Adelaida jala las cadenas esperando encontrar una forma de romperlas, camina de un lado al otro volviendo a jalar, ni siquiera sus armas son posibles de invocar.

—Te lastimarás —Emlyn aparece de repente, vistiendo un vestido negro que resalta su figura, el cabello rubio platino cae en sus hombros, la piel extremadamente blanca hace que su belleza sea única, uno de sus ojos es de color gris azulado, mientras que el otro es rojizo. 

—No me importa, estoy tratando de escapar —contesta Adelaida.

—No deberías, perteneces a mi familia, eres como todos nosotros.

—¿Nosotros? —pregunta Adelaida. Emlyn se acerca y cuando pisa el charco de agua, una oleada de ojos rojizos aparece alrededor de ellas.

—Mis niños —los ojos se acercan a ella, cada uno de piel blanca y venas de color negro remarcando su cuerpo —tú eres como nosotros, tu corazón se marchitó y yo me encargaré de sanarlo. 

 —Los conviertes en seres sobrenaturales y demoniacos, los condenas a una vida que nunca desearon.

—Yo no obligo a nadie, ellos aceptan y así logran curarse, además obtienen la venganza que tanto anhelan.

—Asesinar a su familia no es la venganza que buscan, los ciegas para culpar a todos los demás.

—¡Ellos merecen morir! —grita Emlyn y por un momento su rostro se desfigura, Adelaida lo nota, aquellas cicatrices son como quemaduras.

—Tú eres la joven que fue quemada —exclama Adelaida y puede ver un temblor en el cuerpo de Emlyn.

—Así que conoces mi historia.

—Solo algunos fragmentos.

—Yo ya no soy esa joven, aprendí de mis errores y no dejaré que mis niños pasen por lo mismo. 

Los cuerpos se alejan y se posicionan dónde estaban, Emlyn se acerca a uno de ellos, Adelaida sigue jalando las cadenas, sabe que no será abandonada por sus compañeros, pero si puede ahorrarles la batalla con una jinete sería mejor, decide distraer a Emlyn para pensar de que otra forma escapar.

—Dices que puedes ayudarme a sanar, ¿cómo?

—De la manera en que yo sané —vuelve a acercarse a Adelaida —dejando mi corazón atrás.—

Dices que somos iguales, pero no conozco nada de ti.

—¿Qué quieres saber?

—Todo, ¿qué fue lo que te sucedió? —Emlyn la mira dudosa, pero después de unos minutos sonríe maliciosamente. 

 —De acuerdo.

Emlyn camina a su alrededor, buscando el momento para hablar.

—Llegué a este pueblo para ayudar a las personas que fueron contagiados por una rara enfermedad, dediqué mi vida a crear un huerto perfecto que dudaría siglos y este pueblo podría prosperar en el futuro, me encargué de curar a cualquiera que me necesitara, con eso me llevé el respeto de todos, las personas me adoraban o eso creía. Al poco tiempo conocí al hijo del Patrón del pueblo, Rowan, era el ser más gentil, tierno, divertido y generoso que había conocido.

—Te enamoraste.

—Eso pensé, me llevaba flores todos los días, íbamos a bailar a las fiestas del pueblo, además ayudaba en mi huerto y le enseñé sobre plantas medicinales, en poco tiempo me invito a cenar en su hogar y paseábamos en las noches más estrelladas, él me enseñó un sentimiento único y de verdad creí que yo era especial para él, pero me equivoqué.

—Sabías sus costumbres, ¿por qué no te fuiste?

—Porque su padre nos prometió que hablaría con la iglesia para permitir nuestra unión, pero Rowan se adelantó a romper su compromiso con Camila, ella no lo aceptó, le rogó reconsiderarlo y mostrarle que yo no era de confianza.

—Ella creó el rumor.

—No solo fue un rumor, ella usó una de mis plantas para asesinar a la madre de Rowan, la descubrí, pero al ser una hija de la iglesia le creyeron, me castigaron en su lugar y me acusaron de tener un pacto con Lucifer para traer desgracia a su pueblo — unas lágrimas comienzan a descender por las mejillas de Emlyn, de un color negro que manchan la piel de la joven que parece no importarle, ya que no las limpia — Rowan ni siquiera me ayudó, se quedó viendo cómo me golpeaban y torturaban para hacerme confesar, el mismo corto mi cabello para el juicio y me sujetó al mástil para ser quemada, rogué y grité para que me ayudara, pero solo vi odio en su mirada. Luego miré al cielo esperando la ayuda de mi padre.

—¿Tu padre? —preguntó Adelaida confundida.

—Sí, mi padre —la frase sale al momento en que Emlyn extiende sus alas de ángel, blancas y brillosas con plumas tan sedosas, al igual que hermosas —Yo deseaba conocer a los humanos, baje sin el permiso de él y cuando pedí su ayuda me la negó, mientras mi cuerpo era consumido por el fuego, rogué por última vez a cualquier ser que me permitiera vivir y fui escuchada, de la nada mi cuerpo recuperó su poder, abrí mis alas frente a ellos, juré que jamás olvidaría y que la muerte llegaría a ese asqueroso pueblo. Cuando escapé, tarde días en recuperarme, mi aspecto cambio al igual que mis dotes.

—Tú hiciste que sus enemigos se reunieran para asesinarlos.

—No —dice cínicamente — Yo misma lo hice, en ese pueblo había tantos corazones rotos, yo solo los ayudé y entre todos terminaron por asesinarse.

—¿Qué sucedió con Rowan?

—Fui compasiva al asesinarlo, pero Camila no tuvo el mismo destino —Emlyn truena los dedos para hacer aparecer enfrente de ellas a una mujer crucificada y en descomposición llorando lágrimas de sangre —de aquí proviene mi dolor y esto me ayuda a crear a mis niños.

—Perdiste la cordura.

—No, evolucioné y estoy lista para ayudarte —Emlyn se acerca y clava sus garras en el costado de la cabeza de Adelaida, que no ha podido reaccionar a tiempo —te mostraré quienes son los verdaderos culpables.

Adelaida no logra apartarla, Emlyn encaja más sus garras y deja a Adelaida en trance, las imágenes fluyen, la niebla se disipa un poco. Adelaida ve a un joven con una hermosa sonrisa sosteniendo su mano, el siguiente es en un puente donde puede mirar su reflejo y ambos ríen, de repente el ambiente cambia, el lugar se oscurece, gotas de lluvia caen en su rostro, Adelaida mira sus manos y están manchadas de sangre, el sentimiento de dolor la inunda al igual que la carga de poder que comienza a expulsar su cuerpo. 

—¡Alban! —el grito sale de la boca de Adelaida al igual que una enorme descarga de poder que derrumba la iglesia por completo, Adelaida no lo soporta y se desmaya, la imagen de ese chico se vuelve borrosa y regresa la niebla destruyendo los pocos recuerdos que ha podido recuperar.