Pedido: kiberh
AU: Actual.
Pareja: Fem! Reader X Mizu-(she/her pronouns), les / gl / wlw.
_____ = Tu nombre.

*Mizu es abiertamente mujer.

La luna resplandecía en el horizonte, proyectando su luz sobre una pradera que parecía extenderse infinitamente, junto a las estrellas sobre el pasto que brillaban intensamente.

En algún lugar sonaba una melodía suave e inexplicablemente familiar, casi como un respiro, o el latido del corazón de dos almas conectándose.

______ estaba descalza sobre la hierba, sintiendo el frío rocío a través de sus dedos. No recordaba como había llegado ahí, lo único que sabía es que se sentía familiar, como un hogar, como si estuviera destinada a estar aquí.

Y entonces la vió.

Al principio, era una sombra en el horizonte. Pero a medida que los dos se acercaban, se revelaba una figura, la figura de una mujer.

Sus ojos de un azul eléctrico se clavaban en los de ella como si la hubiera estado buscando durante toda una vida. Su presencia era magnética y la atraía sin esfuerzo. Nunca había visto a alguien tan bella cómo ella.

No hubo intercambio de palabras alguno, pero cuándo se miraban, parecía que todo lo que se querían decir era entendido por la otra.

_______ le sonrió levemente, y murmuró lentamente lo único que se le ocurrió.

"Eres real", susurró con la voz temblorosa, preguntándose a si misma si realmente quería saber la respuesta.

"Tan real como tú", respondió esa mujer con la mano extendida. Cuando sus dedos se tocaron, le recorrió a _______ una oleada de calor, su piel se erizó y su corazón se aceleró.. ¿O relentizó?

Fue entonces que recordó que no era la primera vez que se encontraban y que no sería la última. Sus almas, unidas por un hilo irrompible, siempre encontrarían el camino de vuelta, por muy lejos que estuvieran.

...

Y entonces despertó.

_______ suspiró, viendo el techo de su habitación. Ya era de mañana, lo supo cuándo escuchó el ruido que su madre siempre hacía en la cocina mientras hacía el desayuno.

Soltó un quejido y cubrió sus ojos con cansancio. Los sueños que tenía con esta chica se estaban volviendo muy recurrentes últimamente.

— ¡_______, baja a desayunar, tenemos que salir al supermercado! — escuchó a su madre gritarle desde la cocina, y ella soltó otro quejido.

Las luces fluorescentes del supermercado lastimaban los ojos casi recién despertados de _______.

Ella estaba en el pasillo de los cereales, dando vueltas con una caja entre las manos, buscando el que su madre le había pedido. Su mente estaba en otra parte, atrapada en los pequeños fragmentos del sueño que no lograba recordar por completo.

Lo único que recordaba con claridad eran aquellos ojos azul eléctrico que siempre la terminaban hipnotizando.

Soltó un bufido, y volvió para dejar la caja en la estantería. Fue entonces que la vió.

Estaba en el otro extremo del pasillo, sosteniendo un tarro de mantequilla de maní. Su mano se congeló en mitad del movimiento cuando sus miradas se cruzaron. El mundo pareció ralentizarse, el ruido de fondo de los carritos de compra y los anuncios en la radio se amortiguó, como si hubieran entrado en su propia burbuja.

_______ se quedó sin aliento. Era ella, la mujer de su sueño.
Tenía exactamente el mismo aspecto y al mismo tiempo, era completamente diferente. Su presencia era ahora menos etérea, más sólida, más real. Pero esos ojos... tenían la misma profundidad, la misma electricidad, que aquellos a los que veía en sueños.

Debería decir algo. Lo sabía. Las palabras le paseaban la lengua. Pero sus labios se negaron a moverse. La tensión del momento hacía que hablar le pareciera una tarea imposible.

La contraria tampoco habló. Su expresión era tranquila, ilegible, pero sus ojos la delataban. Se ablandaron cuando se encontraron con los de _______, las comisuras de sus labios se arrugaron ligeramente en lo que podría haber sido una sonrisa... o un recuerdo.

Permanecieron allí, en el pasillo del supermercado, lo que pareció una eternidad. Ninguna de las dos se movió, pero algo pasó entre ellas, algo indefinible. No era una cuestión de quiénes eran o por qué sentían esa atracción, era un reconocimiento silencioso de todo lo que ya sabían, aunque no pudieran nombrarlo.

Un carro pasó traqueteando, rompiendo el hechizo. _______ parpadeó, alejando su mirada, y volvió a sentir el zumbido del supermercado. Cuando volvió a mirar, ella ya se había dado la vuelta y su silueta se alejaba hacia las cajas.

Su corazón le dio un vuelco. Quiso gritar, detenerla, pero no se movió. Podrías decir que era cobardía, o un sentimiento de que esta no sería la primera vez que se cruzarían fuera de sueños.

Después de ese día, _______ dejó de tener sueños con esa extraña mujer.

El olor a palomitas de maíz llenaba el aire mientras Lila se acomodaba en su asiento en la sala poco iluminada. Fue una decisión de última hora ir a ver una película que no le interesaba demasiado, pero sus amigas la habían invitado y no quería decirle que no a otra salida con ellas de nuevo.

Llegó justo a tiempo, sus amigas estaban al lado suyo, platicando acerca del filme que estaban a punto de ver. El cine estaba casi vacío, salvo por algunas personas dispersas. Empezaron a pasar los trailers y, justo cuando estaba por tomar de sus palomitas, alguien se deslizó en el asiento de al lado.

Miró de reojo. Se le cortó la respiración.

Era ella.

Su perfil estaba bañado por la luz parpadeante de la pantalla, pero no necesitó más de un segundo para reconocerla. Todos los sueños, el incidente del supermercado. Esos ojos ya le eran familiares.

La mujer a su lado la volteó a ver. Su expresión era suave, curiosa, pero no habló. Ni ______ tampoco. 

En lugar de eso, permanecieron sentadas, una junto a la otra, mientras empezaba la película. 

La proximidad era eléctrica. Cada vez que ________ se movía en el asiento o tomaba de sus palomitas, se daba cuenta de lo cerca que estaban. Podía sentir su presencia, cálida y magnética, atrayendola a ella.

A mitad de la película, sus brazos se rozaron. Ella ya no podía concentrarse en la pantalla. No necesitaba mirar a la otra mujer para saber que ella también lo sentía; el aire entre ellas estaba cargado de una gran conexión.

Cuando por fin la película terminó, final al que no le prestó nada de atención, _______ dudó, sin saber qué hacer.

Recogió sus cosas y se levantó, con el corazón latiéndole con fuerza mientras se dirigía a la salida, siguiendo a sus amigas silenciosamente, quienes estaban absentes de lo que había pasado dentro de la sala, junto a ellas.

________ se quedó un poco atrás, cuándo sintió que sus amigas la llamaron. Sin embargo, antes de siquiera poder caminar hacia ellas, una voz la interrumpió.

— Espera — esa mujer la detuvo, tomándola de la muñeca.

_______ se volteó, y allí estaba ella. La chica de ojos azules eléctrico. Tenerla tan de cerca la hizo darse cuenta de sus rasgos asiáticos, y de que su cabello negro profundo parecía ser más largo y suave de lo que aparentaba.

— ¿Cómo te llamas? — preguntó ella, con voz firme, algo grave, pero endulzada para _______.

Por un momento, ________ no pudo respirar. Entonces sonrió, el tipo de sonrisa que sale sin que lo sepas.

— ________ — ella respondió igual de suave, casi susurrando, cómo si estuvieran compartiendo un secreto.

La contraria asintió, sus labios curvandose en una sonrisa propia. — Yo me llamo Mizu.

Se quedaron allí, con el mundo desvaneciéndose de nuevo, como en el prado, como en el supermercado. Era como si los astros se hubieran alineado, acercándolas a cada encuentro. 

— Hola, Mizu — dijo _______, sintiendo una calidez en su pecho cuándo pronunció el nombre de la contraria, y por primera vez, el silencio entre ellas no se sintió tan pesado. 

Parecía un comienzo.

ᶻ  𝘇  𐰁: Feliz Navidad? JAJAJAJA Comienza el especial de fin de año supongo. El 31 y el 6 de Enero subiré otros one-shots.
Felices fiestas a todas y todos ❤️