también lo necesitaba.
—Mamá y papá llegaron, dice mamá que bajemos a comer —comentó mirando como el mayor asentía.
—¿Entró a mi habitación? —Tae asintió.
—Sí, sabe que estoy "enfermo" —hizo comillas con sus dedos—. Así que fue directamente a la mía, pero al no encontrarme vino aquí.
—¿Preguntó algo más? ¿Sabe que le mentimos?
—No, hyung —sonrió tranquilo, eso hizo calmar al mayor.
—Bien... Entonces vamos a comer.
Taehyung se separó del pecho del mayor quedándose sentado en la cama mientras miraba a Hoseok estirarse para luego levantarse. Este estiró su mano para que Taehyung la tomara, así fue como la tomó entrelazando sus dedos con los del mayor mientras este lo ayudaba a salir de la cama. Se dieron una mirada cómplice para salir de la habitación con destino a la planta baja donde Taehyung iba dando saltitos y tarareando una canción alegremente.
Su madre los miró llegar así que caminó hasta ellos con una sonrisa. Besó sus frentes y luego miró sus manos entrelazadas. No se sorprendió, sus hijos siempre eran unidos y cariñosos entre ellos.
—Hobi, traje algo para ti por ser un buen hermano mayor y cuidar de Tae —la mujer corrió por las bolsas de las tiendas a las que había acudido.
De la bolsa sacó el disco más reciente de su rapero favorito y con una gran sonrisa se lo entregó. Hoseok miró a la mujer asombrado, su reacción había sido tan feliz al mirar el disco, pero pronto dejó de sonreír, no se lo merecía.
—No lo merezco... —agachó la cabeza con tristeza.
—¿Por qué no, bebé? —preguntó acercándose al mayor de sus hijos.
—No lo sé, yo...
—Responderé a la pregunta por ti. Es tuyo, te lo mereces porque eres un buen hermano mayor y estoy muy feliz y orgullosa por eso —se lo entregó.
Hoseok lo tomó intentando sonreír sincero. Estaba feliz con el regalo, pero no lo merecía, su madre raramente les hacía regalos de ese tipo y si ella decía que era por sentirse orgullosa al Hoseok quedarse a "cuidar" al menor, entonces no era correcto estar feliz por ello.
—Tae, amor, compré algo para ti también. Eres un buen chico, valiente y fuerte, así que te compré esto —le entregó un pequeño retrato de la copia en miniatura de su pintura favorita.
Taehyung se sorprendió, él también se había emocionado con el objeto. ¿Era real? Le había pedido a su madre esa misma pintura desde hace unos meses atrás cuando la miró por primera vez en uno de los comercios de la plaza cerca de casa. No era la original, pero le parecía algo realmente hermoso y más porque esta se trataba de una de sus pinturas favoritas. La tomó con manos temblorosas, sus ojos brillaron al mirarla de cerca, pero al igual que Hoseok rápidamente se negó, no lo merecía. Le estaban mintiendo a su madre y eso no estaba bien, ella confiaba y creía en ellos y lo único que hicieron fue engañarla con algo relacionado a la salud de uno de ellos, incluso habían sobrepasado su hermandad al tener relaciones sexuales.
—Gra-Gracias, madre —le sonrió con tristeza.
—¿Qué pasa, bebés? —borró su sonrisa al notar lo desanimados que sus hijos estaban.
—No lo merecemos, madre. Esto es mucho para nosotros —Hoseok dijo, pronto la mujer negó.
—Si que tengo hijos modestos, no me queda duda que son iguales a su padre —negó sonriente—. Acepten lo que su madre les da, se lo merezcan o no, mamá siempre consentirá a sus bebés ¿Por qué? No hay razón alguna, son mis hijos y los amo demasiado.
Los dos asintieron, caminando hasta ella para abrazarla y besar sus mejillas. La mujer los recibió con los brazos abiertos, refugiándolos en su pecho con gran cariño, amaba demasiado a sus pequeños.
—Taehyung, ¿Esa es la camisa de tu hermano? —preguntó. Taehyung asintió nervioso—. ¿Te quedaste sin ropa, amor? Mañana te llevaré conmigo a comprar algo de ropa —dejó una caricia en el rostro del menor para terminar la charla y dirigirse a la cocina.
Ella desapareció al pasar la puerta de la cocina, dejando a ambos hermanos a solas. Hoseok suspiró cansado, mirando al menor para pronto hablar.
—No te sientas mal, por favor —lo miró con suplica.
Taehyung miró a Hoseok con un puchero en sus labios, asintiendo desganado para este.
—Está bien... —susurró.
Hoseok lo abrazó fuertemente, dejando un beso en su frente para luego juntos caminar a la cocina. Ahí se encontraba su padre respondiendo un correo del trabajo mientras la mujer le recordaba algunas cosas, esperando pacientemente a que los cuatro estuvieran en la mesa. Saludaron al hombre para tomar lugar. En cuanto estuvieron todos en esta comenzaron a comer, sus padres estuvieron charlando sobre próximos viajes y sus apretadas agendas. Al terminar el tema del trabajo ella le habló a su esposo sobre los maravillosos niños que tenían, el hombre muy feliz los felicitó, agradeciéndole a sus hijos por ser respetuosos y por cuidarse entre ellos ya que sus padres pasaban el tiempo fuera de casa o viajando por cuestiones del trabajo.
—Saben qué hacemos esto por ustedes, para mantenerlos bien económicamente y para que todo lo que nosotros en su momento no pudimos tener se lo demos a ustedes —habló el hombre.
Los dos hermanos se concentraron en mirar los platos enfrente de ellos. La culpa era mucha, pero sabían que al final volverían a repetir lo de esa tarde. Porque sí, se podían sentir tan jodidos por dentro pero el placer que se hacían sentir por fuera, de eso no se arrepentían.
—Hoseok, amor, hoy me encontré con una chica en el centro comercial, me saludó muy educada, dijo que se llama Hye. Era realmente linda, también dijo que te conocía —Hoseok miró a Taehyung disimuladamente, luego a su madre.
—Ah, sí... Se llama Park Hye, es una amiga —Taehyung dejó caer sus palillos ante la respuesta de Hoseok, pronto rodó los ojos mientras se cruzaba de brazos.
Estaba harto de esa tal Hye, para Taehyung era solo una estúpida niñita que estaba enamorada de su hermano por la misma razón que todas las estúpidas niñitas de la escuela lo estaban. Hoseok tenía la fama del rostro más guapo en la escuela, su cuerpo era impresionante y era un chico genial, era por eso que todas lo seguían y sabía que Hye no era la excepción. Hoseok lo miró sin entender ante su reacción tan grosera.
—¿Es tu novia? invítala a almorzar algún día, solo avísame antes para que haga más comida —le sonrió.
—No lo es, madre, pero estamos saliendo —sonrió un poco.
—¿Qué hay de ti, amor? —la mujer miró al menor de sus hijos.
—¿Yo? No tengo novia —fingió sonreír.
—¿Por qué? Si mi niño es muy guapo, no me creo que no tenga novia.
—No la tengo madre, porque tengo novio —Taehyung miró a Hoseok con una sonrisa malévola.
—Perdóname, bebé, me olvidaba de tus gustos... ¿Cómo se llama el afortunado?
Apenas el año pasado Taehyung había hablado sobre sus preferencias sexuales a sus padres, el primero en enterarse fue Hoseok y luego este lo animó a contárselo a sus padres ya que sabía que ellos entenderían. Y sí, sus padres se lo tomaron bien, ya sospechaban que algo sucedía con su hijo menor, pero al final de todo era su hijo y no había nada malo en tener gustos diferentes, al menos ellos eso pensaban. El amor y el trato nunca cambió.
—Se llama Min Yoongi. Lo conocí en la escuela, es un buen chico, me quiere y me respeta, tampoco le importa ir de la mano conmigo por la calle. Es realmente increíble —sonrió grande.
Ahora fue el turno de Hoseok al tener un disgusto al escuchar el nombre del pálido. Dejó sus palillos a los costados de su comida, mirando retador al menor mientras este sonreía al hablar sobre Min.
—Se escucha a que es todo un galante, invítalo tú también, así conocemos a las parejas de nuestros bebés —sonrió feliz.
—Gracias madre, le preguntaré, Yoongi es muy penoso cuando no está en confianza, a veces puede llegar a parecer una persona muy fría, pero es todo lo contrario. Me llena lo suficiente, es por eso que lo escogí, estoy seguro que lo amaran desde el primer momento en que lo conozcan —Taehyung dijo una parte de su contestación con otro sentido que los mayores no notaron, pero que tal vez cierta persona sí. La señora Kim sonrió feliz por su pequeño.
—Me alegra que seas feliz con ese chico, mi bebé se merece muchos cariñitos y ser tratado como un príncipe.
—Lo hace, mami, él me hace muchos cariñitos —las segundas intenciones seguían ahí. Miró a Hoseok que apretaba sus puños fingiendo que nada pasaba—. Me trata realmente bien, me da más de lo que necesito —el doble sentido volvió a resaltar en sus palabras.
—Terminé. Iré a dormir —Hoseok se puso de pie rápidamente, golpeando un puño en la mesa.
—¿Qué pasó, amor? Todavía no terminas —la mujer lo miró preocupada.
—Ya estoy lo suficientemente satisfecho, es mejor que me vaya a dar una ducha y a dormir. Recuerda, no fui a la escuela, tengo que ponerme al día —se excusó. Ella asintió sonriente.
—Está bien, amor, descansa.
Hoseok salió del lugar hecho una furia. Taehyung sonrió divertido, mordiendo su labio con disimulo. Terminó de comer lo que tenía en sus palillos para ponerse de pie.
—¿Tú también te vas?
—Ujum. Igual que hyung tengo que madrugar, acordé encontrarme con Jimin una hora antes para hacer todas las tareas y tomar los apuntes de la clase de hoy que me perdí.
—Me parece perfecto, mi vida. Descansa tú también.
Taehyung tomó su plato y el de Hoseok, llevándolos al lavabo para lavarlos y dejarlos nuevamente en la vajilla. Al terminar caminó hasta sus padres para darles un pequeño abrazo de despedida y correr hasta la habitación de Hoseok.
El mayor se encontraba con su torso desnudo mirando su figura en el espejo. Su rostro seguía hinchado debido a los golpes, pero se seguía mirando guapo, su cuerpo era fuerte y eso llamaba la atención más que su rostro golpeado. Taehyung entró sin avisar, colocándose detrás del mayor. Este lo miró a través del espejo por unos cortos segundos, apartándose de este para mirarlo serio.
—Lo arruinaste todo —dijo duro.
—No lo creo —sonrió divertido.
—Ve a tu habitación, Taehyung, es hora de dormir y no estoy de humor para esto —se alejó de este.
Caminó hasta su baño mientras se quitaba su pantalón. Taehyung lo siguió hasta entrar al baño con el mayor.
—Taehyung, estoy hablando en serio —habló un poco más rudo.
—Yo también lo hago. Se que estás molesto, pero todavía no sé qué eres capaz de hacerme y lo quiero averiguar ¿Me castigaras? —mordió su labio—. ¿No dejaras que me corra? ¡Oh, ya se! se me ocurrió algo mejor ¿Me follaras duro? Quisiera saberlo —habló seductor.
Hoseok lo miró atento, llevando una mano a su polla que estaba comenzando a endurecerse en su bóxer negro ante los castigos que este le proponía. Taehyung lo notó así que sonrió grande.
—Vamos, hyung, sé que quieres mostrarme tu molestia. Hazlo para que no vuelva a hacerlo —le rogó.
Hoseok cerró los puños. ¿Desde cuándo Taehyung lo ponía tanto? ¡Mierda! Que si le iba a mostrar toda su molestia. En la tarde no fue toda su agresividad con respecto al tema de Min en su casa, ahora se encargaría de joder a Taehyung para que no vuelva a hablar sobre Yoongi enfrente de él.
¡Hola!
Espero que les guste
Voten y comenten ❤
¡Adiós!
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